UNA PLEGARIA
Una sombra me acecha,no quiero hacerlo,
tengo que hacerlo dependemos de ello.
Está en el cielo observándome,
me conquista con su sonrisa, sus juegos hacen amarlo,
es una luna hermosa. El averno me señala,
mi obligación me manda, no tengo valor para despreciarlo,
el infierno me ama, pero yo amo a la luna.
Jamás me quitaré este peso,
dormirá conmigo en la eternidad,
será mi segunda sombra, él deseará mi muerte.
Que los dioses nos perdonen, que la rosa nos perdone,
piedad por mi sangre y por la de mi mujer
No queremos ser un espectro, no queremos al infierno,
pero no podemos abrazar esa luna por más sangre que derramemos. Esos carroñeros de almas
tendrán que comer esta noche pero a esos chacales...
les deseo un buffet envenenado con todo mi odio y desprecio. Y cuando yo fallezca
que así será...desearán cualquier otra,
porque mi alma no está hecha de otra cosa más que de azufre, porque ya le pertenezco al averno.
Autor: Leonardo Zarate Edad 19 años
2007-03-24
11:45:51
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pregunta de
Anonymous
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Religión y espiritualidad