1) POESÍA PAGANA
Llegó hasta los oídos de Yumiko el rumor de que una cortesana había conquistado tres reinos con sus artes amatorias.
Celosa, (porque ella sólo había conquistado dos) decidió emprender el viaje para conocerla.
El Mandarín se negó al principio, pero después de una breve huelga de piernas cruzadas, acepto con todas las condiciones. Tres años se tardaron en llegar a Egipto.
De hecho, el Mandarin murió a los seis meses de viaje, pero era el enviado de Dios… lo sustituyeron de inmediato. Y con el nuevo Mandarín, Yumiko continuó el viaje.
Una vez que llegaron a la corte de la reina, pidieron entrevistarse con ella. Los guardias se negaron. Pero si eran cuidadas por hombres, pocas puertas se le cerraban a Yumi.
Desgraciadamente, ya dentro comprobó que el viaje había sido en vano: Cleopatra había muerto hacia ya varios siglos… (Las noticias viajan lentamente en China).
2) Finalmente
Finalmente, aclaré a nuestros amigos mutuos lo que hubo entre nosotros.
Era necesario. Habían terminado por dividirse entre los que creían que me rompiste el corazón sin piedad, y los que suponían que yo te asedié insanamente durante varios meses. Comencé por aclarar que no me rompiste el corazón, sino que por el contrario, lo tomaste entre tus manos, le limpiaste del polvo del desuso, lo acariciaste y me lo devolviste no sin antes cerciorarte de que latiera fuerte otra vez. Y que fui yo, el que sorprendido de tenerlo de nuevo en mi poder, (uno nunca se lo espera cuando lo entrega) todavía tibio del contacto con tu piel, lo deje escapar de entre mis dedos y fue a dar al suelo para quebrarse en mil pedazos, con la mala suerte de estar yo parado sobre una coladera en esos momentos. De lo que pude salvar, apenas formé medio corazón. Y siete años anduve con mi ser incompleto (sí te interesa puedo contarte, otro día, como complete el ventrículo izquierdo al cabo de ese tiempo) y me tuve que abstener de practicar cualquier deporte.
Los trozos que no hallé vagaron por alcantarillas y desagües durante varios meses, contemplaban a las mujeres en la ducha a través de sus coladeras, incluso de vez en cuando, alguna pareja húmeda bajo la regadera (mi corazón era originalmente ciego, (pero la necesidad de insensibilizar el olfato y el tacto en las cloacas agudizaron sus otros sentidos), varios pagaron su curiosidad cubiertos de mierda. Muchos fragmentos encontraron su fin entre los dientes de alguna rata, pero la gran mayoría se endureció lo suficiente para atravesar el sistema digestivo de cualquier roedor. Algunos encontraron su camino hasta el mar y curaron con sal sus heridas.
Precisamente esto me lo contó un pequeño trozo puntiagudo que encontré en mi reciente visita a una famosa playa venida a menos. Era un fragmento risueño y bonachón. En todo este tiempo, había sido el responsable de mantener un vínculo entre todas las piezas de mi corazón, insistiendo en que le contaran en cada oportunidad sus correrías por las coladeras, los ríos y los mares en que fueron a dar (aparentemente, uno llego hasta Laguna verde y evitó un desastre nuclear). Quiero creer eso, por que la parte exagerada de mi corazón definitivamente se quedó conmigo, llevando un riguroso conteo de los fragmentos que habían dado señales de vida al final del año.
Lo reincorporé a mi pecho (¿Te puedes imaginar lo difícil que es hacerle esto a alguien acostumbrado a viajar?), Y seguí contemplando el mar.
Los primeros meses, estuvo insoportable, organizó varios intentos de fuga, en el más reciente, casi nos mata, obstruyendo la arteria carótida.
Se tranquilizó un poco en cuanto empecé a viajar tratando de mantener el contacto entre mis viejos amigos, insistiéndoles que me contaran sobre sus correrías por la ciudad y contando las de los demás en cada oportunidad.
Sin embargo sospecho que ha vuelto a las andadas, esta vez con un plan más elaborado: de un tiempo acá, siento mucha necesidad de verte.
3) Creo que Johana ha enloquecido.
Hoy le conté que mis mejores romances han sucedido sólo en mi cabeza. Empezó a desvariar acerca de un idilio entre una neurona disidente que había escapado por su oreja con la idea de recorrer el mundo, pero que se encontró a su salida con un piojo algo afeminado viviendo en el lado derecho de su cabeza (los piojos discriminan violentamente a los afeminados y los exilian a las cercanías de los oídos) y se había enamorado a primera vista.
