Hoy salí a caminar, subí a un cerro que hay cerca de donde vivo. Hay una pequeña saliente en donde te puedes sentar, ahí me tiré en la hierba, de cara al sol. El cielo tenía tantas nubes como preguntas mi mente, les dí la forma que mi caprichosa imaginación quiso: elefantes, dragones, perros, flores, espuma de mar, amorosos amantes. Quizas me dormi unos minutos, dejando que el aire se llevara mis miedos y pensamientos de ese momento. Al rato una nubecilla de agua hizo de las suyas, mientras todos escapaban me quede esperando las gotas de agua, frías; las sentí sobre mi cara, traspasar mi ropa, rodar sobre y entre mi cabello. La sensación fue indescriptible, tierra y agua, fusión y armonía, paz y tranquilidad.
Alguna vez amigos míos se han atrevido a detener la loca carrera de sus mentes, de su andar por la vida y disfrutar lo que la naturaleza nos ofrece? Atrévete, después no existe, total, mañana será otro día.
2007-10-21
13:45:40
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