Floripondio
Datos generales / Origen / Denominaciones / Química / Identificación / Composición /
Formas de adulteración / Farmacología / Mecanismos de acción y formas de empleo / Usos terapéuticos / Dosificación / Efectos fisiológicos y psicológicos / Potencial de dependencia /
¿Qué hacer en caso de emergencia?
Hechos interesantes / Régimen legal actual / Los usos andinos del floripondio / No siempre es fácil obtener una audiencia con los dioses / El borrachero hace que los payés se vuelvan locos / Receta para hacer una infusión o té de floripondio blanco / Alarmantes casos de intoxicación de adolescentes con floripondio / Relato de un malviaje con floripondio / Tratamiento médico para intoxicaciones con escopolamina
Mi experiencia personal
Fuentes de consulta
DATOS GENERALES
Origen
Estrechamente relacionadas con la Datura (ver toloache), las especies de Brugamsia son arborescentes y están diseminadas por toda América Latina y Europa.
Sus variedades conocidas son: arborea, suaveolens, insignis, aurea y sanguina. Las especies aurea, suaveolens y arborea se conocen como floripondios en México, yas o borrachero en algunas regiones de Centroamérica y estramonios en España donde incluso se venden en invernaderos y a través de catálogos por correo.
Aunque Shultes y Hofman afirman que son nativas de América del Sur y "se sospecha que todas son cultivadas pues se desconocen en estado silvestre" (18), en México son bastante comunes. Yo he visto una sanguinea silvestre en el estado de México y varias aurea en el estado de Morelos creciendo en lotes baldíos además de en los jardines de varias casas.
Imagen escaneada de un catálogo de flores que se venden contrareembolso en España
Todas las especies son biológicamente complejas y han sido utilizadas como alucinógenos desde tiempos inmemoriales, principalmente en los Andes y en el Amazonas donde reciben el nombre de toá. Se sabe poco sobre sus usos antes de la Conquista, no obstante, hay algunas referencias como la del científico francés La Condamine, quien menciona su uso entre los omaguas del río Marañón. Los exploradores Von Humboldt y Bonpland también hacen referencia a la tonga hecha con Brugmasia sanguínea que usaban los sacerdotes del Templo del Sol en Sogmosa, Colombia.
QUÍMICA
Identificación
Imagen escaneada de un catálogo de flores que se venden contrareembolso en España
Floripondios o estramonios
Todas las variedades de Brugamsia crecen en regiones húmedas. La especie más difundida es la aurea con flores amarillas o más comúnmente con flores blancas. Es un árbol pequeño que llega a medir hasta 4 metros de altura, con hojas oblongo elípticas finamente bellosas. Las características flores alargadas e inclinadas hacia abajo pueden medir entre 18 y 23 centímetros de largo y son muy aromáticas, principalmente por las noches
Composición
Las Brugamsias pertenecen a la familia de las solanáceas y contienen los mismos alcaloides que las Daturas: escopolamina, hioscamina, atropina y los variados alcaloides del grupo tropano, tales como norescopolamina, aposcopolamina, metelodina, etc.
La escopolamina es la que aparece en mayor proporción.
Las hojas, los tallos y las flores contienen un 0.3% de alcaloides, de los cuales el 80% es escopolamina.
Formas de adulteración
No existen.
FARMACOLOGÍA
Mecanismo de acción y formas de empleo
Las flores de Brugamsia se ingieren preparadas en tés. Sus efectos comienzan entre los 15 y los 30 minutos y duran hasta 72, aunque cada vez con menor intensidad. La escopolamina que contiene esta planta es un agente anticolinérgico que actúa bloqueando los receptores colinérgicos en el cerebro. En función de ello se deprimen los impulsos de las terminales nerviosas o, si la dosis ha sido elevada, se estimulan y posteriormente se deprimen.
