Considerando que dentro de la iglesia católica desde siglos se han enclaustrado hombres y mujeres con preferencias homosexuales para ocultar su sexualidad, a cuántos de ellos no conocera Norberto desde su seminariado hasta la actualidad. Si la justicia realmente existiera en México este ser inmundo debería pagar sus crímenes en la carcel pues no sería nada extraño que él mismo sea uno de los abusadores de niños.
Por allí se debe investigar a Saldovar Iñiguez y a Onésimo Zepeda que no deben ser ajenos a estos actos bestiales.
"Lindo el cuadro del purpurado mexicano, entre narcos, póliticos y abusadores sexuales, van divulgando la palabra de Dios"
Lo triste para ellos es que ya no exista Juan Pablo II para salir en su encarnizada defensa.
2006-09-21
14:00:41
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Política