La endocarditis es una alteración inflamatoria del endocardio, capa interna cardiaca, caracterizada por la presencia de fenómenos exudativos y proliferativos en el endocardio valvular o en la superficie endocardica de la cavidad cardiaca. Puede deberse a infecciones bacterianas, no infecciosas y mixtas. Cursa de forma aguda y la clínica depende de la magnitud de la destrucción valvular, de las enfermedades concomitantes, del estado séptico y del riesgo de embolismo. Existen varios tipos diferentes:
-Endocarditis Bacteriana: Provocada por agentes infecciosos bacterianos.
-Endocarditis Eosinofílica: Aséptica subaguda, provocada por inflitración endocárdica y miocárdica de eosinófilos, lo que provoca engrosamiento fibroplastico del endocardio que origina insuficiencia cardiaca.
-Endocarditis Infecciosa: Provocada por infección de la valvula.
-Endocarditis de Libman-Sacks
-Endocarditis Marántica: Afecta a ancianos en estadios de canceres u otros.
-Endocarditis Micótica: Provocada por hongos.
-Endocarditis Reumatica: Por fiebre reumatica
-Endocarditis Trombótica no bacteriana: Consistente en fibrina, coágulos, etc.
-Endocarditis Ulcerosa: Ulceras que provocan destrucción del endocardio.
-Endocarditis Verrucosa: Infecciosa o no, cursa con verrugas en el endocardio.
Saludos.
2007-01-17 13:22:15
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answer #1
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answered by YODA 7
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Definición
Es una inflamación del revestimiento interno de las cámaras y válvulas cardíacas (endocardio).
Causas, incidencia y factores de riesgo
La endocarditis puede involucrar el músculo, las válvulas o el revestimiento del corazón. La mayoría de las personas que desarrollan una endocarditis tienen una enfermedad cardíaca subyacente.
Los factores de riesgo para el desarrollo de una endocarditis son uso de drogas por inyección, cirugía dental reciente, colocación de vías de acceso permanente a las venas, cirugía anterior de válvulas y debilitamiento de las mismas.
Aunque la causa más común de la endocarditis es una enfermedad bacteriana, ésta también puede ser ocasionada por hongos y, en algunos casos, no se puede identificar el organismo causante.
Tipos
Endocarditis con cultivo negativo
Endocarditis infecciosa
Síntomas
Fatiga
Debilidad
Fiebre
Escalofríos
Sudoración nocturna, puede ser severa
Pérdida de peso
Dolores musculares
Soplo cardíaco
Dificultad para respirar con la actividad
Inflamación de pies, piernas o abdomen
Sangre en la orina
Sudoración excesiva
Manchas cutáneas rojas indoloras, localizadas en las palmas de las manos y en las plantas de los pies (llamadas lesiones de Janeway)
Ganglios rojos y dolorosos en las yemas de los dedos de la manos y de los pies (llamados nódulos de Osler)
Palidez
Anomalías en las uñas (hemorragias en astillas bajo las uñas)
Dolores articulares
Orina de color anormal
Nota: en la endocarditis los síntomas se pueden desarrollar de forma lenta (subaguda) o repentina (aguda).
Signos y exámenes
El índice de sospecha se eleva cuando existen antecedentes de una cardiopatía congénita, uso intravenoso de drogas, fiebre reumática o un procedimiento dental reciente. El examen físico puede mostrar un agrandamiento del bazo.
El médico puede detectar un nuevo soplo cardíaco o un cambio en un soplo cardíaco previo. El examen de las uñas puede mostrar hemorragias en astilla.
El examen oftalmológico puede mostrar hemorragias retinales con un área central clara (llamada manchas de Roth) y petequias (pequeños puntos de hemorragia) que se pueden detectar en la conjuntiva. Las puntas de los dedos de las manos se pueden agrandar y las uñas pueden encorvarse (dedos hipocráticos).
Tratamiento
Con frecuencia, es necesario hospitalizar al paciente para administrarle tratamiento intravenoso con antibióticos. Es necesaria una terapia de antibióticos por largo tiempo para erradicar la bacteria de las cámaras y válvulas cardíacas.