Usos terapéuticos
Según reporta Richard Heffern en su libro Secrets of the mind-altering plants of Mexico (12), el floripondio se usa de una manera muy similar al toloache. Se aplica externamente como un amplaste caliente para aliviar el dolor de huesos fracturados y otras heridas superficiales. También se usa por sus propiedades narcóticas, colocando flores debajo de la almohada para inducir el sueño.
Dosificación
La dosis letal de la escopolamina se halla alrededor de los 100 mg. No se conoce la dosificación exacta que pueda contener una infusión de floripondio. Normalmente se prepara una dosis moderada con una flor; dos a tres flores serían una dosis alta, y cantidades mayores pueden resultar peligrosas ya que la dosis activa de la escopolamina es muy cercana a su dosis letal.
Efectos psicológicos y fisiológicos
Sobre la escopolamina se sabe que no es un visionario como pueden serlo el LSD o la mezcalina, sino un auténtico alucinógeno. Las alucinaciones no son sólo visuales, sino también auditivas e incluso táctiles. Parecen tan reales que a menudo se pierde el contacto con la realidad por completo y un observador externo puede ver al sujeto intoxicado sosteniendo conversaciones incoherentes con personas inexistentes o realizando acciones totalmente fuera de contexto.
A nivel físico la escopolamina provoca disminución de secreción glandular, la producción de saliva se suspende produciendo sequedad de boca, sed, dificultad para deglutir y hablar, pupilas dilatadas con reacción lenta a la luz, visión borrosa para objetos cercanos e incluso puede llegar a producirse una ceguera transitoria; taquicardia acompañada, a veces, de hipertensión, enrojecimiento de la piel por vasodilatación cutánea y disminución de la sudoración, e hipertermia que puede llegar hasta 42°C.
Potencial de dependencia
La escopolamina no provoca tolerancia ni adicción física o psicológica. Su retiro no supone síndrome abstinencial alguno.
¿Qué hacer en caso de emergencia?
La intoxicación con floripondio es muy peligrosa, ocasiona vómitos, arritmias cardíacas, taquicardia severa, fibrilación, insuficiencia respiratoria, colapso vascular, convulsiones y en casos fatales coma y muerte. Ante cualquier sospecha debe aplicarse un lavado gástrico y debe tratarse al paciente con carbón activado o con un inhibidor de la colinesterasa como la fisostigmina, por lo que debe considerarse como urgencia médica.
En caso de malviaje hay que tranquilizar a la persona, aunque es poco probable poder entablar una comunicación coherente con ella. Lo mejor es cuidarla para que no se lastime mientras dura el efecto y solicitar atención médica si se presenta algún otro síntoma físico distinto a los aquí descritos.
HECHOS INTERESANTES
Régimen legal actual
El cultivo del floripondio es legal y puede comerciarse libremente; de hecho es relativamente fácil hallarlo en invernaderos especializados.
Los usos andinos del floripondio
Juan José García Piñeiro en su libro En busca de las plantas sagradas (9), cuenta que algunos chamanes peruanos que trabajan con la ayahuasca también lo hacen con el floripondio, aunque lo más común es que se especialicen en una sola planta pues consideran peligroso hacer lo contrario.
Dice también que los que se especializan en esta planta, los "floripondieros" viven una vida considerablemente más corta que los otros.
