La cárcel es un gran negocio del poder. Aquí en Argentina, se dice que cada persona privada de su libertad le cuesta al estado u$s 1000.- que son $3000 argentinos, que en este país, es un buen sueldo. En las unidades penitenciarias tienen poco y nada de atención médica, muy poca formación laboral, mucho humo con formación universitaria, y a veces, es como un zoológico donde van las personas a ver cómo otras personas viven detrás de las rejas (generalmente funcionarios del poder político).
Uno de nuestros grandes juristas en materia criminológica, el Dr. Elías Neuman, suele definir al preso como al "Delincuente fracasado", las cárceles están pobladas en un 99% por personas que provienen de los estratos sociales más bajos, y se opera una suerte de "selección natural darwiniana" donde los sectores humildes aportan esa población, incluso aportan tambien al personal penitenciario, no es casual que los hijos del servicio penitenciario compartan los kinder con los hijos de las mujeres privadas de su libertad. En síntesis, concluyo que la cárcel no rehabilita nada, ni reinserta a la persona a la sociedad, por el contrario, las personas privadas de su libertad debieran ser "insertadas" ya que nunca tuvieron la posibilidad de acceder a una sociedad más justa. Generalmente es casi, como una herencia cuasigenética, que los hijos de presos, caigan a la cárcel siguiendo la historia de postergaciones de sus padres. A esta realidad nosotros la definimos como "el preso social".
Para que estas personas (que parecería, no son merecedoras de derechos humanos, o human rights, ya que no son consideradas como tales) puedan acceder a un proyecto de vida digno, hay que desoir el canto de sirenas. Es una responsabilidad del estado (ya que es responsable al ocuparse de la guarda de estas personas) la incersión social de estos seres humanos, promoviendo principalmente formación laboral. Existe mucha mano de obra esclava en las cárceles que es usufructuada por el servicio penitenciario y sus cómplices, muchas veces suelen ser, entre otros, los cultos evangélicos que explotan y coercionan almas, como lo hacen con las famosas "comunidades terapéuticas" en el caso de la rehabilitación de adictos al consumo de drogas. El problema principal es hacer frente a esta estructura burocrática y corrupta en la que continúa creciendo el poder del servicio penitenciario. Verdadero mercado negro de seres humanos, la vida en estos lugares a veces no vale ni siquiera un cigarrillo, pero esto no quiere decir que todos los funcionarios sean cómplices, existen algunos que son la excepción a la regla, pero tienen las manos atadas frente a semejante monumento al cohecho y la corrupción. Uno de los puntos esenciales, antes que apostar a la incersión social de las personas privadas de su libertad, es garantizar su supervivencia, existe el protocolo facultativo de prevención de la tortura, que preveé métodos de prevenir los apremios ilegales, las torturas y ejecuciones camoufladas de suicidios, que los jueces se inserten en este mar de calamidades y tragedias, y principalmente, que no exista la grave estadística que genera la superpoblación carcelaria, que el 80% de los "huéspedes" de estos siniestros lugares, son sólo procesados, y son alojados años y años sin recibir una sentencia justa.Las garantías constitucionales del derecho liberal del siglo XIX como por ejemplo, el famoso "in dubio pro reo" no existen. El sistema judicial, aparte de su corrupción, se encuentra saturado en su capacidad, y se vé cada vez más presionado con las demandas de mayor seguridad, como si fuera una consecuencia mágica que poblando las cárceles y construyendo más cárceles, se elimine la inseguridad y el índice delictual.
Como verás nosotros preferimos que la gente nunca pierda su libertad (existen métodos, como la famosa pulsera magnética entre otros) y si tiene que ser juzgada, en lo posible espere su sentencia en libertad.
Nosotros somos la Fundación por los Detenidos Sociales, y bueno, estamos dispuestos al debate que sea necesario para sostener estas ideas. Salu2
2007-02-28 13:32:41
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answer #1
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answered by Patroclo 6
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No, las carceles tienen problemas institucionales, ya que la mayoria estan sobrepobladas y ninguna cuenta con un proyecto de readaptación social eficaz (de hecho no se si tengan algun proyecto), las carceles cumplen mas bien la función de segregar a los delincuentes para mantener un "bienestar social", solo privan de la libertad según como lo establece la ley pero no readaptan.
2007-02-28 20:32:49
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answer #3
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answered by Monis 2
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Tu pregunta es muy general, pero si te refieres a la carcel mexicana la respuesta es no. Uno de las causas es que existe una sobre población y el recurso que llega es insuficiente y las personas que entran no tienen la readaptacion que se necesita. Existen alternativas de penas que se dan en paises vecinos como el que el reo cumple su condena fuera de la carcel con un brazalete que no se puede quitar y que tiene un radio de accion en donde puede hacer su vida y si se sale de ese radio lo regresan a prision
2007-02-28 19:50:18
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answer #4
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answered by DRACKO 1
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Esto se lograria si nuestras "autoridades" penitenciarias tuviesen la capacidad suficiente para lograrlo, no como las que estuvieron en el sexenio de Fox en la D.G.P.R.S. dependiente de la S.S.P. federal que incluso hicieron que desapareciera esa Dirección, por no tener la capacidad para hacer funcionar la readaptación social,por su corrupción aun y cuando decian que la llegaron a combatirla,pero estamos en México lindo y querido.
saludos
2007-02-28 19:43:48
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answer #5
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answered by El OSO SABROSO 6
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