Las dietas populares, basadas mayoritariamente en falsas creencias, tienen en común el erróneo aporte de grupos de alimentos (abuso de proteína, exceso de grasas, insuficiente cantidad de hidratos de carbono, etc.), lo que conduce a desequilibrios en el organismo, con repercusiones más o menos graves para la salud. Se trata, generalmente, de dietas en las que predomina un macronutriente (proteínas, grasas o hidratos de carbono), por lo que el régimen tiende a resultar monótono y poco apetecible. Como consecuencia, quienes siguen este tipo de dietas optan por comer menos y su peso disminuye por una baja y poco saludable ingesta calórica.
Dietas pobres en proteínas: Se pierde peso a expensas de la masa muscular y de proteína visceral (la que forma parte de los órganos vitales: corazón, riñones&), desciende la presión arterial e incluso se han dado casos de arritmias cardiacas intratables.Ejemplos: dieta de la uva y el plátano, del pomelo, del yogur, a base de algas, sirope de salvia, la dieta de la pasta, de la patata, sopa antigrasa, dieta desintoxicante, ayuno total-parcial-semidieta, dieta de Hauser, macrobiótica, vegetariana estricta, etc.
Dietas ricas en proteínas y pobres en hidratos de carbono: Prometen resultados rápidos sólo si se come carne, tocino, huevos y otros alimentos hiperproteicos, y si se suprimen o limitan al máximo alimentos ricos en hidratos de carbono, como cereales y derivados (arroz, pasta, pan), patatas, legumbres, verduras y hortalizas y frutas.
Un aporte excesivo de proteínas pero insuficiente de hidratos de carbono puede ocasionar descalcificación ósea y daños renales por exceso de nitrógeno. También pueden causar fatiga y mareos por falta de hidratos de carbono, ya que la glucosa, un sustrato deficiente en estas dietas, es la fuente de energía preferida por el organismo. Además, estos regímenes provocan a una gran pérdida de líquido y electrolitos -lo que favorece la deshidratación- y elevan los niveles de colesterol y triglicéridos, factores de riesgo cardiovascular.
Por si todo lo anterior fuera poco, aumentan los niveles de ácido úrico y pueden provocar ataques de gota en personas con hiperuricemia (niveles de ácido úrico alto). A corto y medio plazo se pierde proteína muscular e incluso proteína visceral, puesto que el organismo la emplea como fuente de energía. Con el tiempo, la falta de hidratos de carbono produce un exceso de acetona y otros cuerpos cetónicos en el organismo (cetosis), ya que el organismo se adapta a la situación y utiliza las grasas como sustrato energético, con el fin de preservar la degradación de proteína muscular y visceral. Ejemplos: Dieta del Dr. Atkins, disociada del Dr. Hay, combinaciones alimentarias de Herbert Sheldom, régimen disociado de Montignac, Scardale, Messini, dieta Mayo, The Zone (dieta de cintura, abdomen, glúteos&), Protein Power, ayuno proteico, etc.
Dieta rica en grasa y colesterol: este tipo de dietas constituyen una de las formas más peligrosas y extendidas en el tratamiento de la obesidad. Se basan en una reducción en la ingesta de hidratos de carbono, que se sustituyen por grasas. Algunos de los modelos dietéticos pueden proporcionar hasta 1.500 mg de colesterol al día, además de grasa saturada, a pesar de que quienes recomiendan este tipo de dieta pasan por alto su elevado aporte graso. Al aumentar los niveles de colesterol y de triglicéridos en sangre, aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular. Por su desequilibrio nutricional provocan una disminución de las reservas de glucógeno (sustancia de reserva que una vez utilizada por el organismo se transforma en glucosa), y del agua ligada a él, lo que provoca una pérdida de peso rápida que se recupera cuando se vuelven a ingerir alimentos ricos en hidratos de carbono.
Ejemplos: Dieta de Pemmington, la revolución dietética del Dr. Atkins, combinaciones alimentarias del Dr. Shelton, dieta disociada de Montignac, dieta Scardale, dieta Mayo, dieta Messini, cualquier modalidad de dieta hiperproteica, etc.
Regímenes sin grasa: No permiten tomar aceites, mantequilla, margarina ni cualquier otro tipo de grasa. Siguiendo estas dietas hay riesgo de carencia de ácidos grasos esenciales y vitaminas liposolubles (A, D, E). Ejemplos: Dieta desintoxicante, sirope de salvia, del pomelo, ayuno total-parcial, dieta de 1.000 calorías, dieta de Hauser, dieta anticelulítica, de la pasta, dieta de la patata, vegetariana estricta, etc.
Otras dietas: consisten en consumir una gran cantidad de un determinado alimento. Son aburridas y nada atrayentes, además de desequilibradas nutricionalmente y sin base científica, y pueden producir trastornos digestivos y psíquicos, ya que rompen el ritmo alimentario normal.
Ejemplo: Toronjas: lunes arroz, martes carne, miércoles huevos&, y similares.
El principal riesgo de estas dietas reside en la inadecuada manera en la que se pierde peso con ellas, consecuencia bien de una reducción importante de las calorías ingeridas o bien de desequilibrios orgánicos que se originan al emplear alimentos en cantidad y calidad inadecuada. Es decir, se adelgaza a expensas de perder líquidos, electrolitos, en menor proporción reservas de proteínas -músculo principalmente- y todavía en un menor porcentaje grasa, que es lo que realmente interesa perder.
2006-11-05 04:53:34
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answer #6
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answered by Naty 7
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