Se sabe que los gumbianos del sur de Colombia las llamaban flores de yas y decían de ellas:
Qué placentero es el perfume de las flores largas y acampanadas del yas cuando uno las huele por la tarde… Pero el árbol tiene un espíritu en forma de águila que llega con el viento y luego desaparece… El espíritu es tan malo, que si una persona se queda al pie del árbol, olvidará todo, sintiéndose como si estuviera en alas del espíritu del yas... Si es una mujer, al descansar a la sombra del árbol soñará con los hombres de la tribu de los paez, luego, una figura será depositada en su vientre y nacerá seis meses después como semilla del árbol. (18)
No siempre es fácil obtener una audiencia con los dioses
En Plantas de los Dioses, Hofmann y Shultes aseguran que, a pesar de su belleza, las flores de Brugamsia ocasionan dificultades. Para ellos también son plantas de los dioses, pero no como el peyote, los hongos y la ayahuasca "que son regalos más agradables". Desde su perspectiva, sus efectos "poderosos y molestos, con periodos de violencia e incluso de enfermedad temporal, así como los males que siguen a su ingestión, contribuyen a situarla en un lugar de segunda categoría". Terminan su diagnóstico diciendo que los dioses no siempre se esfuerzan por hacer la vida fácil y estas flores "son un regalo perenne que recuerda que no siempre es fácil tener una audiencia con los dioses." (18)
El borrachero hace que los payés se vuelvan locos
En colaboración con Robert F. Raffauf, Richard Evan Shultes publicó en Colombia otro libro sobre los médicos tradicionales de la Amazonía colomiana, sus plantas y sus rituales, cuyo título es El bejuco del alma. A diferencia del libro anterio, éste es un libro básicamente fotográfico con algunos textos descriptivos muy breves y citas de otros autores. Las fotografías son un excelente testimonio antropológico y botánico de personas y plantas que por desgracia cada día son menos comunes debido a la invasión de la "civilización" en esos territorios.
Según se informa en alguno de los textos, en la Amazonía colombriana llaman borrachero al floripondio y dicen que los payés (chamanes de la etnia de los kamsá) lo utilizan con precaución por el respeto que les causa su poderoso espíritu..
He aquí el contenido de dos páginas del libro que hacen referencia a la planta y a sus alcaloides:
Imagen escaneada del libro
En la medida en que el chamán debe tener trances frecuentes, no le gusta emplear Datura... porque se cree que el poder de la planta es tal que su uso reiterado puede producir la locura. M.J. Harner (1973)
Un borrachero importante (Brugmansia suaveolens) de las tierras bajas calientes
Pepino, Macoa, Putumayo
Entre los indios inganos y sionas de las tierras bajs del Putumayo, la Brugmansia suaveolens (antes conocida como Datura suaveolens) todavía se usa como medicina y como narcótico. También se añade a otras drogas de la región, v. gr. Banisteriopsis caapi.
La Brugmansia suaveolens es la única especie del género que crece bien en las calientes tierras bajas. Consecuentemente es muy usada en las regiones amazónicas y a lo largo de los ríso de las tierras bajas del sur de Colombia y de Ecuador. (21)
Cristales de escopolamina
Aislados de una especie de Brugmansia
El componente alucinógeno más activo de varias plantas solanáceas usadas en la A,azonía occidental es la escopolamina. Aparece, junto con la atropina, en diversas especies de Brugmansia, Methysticodendron y posiblemente de otras de la misma familia.
Plantas que contienen estos alcaloides también se han usado por siglos en otras partes del mundo; los mismos alcaloides se hen empleado en la medicina moderna por más de cien años. (21)
Imagen escaneada del libro
Además de otros síntomas desagradables, estas solanáceas y sus elementos activos, especialmente la atropina y la escopolamina, dan origen a alucinaciones y a ilusiones visuales, del oído y del gusto... Ellas no son agradables, sino por el contrario, de una clase aterradora y angustiosa. L. Lewin (1931)
Receta de para hacer una infusión o té de floripondio blanco para dos personas:
Debido a que muchas personas que leyeron mi experiencia me preguntan cómo hacer la infusión de floripondio, aquí les comparto paso a paso la receta que seguimos mis amigos y yo:
Hervir un litro de agua y cuando esté hirviendo, poner 5 ó 6 flores frescas de Brugamsia aurea (blancas de preferencia) y dejar que hiervan junto con el agua cinco minutos más. Cuando esté lista la infusión, retirarla del fuego y dejar enfriar un poco. Se puede beber fría o caliente. Al terminar de beber el líquido se recomienda comer UNA flor por persona y tirar el resto de las flores.
