Me hablas de las nubes, del cielo despejado, y yo lo veo todo tan lejos, ten distante que asusta. La coraza que invente, crease o no, muchas veces me protege, y aunque es una mochila que pesa, y a veces demasiado, no se si todavía es el momento de dejarla a un lado del sendero que transito. Mis sueños son y se desvanecen en el mismo momento que se crean, y mis metas están sueltas, son como un gran castillo de papel, que el viento de los días derrumba, y que empecinado vuelvo a crear, aun en el fondo sabiendo que se volverá a destruir.
Bajar la guardia significa dejarme vulnerable, y los golpes me lastiman el alma, en definitiva este mundo es un mar de golpes, y un pequeño río de caricias... a veces querría irme a la pampa, y olvidarme de estos naufragios.
Para volverme vulnerable necesito tener plena confianza en que el que esta a mi lado, saber que sus golpes de realidad van a ser en forma de consejos, y no de cachetazos, de esos que lo dejan a uno con la cara y el corazón despeinados. La vida ya me dio varios cachetazos de los cuales aun no puedo levantarme, uno fue la muerte de mi papa, otro la muerte de ese hijo que no llegué a tener... y un sin fin de desamores y descubrimientos que a pesar de dejar aprendizajes son recuerdos que aun perduran y hacen eco en mi.
Si el espejo no me refleja, es porque aun no quiero que así sea, porque temo, y el temor de saberme cierto, de saber que el caer es premonitorio del aprender a caminar, y yo aun estoy gateando en esta vida, me hacen aferrarme a cualquier cosa que me de la seguridad de tener el piso bajo mis pies descalzos y que este no tiemble (aunque los temblores no los consigo detener aunque quiera) y esas cosas de las que me aferro, son las mil y una mascaras que formo, los disfraces que uso en el trato cotidiano, esos que espero pronto pueda de una vez por todas desvestirlos, desvestirme y andar libre y desnudo por el mundo.
No es fácil, lo se, y aun quedan muchas caídas, pero la manera mas segura de aprender a caminar es de la mano de alguien, al menos al principio.
Acá estoy, pidiendo ayuda para caminar... y yo que llegué a creerme mis mentiras, y pensar que podía hasta volar!.
2006-08-20
15:52:48
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Luis
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Libros y autores