La hipoglucemia es una afección en la que las concentraciones de azúcar (glucosa) en la sangre son anormalmente bajas.
El organismo mantiene normalmente la concentración de azúcar en la sangre dentro de un margen más bien estrecho (alrededor de 70 a 110 mg/dl de sangre). En la diabetes, los valores de azúcar en sangre se vuelven demasiado altos; en la hipoglucemia, son demasiado bajos. Los valores bajos de azúcar llevan al funcionamiento incorrecto de muchos de los sistemas orgánicos. El cerebro es especialmente sensible a los valores bajos, porque la glucosa es su principal fuente de energía. El cerebro responde a los valores bajos de azúcar en la sangre y, mediante el sistema nervioso, estimula las glándulas suprarrenales a liberar adrenalina. Esto provoca, a su vez, la liberación de azúcar por parte del hígado para adaptar su concentración en sangre. Si la concentración se sitúa en unos valores demasiado bajos, el funcionamiento del cerebro puede verse perjudicado.
Causas
La hipoglucemia tiene varias causas diferentes, a saber, la secreción excesiva de insulina del páncreas, una dosis demasiado elevada de insulina o de otro fármaco administrado a un diabético para disminuir los valores sanguíneos de azúcar, un trastorno en la hipófisis o en las glándulas suprarrenales o una anomalía en el almacenamiento de hidratos de carbono o en la producción de glucosa por parte del hígado.
En general, hay dos formas de hipoglucemia: la inducida por fármacos y la no relacionada con fármacos. La mayoría de los casos se produce en los diabéticos y se relaciona con fármacos. La hipoglucemia no relacionada con fármacos se subdivide, además, en hipoglucemia en ayunas, que se produce después del ayuno, y en hipoglucemia reactiva, que surge como una reacción al ingerir hidratos de carbono.
Más frecuentemente, la hipoglucemia es causada por la insulina u otros fármacos (sulfonilureas) administrados a personas con diabetes para disminuir los valores de azúcar en sangre. Si la dosis es excesiva para la cantidad de alimento ingerido, el fármaco disminuye demasiado los valores de azúcar. En los casos de diabetes grave crónica existe una particular propensión a desarrollar hipoglucemia grave. Esto sucede porque las células pancreáticas del paciente no producen glucagón y sus glándulas suprarrenales no producen adrenalina, que son los mecanismos principales inmediatos con los que el organismo neutraliza un valor bajo de azúcar en sangre. Otros fármacos también provocan hipoglucemia, como la pentamidina, que se usa para tratar una forma de neumonía relacionada con el SIDA.
La hipoglucemia se observa a veces en personas con trastornos psicológicos que, a escondidas, se autoadministran insulina o fármacos hipoglucemiantes. Por lo general, se trata de personal sanitario o parientes de los diabéticos que tienen acceso a los fármacos.
El consumo de alcohol, generalmente en las personas que beben gran cantidad sin antes haber ingerido alimento alguno durante bastante rato (lo que agota los hidratos de carbono almacenados en el hígado), puede producir una hipoglucemia lo bastante grave como para causar estupor, lo que puede ocurrir incluso cuando la concentración de alcohol en sangre sea inferior a lo legalmente permitido para conducir. La policía y el personal del servicio de urgencias deben tener en cuenta que un paciente con estupor, cuyo aliento huele a alcohol, puede tener una hipoglucemia y no sólo estar bajo los efectos del alcohol.
El ejercicio extenuante prolongado, en casos raros, provoca hipoglucemia en personas por otra parte sanas. El ayuno prolongado sólo causa hipoglucemia si se asocia a otra enfermedad, especialmente una enfermedad de la hipófisis o de las glándulas suprarrenales, o a consumo de grandes cantidades de alcohol. Las reservas de hidratos de carbono del hígado pueden disminuir tanto, que el organismo sea incapaz de mantener los valores adecuados de azúcar en la sangre. En ciertos casos en los que existe un trastorno hepático, bastarán unas pocas horas de ayuno para que aparezca hipoglucemia. Igualmente pueden desarrollar hipoglucemia entre las comidas los bebés y los niños con una anomalía en uno cualquiera de los sistemas de enzimas hepáticas que metabolizan los azúcares.
Algunas personas que han estado sometidas a ciertas intervenciones del estómago desarrollan una hipoglucemia alimentaria entre las comidas. Este trastorno se produce porque la absorción de los azúcares es muy rápida, estimulando la excesiva producción de insulina, que causa una caída rápida de la concentración de azúcar en la sangre. En raras ocasiones se produce en personas que no han sido sometidas a cirugía, en cuyo caso la enfermedad se denomina hipoglucemia alimentaria idiopática.
En el pasado se tendía a diagnosticar hipoglucemia reactiva cuando se constataban síntomas semejantes a los de la hipoglucemia al cabo de 2 a 4 horas de haber comido, o incluso en personas con síntomas vagos (sobre todo agotamiento). Sin embargo, la medida de las concentraciones de azúcar en sangre durante un episodio de síntomas no revela una hipoglucemia verdadera. Se ha intentado reproducir la hipoglucemia reactiva con una prueba oral de tolerancia a la glucosa, pero esta prueba no refleja minuciosamente lo que sucede después de una comida normal.