Generalmente la terapia se administra durante 6 semanas. El antibiótico seleccionado tiene que ser específico para el organismo causante de la afección, lo cual se determina mediante un hemocultivo y las pruebas de sensibilidad.
Si se desarrolla una insuficiencia cardíaca como consecuencia de los daños a las válvulas del corazón o si la infección se está separando en pequeños fragmentos, ocasionando una serie de accidentes cerebrovasculares, o hay evidencia de daño a un órgano, por lo general se necesita una cirugía para reemplazar la válvula cardíaca afectada.
Expectativas (pronóstico)
Por lo general, el tratamiento temprano de una endocarditis bacteriana tiene buenos resultados.
Suerte!! ♣
2007-01-17 08:11:55
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answer #6
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answered by Daria 3
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Endocarditis
La endocarditis es una inflamación del revestimiento interior liso del corazón (endocardio), casi siempre por una infección bacteriana.
Endocarditis infecciosa
Detalle de una endocarditis infecciosa
Esta sección transversal muestra las vegetaciones (acumulaciones de bacterias y coágulos sanguíneos) en las cuatro válvulas cardíacas.
La endocarditis infecciosa es una infección del endocardio y de las válvulas del corazón.
Las bacterias (o, con menos frecuencia, los hongos) que penetran en el flujo sanguíneo o que raramente contaminan el corazón durante una operación a corazón abierto, pueden alojarse en las válvulas del corazón e infectar el endocardio. Las válvulas anómalas o lesionadas son más propensas a la infección, pero las normales pueden ser infectadas por algunas bacterias agresivas, sobre todo cuando llegan en grandes cantidades. Las acumulaciones de bacterias y coágulos en las válvulas (lo que se denomina vegetaciones) pueden desprenderse y llegar a órganos vitales, donde pueden bloquear el flujo de sangre arterial. Estas obstrucciones son muy graves, ya que pueden causar un ictus, un infarto de miocardio, una infección y lesiones en la zona donde se sitúen.
La endocarditis infecciosa puede aparecer repentinamente y llegar a ser mortal en pocos días (endocarditis infecciosa aguda), o bien puede desarrollarse gradualmente y de forma casi inaparente a lo largo de semanas o de varios meses (endocarditis infecciosa subaguda).
Causas
Aunque normalmente en la sangre no hay bacterias, una herida en la piel, en el interior de la boca o en las encías (incluso una herida producida por una actividad normal como masticar o cepillarse los dientes) permite a una pequeña cantidad de bacterias penetrar en la corriente sanguínea.
La gingivitis (infección e inflamación de las encías), pequeñas infecciones de la piel e infecciones en cualquier lugar del organismo, permiten a las bacterias entrar en el flujo sanguíneo, aumentando el riesgo de endocarditis.
Ciertos procedimientos quirúrgicos, dentales y médicos también pueden introducir bacterias en la circulación sanguínea, por ejemplo, el uso de catéteres intravenosos para administrar líquidos, nutrientes o medicamentos, una citoscopia (colocación de un tubo para ver el interior de la vejiga) o una colonoscopia (introducción de un tubo para ver el interior del intestino grueso).
En personas con las válvulas del corazón normales, no se produce ningún daño y los glóbulos blancos destruyen estas bacterias. Las válvulas lesionadas, sin embargo, pueden atrapar las bacterias, que se alojan en el endocardio y comienzan a multiplicarse. En algunas ocasiones, durante el cambio de una válvula del corazón por una artificial (protésica) se pueden introducir bacterias, que suelen ser resistentes a los antibióticos. Los pacientes con un defecto congénito o con alguna anomalía que permite a la sangre pasar de un lado al otro del corazón (por ejemplo, desde un ventrículo al otro) también tienen un mayor riesgo de desarrollar una endocarditis.
La presencia de algunas bacterias en la sangre (bacteremia) puede no causar síntomas de inmediato, pero es posible que derive en una septicemia, es decir, una infección grave de la sangre que generalmente produce fiebre, escalofríos, temblores y disminución de la presión arterial. Una persona con una septicemia tiene un elevado riesgo de desarrollar una endocarditis.
