Como se ha señalado, los síntomas de la abstinencia son un obstáculo fundamental para el tratamiento de desintoxicación de las drogas benzodiacepínicas. Porque dejar de consumir tranquilizantes no es suficiente para eliminar las alteraciones graves que estas drogas producen en los receptores neuronales. Más allá, la medicación que normalmente se usa en los tratamientos de desintoxicación benzodiacepinas no restaura las áreas dañadas, con el riesgo adicional de que enmascara los síntomas.
Una vez en el cerebro, las drogas como las benzodiacepinas afectan a unas sustancias químicas llamadas neurotransmisores. Estos son las sustancias químicas que dentro del cerebro controlan el flujo de información entre las neuronas o células cerebrales, formando una sinapsis, a la vez que modifican el humor y los sentimientos de las personas.
Estas drogas interfieren con el comportamiento porque interactúan con receptores de neuronas cerebrales que usan un neurotransmisor llamado GABA. Cuando GABA se une a los receptores, normalmente inhibe la neurona y actúa para reducir la actividad neuronal. Cuando las benzodiacepinas se adhieren a los receptores GABA, incrementan la unión de GABA a otros receptores. Así, las benzodiacepinas intensifican los efectos de GABA y reducen la actividad cerebral.
Entre otros efectos significativos, las benzodiacepinas causan déficits cognitivos, supresión de la habilidad para evaluar el nivel de deterioro físico y mental propios, y una interferencia significativa con los mecanismos del aprendizaje.
Por tanto, para evitar el síndrome de abstinencia es necesario restaurar las funciones del cerebro que han sido dañadas por la adicción a las benzodiacepinas. Pero esto no es posible sólo con la desintoxicación. Las neuronas deben ser restauradas, de manera que tras ser tratadas puedan incrementar su capacidad de aprovechamiento del oxígeno disponible y se pueda normalizar la membrana neuronal del metabolismo. Sólo esta intervención farmacológica, que recupera el funcionamiento neuronal normal de las estructuras cerebrales dañadas por las drogas benzodiacepínicas, permite una desintoxicación sin síntomas de abstinencia y sin ansia de consumo. Más allá, esta intervención permite la recuperación de procesos avanzados de cognición y afectividad, como la atención, la habilidad para leer, la conciencia o la serenidad.
En definitiva, el riesgo de consecuencias graves para los pacientes que experimentan la abstinencia de tranquilizantes hace necesaria una desintoxicación medicamentosa controlada. Lo que implica un avanzado tratamiento farmacológico, llevado a cabo por profesionales de la medicina y la enfermería y que proporcione una evaluación supervisada durante las 24 horas del día, junto a un manejo de la abstinencia en espacios de hospitalización adecuados. Tratamiento, por otro lado, que se realiza de acuerdo a unas políticas sanitarias aprobadas y a unos protocolos clínicos o procedimientos controlados médicamente.
Diversos estudios señalan entre las ventajas de este tratamiento farmacológico de desintoxicación rápida con hospitalización, que (1) el paciente está en un ambiente protegido y por tanto sin acceso a sustancias como drogas o alcohol, (2) la recuperación neuronal rápida elimina el ansia de consumo y suprime el síndrome de abstinencia, y (3) la desintoxicación se puede alcanzar más rápidamente que en un tratamiento ambulatorio.
Por otro lado, la desintoxicación de las drogas benzodiacepínicas con hospitalización prepara al paciente para la continuación del tratamiento de esta dependencia. Durante esta hospitalización, los pacientes pueden constituir relaciones terapéuticas con las personas encargadas del tratamiento o con otros pacientes, y pueden aumentar su capacidad de hacer conscientes las alternativas a una vida dependiente de las benzodiacepinas. De este modo, la desintoxicación es una oportunidad para ofrecer información a los pacientes y para motivarles a adherirse al tratamiento psicoterapéutico.
Mas información sobre la abstinencia a las drogas benzodiacepinicas, tranquilizantes:
En primer lugar, es necesaria una evaluación completa e individualizada de los aspectos médicos, psicológicos y sociales de cada paciente. Esta evaluación se acompaña de una exploración clínica detallada, así como de exámenes psico-diagnósticos y psicopatológicos, que permiten establecer las características de la adicción y su intensidad, la existencia de enfermedades psíquicas asociadas al consumo de drogas, y las repercusiones de la adicción en la familia del paciente, su trabajo y sus amistades. Este procedimiento médico y psicológico es fundamental para determinar el tipo de intervención farmacológica y médica que cada paciente drogodependiente necesita, además de proporcionar información para diseñar una estrategia individualizada de psicoterapia que pueda realizarse después de la salida del paciente de la clínica.
Tras estos exámenes y evaluación, se realizan las intervenciones farmacológicas, por vía oral e intravenosa, que permiten recuperar las funciones neuronales de las estructuras del cerebro que han sido dañados por las drogas benzodiacepínicas, de manera que las neuronas tratadas puedan maximizar su capacidad para usar el oxígeno y normalizar de manera rápida su membrana celular. El principal logro de este procedimiento farmacológico es que proporciona la cantidad necesaria de medicación para asegurar una desintoxicación segura y cómoda, sin ansia de consumo y sin síntomas de abstinencia. Al incrementar la capacidad de las neuronas tratadas para usar el oxígeno disponible, las funciones de la membrana neuronal se normalizan de manera rápida.
Simultáneamente, el tratamiento incluye la atención a los aspectos nutricionales y psicológicos del paciente: por un lado, se trata de mantener un adecuado equilibrio de fluidos, corregir las deficiencias de electrolitos y atender las deficiencias en la nutrición que frecuentemente acompañan a la adicción del paciente. En este aspecto, la nutrición del cerebro implica un enriquecimiento de la dieta con sales, oligoelementos, y aminoácidos esenciales para la recuperación neuronal.
Por otro lado, se pone a disposición del paciente un plan personalizado de psicoterapia, basado en los exámenes psico-diagnósticos, que restaure la armonía en su vida familiar y personal, clarifique conceptos erróneos acerca de su enfermedad y promueva cambios en su actitud y su estilo de vida. Esta psicoterapia, así como el control farmacológico, forman parte del proceso ambulatorio que el paciente sigue tras abandonar la hospitalización, y permiten al paciente participar activamente en su propio tratamiento.
Bajo estas condiciones, la desintoxicación de drogas benzodiacepínicas tiene cuatro logros inmediatos: (1) proporcionar un abandono seguro de la dependencia de estas drogas y permitir al paciente liberarse del consumo de sustancias no prescritas, (2) proporcionar una abstinencia sin sufrimiento y que por tanto protege la dignidad del paciente, (3) proporcionar una recuperación de procesos cognitivos y afectivos, y (4) preparar al paciente para la rehabilitación psicológica de su dependencia.
Desintoxicacion Tradicional =
Desintoxicacion
Desintoxicacion en TAVAD = Recuperación Neuronal
Duración del Tratamiento 5-180 DÍAS 2 DÍAS
Ansiedad SÍ NO
Temblores SÍ NO
Ansia de Consumo SÍ NO
Falta de Apetito SÍ NO
Insomnio SÍ NO
Depresión SÍ NO
Irritabilidad SÍ NO
Estrés SÍ NO
Bienestar NO SÍ
Serenidad NO SÍ
Recuperación NO SÍ
Mejora de las Relaciones NO SÍ
Retención BAJA TOTAL
2007-05-18 13:55:17
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answer #8
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answered by mace34 4
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