Un tipo de hipoglucemia reactiva que se presenta en bebés y niños es causado por alimentos que contienen los azúcares fructosa y galactosa o el aminoácido leucina. La fructosa y la galactosa impiden la liberación de glucosa del hígado; la leucina estimula la sobreproducción de insulina del páncreas. En cualquiera de los dos casos, el resultado es una baja concentración de azúcar en la sangre después de ingerir alimentos que contienen estos nutrientes. En los adultos, la ingestión de alcohol en combinación con azúcar, por ejemplo ginebra y agua tónica, puede precipitar la hipoglucemia reactiva.
La excesiva producción de insulina también es causa de unos valores anormalmente bajos de glucosa en sangre. Esta producción excesiva puede ser consecuencia de un tumor de las células del páncreas que producen insulina (insulinoma) o, en raras ocasiones, de una proliferación generalizada de estas células. Aunque es infrecuente, un tumor originado fuera del páncreas también puede causar este trastorno al producir una hormona similar a la insulina.
Una causa rara de hipoglucemia es una enfermedad autoinmune en la que el organismo produce anticuerpos contra la insulina. Los valores de la insulina en la sangre fluctúan anormalmente, ya que el páncreas secreta una excesiva cantidad de insulina para hacer frente a los anticuerpos. Esta situación se da tanto en personas con diabetes como en personas sin ella.
Por último, la hipoglucemia también puede ser el resultado de una insuficiencia cardíaca o renal, cáncer, desnutrición, trastornos de la hipófisis o de las glándulas suprarrenales, shock e infección grave. Una enfermedad hepática difusa (por ejemplo, hepatitis vírica, cirrosis o cáncer) también puede producir hipoglucemia.
Síntomas
Ante una caída en los valores de azúcar en la sangre el organismo responde, en primer lugar, liberando adrenalina por parte de las glándulas suprarrenales y de ciertas terminaciones nerviosas. Esta hormona estimula la liberación de azúcar contenido en las reservas del organismo, pero también causa síntomas similares a los de un ataque de ansiedad: sudación, nerviosismo, temblores, desfallecimiento, palpitaciones y a veces hambre. Si la hipoglucemia es más grave se reduce el suministro de glucosa al cerebro y aparecen vértigos, confusión, agotamiento, debilidad, dolores de cabeza, un comportamiento inadecuado que puede ser confundido con un estado de embriaguez, incapacidad para concentrarse, anomalías de la visión, convulsiones semejantes a la epilepsia y coma. La hipoglucemia prolongada puede lesionar el cerebro de forma irreversible. Tanto los síntomas de ansiedad como la alteración fisiológica cerebral pueden tener un inicio lento o repentino que progresa en pocos minutos desde un malestar moderado a una confusión grave o incluso hasta pánico. Las más afectadas son las personas que se tratan con insulina o fármacos hipoglucemiantes orales para la diabetes.
En un paciente con un tumor pancreático secretor de insulina, es más probable que los síntomas aparezcan a primera hora de la mañana en ayunas, sobre todo si las reservas de azúcar de la sangre se han agotado por el ejercicio que se haya realizado antes del desayuno. Al principio, un tumor sólo causa episodios ocasionales de hipoglucemia, pero con el paso de los meses o de los años los episodios se vuelven más frecuentes y graves.
Diagnóstico
Cuando un paciente no diabético y aparentemente sano manifiesta ansiedad, una conducta similar a la embriaguez, o el resto de síntomas de alteración de las funciones cerebrales (descritos más arriba), los médicos determinan los valores de azúcar en la sangre, y luego los de la insulina. Los síntomas de hipoglucemia raramente se desarrollan hasta que los valores de azúcar no son inferiores a los 50 mg/dl de sangre, aunque algunas veces no se manifiestan síntomas con valores superiores y otras no se manifiestan hasta que son mucho más bajos. Las bajas concentraciones de azúcar en sangre, junto con los síntomas de hipoglucemia, confirman el diagnóstico. Si los síntomas mejoran cuando los valores aumentan a los pocos minutos de haber ingerido azúcar, el diagnóstico recibe la confirmación definitiva.
El médico realiza en el consultorio la determinación de azúcar en la sangre de un paciente. Esta prueba puede también realizarse en el dormitorio del paciente mediante la obtención de una gota de sangre, pinchando el dedo en el momento en que los síntomas se producen, si se dispone de un dispositivo para controlar las concentraciones de azúcar. Sin embargo, la supervisión domiciliaria de azúcar en la sangre sólo se recomienda si el paciente es diabético. La prueba oral de tolerancia a la glucosa, que se utiliza con frecuencia para facilitar el diagnóstico de diabetes, es poco utilizada en estos casos porque los resultados llevan a menudo a conclusiones erróneas.
El médico casi siempre podrá determinar el origen de la hipoglucemia. La historia clínica del paciente, una exploración física y unas simples pruebas de laboratorio son, por lo general, todo lo necesario para determinar la causa. Sin embargo, algunas personas requieren pruebas complementarias y para ello deben ingresar en un hospital. Si se sospecha hipoglucemia de causa autoinmune, se realizan pruebas para detectar la presencia en la sangre de anticuerpos contra la insulina.
Para determinar si el paciente tiene un tumor secretor de insulina, se pueden efectuar mediciones de las concentraciones de insulina en sangre durante el ayuno (a veces hasta 72 horas). Lo ideal sería localizar el tumor antes de la cirugía. Sin embargo, a pesar de que algunos tumores pancreáticos secretores de insulina serían visibles en la tomografía computadorizada (TC), la resonancia magnética (RM) o la ecografía, por lo general son tan pequeños que estas exploraciones no los detectan. Con frecuencia, se necesita practicar una cirugía exploratoria para detectar un tumor secretor de insulina.