Las bacterias que causan la endocarditis bacteriana aguda son a veces lo suficientemente agresivas como para infectar las válvulas normales del corazón; las que causan la endocarditis bacteriana subaguda casi siempre infectan las válvulas anormales o lesionadas. Se ha podido constatar que los casos de endocarditis, generalmente, se presentan en personas con defectos congénitos de las cavidades del corazón y de las válvulas, en personas con válvulas artificiales y en gente mayor con válvulas lesionadas por una fiebre reumática en la niñez o con anormalidades de la válvula debido a la edad. Los que se inyectan drogas tienen un elevado riesgo de endocarditis porque a menudo se inyectan bacterias directamente en la circulación sanguínea a través de las agujas, las jeringas o las soluciones de drogas contaminadas.
En los drogadictos y personas que desarrollan endocarditis por el uso prolongado de un catéter, la válvula de entrada al ventrículo derecho (la válvula tricúspide) es la que se infecta más a menudo. En los otros casos de endocarditis, las que resultan infectadas son la válvula de entrada al ventrículo izquierdo (la válvula mitral) o la válvula de salida de dicho ventrículo (la válvula aórtica).
En una persona con una válvula artificial, el riesgo de padecer una endocarditis infecciosa es más grande durante el primer año posterior al recambio; después de este período, el riesgo disminuye pero permanece mayor de lo normal. Por razones desconocidas, el riesgo es siempre mayor con una válvula artificial aórtica que con una mitral y con una válvula mecánica más que con una válvula porcina.
Síntomas
La endocarditis bacteriana aguda suele comenzar repentinamente con fiebre elevada (39 a 40 °C), frecuencia cardíaca acelerada, cansancio y rápidas y extensas lesiones de las válvulas. Los fragmentos de las vegetaciones que se desprenden (émbolos) pueden alcanzar otras áreas y extender la infección. Se puede desarrollar pus (absceso) en la base de la válvula infectada o allí donde se impacten los émbolos.
Las válvulas pueden perforarse y en pocos días pueden producirse grandes escapes de sangre por las mismas. En algunos casos se produce shock y los riñones y otros órganos dejan de funcionar (una afección denominada síndrome séptico). Por último, las infecciones arteriales debilitan las paredes de los vasos sanguíneos y causan su rotura. Ello puede ser mortal, sobre todo si se produce en el cerebro o cerca del corazón.
La endocarditis bacteriana subaguda puede producir síntomas durante meses antes de que las lesiones de la válvula o una embolia permitan realizar un diagnóstico claro.
Los síntomas son cansancio, fiebre leve (37,5 °C a 38,5 °C), pérdida de peso, sudores y disminución del número de glóbulos rojos (anemia). Se sospecha endocarditis en una persona con fiebre sin evidencia clara de infección, si presenta un soplo en el corazón o si un soplo existente ha cambiado de características. Se puede palpar el bazo agrandado. Sobre la piel pueden aparecer unas manchas muy pequeñas que parecen pecas diminutas; también es posible observarlas en el blanco del ojo o debajo de las uñas de los dedos de la mano. Estas manchas son áreas de minúsculos derrames de sangre causados por pequeños émbolos que se han desprendido de las válvulas del corazón.
Los émbolos más grandes pueden producir dolor de estómago, obstrucción repentina de una arteria de un brazo o de una pierna, infarto de miocardio o un ictus.
Otros síntomas de endocarditis bacteriana aguda y subaguda son escalofríos, dolores articulares, palidez, latidos cardíacos rápidos, nódulos subcutáneos dolorosos, confusión y presencia de sangre en la orina.
