omprende los valles de inundación de los trayectos medios e inferiores de los ríos Paraná y su tributario, el Paraguay, los que recorren la llanura chaco-pampeana, encajonados en una gran falla geológica.
En su tramo más austral la eco-región incluye además el delta del Paraná y el
cauce del río de la Plata, los cuales ocupan un antiguo estuario marino.
Representa en conjunto un paisaje de islas bajas e inundables, delimitadas por los brazos laterales y cauces principales de los grandes ríos y extensos bajos ribereños. Por ser la fuerte acción de los ríos el principal factor modelador de toda la eco-región, puede considerársela una eco-región de tipo «azonal», en el sentido de que sus rasgos no responden a los grandes factores continentales, como el clima y la geología, de las zonas que atraviesa. La dinámica fluvial actúa por arrastre y deposición de sedimentos acarreados por los ríos desde las mesetas y montañas donde nacen.
Los picos de grandes lluvias que se producen en las cuencas ocasionan el desborde de los cauces del Paraná y el Paraguay y la inundación de las islas vecinas. La brusca disminución de la velocidad de las aguas que provocan esos desbordes, produce en primera instancia la deposición del sedimento grueso sobre las márgenes del cauce. Es por este fenómeno, que los bordes de isla son de material más grueso y poroso y, por eso, más elevados que su interior. Así, las islas de las terrazas de inundación, tanto como las del delta, constituyen extensas cubetas, regularmente anegadas en su interior y de bordes altos. Éstos, llamados «albardones», son sólo superados por las inundaciones más excepcionales, por lo que representan los lugares de asentamiento de las poblaciones isleñas. La misma dinámica de las aguas forma canales de interconexión que, cortando el albardón, permiten el allegamiento o drenaje de la isla, según el nivel del río.
La presencia permanente de grandes cuerpos de agua -quietos o en movimiento-, que caracteriza a esta eco-región, genera efectos climáticos locales de alta humedad ambiente y atemperamiento de los extremos de temperatura diarios y estacionases, lo que ha permitido la presencia uniforme de comunidades y especies típicas de las eco-regiones subtropicales húmedas del noreste del país, hasta latitudes templadas como la de Buenos Aires. La vegetación de la eco-región responde a un patrón de distribución típico: conforma bosques y arbustales, siempre en delgadas franjas ribereñas sobre los albardones; pajonales y pastizales en los interiores de isla sin espejo de agua abierta; comunidades hidrófilas y acuáticas sobre las riberas de ríos y canales y en lagunas del interior de islas. Los bosques están compuestos principalmente de sauce criollo, aliso del río, seibo, curupí, mataojo, laureles, arrayanes, pindó, canelón, timbó blanco e higuerón; los arbustales, de espinilla, chilcas, rama negra, duraznillo negro y sarandíes; los pajonales y pastizales de cortadera, totora, espadaña, carrizo, canutillo, pin, y numerosas especies más de gramíneas y ciperáceas; las comunidades acuáticas, de camarotes, juncos, irupé, pehuajó, pirí y cucharero.
La fauna es particularmente rica comparada por ejemplo con la pampeana, a causa de las influencias biogeográficas mencionadas, la variedad de ambientes y la presencia de refugios naturales. El lagarto overo es abundante localmente, el yacaré ñato llega desde el norte hasta el Delta Superior, donde incluso nidifica. Son dominantes las aves acuáticas, presentándose una gran variedad de patos, garzas, gallaretas y especies emparentadas. La pajonalera pico recto es una especie que, en Argentina, solo fue observada en el Delta del Paraná y ecosistemas asociados. Los ambientes arbolados sustentan una población relictual de la pava de monte común, y ricas comunidades de pájaros. Entre los mamíferos, aún subsisten poblaciones importantes del coipo (o «nutria»), carpincho, ciervo de los pantanos, lobito de río y otras comunes en los Esteros del Iberá y el Chaco Húmedo. Vale destacar en esta eco-región, la importancia de una ictiofauna notable, por el tamaño y abundancia de sus representantes: el dorado, surubí, mandubiyú, bagres, pacú, boga, sábalo, tararira, etc.
2006-10-24 01:47:40
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answer #2
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answered by carlos l 3
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