Tratamiento
Los síntomas de hipoglucemia mejoran tras pocos minutos de consumir azúcar, ya sea en forma de caramelos o tabletas de glucosa, zumo de frutas, agua con varios terrones de azúcar o leche (que contiene lactosa, un tipo de azúcar). Los pacientes con episodios recurrentes de hipoglucemia, sobre todo los diabéticos, a menudo prefieren llevar consigo tabletas de glucosa porque tienen un efecto rápido y suministran una cantidad suficiente de azúcar. Tanto los diabéticos como los no diabéticos con hipoglucemia pueden mejorar tomando primero azúcar y a continuación un alimento que suministre hidratos de carbono de larga duración (como el pan o galletas). Cuando la hipoglucemia es grave o prolongada y no es posible ingerir azúcar por vía oral, se administrará glucosa por vía intravenosa para evitar lesiones cerebrales graves.
Se debería tener glucagón a mano para las urgencias, si existe el riesgo de sufrir episodios graves de hipoglucemia. El glucagón es una hormona proteínica, secretada por las células de los islotes del páncreas, que estimula el hígado para que produzca grandes cantidades de glucosa a partir de sus reservas de hidratos de carbono. Se administra en inyección y restablece el azúcar en la sangre al cabo de 5 a 15 minutos
Los tumores secretores de insulina se deben extirpar quirúrgicamente. Sin embargo, como son muy pequeños y difíciles de localizar, la cirugía debe ser practicada por un especialista experimentado en estos problemas. Antes de la intervención quirúrgica, se administrará un fármaco como el diazóxido para inhibir la secreción de insulina por parte del tumor. A veces hay más de un tumor y si el cirujano no los encuentra todos a la vez, en ocasiones se requiere una segunda operación.
Los pacientes no diabéticos con predisposición a la hipoglucemia evitan a menudo los episodios haciendo pequeñas comidas en un número superior a las tres comidas habituales del día. Los pacientes con tendencia a la hipoglucemia deberían llevar una identificación o una pulsera de alerta médica para informar al personal del servicio de urgencias de su trastorno. Parte de lo que implica vivir con diabetes es aprender a lidiar con algunos de los problemas que trae aparejados esa enfermedad. La hipoglucemia, o bajo nivel de azúcar en la sangre, constituye uno de esos problemas. Todas las personas que padecen diabetes sufren de hipoglucemia ocasionalmente.
La hipoglucemia, a veces llamada reacción a la insulina, puede aparecer incluso en ocasiones en las que hacemos todo lo que está a nuestro alcance para controlar la diabetes. Por lo tanto, aunque muchas veces no podemos evitarlo, es posible tratar la hipoglucemia (bajo nivel de azúcar en la sangre) antes de que empeore. Por esa razón, es importante saber qué es la hipoglucemia, cuáles son los síntomas y cómo tratarla.
¿Cuáles son los síntomas de la hipoglucemia?
Entre los síntomas de la hipoglucemia se incluyen:
temblores
mareos
sudoración
hambre
dolor de cabeza
palidez
irritabilidad repentina o cambios en el comportamiento, tales como llorar sin causa aparente
movimientos torpes o espasmódicos
convulsiones
dificultad para prestar atención, o confusión
sensación de hormigueo alrededor de la boca
¿Cómo nos damos cuenta cuando el nivel de azúcar en la sangre está bajo?
Parte de la tarea de mantener la diabetes bajo control es medir con frecuencia el nivel de azúcar en la sangre. Consulte con su médico con qué frecuencia debe medir sus niveles de azúcar en la sangre y cuáles deberían ser. Si los resultados del control de la sangre indican que el nivel de azúcar se encuentra bajo, es necesario que trate ese problema.
Debe medir el nivel de glucemia a las horas que le haya indicado su médico. Y, lo que es aún más importante, debe medir el nivel de glucemia cada vez que sienta que está bajando. Una vez que haya medido y comprobado que el nivel de azúcar en la sangre se encuentra bajo, es importante que trate la hipoglucemia tan pronto como sea posible.
Si tiene la sensación de que se aproxima una reacción pero no puede medir el nivel de azúcar, es conveniente tratar la reacción en lugar de esperar. Recuerde esta simple regla: Ante la duda, actúe.
¿Cómo se trata la hipoglucemia?
La manera más rápida de aumentar el nivel de azúcar en la sangre y tratar la hipoglucemia es con alguna clase de azúcar, como por ejemplo, 3 tabletas de glucosa (se venden en farmacias), 1/2 tasa de jugo de frutas o 5-6 trocitos de caramelo duro.
Consulte con el profesional de la salud que lo atiende o con su dietista para elaborar una lista de los alimentos que puede ingerir para tratar el nivel bajo de azúcar en la sangre. Luego, asegúrese de llevar siempre consigo por lo menos una clase de azúcar.
Después de medir el azúcar en la sangre y tratar la hipoglucemia, espere 15 o 20 minutos y mida el nivel de azúcar en la sangre nuevamente. Si el nivel de glucemia todavía continúa bajo y los síntomas de la hipoglucemia no desaparecen, repita el tratamiento. Cuando se sienta mejor, continúe consumiendo las comidas y los refrigerios habituales según lo planeado, para mantener alto el nivel de azúcar en la sangre.
