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2006-12-15 20:31:00 · 5 respuestas · pregunta de Anonymous en Salud Otros - Salud

5 respuestas

El mejillon cebra.
En menos de un año, el mejillón cebra (Dreissena polymorpha) se ha extendido como una alfombra densísima por al menos 70 kilómetros del curso del río Ebro, desde el embalse de Ribarroja (a caballo entre Aragón y Cataluña) hasta las inmediaciones del Delta, sin que hasta ahora se haya podido dar con la forma de erradicarlo, o al menos frenar su proliferación. El Plan Hidrológico Nacional amenaza con expandir esta plaga hacia otras cuencas del este y sur de la Península, arrastrando así los enormes problemas económicos y ambientales que conlleva.



El mejillón cebra es un molusco proveniente del mar Negro, que ha llegado hasta diferentes regiones de Europa y América, a través de la navegación. Al ocupar zonas donde no existían especies con características ecológicas similares, el invasor se halla libre de depredadores, parásitos o competidores, y gracias a su prodigiosa capacidad de multiplicación se extiende sin control. Las especies autóctonas que nunca han tenido que enfrentarse al mejillón cebra, se encuentran indefensas ante esta peligrosa plaga.



Los medios de dispersión del mejillón cebra, cuyo nombre científico es Dreissena polymorpha, han sido varios. Esta especie comenzó a extenderse por Europa adherida a las embarcaciones o a los aparejos mal limpiados. Así, a lo largo de un siglo y medio, su dispersión llegó hasta puntos tan dispares como los canales ingleses y los lagos prealpinos italianos.



Tras terminar la Guerra Fría, Estados Unidos y Canadá comenzaron a comerciar con la Unión Soviética. La URSS cargaba sus grandes buques con el agua de estuarios para compensar el lastre y los vaciaba en los Grandes Lagos, para a continuación, volverlos a cargar, esta vez con trigo. Como resultado se produjo un movimiento de millones de toneladas de agua de procedencia póntica, cargada de nuevas especies para el continente americano. Una de estas especies (ya son más de trescientas establecidas) fue el mejillón cebra, que llegó allí en 1984; tras un periodo de colonización relativamente lenta, siguió una fase explosiva, que aún se mantiene y que ha causado la infestación de prácticamente toda la mitad oriental de Norteamérica.s



La Península Ibérica se había mantenido hasta ahora a salvo de esta invasión. Hubo una colonización incipiente en el Llobregat en 1983, pero las inundaciones catastróficas de aquel año acabaron con la pequeña colonia que se empezaba a desarrollar. Aún sin tener esta especie viviendo en España, se sabía que representaba un peliggro potencial de primer orden. De hecho, la propuesta del trasvase de aguas del Ródano a Cataluña tuvo ya en sus inicios como una de las principales objeciones la contaminación biológica por el mejillón cebra. Curiosamente, entonces hubo un responsable político que alegó que el tema no sería tan grave, pues él jamás había oído hablar de nada parecido a un mejillón de agua dulce.



El primer hallazgo en el Ebro tuvo lugar a principios de verano del año pasado, cuando un chico pescando, lo encontró y lo llevó al Grupo de Natura Freixe. Gracias a una financiación de urgencia por parte del Ministerio de Medio Ambiente, se pudo realizar una prospección intensiva de todo el cauce afectado. Del informe resultante se desprende que la invasión es ciertamente grave, que su origen está en el embalse de Ribarroja, y que el futuro es más que preocupante. Como reconoce Pere Josep Jiménez, presidente del citado grup, “actualmente este molusco es ya una plaga imparable en el Ebro”. Es de justicia dar crédito a las autoridades autonómicas y comarcales, que desde el primer momento se han comprometido también en las labores de seguimiento y posible control de esta invasión biológica; sin embargo, el problema es de una magnitud tal que desborda la capacidad de dichas instituciones.



