Racismo es la doctrina según la cual todas las manifestaciones histórico-sociales del hombre y sus valores (o disvalores) dependen de la raza y que además enuncia la presencia de una raza superior (aria o nórdica) destinada a ser la guía del género humano.El fundador de esta doctrina fue el francés Gobineau cuya teoría estuvo destinada a defender a la aristocracia de la democracia.Hacia principios del siglo pasado un inglés germanófilo, Houston Chamberlain, difundió el mito del arianismo en Alemania identificando a la raza superior con la germana.El antisemitismo databa desde antiguo en Alemania y, por lo tanto, la teoría del determinismo racial y de la raza superior encontró allí fácil difusión, resolviéndose en el apoyo al prejuicio antisemita y en la creencia de que existe una conjura judía para la conquista del mundo y que, por lo tanto el capitalismo, el marxismo y en general las manifestaciones culturales o políticas que debilitarían el orden nacional son fenómenos engendrados por los judíos.
Después de la Gran Guerra, el racismo fue para los alemanes el mito del consuelo, la evasión de la depresión por la derrota y Hitler hizo de él el fundamento de su política.la doctrina fue elaborada por Alfred Rosenberg en El Mito del siglo XX (1930).Rosenberg afirmó un riguroso determinismo racial.Toda manifestación cultural de un pueblo depende de su raza.La ciencia, la moral, la religión y los valores que ellas descubren y defienden, dependen de la raza siendo las expresiones de la fuerza vital de ella.La raza superior es la aria que desde el norte se difundió en la antigüedad por la India, Persia, Grecia y Egipto produciendo las primeras civilizaciones, civilizaciones que luego decayeron porque los arios se mezclaron con razas inferiores.Todas las ciencias, las artes, las instituciones fundamentales de la vida humana han sido creadas por esta raza; frente a ella está la antirraza parásita judía, que ha creado los venenos de la raza: la democracia, el marxismo, el capitalismo, el intelectualismo artístico y también los ideales de amor, de igualdad, de humildad difundidos por el cristianismo que representa una corrupción judeo-romana de la enseñanza del ario -según Rosenberg- Jesús.
El conjunto de esta doctrina fue explícitamente presentado como un mito por el nazismo, mito creado, difundido y mantenido por la misma fuerza vital de la raza.Esto no quiere decir que no se haya intentado racionalizarla, dando una base científica al concepto de raza que era su fundamento.Pero en realidad el uso que el racismo hace de la noción de raza revela inconsistencia de la doctrina desde el punto de vista científico y filosófico.
El concepto de raza es hoy unánimemente considerado por los antropólogos como un expediente clasificatorio apto para suministrar el esquema zoológico dentro del cual pueden ser situados los diferentes grupos del género humano.Por lo tanto, la palabra debe quedar reservada solo para los grupos humanos señalados por diferentes características físicas que pueden ser transmitidas por herencia.Tales características son principalmente el color de la piel, la estatura, la forma de la cabeza y del rostro, el color y la calidad del cabello, el color y la forma de los ojos, la forma de la nariz y la estructura del cuerpo.Tradicional y convencionalmente se distinguen tres grandes razas que son la blanca, la amarilla y la negra o sea, la caucásica, la mongólica y la negroide.Por lo tanto los grupos nacionales, religiosos, geográficos, lingüísticos y culturales no pueden ser denominados “razas” bajo ningún concepto y no constituyen “razas” ni los italianos, ni los alemanes, ni los ingleses, ni lo fueron los romanos ni los griegos, etc..No existe ninguna raza “aria” o “nórdica”.No existe prueba alguna de que la raza o las diferencias raciales influyan de modo alguno en las manifestaciones culturales o en las posibilidades del desarrollo de la cultura en general.Tampoco existe prueba de que los grupos, en los cuales se puede distinguir el género humano, difieran en su capacidad innata de desarrollo intelectual y emocional.Por el contrario los estudios históricos y sociológicos tienden reforzar el punto de vista que sostiene que las diferencias genéticas son factores insignificantes en la determinación de las diferencias culturales entre distintos grupos de hombres.Se han verificado grandes cambios sociales sin que, de ninguna manera, estén relacionados con cambios de tipo racial.Tampoco existe prueba alguna de que las mezclas de razas produzcan resultados desventajosos desde un punto de vista biológico.Es muy probable que no existan y que nunca hayan existido, a través del tiempo, razas “puras”.Los resultados sociales de las mezclas de razas, tanto buenos como malos, pueden ser atribuidos a factores sociales.
Una declaración acerca de la raza fue emitida en 1951 en París por la UNESCO por una comisión compuesta por cinco expertos en genética y seis antropólogos pertenecientes a seis naciones diferentes.Estos científicos arribaron a las conclusiones recién citadas.
En realidad el racismo, en cualquier lugar que se encuentre y de cualquier manera que se trate de justificar, pertenece a la categoría de lo que Veblen denominara psiquiatría aplicada, o sea, el arte de explotar con fines particulares un determinado prejuicio existente.En este caso se trata de un prejuicio extremadamente pernicioso, porque contradice y obstaculiza la tendencia moral de la humanidad hacia la integración universalista y porque convierte los valores humanos, comenzando por la verdad, en hechos arbitrarios que expresan la fuerza vital de la raza y así no tienen sustancia propia pudiendo ser manipulados infundadamente con los fines más violentos o abyectos.
2006-09-03
01:57:27
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Tito
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Antropología