Es importante tratar la hipoglucemia de inmediato ya que puede empeorar y provoca la pérdida del conocimiento. Si sufre un desmayo, necesitará tratamiento INMEDIATO, como por ejemplo una inyección de glucagón o un tratamiento de emergencia en un hospital.
El glucagón aumenta el nivel de azúcar en la sangre y se inyecta como la insulina. Consulte con su médico para que le extienda una receta de glucagón y le explique cómo utilizarlo. Es fundamental que enseñe a las personas de su entorno (miembros de su familia y compañeros de trabajo) cómo y cuándo inyectar glucagón, en caso de que alguna vez lo necesite.
Si no fuera posible conseguir glucagón, deberán trasladarlo a la sala de emergencias más cercana para recibir tratamiento por bajo nivel de azúcar en la sangre. Si necesita atención médica inmediata o una ambulancia, alguien deberá llamar al número de emergencias de su zona (como por ejemplo 911) para solicitar ayuda. Es conveniente tener los números de emergencia junto al teléfono.
Si pierde el conocimiento como consecuencia de la hipoglucemia, la persona que lo asista deberá seguir estas indicaciones:
NO inyectarle insulina
NO darle alimentos o líquidos
NO ponerle las manos en la boca
NO Inyectarle glucagón
Llamar al número de emergencias para solicitar ayuda
¿Cómo se previene el nivel bajo de azúcar en la sangre?
La mejor manera que conocemos para prevenir la hipoglucemia es el buen control de la diabetes. La clave consiste en aprender a reconocer los síntomas de la hipoglucemia. De esa forma, puede tratar la hipoglucemia antes de que empeore.
Ignorancia sobre la hipoglucemia
Algunas personas no manifiestan ningún síntoma cuando tienen hipoglucemia. Pueden llegar a perder el conocimiento sin haber notado que sus niveles de azúcar estaban disminuyendo. Ese problema se denomina “ignorancia sobre la hipoglucemia”.
La ignorancia sobre la hipoglucemia suele sucederle a las personas que han padecido diabetes durante muchos años, y no es algo que le ocurra a todos. Es más común entre las personas que padecen alguna neuropatía (daño nervioso), las personas que llevan un control riguroso de la diabetes y las que toman ciertos medicamentos para el corazón o para la presión arterial alta.
Con los años, si bien muchas personas siguen teniendo síntomas de hipoglucemia, los síntomas cambian. En ese caso, se puede caer en el error de no reconocer una reacción porque la sensación es diferente.
Esos cambios constituyen una buena razón para controlar el nivel de glucemia con frecuencia y para poner sobre aviso a su familia y amigos acerca de los síntomas de la hipoglucemia. Aun cuando se sienta bien, es importante que trate los niveles de azúcar en la sangre bajos o en descenso. Y si en alguna ocasión los niveles de glucemia descienden a menos de 50 mg/dl y no presenta síntomas, consulte con el equipo de profesionales que lo atiende.
Concepto
La hipoglucemia es un síndrome clínico multifactorial que se caracteriza por cifras de glucosa en sangre inferior a 45 mg/dL (2,5 mmol/L), síntomas de neuroglucopenia y alivio con la administración de glucosa.
Etiología
Para identificar las causas posibles de hipoglucemia es necesario conocer que existen dos tipos de hipoglucemia (Cuadro 1).
Hipoglucemia reactiva (posprandial o inducida por los alimentos): Se observa con frecuencia en enfermos a quienes se les realizó gastrectomía, piloroplastia o vagotomía, y como consecuencia, la absorción rápida de la glucosa estimula la liberación de insulina, favorecida también por sustancias insulinotropas intestinales (incretinas) y, al final, aparición de valores excesivamente altos de insulina. Los síntomas de hipoglucemia aparecen 30 a 120 minutos después de consumir un alimento.
Se describe la hipoglucemia reactiva idiopática, que en su forma verdadera es muy rara, y la pseudohipoglucemia, que se caracteriza por descargas adrenérgicas o neuroglucopénicas de poca intensidad, de 2 a 5 horas después de ingerir alimentos pero con valores normales de glucosa plasmática.
Es posible encontrar una hipoglucemia reactiva en pacientes con determinados defectos enzimáticos como la intolerancia hereditaria a la galactosa y la fructosa, que se manifiestan desde la infancia.
También se han citado casos de diabetes mellitus no dependiente de insulina como cuadro que predispone a la hipoglucemia reactiva, aunque esta relación no está bien clara.
Hipoglucemia postabsortiva o de ayuno
Su etiología es amplia e incluye prácticamente todas las causas orgánicas, pues es consecuencia de una gran diferencia entre la tasa de producción y de utilización de la glucosa. En la fase postabsortiva la hipoglucemia se puede producir por una o varias de las siguientes alteraciones:
Aumento de la utilización periférica de la glucosa secundaria a una concentración patológica de insulina en plasma de origen endógeno o exógeno.
Falla en la síntesis, en la secreción de las hormonas de contrarregulación, o de ambas
Disminución de la producción hepática de la glucosa por inhibición de las vías metabólicas involucradas en la glucogenolisis.
En general, las hipoglucemias más frecuentes que se presentan en pacientes no diabéticos se producen casi siempre por un exceso de insulina (hipoglucemia espontánea por hiperinsulinismo funcional), en pacientes habitualmente inestables, dinámicos, tensos y ansiosos; a los que se le asocian manifestaciones de hiperactividad del sistema nervioso autónomo como hiperacidez e hipermotilidad intestinal. Los síntomas aparecen de 2 a 4 horas después de la ingestión de alimentos.