Cuatro advertencias súper importantes:
1. NUNCA utilices más flores de las que aquí se recomiendan (máximo 3 por persona). Es preferible que NO te haga efecto a que te arriesgues a una sobredosis, ya que la dosis activa de escopolamina es bastante cercana a su dosis letal. La concentración de alcaloides (escopolamina) es diferente en las distintas variedades de la Brugamsia, y también depende de los ciclos naturales de la luna (en luna llena, por ejemplo, las flores están más concentradas). Por eso es que si has seguido la receta anterior al pie de la letra y no te hace efecto, es mejor que pruebes a hacerla otro día, cuando la luna esté en otra posición o con flores de otra planta.
2. Recuerda que los efectos duran casi TRES días. El primero de ellos con mayor intensidad en los cambios perceptuales, pero los siguientes dos días, aún estarás de viaje... Tendrás verdaderas alucinaciones (verás, escucharás e incluso podrás oler, cosas que no están en el mundo físico donde se encuentra tu cuerpo). Y tu visión física se verá afectada. De hecho, durante días verás las cosas borrosas, así es que NO CONDUZCAS hasta que recuperes tu visión por completo.
3. Por eso es que debes tener el máximo cuidado, teniendo la precausión de contar por lo menos con un amigo que NO tome y pueda vigilarte; y teniendo la sensatez de realizar la experiencia cuando tengas por lo menos unos cinco o seis días libres de responsabilidades, o sea, cuando no tengas que ir a la escuela o a trabajar y no tengas preocupaciones importantes.
4. Procura hacer algún ritual personal antes de tomar esta potente bebida y ponte en las manos de la divinidad, tal como tú la concibas, para que te proteja y te guíe durante toda la experiencia.
Por favor, antes de escribirme para preguntarme algo sobre el floripondio, ten en cuenta que realmente no existe manera de acortar los efectos y ten en cuenta que yo no soy farmacóloga, ni botánica y por lo tanto no sé cuáles son las dosificaciones exactas de cualquier tipo de Brugmancia en cualquier momento del año, lo cual varía muchísimo… Yo sólo puedo hablar de lo que fue mi experiencia, las dosis que yo tomé, la forma en que lo preparamos mis amigos y yo y eso es todo… no puedo arriesgarme a recomendar variaciones con una planta tan peligrosa poniendo en riesgo la salud de otros.
Alarmantes casos de intoxicación con floripondio en adolescentes
Resulta que a principios del 2006 un señor argentino, llamado Teodorico Hildebrandt, me escribió el siguiente mensaje:
Remitente: Teodorico Hildebrandt
Destinatario: infodrogas@mind-surf.net
Fecha: domingo, 15 de enero de 2006, 14:36:13
Asunto: Peligroso
=================Texto del mensaje original===============
Señora Karina Malpica
No sé realmente cómo conceptuar su página, a raíz de lo que ha sucedido aquí en General Roca, Río Negro, Argentina. Por favor, le pido que lea esta nota que aparecerá en el matutino “Río Negro”, de esta ciudad de Roca, el 22 del corriente.
Considero que no se gana nada ocultando la información, pero Internet es un arma de doble filo, especialmente es peligroso para jóvenes inexpertos y sin el necesario apoyo familiar.
Creo también que usted hace una apología del consumo de esta planta, lo que seguramente ha sido un atractivo adicional para estos adolescentes.
=====================
Nuestro “floripondio”, bellas flores y peligrosa
La de hoy más parece una página dedicada a la medicina, pero es que esta planta es tentadoramente hermosa y puede resultar fatal.
En ocasiones anteriores hemos analizado el tema de las plantas que parecen ser inofensivas, pero que pueden entrañar un grave riesgo para personas desinformadas, especialmente niños y adolescentes.
