El Informe Técnico que la propia Corte le había encargado a la Academia Nacional de Ingeniería fue lapidario para la comunidad judía residente en la Argentina, para el Estado de Israel y para el lobby judío-norteamericano: la explosión en la Embajada de Israel en Buenos Aires (1992) había sido en realidad una implosión, ya que se había producido, sin ningún tipo de dudas, en el interior del edificio. A partir de ese momento, la Corte Suprema de Justicia de la República Argentina se convirtió en algo así como la Corte Nazifascista de la Injusticia Universal. Ahora, la fortaleza del máximo organismo judicial argentino se resquebraja. Los ministros de la Corte están dispuestos a negociar con la comunidad judía. Se trata de un regateo obsceno, un negocio de supervivencia: "Los jueces de la Corte estarían estudiando redactar una resolución en la que se señalará la existencia de ‘indicios’ sobre la participación
2007-03-03
00:05:44
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pregunta de
Anonymous
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Participación ciudadana