Los tumores de las células beta del páncreas (insulinomas) producen la hipoglucemia por secreción exagerada de insulina. Pueden ser benignos o malignos, presentándose la hipoglucemia antes del desayuno o de 2 a 4 horas después de una comida.
Los errores del metabolismo llevan a la hipoglucemia por déficit absoluto o relativo en la producción de glucosa y son más frecuentes en niños; mientras que la hipoglucemia que se presenta por el alcoholismo, casi siempre se asocia al ayuno durante su ingestión.
Fisiopatología
La glucosa es indispensable para el metabolismo cerebral. En condiciones fisiológicas, el cerebro consume diariamente unos 120 gramos de ella como combustible, pero no puede sintetizarla; y su función es dependiente casi totalmente de su aporte continuo por la circulación arterial. Puede almacenarla en pequeñas cantidades en las células de la glia en forma de glucógeno, pero que solo permiten mantener el metabolismo cerebral durante pocos minutos. Son estas las razones por las que el organismo mantiene un estrecho control de la glucemia.
Mecanismos fisiológicos de la homeostasis de la glucosa
En condiciones normales la concentración plasmática de la glucosa se mantiene entre límites estrechos producto del equilibrio entre su ingreso y salida al espacio intravascular, lo que depende en el primero de la absorción intestinal y de su producción endógena, y en el segundo de su nivel de captación por los tejidos.
Una vez ingeridos los alimentos (período pospandrial) aumentan los valores de insulina circulante producto de la mayor concentración de glucosa plasmática y a la acción de las incretinas (hormonas intestinales liberadas durante la alimentación). La insulina es una hormona secretada por las células b del páncreas en el periodo pospandrial anabólico, que favorece el transporte de glucosa y aminoácidos al interior de las células de distintos tejidos (muscular, adiposo y hepático), estimula la síntesis de proteínas y enzimas que intervienen en la gluconeogenesis (biosíntesis de glucógeno) y la glucolisis (formación de CO2 y H2O en aerobiosis y de lactato en anaerobiosis) e inhibe la lipolisis, la glucogenolisis y la gluconeogenesis.
Después de 4 a 6 horas de la ingestión de alimentos, el metabolismo pasa a una fase de ayuno o catabolia caracterizado por la disminución de la concentración de insulina e incremento de cuatro hormonas llamadas contrarreguladoras de la glucosa:
Glucagón: secretada por las células de los islotes pancreáticos
Adrenalina: sintetizada por la médula suprarrenal
Cortisol: sintetizada en la corteza suprarrenal
Hormona del crecimiento: hipofisaria
Durante este periodo conocido como posabsortivo se suprime parcialmente la síntesis de la glucosa y se incrementa su producción mediante la glucogenolisis (degradación del glucógeno que se transforma en glucosa y ácido láctico), y la gluconeogenesis (formación de glucosa a expensa de aminoácidos, lactatos y glicerol). La glucogenolisis provee el 75% de las necesidades de glucosa en las primeras 12 horas de ayuno, mientras que la gluconeogenesis produce el 25% restante; aunque posteriormente es esta última la principal proveedora, el hígado el órgano efector de esta acción metabólica y la alanina su sustrato principal. Cuando el ayuno es prolongado otra fuente importante de glucosa es la gluconeogenesis renal, basada mas bien en la glutamina.
Si el estado de ayuno persiste, la glucemia disminuye paulatinamente al igual que su utilización, y se produce el cambio hacia una economía energética a expensas de una lipolisis de triglicéridos del tejido adiposo con la formación de glicerol y ácidos grasos libres, que se transforman en el combustible principal de diversos tejidos, reduciéndose aun más la captación de glucosa por el cerebro. También se forman a partir de los ácidos grasos libres los cetoácidos acetoacetato e hidroxibutirato, cuya función es servir como energéticos sustitutivos de la glucosa en el encéfalo.
El sistema contrarregulador es de gran importancia, ya que previene o limita las hipoglucemias tanto fisiológicas como tras la administración de hipoglucemiantes, lo que protege así la función cerebral. Es precisamente el hipotálamo el sitio anatómico donde se encuentran los sensores más importantes del descenso de la glucosa, aunque también parecen existir en el hígado y el páncreas.
Ante una hipoglucemia estos sensores envían estímulos que provocan la liberación de las hormonas contrarreguladoras de la glucosa antes mencionadas, cuyo objetivo es aumentar la concentración de glucosa por diversos mecanismos. El glucagón y la adrenalina son los más importantes, ya que su acción contrarreguladora comienza de forma temprana; mientras que el cortisol y la hormona del crecimiento no evidencian su papel contrarregulador hasta pasadas unas horas de comenzada la hipoglucemia.
Existen otros factores que también pueden contribuir en la contrarregulacion como son:
Noradrenalina: Aumenta su concentración durante la hipoglucemia y por sus efectos a -adrenérgicos inhibe la secreción de insulina, estimula la secreción de glucagón y en el ámbito cerebral, actúa como neurotransmisor y en la regulación de la secreción de las hormonas hipofisarias anteriores.
Acidos grasos libres: Su aumento durante el ayuno contribuye a la producción de glucosa mediante la gluconeogenesis, y se utilizan como combustible principal de los tejidos.