Una de ellas es la conocida como “floripondio”, una herbácea que por el frío en nuestra región se comporta como anual pero rebrota todos los años y de “yapa” produce gran cantidad de semillas que, con una ligera lluvia primaveral, germinan con suma facilidad y posteriormente se las arreglan con muy poca agua para seguir su desarrollo, florecer y semillar.
En recuadro cito las especies de Datura y su familia “hermana” Brugmansia, más comunes en nuestro país, con flores espectaculares por su colorido, tamaño y hasta perfume. De todas ellas, Datura metel (nuestro “floripondio”) y Datura ferox (“chamico”) son las únicas que logran semillar, ya que a las demás no les alcanza el ciclo vegetativo para ello.
Una carta de lectores, enviada por una persona de mi entera confianza, me puso sobre alerta. También me sugirió que haga una nota al respecto, para que los padres estén sobre aviso del peligro que significa su cultivo en jardines o espacios públicos y el acceso irrestricto a Internet.
Un grupo de adolescentes, entre 14 y 15 años, encontró una planta de Datura metel y se prepararon un té. Las consecuencias fueron que tuvieron que ser hospitalizados, uno de ellos aparentemente en estado grave.
“Le pido que incluya el tema de esta planta alucinógena en sus notas. Según me comentó un padre (vecino), su hijo encontró la receta en internet (es lo que él sospecha) y en el hospital le dijeron que es alto el porcentaje de personas que llegan intoxicados con el “floripondio”. Uno de los padres insistió en que el tema es "popular" entre los jóvenes, que hubo muchos casos anteriormente y que muchos no saben nada de la planta y su peligro por ingestión.
Por suerte están todos bien, después de tres o cuatro días con los efectos de este alucinógeno.
El padre agradece que el municipio haya sacado la planta, pero que él retiró unas plantitas, unos brotes, que habían quedado en el cantero de Neuquén y Nueve de Julio, aquí en Roca.” […]
Por mi parte, agrego que me ha sido sumamente sencillo encontrar un informe exhaustivo sobre este alucinógeno, usado por los “chamanes”, por lo que no me extraña que estos pibes (y otros) también hayan leído las recetas … lástima que su condición de “adoles-centes” los llevó a realizar la experiencia, con riesgo para sus vidas.
Teodorico Hildebrandt
Fuente:http://www.mind-surf.net/drogas/floripondio.htm (una investigación de Karina Malpica). Esta es la página que visitaron los intoxicados. Abrala y se va a asombrar.
==============Fin del texto del mensaje original===========
En realidad me impactómucho pensar en chicos de 14 ó 15 años hospitalizados porque al leer un relato de qué bien me fue a mí en mi viaje, quisieran imitarme y las cosas les salieran mal, por imprudencia, por no seguir las advertencias al pie de la letra, por ser hipersensibles a la escopolamina o por lo que sea… La cuestión es que el floripondio no es como la marihuana, donde lo peor que puede pasarte es un malviaje; con el floripondio lo peor que puede pasarte es que te mueras…
Entonces enfrenté un grave dilema: si dejo la información en esta web, presuntamente estoy incitando a los chicos imprudentes a arriesgar sus vidas; y si la quito, quizá estoy privándoles de la información que necesitan esos mismos chicos imprudentes u otros que de cualquier forma se han enterado de la existencia del floripondio, como yo, y de todos modos lo piensan probar, sin información alguna, como hice yo…
De hecho hay algunas cosas que probé y que no consigné en esta web porque realmente me parecieron peligrosas y nada dignas de ser experimentadas. Por ejemplo unas gotas que mis amigas y yo nos metimos por la nariz. A una de mis amigas que las usó tres veces le ocasionaron problemas permanentes de visión y a mí (por primera y única vez en mi vida) me hicieron perder la conciencia completamente durante un par de horas, en las cuales mis amigas me dicen que yo estuve normal, sin hablar, pero tranquila, aunque yo no me acuerdo absolutamente de nada. Drogas como esas decidí ni siquiera mencionarlas en mi web ya que con lo que hay, que es suficiente conocido, da para muchas horas de investigación a los que deciden explorar las drogas.
