Ahora, una vez más, atravesada por la lanza de fuego
no importa el pabellón del silencio, ni la podrida eternidad,
creí en un dios terrenal, y su daga causó
la muerte del alma de mi alma.
No ingeriré más cáliz sagrado.
¡A Jesucristo también lo asesinaron!
Su palabra no fue tardía,
pero no muero en su cruz.
Puede que consigan abrirme la frente
con su corona de espinas,
pero yo no muero en su cruz.
Mis pupilas son tinieblas vidriosas y ven
el rumor de las olas ataviado por mis recovecos incoloros.
Él ,Cristo, murió por una causa.
La mía se hizo
invisible en la sombra.
Lágrima encriptada
de la nada o del todo.
Cuando la esperanza hecha vigilia
y la noche es la miseria de los versos,
entonces,llega la hora adecuada
para no tener nombre,
para querer tierra.
y abrir un estanque privado,
de una sola tumba.
2007-01-11
08:59:58
·
5 respuestas
·
pregunta de
ALFEIZAR(CASI NO USUARIO DESTCDO
5
en
Otros - Sociedad y cultura