Olvidando todos sus planes, se acercó coqueta al piojo, que pese a su feminidad (o quizás debido a ella) le correspondió incondicional a la pequeña enamorada, y tomándola de la mano la llevó a mirar el ocaso desde la cabeza de Johana. Esperó el momento justo para que el aparecer de la primera estrella de la tarde coincidiera con su tierno primer beso.Ella lo contempló y se extendió franca a la luz de la luna para que él descubriera la transparencia de su ser.
Pasaron semanas de tierno idilio que se interrumpió cuando Johana veía una película en el Playboy Channel: en la mente del piojo surgió una duda ¿Seria el momento de llevar mas allá su relación? El se sentía contento (faltaban varios días para su época de apareamiento) pero empezó a cavilar sobre lo que ella quería, si es que lo deseaba y si terminaría por perderla por no complacerla en ese plano. La idea de que lo dejara por otro piojo menos afeminado, le retorció de dolor tres de sus estómagos… así que deslizó su séptima patita con mucha suavidad por la dentrita más sensible de su pareja.
Las cosas en un principio salieron magníficamente: la excelente lubricación de la neurona cubrió de mielina el cuerpo del pequeño y tierno piojo, que por no estar en época de apareamiento, dedico mucho tiempo a los primeros movimientos del amor, saltando alegremente alrededor de su amada neurona. (Johana no quiso contarme el resto de los detalles peludos ocurridos en su cabeza, pero dice que se la pasaron bastante bien)
4)Ahora que sopla este aire frío
Mírala, se ve hermosa. De noche la ciudad se ilumina con los sueños de aquellos que aún no duermen. Siempre luce fresca y radiante.
Desde aquí se puede ver la luna en todo momento, en esta ciudad aparece especialmente temprano. A veces la matiza un tono rojizo en agosto, o se puede ver un arcoiris a su alrededor en abril, y hoy, por ejemplo, se ve azulada...
¿Ves aquella fábrica, la de ladrillos rojos? Ahora parece un fantasma, pero hay gente trabajando ahí. Hace algún tiempo sus empleados se fueron a la huelga exigiendo que se instalaran ventiladores, porque el sol de las doce hacía de eso un infierno. La empresa liquidó a esos empleados, pero el turno de noche no tiene ese problema, y además la construcción resulta cálida para sus empleados… y empleadas, que encuentran pasiones que, si no producto de la noche, sí han aflorado gracias a su cobijo.
Por eso es que trabajan a obscuras...
En esa hermosa casa, aquella, la que está más al sur, las cortinas de encaje disimulan mal las peleas de la pareja que la habita. Discuten, pelean durante horas... a veces terminan haciendo el amor, y a veces se encienden dos luces, en lados opuestos de la mansión.
Por ahí, en el bar frente al parque está el hombre encargado de cerrarlo. Es su dueño; desprecia profundamente a todos esos borrachos que ya van por la esquina y piensa que se merecen toda su lástima. Ya va a amanecer, los ve alejarse con los ojos vidriosos, por fin está solo... y toma su primer sorbo de alcohol de la noche... por fin está solo.
Mas allá, los barrenderos sienten las calles como suyas, esas calles adoquinadas y desiertas. Juegan como niños noche tras noche. Igual representan una telenovela de antaño en que los barrenderos asesinaban al candidato presidencial, y que se manifiestan frente a un ayuntamiento vacío, con singular irreverencia.
En el parque una pareja juega a ser Tarzán y Jane en la jungla. No se percatan de que los policías están ocultos tras los árboles a unos metros seguramente tienen planeado quitarles todo su dinero, aunque parece que han decidido observarlos hacer el amor tomados de la mano.
Noche tras noche, en el lugar de las prostitutas, hay una a la que nadie toma nunca. Desde aquí parece resplandecer junto a las otras casi sobrenaturalmente. Una jovencita hermosa de sedoso pelo ***** y suave piel blanca. Siempre que se acerca alguien atraído por sus torneadas caderas o su esbelto cuerpo, ella les sonríe tiernamente. Algunos no soportan ni eso, pero los que si, se encuentran con que su voz es la de una niña, y huyen avergonzados, no sin antes darle una generosa cantidad para aliviar su culpa. De vez en cuando, mas bien seguido, alguno de ellos vuelve, porque la niña ha invadido sus fantasías. Y llegan a casa temprano, sin dinero cuestionando su hombría. ¿Cómo puede apagarlos definitivamente un cuerpo tan hermoso? ¿Por qué? Se preguntan en sus camas... Y vuelven a soñar con ella.
Mira, mas allá, hacia donde sale el sol, del otro lado de la ciudad, hay un chico que igual que yo, le describe la ciudad a una vieja amiga, y piensa confesarle su amor antes de que amanezca.
Well, I have read them all. I was only able to find a couple of accents missing (except in nr. 3 which was perfect).
I can only say that you will one day be a great writer. I love all your stories and when I say great a mean famous. All the best.
2007-03-19 07:48:16
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answer #1
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answered by Martha P 7
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