Existió un león sediento que no podía beber en el lago, cada vez que lo intentaba, aparecía otra fiera igual que avanzaba hacia él. Si lo miraba fijamente, el congénere también hacía lo mismo con idéntica fiereza.
Cierto día la sed le provocó una sensación demasiado dolorosa. El majestuoso rey de la selva se dirigió entonces al lago dispuesto a lo peor, miró fijamente a su rival en las aguas quietas y hundió decidido la cabeza.
El peligro desapareció con la entrega y la dolorosa sed con la generosidad del agua. El león nunca pudo saber que estuvo peleando consigo mismo, que sufrió inútilmente. Por suerte , la sed suele ser más fuerte que el miedo.
Dedicado a todos los que trabajamos nuestro interior.
Un abrazo de oso....Miguel
2007-02-13
10:39:19
·
3 respuestas
·
pregunta de
miguel2ribo
3
en
Ciencias sociales
➔ Sociología