Ahora bien, no siempre las autoridades competentes han puesto el celo necesario para proteger nuestros ríos. La llegada del mejillón cebra parece un claro caso de negligencia: la pesca deportiva, con gran actividad por parte de aficionados centroeuropeos en los embalses de Ribarroja y Mequinenza, ha sido con toda probabilidad el vector de esta introducción. De hecho, ésta misma ha sido la causa de que al Ebro hayan llegado otras especies exóticas que se han mostrado especialmente problemáticas. Es el caso, por ejemplo, del siluro, un enorme pez depredador procedente del Danubio, que en el Ebro ha hallado un hábitat favorable, para desgracia de todas las especies de peces autóctonos. La irresponsable gestión de la pesca fluvial ibérica favorece que las especies exóticas proliferen rápidamente al ser utilizadas como trofeo de pesca (soltándolas directamente a los ríos), como cebo barato o, como parece ser en este caso, como fruto del descuido o ignorancia del grave problema, adheridos a las cubiertas de los barcos o a las redes, que pasan de un cauce a otro sin ningún tipo de cuidado.



Ese es precisamente el punto donde, hoy por hoy, parece más efectivo y razonable actuar. Así, tras un año de presencia constatada del mejillón cebra, la Confederación Hidrográfica del Ebro ha redactado una normativa de navegación. Hasta ahora, cualquier turista o pescador ha podido pasearse por todos los tramos navegables fluviales de nuestro país, pudiendo esparcir la plaga sin saberlo. Y la limpieza de los cascos y aparejos no asegura una impermeabilidad total para una especie capaz de resistir varios días fuera del agua y cambios brutales en las condiciones ambientales.



La labor de las náyades (los grandes bivalvos autóctonos de nuestros ríos) es muy beneficiosa pues filtran el agua, ayudando a la limpieza del cauce, al depositar las partículas de materia orgánica en suspensión en el fondo acuático. Pero en el caso de una plaga por el mejillón cebra, éste deposita el alimento para el resto de las especies en el fondo, donde se pudre agotando el oxígeno. Se crea así una situación que produce la asfixia del lecho del río, y la cascada de desajustes ecológicos que se desata entonces puede ocasionar mortalidades masivas entre la fauna fluvial. Ante semejante desastre, no resultaría en absoluto recomensable emprender actuaciones improvisadas o espontáneas para intentar controlar alguno de los síntomas del problema. De momento, la causa de todos estos problemas no tiene aún método conocido de control, lo que justifica plenamente los proyectos de investigación que un puñado de biólogos están llevando a cabo en este tramo del Ebro, con mucho más tesón que medios, y con bastante menos apoyo del que la situación requiere.



El meandro de Flix es un tramo del Ebro muy afectado por el mejillón cebra y en el que se pueden ver sus estragos tras sólo un año de invasión: donde las aguas eran verduzcas y opacas (lo natural en un río grande), hay ahora aguas cristalinas donde el fondo, a varios metros de profundidad, es fácilmente visible. Al no haber partículas en suspensión, los rayos de sol pueden penetrar fácilmente, produciéndose como resultado una gran proliferación de algas y plantas que forman enormes masas por donde atravesar el cauce en embarcación es realmente difícil. Allí donde la deposición de materia orgánica ha sido especialmente intensa, se han registrado crecimientos espectaculares de cianofíceas tóxicas, seguramente responsables de las mortalidades masivas de peces que se han detectado en esta parte del río. La pérdida de flora y fauna autóctona, mucha ya en peligro de extinción, se da por todo el curso inferior del Ebro.



El mejillón cebra se extiende hasta Bítem, en una longitud total de 70 km del río Ebro. A 25km aguas arriba de Flix, un muestreo reciente contó más de 40.000 ejemplares por metro cuadrado: una verdadera “mejillonera”. Teniendo en cuenta que cada mejillón cebra puede llegar a medir hasta 2cm, obtenemos una masa que ocupa un enorme volumen para una superficie de tan solo un metro cuadrado. El resultado del paso de esta plaga por nuestras aguas es desolador. El Dr. Cristian R. Altaba, especialista en bivalvos de agua dulce que ha coordinado los trabajos en el Ebro sobre el mejillón cebra y otras especies, asegura que “en términos ambientales, constituye una amenaza muy importante, ya que puede catalizar la desaparición de muchas especies y está causando la alteración radical de las condiciones del ecosistema fluvial, para perjuicio tanto del medio ambiente como de los bolsillos de todos”.