Glucosa: Ante una hipoglucemia grave se produce glucosa endógena aun cuando faltan otros factores contrarreguladores, pues es un sistema de emergencia de autorregulación hepática para proteger al cerebro.
El deterioro funcional de algunas de las hormonas contrainsulares es suficiente para que pueda desarrollarse una hipoglucemia grave, aunque el resto de las hormonas actúen normalmente o incluso, incrementen su acción.
En los sujetos sanos el primer mecanismo defensivo es la disminución de la secreción de insulina, lo que ocurre con niveles de glucosa plasmática de 4,4 mmol/L (80 mg/dL); mientras que la liberación de hormonas cotrarreguladoras comienza a producirse en torno a los 3,6 mmol/L (65 mg/dL).
En el paciente diabético la acción contrarreguladora está condicionada por varias situaciones:
La liberación de insulina no puede ser interrumpida ya que se ha administrado de forma exógena o está aumentada su producción endógena por la acción de las sulfonilureas y por tanto, seguirá utilizando la glucosa e inhibiendo su producción.
Durante el curso de la enfermedad puede producirse un deterioro de la respuesta de determinada hormona contrarreguladora.
Anatomía patológica
En el cerebro se encuentran lesiones de necrosis isquémica sobre todo al nivel del centro vasomotor, aunque existe una tendencia a la producción de alteraciones importantes de la corteza cerebral, los ganglios basales y del hipocampo. Particularmente en las crisis agudas aparecen petequias diseminadas, congestión y edema de las células nerviosas; que experimentarán una serie de transformaciones degenerativas con desaparición posterior, incluso, de cierto número de neuronas, principalmente en la zona laminar. Se pueden observar numerosas áreas de reacción glial, producirse la desmielinización y la encefalomalacia; además, se observa frecuentemente una degeneración nerviosa periférica.
Aunque casi siempre las lesiones de la hipoglucemia se producen en el cerebro, puede conducir también al infarto del miocardio, particularmente en diabéticos de edad avanzada.
Cuadro clínico
Los síntomas clínicos de hipoglucemia se agrupan en dos grandes categorías (Cuadro 2):
Síntomas adrenérgicos o colinérgicos causados por la descarga del sistema autónomo, que pueden ser variados, precoces o incluso imperceptibles si la hipoglucemia se desarrolla de forma insidiosa, e incluyen temblor, palpitaciones, ansiedad, hambre, sudación y parestesias.
Síntomas neuroglucopénicos como resultado de la escasez de glucosa neuronal, que generalmente son de aparición tardía y dependientes de las necesidades de glucosa de las diferentes estructuras del cerebro, aunque es la corteza cerebral la más susceptible a la hipoglucemia. Suelen comenzar por alteraciones del comportamiento, dificultad para pensar, confusión, sensación de acaloramiento, debilidad y cansancio. También pueden aparecer cefalea, mareos alteraciones visuales (visión borrosa y diplopia), dificultad para hablar, déficit focales neurológicos reversibles que recuerdan un accidente vascular cerebral en ancianos, convulsiones (más frecuentemente en niños), estado de coma, signos de descerebración o la muerte.
Los síntomas neuroglucopénicos van a aparecer en dependencia del orden de aparición filogenético de las estructuras nerviosas, de forma tal que en las más tardíamente desarrolladas, los síntomas aparecerán primero (Cuadro 3).
Aunque los síntomas anteriormente mencionados son muy sugerentes de hipoglucemia, no son específicos; por lo que su diagnóstico puede ser auxiliado por la tríada de Whipple: (i) existencia de síntomas sugerentes de hipoglucemia, (ii) concentración de glucosa plasmática baja y (iii) mejoría de los síntomas cuando la glucemia se recupera.
Diagnóstico analítico de la hipoglucemia
Las manifestaciones clínicas de la hipoglucemia pueden deberse en muchas ocasiones a otros trastornos, y por esta razón el diagnóstico de certeza debe ir acompañado, además de la clínica, de datos bioquímicos convincentes. Si la hipoglucemia aparece después de las comidas existen mayores posibilidades de que se trate de una hipoglucemia reactiva, a pesar de que se plantea que es una enfermedad muy rara que se diagnostica erróneamente con demasiada frecuencia; ya que es posible encontrar cifras inferiores a 2,5 mmol de glucosa plasmática después de la ingestión de glucosa en personas normales y asintomáticas. Su diagnóstico se posibilitará ante la presencia de síntomas típicos de hipoglucemia que desaparecen cuando se eleva la glucosa plasmática, y que este hecho coincida con la ingestión de una comida mixta habitual.
Por el contrario, muchos enfermos presentan glicemia inferior a 2,5 mmol/L después del ayuno nocturno de 10 a 12 horas, por lo que si la determinación de glucosa después del ayuno nocturno de forma repetida arroja valores inferiores a los antes mencionados, queda confirmada.
Si la glicemia no baja mas allá de 2,5 mmol/L después del ayuno prolongado y sobre todo si este se combina con el ejercicio, puede descartarse el diagnóstico de hipoglucemia de ayuno. Como vimos anteriormente son muchos los procesos, casi todos orgánicos, los causantes de una hipoglucemia de ayuno o postabsortiva, por lo que su diagnóstico diferencial es amplio: por ejemplo los tumores extrapancreáticos suelen ser grandes y silentes desde el punto de vista clínico. El uso de insulina u otros fármacos hipoglucemiantes como agentes productores de hipoglucemia puede descartarse con un interrogatorio minucioso o la determinación de estos agentes en muestras de sangre u orina. La insuficiencia de órganos como riñón e hígado, cuando provocan hipoglucemia, se encuentran en su estadio más grave tanto desde el punto de vista clínico como analítico. La hipoglucemia neonatal es autolimitada y la cetótica se ha identificado en la medianía de la infancia caracterizada por hipoglucemia de ayuno con supresión de la secreción de insulina.
