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13 respuestas

El estado de asinamiento en que se encuantran los presos, la mala alimentación, las humillaciones que sufren en las cárceles, el estado de abandono total, el hecho de estar a la defensiva,cuidándose del compañero y tratando de no ser el más débil,no lleva bajo nungún punto de vista a la rehabilitación de nadie. No creo que ALGUIEN PUEDA SACAR ALGO BUENO DE TODO ESO.
SALUDOS

2007-03-27 11:41:14 · answer #1 · answered by Elizabeth G 6 · 1 0

No es bueno generalizar; pero la gran mayoría sólo son ecuelas de crimen y son como una aldea o una ciudad con sus propias reglas y autoridades. Es increíble pero cierto.

2007-03-28 06:40:55 · answer #2 · answered by Anonymous · 0 0

No amiga, no son escuelas, mas bien son maestrias ,y doctorados.

2007-03-27 21:25:33 · answer #3 · answered by cachanilla 7 · 0 0

Cuando hablamos de la cárcel, es que hablamos de un lugar en el que se produce dolor; un dolor profundo, intenso y continuo generado por el propio ser humano, en contra de otro ser humano.
Cuando hablamos de la cárcel, hablamos da jaulas en las que nosotros, seres humanos, hemos determinado encerrar a otros seres humanos que, muchas – las más de las veces – no han tenido las oportunidades que a quienes estamos aquí se nos presentan: no han tenido la oportunidad de tener una profesión, un trabajo digno, un espacio de discusión de sus ideas; tampoco han tenido la oportunidad de crecer en un hogar integrado, no han tenido la posibilidad de recibir el amor de una familia que los respalde y respete.
Cuando hablamos de la cárcel, quienes estamos en el oficio del derecho, muchas veces olvidamos que no estamos hablando de papeles, sino de personas; que no estamos llevando adelante trámites, sino influyendo en el curso de la vida de un individuo y su grupo familiar.
Cuando hablamos de la cárcel, hablamos de espacios fríos, sucios, obscuros, donde la sociedad toda ha decidido esconder lo que la avergüenza, en lugar de enfrentarlo; donde hemos decidido poner nuestras miserias, representadas en esos seres humanos encarcelados, en lugar de enfrentarlas y superarlas.
Y como bien dice quien estuvo preso, cuando hablamos de la cárcel, hablamos de un lugar en el que la pared es dura, en el que cada día es como un año, un año cuyos días son largos y en el que los presos necesitan medir el tiempo por las pulsaciones del dolor y el índice de sus amarguras.
Hay quienes piensan que recordar este tipo de cosas no es “jurídico”, y generalmente son esas mismas las personas que piensan que lo “jurídico” debe necesariamente ser una cuestión de expertos, escrita o pronunciada en un lenguaje incomprensible. Lo “jurídico” como un saber de unos pocos, como un capital que sólo quienes hemos sido iluminados por un título universitario que dice que somos “abogados” podemos ostentar. En contraposición, habemos los que pensamos que quienes hemos tenido la fortuna de una profesión como la abogacía, tenemos la obligación de ponerla al servicio de los más necesitados, acercando nuestro lenguaje y nuestro saber a esas personas olvidadas y procurando que su vida no pierda el sentido.
Consideramos que es en el ámbito del derecho penitenciario, en el que estas reflexiones deben estar presentes en forma permanente. El derecho penitenciario, ese conjunto de normas y reglas que definen cómo una persona cumplirá una determinada sanción, es el campo del derecho que más nos acerca a la crudeza de nuestra realidad social, a la vez que más nos enfrenta con nuestras propias miserias. Por ello, hacer derecho penitenciario no equivale a conocer muy bien leyes y códigos; mucho menos equivale a buscar formas de ampliación del poder penal. Hacer derecho penitenciario, desde nuestro punto de vista, equivale a convertirse en un estudioso del derecho en búsqueda de la libertad, equivale a seguir soñando con otro mundo posible, en el que dejemos de vengarnos y aprendamos a convivir, equivale a tener el valor de enfrentarse a diario con esa crueldad que nosotros mismos hemos creado y pensar y repensar las formas de, en palabras de Nils Christie, tener claro que creemos que la aflicción es inevitable, pero no lo es el infierno creado por el hombre.

2007-03-27 16:52:08 · answer #4 · answered by letuchia 2 · 0 0

escuela de crimen y denigracion
v

2007-03-27 12:32:49 · answer #5 · answered by vampiarkesha 7 · 0 0

realmente es un lugar donde una persona sufre
el hombre no nació para ser encarcelado si no para ser libre
realmente no creo que sea un centro de adaptación si no es un lugar par castigar lo que hicieron
y claro al salir no volverán hacer lo que hicieron ya que sabrán las consecuencias (algunos)

2007-03-27 12:01:04 · answer #6 · answered by susana 3 · 0 0

no claro que no reeducan al delicuente, lo fomentan, deben estar en carceles quienes cometen atrocidades, pero estas deben ser sanas y limpias, para mejoramiento de los reos, como dice la constitucion

2007-03-27 11:53:50 · answer #7 · answered by leonina 4 · 0 0

Lo que si es seguro ,que ahi es donde se come el pan de angustia, y se bebe el agua de afliccion.
Biblico

2007-03-27 11:47:21 · answer #8 · answered by ambar triste 5 · 0 0

las carceles no deberian existir. transforman al mas honrado en un delincuente o resentido en muchos casos. saludos.

2007-03-27 11:34:21 · answer #9 · answered by Anonymous · 0 0

lo 2

2007-03-27 11:33:58 · answer #10 · answered by Anonymous · 0 0

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