Con el floripondio estuve pensando mucho si incluirlo o no incluirlo, porque dentro de todo, yo disfruté mucho la mayor parte de mis tres días bajo sus efectos.
Finalmente decidí ponerlo precisamente porque es muy abundante y muy peligroso y pensé que más valía tener la información a la mano.
El mensaje del argentino, en realidad fue como la última gota que derramó el vaso, ya que antes había recibido muchísimos otros mensajes de gente haciéndome algún tipo de pregunta sobre el floripondio. Muchos querían probarlo pero que no les durara tres días el efecto y me preguntaban cómo acortarlo; otros me comentaban que ya lo habían probado y no les había hecho efecto en la dosis que yo ponía como segura y me preguntaban hasta qué punto podían aumentar el número de flores para volver a probarlo…
A los primeros los desalentaba completamente a probarlo ya que no hay una dosis menor que la activa y la activa dura los tres días. O sea que realmente no existe manera de acortar los efectos. Y a los otros no les contestaba porque simplemente no soy farmacóloga, ni botánica y no sé cuáles son las dosificaciones exactas de cualquier tipo de Brugmancia en cualquier momento del año, lo cual varía muchísimo… Yo sólo puedo hablar de lo que fue mi experiencia, las dosis que yo tomé, la forma en que lo preparamos y ya… no puedo arriesgarme a recomendar variaciones con una planta tan peligrosa poniendo en riesgo la salud de otros.
Por eso es que, tras leer el mensaje del argentino, finalmente decidí quitar la página del floripondio y le escribí lo siguiente:
Remitente: Drogas
Destinatario: "Teodorico Hildebrandt"
Fecha: viernes, 17 de febrero de 2006, 15:26:33
Asunto: Peligroso
=================Texto del mensaje original===============
Estimado Teodorico,
Le agradezco que me haya enviado esa nota de prensa. Ha sido determinante para ayudarme a tomar la decisión de retirar la página del floripondio ya que tenía sentimientos encontrados al respecto. Supongo que tardará un tiempo que deje de aparecer en el caché de los buscadores, pero en fin… Espero que ya no haya más ingresos en Argentina debido a mi "apología" del floripondio.
Reciba un abrazo y mucha paz.
—
Karina Malpica
www.mind-surf.net/drogas
==============Fin del texto del mensaje original===========
A raíz de haber retirado la página, el resultado fue que me llegaron más consultas que nunca acerca del floripondio… Estas son las últimas cinco:
1. hola, me encanta tu pagina y tu forma de ver las cosas [..] bueno te comento mi duda, que es la siguiente: el te de floripondio da sueño y sensasion de malestar,¿es dañino o negativo dormirse bajo los efectos del te de floripondio? ¿podria morirme o pasar al coma por dormir despues de haber tomado te de floripondio? desde ya muchas gracias
2. hola Karina….cómo te va?…te habla fabián..quisiera que por favor me suministraras mas informacion con respecto al floripondio..o campanita…..puesto que tengo unas ganas de tomar su té…ya he leido un articulo de una lectora..pero no pude ver tu experiencia…soy de venezuela y aqui las personas que la han probado me dicen que es muy fuerte y que es mejor no probarla..pero por lo que se ellos abusaron con la dosis..jeje…si me pudieras suministar mas informacion del tema te lo agradeceria…
3. hola karina mi nombre es juan , con una amiga en tres o cuatro dias vamos a probar el te de floripondio , por lo que nos dijieron es mejor tener a alguien al cuidado de uno mientras esta bajo los efectos ? otra pregunta que me importa muchisimo y es la razon de este mail es cuanto dura el efecto del te ? bueno por favor me gustaria que me contestes. muchas gracias.
