Declaración de cubanos residentes en Europa
Los cubanos residentes en Europa organizados en asociaciones culturales y grupos de solidaridad, preocupados por el destino de su patria, sus familiares y del pueblo cubano, al aproximarse la reunión del COLAT en febrero, del Consejo Europeo, donde deberá delinearse la política a mediano y largo plazo de la UE hacia Cuba, reafirmamos nuestra oposición a medidas que impliquen condicionamientos e injerencias en los asuntos internos de nuestro país, que solo contribuirían a seguir distanciando a nuestros pueblos.
Hemos observado con desilusión el cambio de rumbo de la política de la Unión Europea hacia Cuba que representó la Posición Común en 1996, y su confirmación con las sanciones del 2003. Luego de varios años, esas medidas de condicionamiento político han demostrado ser inapropiadas y contraproducentes para lograr los objetivos que las inspiraron. Por el contrario, alejaron la posibilidad de establecer un diálogo político fructífero con nuestro país.
Nunca tuvieron éxito las presiones contra Cuba. Siempre implicaron más reafirmación de nuestra soberanía y mayor firmeza en nuestros valores nacionales. Solo sobre bases de respecto, igualdad y no injerencia podrán avanzar las relaciones en el mejor interés de Europa y de Cuba.
Rechazamos por oportunista y de poca visión internacional el creciente alineamiento de la UE a la política hostil de Estados Unidos hacia Cuba. Washington no quiere discutir sus discrepancias con Cuba; se ha propuesto derrocar al Gobierno y rendir por hambre al pueblo cubano. Las leyes Torricelli y Helms-Burton violan el derecho internacional por su extraterritorialidad y afectan también los intereses europeos. La prohibición de viajes de los ciudadanos norteamericanos a Cuba viola la Constitución estadounidense. Las medidas tomadas por Bush en 2004 afectan al pueblo cubano y a sus residentes en EE.UU. El llamado Plan Bush 2006 tiene el propósito de subvertir el orden en nuestro país y contiene un capítulo secreto que debería preocupar a la opinión pública europea.
Esa política injerencista ha creado un sentimiento profundamente antigobierno norteamericano en el pueblo cubano. ¿Por qué la UE habría de provocarse igual rechazo?
Denunciamos los esfuerzos de Washington para sumar a Bruselas a sus planes contra nuestro país. La República Checa y otros nuevos miembros de Europa del Este están actuando en contra de Cuba influidos por EE.UU y se han convertido en una especie de "Caballo de Troya". Asumen un protagonismo inusitado e intentan arrastrar al resto de la UE a adoptar la misma política restrictiva que Bush. ¿En base a qué intereses? ¿Son esos los intereses de España, Italia, Francia y otros países con importantes nexos históricos y presencia en Cuba?
Hoy Cuba vive un momento especial de su historia. La política norteamericana para Cuba fracasó. Sus esperanzas de que la Revolución cubana desaparezca con Fidel Castro se han esfumado. Tras seis meses enfermo y alejado Fidel de sus funciones, el país se mantiene ordenado, funciona de forma estable, sus dirigentes tienen el apoyo popular y demuestran capacidad para dar continuidad a su obra. Ningún disturbio que el Gobierno estadounidense tantas veces pronosticó. Ninguna "influencia" de los disidentes en los que ha invertido tanto dinero suponiéndoles un factor del cambio. ¿Por qué entonces acompañar a Washington en su fracaso?
La UE debería estar atenta a los cambios que se están produciendo en los propios EE.UU. La Administración de Bush está terminando su mandato. Ya no controla el Congreso y en éste comienzan a renovarse las tendencias que favorecen un cambio de política hacia Cuba. En América Latina la situación evoluciona vertiginosamente fuera del control de Washington, resultando un nuevo panorama político que cuenta a favor de Cuba. ¿Qué sentido tiene seguir tras las políticas de Bush?
Consideramos que el próximo ejercicio del Consejo Europeo puede ser una oportunidad para modificar el rumbo de las relaciones entre Cuba y la Union Europea, eliminar los obstáculos que representan la Posición Común y las sanciones, y asumir una política más realista que abra un diálogo constructivo y contribuya a consolidar los intereses europeos en Cuba.
Asociación Raíces Cubanas
2007-02-13
04:09:57
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pregunta de
armando c
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Participación ciudadana