La secreción excesiva de insulina o el déficit de hormonas contrarreguladoras de la glucosa constituyen finalmente las otras causas posibles de hipoglucemia. Para hacer el diagnóstico de una secreción endógena excesiva de insulina, hay que determinar sus valores cuando la glicemia de ayuno se encuentre por debajo de 2,5 mmol/L, y se hará el diagnóstico de hiperinsulinismo si se corrobora una insulinemia mayor de 10 m U/mL. Una concentración superior a 5 m U/mL se considera sospechosa, por lo que se deberá realizar un estudio más profundo como la determinación del péptido C (péptido de conexión que se separa de la proinsulina durante su conversión en insulina), cuyos niveles aumentan en el hiperinsulinismo endógeno y desaparecen en los exógenos, excepto cuando existen anticuerpos anti-insulina y durante la administración de sulfonilureas, que pueden incrementarlo.
En resumen, el diagnóstico definitivo de una hipoglucemia de ayuno se realizará con las determinaciones de insulina y péptido C en el plasma en el momento en que las cifras de glicemia se encuentren por debajo de 2,5 mmol/L, además del análisis de los anticuerpos anti-insulina.
Tratamiento
En la hipoglucemia reactivas o posprandiales es fundamental el tratamiento dietético y la restricción de hidratos de carbono, especialmente monosacáridos y disacáridos. Debe recomendarse que el tiempo entre las comidas no supere las 4 horas y que las raciones sean reducidas. Aunque el tratamiento farmacológico en este tipo de hipoglucemia no ha demostrado ser efectivo, existen ya algunas experiencias con medicamentos como la acarbosa y el miglitol que inhiben a la enzima a -glucosidasa (encargada de convertir los polisacáridos en azúcares absorbibles en el ámbito intestinal), lo que favorece que la absorción de los hidratos de carbono sea más lenta, y por tanto, que sea menor la secreción de insulina.
El aspecto terapéutico en la hipoglucemia de ayuno abarca dos fenómenos diferentes:
La recuperación de los síntomas neuroglucopénicos mediante la normalización de la glucosa plasmática, lo que puede lograrse mediante la administración de 25 a 50 gr de glucosa al 50% por vía endovenosa rápida, después de haber tomado una muestra para determinar la glucemia y otra para estudios ulteriores. Otra alternativa es la utilización de hormonas contrarreguladoras como el glucagón a dosis de 1mg IM para estimular la liberación de glucosa por el hígado.
Identificar la causa de hipoglucemia con el objetivo de erradicar definitivamente el problema. La provocada por fármacos se tratará con perfusión de glucosa e interrupción del medicamento. Si se comprueba déficit de hormonas se realizará su sustitución. Las alteraciones hepáticas, si no son reversibles cuando provocan hipoglucemia, suelen ser incompatibles con la vida. La hipoglucemia por inanición que se puede observar en la insuficiencia renal crónica, puede responder con una dieta rica en calorías y con comidas frecuentes. Los tumores extrapancreáticos productores de hipoglucemia pueden ser tratados mediante cirugía, quimioterapia o radioterapia.
Por último, la hipoglucemia de ayuno provocada por un hiperinsulinismo endógeno casi siempre es producida por tumores pancreáticos solitarios o múltiples. Teniendo en cuenta que el insulinoma es el tumor pancreático que con mayor frecuencia provoca hiperinsulinismo endógeno, decidimos abordarlo en el acápite siguiente.
INSULINOMA
Son tumores poco frecuentes de las células beta del páncreas, que se presentan en la mediania de la vida, excepto cuando se encuentran formando parte de una neuroadenomatosis endocrina múltiple de tipo 1 (NEM), que puede presentarse antes de los 30 años de edad. Casi siempre son pequeños, benignos y únicos.
Cuadro clínico
Presentan síntomas autonómicos y neuroglucopénicos que aparecen 5 horas o más después de consumir una comida, y que pueden ser modificados por el ejercicio, la dieta, la ingestión de etanol o el ayuno. Con mayor frecuencia se observa diplopia, visión borrosa, palpitaciones, debilidad y confusión. Otros sujetos tienen convulsiones refractarias como único síntoma.
Diagnóstico
Para realizar el diagnóstico debe buscarse la presencia de la tríada:
Síntomas de hipoglucemia que mejoran una vez que aumenta la glucemia plasmática.
Altos niveles de insulina plasmática y péptido C.
Ausencia de sulfonilurea plasmática.
Hay que determinar cada 6 horas la glucosa, la insulina, el péptido C y el cortisol plasmático; en dependencia de la clínica y las cifras previas de glucemia.
Durante el periodo de ayuno el diagnóstico de hipoglucemia es difícil por el hecho de que personas sanas pueden tener niveles bajos de glucosa en el ayuno, sin que aparezcan los síntomas.
Las personas con insulinomas tienen menor supresión de insulina y péptido C endógeno por la acción de las hormonas contrarreguladoras.
