DETRAS DE UN BESO (SI ADELGAZA)
Artistas y enamorados concuerdan en que el beso representa la unión entre las almas de dos seres que se aman, y precisamente en ello radica su magia. La Medicina tiene una opinión muy distinta que, sin restarle encanto, explica el por qué de las emociones y sentimientos que despierta. ¿Quiere conocerla?
Cuando dos personas se besan todo su cuerpo reacciona y se despierta el deseo, es decir, al unir su boca con la del ser que le atrae, de inmediato experimentan sinnúmero de placenteras emociones que, literalmente, los “trasladan” a otra “dimensión”, además de sentirse temblorosas y con cierto grado de excitación que pone al corazón a punto de “salir del pecho”.
Respecto a esto último es conveniente indicar que los neurólogos (especialistas encargados del estudio del sistema nervioso) han comprobado que el órgano que resulta más “afectado” es el cerebro, donde se desencadenan verdaderas “tormentas” bioquímicas (secreción de diversas sustancias). Veamos, pues, lo que la ciencia ha descubierto sobre el beso o acto de comunión humana.
Las parejas perciben al beso como símbolo de unión y forma de comunicar a su contraparte el deseo de poseerla, además de constituir el primer acercamiento al cuerpo deseado y ser promesa de mayor intimidad, pero pocas veces se han preguntado por qué tal acción los conduce a alcanzar sorprendentes niveles de bienestar; ante ello, neurólogos y biólogos, tras numerosas investigaciones, han concluido que al besar (desde luego, a la persona adecuada) ocurren ciertos procesos químicos que nos perturban.
Entre ellos se encuentran aumento en la secreción de dopamina (neurotrasmisor o “mensajero” de las células nerviosas que participa en el control del movimiento y manejo de la depresión), endorfinas (aportan efecto analgésico -alivian el dolor- y de placer, y se producen en el sistema límbico, es decir, zona cerebral donde se generan las emociones), adrenalina y noradrenalina (aceleran la frecuencia cardiaca y presión arterial), oxitocina (hormona que “despierta” la necesidad de unión con nuestra “media naranja” y testosterona (activa el deseo sexual). Asimismo, está comprobado que la serie de cambios químicos referida tiene efecto positivo, pues proporciona satisfacción, bienestar y relajación, factores clave para manejar adecuadamente situaciones causantes de estrés y momentos de tensión lo que, en conjunto, puede alargar la esperanza de vida hasta en cinco años.
Por otra parte, es importante señalar que diversas investigaciones a nivel internacional revelan que los besos frecuentes y apasionados ayudan a mantenerse en forma. Así lo expuso la Dra. Martine Mourier -de origen francés- en su tesis de doctorado realizada sobre el tema que nos compete, pues concluyó que “cuando el beso es apasionado requiere el trabajo de 29 músculos, genera presión de hasta 12 kilos sobre la pareja y puede elevar la frecuencia cardiaca de 70 a 140 latidos por minuto”.
Gracias a este descubrimiento, algunos científicos británicos intentan convencer a aquellas personas que desean adelgazar que prueben la llamada “dieta kiss” (dieta del beso) que, si bien no es régimen alimenticio indicador de qué comer, se considera efectivo método para “quemar” alto porcentaje de calorías placenteramente; sólo es necesario dedicar todos los días espacios prolongados para besar a la pareja.
Por otra parte, consideremos que todo en la vida tiene puntos a favor y en contra, y dicha práctica no es la excepción pues, según investigaciones sobre sus peligros -realizadas en la Universidad de Sao Paulo, Brasil-, es importante factor de riesgo para desarrollar caries dental, toda vez que un simple beso en la boca es capaz de transmitir 500 mil estreptococos y 10 mil lactobacilos (microorganismos pertenecientes al género de las bacterias).
Como bien sabemos, la caricia mencionada se conoce y practica en todas las culturas; de hecho, se le puede calificar “medio de comunicación universal”, independientemente de que existen diferentes formas de darla:
Piquito. Consiste en apoyar suavemente los labios sobre los de la pareja, lo que en algunos países es utilizado como saludo común entre amigos, sean hombres o mujeres, sin ninguna implicación sexual. En México denota ternura, especialmente en las relaciones amorosas “recién nacidas”.
Invasivo. En este caso, quien empieza a besar prácticamente se apodera de la boca del otro, hasta dejarlo casi sin respiración. Demuestra indudable pasión y es considerado símbolo de relación sexual, ya que, de alguna manera, revela el intenso deseo de poseer a la contraparte.
Cazador. El que lo da muestra desbordante pasión y muerde (sin lastimar) los labios de su pareja, quien percibe este acto como anhelo de ser “devorado”.
Ardiente. Es inevitable que con este estilo se incremente la temperatura de los enamorados, ya que ambos se olvidan del mundo e invaden con la lengua la boca del otro.
De película. Se impuso en cintas de la década de 1950 y se convirtió en todo un “clásico”, pues mientras el varón besa a la mujer la inclina hacia atrás, como invitándola a estar más cómoda. Por cierto, no se practica con frecuencia.
En el cuello. Ésta es una de las zonas más sensibles y eróticas del cuerpo, por lo que complementa a los otros estilos e implica mayor intimidad entre los amantes.
Parece que la caricia referida es la mejor estrategia para mantener comunicación no verbal con la pareja, debido a que permite transmitir emociones más internas y, al mismo tiempo, percibir las suyas. De hecho, en nuestros días gran cantidad de hombres y mujeres comienzan una relación amorosa mediante apasionado beso, sin tener que recurrir a la típica frase “¿quieres ser mi novia?”, que hoy es considerada “anticuada” por casi todos los jóvenes.
2006-10-05 06:06:56
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answer #1
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answered by beba_c 2
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