Un día Juan se sintió seguro sobre su vocación y entró al Monasterio
del Silencio. El principal del Monasterio al darle la bienvenida le
dijo: "Hermano, seas bienvenido y puedes permanecer aquí todo el
tiempo que quieras, pero la regla es que no puedes hablar a menos que
yo te de permiso."
El hermano Juan vivió en el monasterio durante un año sin decir una
palabra, hasta que un día el principal le dijo: "Hermano, ya has
vivido un año con nosotros, así que puedes decir dos palabras,
recuerda, solamente dos palabras."
"Cama dura", dijo Juan.
"Siento mucho oir eso. Te asignaremos una cama mejor."
Un año despues, el hermano Juan fue llamado nuevamente por el
principal: "Puedes decir ahora otras dos palabras, hermano."
"Comida fria", balbucea el pobre Juan.
En su tercer aniversario en el monasterio, el principal volvió a
llamar al hermano: "Dos palabras puedes decir hoy hermano Juan."
"¡Yo renuncio!", exclamó Juan.
"Es lo mejor que puedes hacer", le respondió el principal, "¡porque lo
único que has hecho desde que llegaste es quejarte de todo!"
2007-11-23
23:30:06
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pregunta de
quique22
4
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Chistes y humor