EL SOLITARIO
Con esa forma de ser jamás consiguió tener a su lado verdaderos amigos.
Su forma de vida errante lo llevó a conocer todos los lugares del planeta.
Gozaba de su prestigio y de los amores efímeros.
Una navidad lo sorprendió en pleno vuelo, acompañado de seres anónimos que como Él vagaban por el mundo en la más absoluta soledad.
La azafata anunciaba una escala, tendrían dos horas para que la nave se reabasteciera y dar la posibilidad a que otros pasajeros la abordaran.
Habían pasado pocos minutos de la medianoche, en todas las casas se brindaba por la noche buena.
Mientras esperaba en un salón del aeropuerto su mirada se detuvo en un arbolito de navidad, esferas de colores lo adornaban, cintas doradas ornamentaban sus ramas, coronaba el árbol un ángel.
Mientras bebía una copa de champaña decidió hacer un balance de su vida, desde el árbol el angelito lo miraba, parecía que había tomado vida.
Recordaba haber estado acompañado de mujeres hermosas, sonreía cuando las imágenes le devolvían siluetas confundidas en un sola, amándose
Su boca repartió infinitos besos, en esa fecha especial no tenía con quien brindar.
No le importaba que su cuenta bancaria hubiera crecido en forma continua, comparado con la soledad que sentía, no tenía nada.
Los hoteles lujosos que lo albergaban se diluían en su mente atrapada por el poder, allí comprendió que lo material no sirve si no es acompañado por los regalos del alma.
Tomó su portafolio como otras veces, caminaba lentamente hacia la pista, allí lo esperaba el pájaro de alas plateadas.
Quería olvidar todo o nada.
No percibió que se acercaba la camioneta que transportaba los equipajes, un ruido seco terminó con su vida.
El ulular de las sirenas rompía el silencio de una noche estrellada, nada pudieron hacer, el hombre solo, exhalaba su último suspiro.
El solitario, hoy no está solo, duerme eternamente, acunado por las alas de los ángeles.
2007-12-21
02:20:21
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pregunta de
Sonia
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en
Poesía