En efecto, el mejillón cebra ha llegado a constituir un problema tal, que no sólo hace peligrar las condiciones ambientales, sino que las económicas ya se encuentran en serios apuros. Este es el caso del pueblo de Flix, una localidad claramente industrial: la mayoría de sus habitantes vive de la central hidroeléctrica de Endesa, o de la planta química Erquimia. Además, a 6km está la central nuclear de Ascó. Todas ellas necesitan del Ebro para su funcionamiento: en el caso de las centrales, utilizan el agua para su sistema de refrigeración; en el de la química, para producir la electrólisis de la sal y producir hipoclorito sódico, entre otras cosas, que luego comercializan. Todas estas empresas, por tanto, tienen canales y sistemas de tubería de recogida y suelta de agua fluvial. Pues bien, el mejillón cebra se encuentra en unas densidades tales, que es capaz de taponar rejillas, compuertas, cadenas, tuberías y canales utilizados por la industria para captar y verter aguas al río. El biólogo Miguel Ángel López, nacido junto al río y dedicado en cuerpo y alma al estudio ecológico de sus bivalvos, señala que “el río Ebro ya ha sufrido demasiados impactos, esta invasión es la gota que colma el vaso y la gente pide soluciones para un problema que nos supera a todos.”



La hidroeléctrica de Flix ha contratado a una empresa que con maquinaria succionadora y un sistema de buzos, termina con los mejillones instalados en las infraestructuras. Este proceso de limpieza duró unos 90 días, pero al finalizar esta operación ya se vio que las primeras rejillas en ser limpiadas, situadas a 30 metros de profundidad, ya comenzaban a acusar una colonización masiva. Este tipo de tratamientos constituye una solución puntal y temporal, que en ningún caso comporta la eliminación del problema del río. Y tampoco es asequible para todos los usuarios del agua del Ebro. Recordemos que en EEUU anualmente se suman 5000 millones de dólares en pérdidas.



Llevar a cabo el proyectado Plan Hidrológico, que implica el trasvase del Ebro a los ríos y cuencas del sur de España, produciría una inevitable expansión del problema que ahora tienen las fábricas del norte. Dado que los problemas ambientales que este plan comporta no tienen excesiva repercusión en la sensibilidad del actual gobierno, habrán de mostrarse los económicos que seguro se expandirán por toda la península, de llevarse a cabo el Plan Hidrológico. Las grandes compañías seguramente podrán hacer frente a esta amenazante plaga, aunque no saldrán tampoco bien paradas y tendrán enormes pérdidas; pero las pequeñas empresas, y especialmente los pequeños agricultores, no podrán afrontar un problema económico de estas dimensiones.



Existen muy pocos estudios del Ebro como ecosistema. El proyecto de trasvase del Ebro no ha evaluado aún los daños ingentes que esta plaga producirá si llega a otros ríos, y las constructoras tendrían que decir algo sobre ello en sus evaluaciones de impacto ambiental. Por desgracia, desconocemos todavía muchos detalles de la repercusión del mejillón cebra en la Península. Lo que sí parece seguro es que la conexión entre cuencas, tal y como ya ocurrió en casi toda Europa y Norteamérica, favorecería su propagación a gran velocidad y sin barrera alguna. Los agricultores deben ser cuanto menos informados de cómo se verán afectados: si sus conductos y tuberías para el riego quedarán inservibles al estar rellenos de mejillones en su interior, sin que una sola gota caiga en sus nuevas tierras de regadío. El mejillón cebra es quizás el argumento más poderoso y objetivo que existe hoy en día para no tocar ni una gota del Ebro, pues por desgracia el agua de este río está biológicamente contaminada.

2006-12-15 21:36:06 · answer #1 · answered by Anonymous · 29 0

Por que se alimentan de los desagües y demas desechos toxicos...

2006-12-15 21:00:25 · answer #2 · answered by ♠Dyan♠ 6 · 1 0

NO SE

2006-12-16 00:21:55 · answer #3 · answered by marimar flor 3 · 0 0

no tengo idea solo los he visto en reportajes del rio ebro por tarragona onde producen averias pegados en hierros y otros objetos dando un mal sabor de vista pues son pequeños y muy juntos igual que los que cuando vas a la playa y sacas mejillones a puñados los sacas con escoria propia.

2006-12-15 21:36:24 · answer #4 · answered by Anonymous · 0 0

los estudios realizados asi lo aconsejan.

2006-12-15 20:38:26 · answer #5 · answered by chichino 6 · 0 0

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