Casualmente ahora estoy leyendo "Los 1,001 años de la lengua española", de Antonio Latorre. En el capítulo IV, llamado "La España visigótica" dice:
El influjo gótco en el vocabulario del protorromance hispano es inseparable del influjo genérico de las lenguas germánicas en latín, que se inició ya en el siglo I d. C. En efecto, para la mayor parte de los germanismos del español hay paralelos en francés, provenzal e italiano; existían, como tripalium y las otras voces que hemos visto, en el latín vulgar de todas partes. Vale la pena dar una ojeada a los más significativos. Se dejan clasificar en dos grupos que, sin forzar mucho los términos, podemos llamar "el grupo de la guerra" y "el grupo de la paz". Nos pintan, así, una imagen muy apretada de lo que fueron los germanos para el imperio romano y, más concretamente, de lo que fueron los godos para la Hispania románica.
La palabra godo acabó por significar 'altanero' (todavía en los siglos XVI y XVII se decía "hacerse los godos", o sea 'creerse la gran cosa'). De esa manera vieron los romanos al vencedor germano: altanero y prepotente. Las palabras orgullo y ufano 'jactansioso' son germánicas. La terrible palabra guerra es germánica. Y con la guerra van asociados los conceptos de codicia territorial y de riqueza. La palabra riqueza es germánica, como toda la lista que sigue: talar 'desvastar', rapar, robar, triscar 'pisotear', estampar 'aplastar', gana 'avidez', guardar, botín, ropa 'despojo, enseres robados', ganar, galardón 'pago, indemnización', lastar 'pagar, sufrir por otro', escarnir (escarnecer), honta 'afrenta', bando y bandido, banda y bandera, guiar, espía, heraldo, barón 'hombre apto para el combate', ardido 'intrépido', sayón 'el que hace la intimación', estribo, brida, espuela, anca, albergue 'campamento', burgo, feudo, bastir (en relación a bastión), guisar 'preparar, disponer', yelmo, esgrimir, blandir, dardo. La lista es en verdad impresionante, sobre todo si se piensa que para la mayoría de estos conceptos, comenzando con el de guerra, existían en latín palabras perfectamente adecuadas. Algo había en los usos bélicos de los germanos que hirió la imaginación de los pueblos románicos hasta el grado de hacerles adoptar todas estas expresiones "bárbaras".
En "el grupo de la paz", en cambio, predominan las palabras que se impusieron por la sencilla razón de que muchos de los objetos correspondientes no pertenecen a la cltura del imperio romano. Es un grupo casi tan coherente como el anterior: toldo, sala, banco; jabón y toalla; guante y lúa (palabra desaparecida, que también significaba 'guante'); fieltro, estofa, cofia, falda y atavío; sopa; rueca, aspa, tapa; estaca y guadaña; brote y parra; tres nombres de animales, marta tejón y ganso; dos nombres de colores, blanco y gris, un nombre de instrumento musical, arpa. Los banquetes de los germanos deben haber tenido aspectos insólitos: la palabra escanciar es germánica; también lo es agasajo, que se refería ante todo al placer que se tiene en compañía. La palabra misma compañía es un germanismo "semántico". en las palabras realengo, abolengo y abadengo hay un elemento románico (rey, abuelo, abad) y un sufijo germánico, análogo al -ing del ingles. es el único caso de influencia gótica en la morfología de nuestra lengua.
2007-08-21 08:27:42
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answer #1
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answered by kamelåså 7
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es valido y muy respetable el discurso de nat,s javier, pero resumiendo, te puedo decir que el español claro que tiene palabras de origen visigodo, si tenemos en cuenta que el español es una fusion del visigodo y del latin, asi como el frances del franco y latin, el portugues del suevo y del latin,y el rumano del antiguo dacio y latin, y etc.
2007-08-21 10:11:30
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answer #3
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answered by lepushinskaya bostok 2
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