Oh! tu mujer que ocultas tu secreto, en inocente algarabía
Como encantadora Rosa, que impetuoso hombre, robar se atrevería
Clavando se hondo la hiriente espina, pagando así su osadía
Aunque de tu mano, la copa envenenada, dulce seria
Solo el sabio del viento, tu verdad sabría
Que la hermosura externa, es quimera ilusión de fantasía
Mientras la invisible, verdadero dolor causaría
No esperes marchitar te, fugaz y estéril como cualquier día
Dejad la brisa fecundar tu semilla, dejando atrás la cobardía
Que el horno de tu dolor en esta vida, como al sufrido trigo, en dulce pan convertiría
Hace os fuerte, pero humilde y noble, que tu nombre.
Que tu nombre no sea, Eva
Sino María
2006-07-16
07:37:00
·
8 respuestas
·
pregunta de
Arkanus
5