La endocarditis de una válvula artificial puede ser aguda o subaguda. Comparada con una infección de una válvula natural, es más probable que la infección de una válvula artificial se propague hacia el músculo cardíaco de la base de la válvula y que ésta se desprenda. En este caso, es necesario practicar una intervención quirúrgica urgente para reemplazar la válvula porque la insuficiencia cardíaca debido al escape de sangre a través de la válvula puede ser mortal. Por otro lado, también es posible que se interrumpa el sistema de conducción eléctrica del corazón, lo que provocaría una disminución de la frecuencia de los latidos, que podría provocar una repentina pérdida de consciencia o incluso la muerte.
Válvula aórtica
Diagnóstico
Cuando se sospecha una endocarditis bacteriana aguda, se debe hospitalizar al paciente para su diagnóstico y tratamiento. Dado que los síntomas de la endocarditis bacteriana subaguda son al principio muy vagos, la infección puede lesionar las válvulas del corazón o diseminarse a otros lugares antes de ser diagnosticada. Una endocarditis subaguda no tratada es tan peligrosa como la aguda.
El diagnóstico puede sospecharse a partir de los síntomas, sobre todo cuando éstos aparecen en alguien con predisposición a esa enfermedad. El ecocardiograma, que se basa en la reflexión de los ultrasonidos para crear imágenes del corazón, puede identificar las vegetaciones de las válvulas y las lesiones producidas. Para identificar la bacteria que causa la enfermedad, se extraen muestras de sangre para efectuar un cultivo. Dado que la liberación de bacterias a la sangre en cantidad suficiente como para ser identificadas sólo sucede de forma intermitente, se toman tres o más muestras de sangre en diferentes momentos para aumentar la posibilidad de que al menos una de ellas contenga bacterias suficientes para que crezcan en los cultivos en el laboratorio. En el mismo proceso de laboratorio, se prueban varios antibióticos para escoger el más eficaz contra la bacteria específica.
En ocasiones, no es posible aislar ningún germen a partir de una muestra de sangre.
La razón puede ser que se necesiten técnicas especiales para cultivar determinadas bacterias o que el paciente hubiera recibido anteriormente antibióticos que no curaron la infección pero que redujeron la cantidad de bacterias lo suficiente como para ocultar su presencia. Todavía cabe otra posibilidad, y es que no se trate de una endocarditis sino de alguna otra enfermedad con síntomas similares, como un tumor.
Prevención y tratamiento
A los pacientes con anormalidades de las válvulas del corazón, con válvulas artificiales o con defectos congénitos, se les administran antibióticos a título preventivo antes de procedimientos dentales o quirúrgicos. Por ello, los dentistas y los cirujanos deben saber si una persona ha tenido algún problema valvular.
Aunque el riesgo de que aparezca una endocarditis no es muy alto en el curso de un procedimiento quirúrgico y los antibióticos administrados de manera preventiva no son siempre eficaces, las consecuencias son tan graves que, generalmente, el médico recomienda la administración de antibióticos, como medida de precaución, antes de la aplicación de estos procedimientos.
El tratamiento casi siempre requiere el ingreso en un hospital porque la administración de altas dosis de antibióticos intravenosos debe hacerse al menos durante dos semanas. Los antibióticos solos no siempre curan una infección en una válvula artificial. Por ello, en ocasiones se precisa recurrir a la cirugía cardíaca con el fin de reparar o reemplazar las válvulas lesionadas y eliminar las vegetaciones.
Endocarditis no infecciosa
La endocarditis no infecciosa es una enfermedad que se caracteriza por la formación de coágulos de sangre en las válvulas lesionadas.
El riesgo de padecer esta enfermedad aumenta en las personas con lupus eritematoso sistémico (una enfermedad del sistema inmunitario), cáncer de pulmón, estómago o páncreas, tuberculosis, neumonía, infección ósea o enfermedades que causan una notable pérdida de peso. Al igual que sucede en la endocarditis infecciosa, las válvulas del corazón pueden dejar escapar sangre o bien abrirse incorrectamente. Existe un alto riesgo de que un émbolo cause un ictus o un infarto de miocardio. Aunque a veces se administran fármacos para prevenir la formación de los trombos, los estudios realizados todavía no han confirmado que esto sea realmente beneficioso.
2007-01-17 09:18:18
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answer #7
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answered by Anonymous
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