Para su localización se puede utilizar la ultrasonografía pre y transoperatoria, que alcanza en la última una sensibilidad cercana al 90% y, aunque la tomografía axial computarizada constituye otro método convincente, en muchos casos se necesita de la habilidad del cirujano.
Tratamiento
La eliminación del insulinoma mediante la cirugía es indudablemente el tratamiento de elección, pues en muchos de los casos se puede realizar la enucleación del tumor; pero en otro porciento bastante considerable, ha de practicarse una hemipancreatectomia. En aquellos casos en los que la cirugía no resulte posible o reaparezcan los síntomas debe recurrirse al tratamiento médico, que también se aplicará durante el periodo en que se estudia la morfología del tumor; no así cuando se practican estudios de funcionalidad, ya que la mayoría de los fármacos utilizados se basan en la inhibición de la síntesis de insulina, su secreción endógena, o ambas.
Entre los fármacos más utilizados podemos mencionar:
Diazoxido: Derivado de las benzotiadiazinas cuyo mecanismo de acción se basa en la activación de los canales de potasio sensibles al ATP, lo que evita su cierre (efecto opuesto a la sulfonilurea), por lo que en el ámbito de las células b produce una inhibición de la secreción de insulina (pero no un bloqueo de su síntesis), y al nivel del receptor de la insulina en los órganos diana, inhibe la utilización periférica de la glucosa. Se ha empleado previo a la intervención quirúrgica o como tratamiento paliativo en insulinomas metastáticos. La dosis es de 3 a 8 mg/kg/día por vía oral, con una dosis máxima de 400 a 600 mg. Puede provocar edemas por retención de sodio, trombocitopenia e hipertricosis.
Octreotido: Es un análogo de la somatostatina que se utiliza principalmente como inhibidor de la hormona del crecimiento en la acromegalia. Los receptores de la somatostatina se encuentran distribuidos por todo el organismo y su efecto biológico resulta inhibitorio, como en el caso del páncreas endocrino donde disminuye la secreción de glucagón e insulina. También se ha utilizado en el tratamiento de las hipoglucemia graves secundarias a la ingesta de sulfonilureas, al inhibir la secreción endógena de insulina. La opinión actual es que resulta útil en el tratamiento del hiperinsulinismo congénito o como complemento del quirúrgico, si bien su eficacia no es total.
Glucocorticoides: Se recomiendan como inmunosupresores en el tratamiento de la hipoglucemia de etiología autoinmune.
Figura 1. Insulinoma
URL disponible en http://www-medlib.med.utah.edu/webpath/endo.html
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CUADROS
Cuadro 1. Clasificación de las hipoglucemias
Adultos
Neonatos y niños
Medicamentos o tóxicos
Efecto insulínico:
Diabéticos tratados con Insulina o sulfonilurea
Ingestión de raticidas (Vacor)
Alterando función hepática: alcohol, b -bloqueadores no selectivos, propranolol
Salicilatos
Hipoglucemia reactiva
Hipoglucemia de origen alimentario
Deficiencias de enzimas del metabolismo de carbohidratos: galactosemia e intolerancia hereditaria a la fructosa
Reducción de la capacidad gástrica
Hipoglucemia reactiva idiopática
Pseudohipoglucemias
Ingesta de hipoglicina
Hipoglucemias postabsortivas (hipoglucemia de ayuno)
Insuficiencia de órganos críticos: hepatopatías, insuficiencia cardiaca, insuficiencia renal, sepsis, inanición
Deficiencias hormonales: hipopituitarismo, insuficiencia suprarrenal, deficiencia de glucagón y adrenalina
Tumores de células no-beta
Hiperinsulinismo endógeno: autoanticuerpos contra insulina, autoanticuerpos contra receptor insulinico
Hipoglucemia ficticia: insulina o sulfonilurea
Nesidioblastosis
Alteraciones genéticas como deficiencias enzimáticas en vías de glucogenolisis y gluconeogénesis
Defectos del metabolismo de aminoácidos, ácidos grasos o cetoácidos
Galactosemia
Síndrome de Reye
Hipoglucemia cetótica
Malnutrición
Cuadro 2. Síntomas de hipoglucemia
Adrenérgicos
Neuroglucopénicos
Palpitaciones
Cefaleas
Ansiedad
Incapacidad para concentrarse
Sudación
Fatiga
Temblor
Confusión
Hambre
Visión borrosa
Irritabilidad
Incoordinación
Náuseas
Comportamiento anormal
Palidez o flushing
Parestesias
Hemiplejías
Afonía
Dificultad en despertar
Convulsiones
Coma
Cuadro 3. Síntomas y signos de las distintas fases de la hipoglucemia
Cortical
Somnolencia, sudación, hipotonía, temblor.
Diencéfalosubcortical
Pérdida del conocimiento, movimientos primitivos (succión, muecas, asimiento), crispamiento, espasmos clónicos, inquietud, respuesta exagerada al dolor, hipertonía simpática (taquicardia, eritema, sudación, midriasis)
Mesencefálica
Espasmos tónicos, desviaciones oculares no conjugadas, Babinski
Premiencefálica
Espasmo de los extensores. La rotación de la cabeza origina espasmo extensor del lado hacia el que apunta la barbilla y espasmo flexor del lado opuesto.
Miencefálica
Coma profundo, respiración superficial, bradicardia, miosis, ausencia de respuesta pupilar a la luz, hipotermia, atonía, hiporreflexia, ausencia de reflejo corneal
2007-04-08 03:40:29
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answer #4
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answered by Anonymous
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