4. Hola, te escribia para ver si me podias informar sobre la duracion del efecto alucionogeno producido al consumir esta infusion. Tambien cuales pueden ser las consecuencias en el caso de haber ingerido cantidades excesivas del té , y qué color debe tomar cuando ya este preparado. Y si es posible sobre las cantidades que no resulten nocivas pero que cumplan con su efecto alucinogeno siendo ésta la primera vez que una persona consume. Gracias por la antención. Julia
5. muchas muchas gracias karina por la respuesta tan rapida. perdona la insistencia pero este tema me revoluciona demasiado , tengo unas preguntitas mas , los efectos son tas fuertes que somos capazes de hacer cosas totalmente incoherentes y sacadas ? hay algo para bajar los efectos y/o tranquilizar a una persona que agarro un mal viaje ?(aparte de la contenmcion de amistades , me refiero a algo que se pueda consumir para bajar los efectos)y la ultima es en u litro de agua cuantas flores me recomendas que ponga ? cuando nos referismo a flores nos referimos a la flor entera no ? no a los petalos ?. bueno karina informame sobre estoy que estoy muy entusiasmado en hacer esta experiencia .
Pues bien, la cuestión como se ve aquí, es que a pesar de yo haber quitado la página del floripondio, siguió habiendo muchas personas dispuestas a probarlo. Seguramente muchísimos más que los pocos cautos que me pidieron información antes de lanzarse…
Primero opté por escribir un mensaje genérico que incluía respuestas a las preguntas que más se repetíany lo envié a quienes me solicitaban información sobre el floripondio, pero era cansado y tengo poco tiempo para responder mensajes, así es que pensé de nuevo en la conveniencia de subir otra vez la página del floripondio, quizá simplemente quitando la parte del relato de mi experiencia…
Como no estaba segura respecto a lo que sería mejor para todos, pedí la opinión de los lectores a través de mi blog. La gran mayoría de los comentarios me alentaron a dejar la página del floripondio. Es por eso que la colgué de nuevo y ahora puedes leerla.
Decidí dejar el relato de mi experiencia porque es un testimonio de que no toda la gente que consume un alucinógeno entra en un estado de psicosis; de que es posible llegar a darse cuenta de que uno está alucinando en el momento mismo de la alucinación; y de que incluso bajo los efectos de un alucinógeno es posible lograr un aprendizaje espiritual si uno está ya dentro de la senda espiritual.
También decidí añadir tres subtítulos, éste que estás leyendo y los dos que siguen, como forma de alertar a los "adolescentes inconscientes" y al público en general interesado en probar el floripondio acerca de los graves peligros que entraña esta popular y enigmática planta. Así es que, por favor, no te conviertas en una estadística más de los que ingresan al hospital por intoxicación. Sé prudente y mejor ni lo pruebes...
Y si a persar de mis consejos aún piensas hacerlo, documéntate bien, corrobora en otras fuentes la información que aquí has encontrado y no dejes de seguir las cuatro advertencias del apartado anterior.
Relato de un malviaje con floripondio de alguien que fue a parar al hospital
Este mensaje lo escribió en mi blog Ignacio, un amable lector que quiso opinar sobre la controversia anteriormente mencionada. Le agradezco mucho que haya compartido su experiencia aportando argumentos muy útiles que aquí compartimos:
Bueno la verdad es que coincido con que la informacion sobre el floripon que se encontraba en tu pagina, esta abordada como nunca habia visto antes. Te voy a contar un poco de mi historia, yo consumi esta planta cuando tenia 16 anos (ahora tengo 19), me base en la info dada por mi grupito o banda y decia asi (20 flores en un litro de agua y dejala hervir una hora hasta que queden dos tazas, y toma una de estas).
El resultado fue: a los 50 min de haberlo ingerido empese a sentir los pies como si fuera a pisar sobre un colchon, y enseguida me dieron muchas ganas de orinar mi cuerpo estaba adormecido como si estuviera muy ebrio, luego recuerdo que me vino un ataque de panico en el que senti que todos a mi alrededor no eran amigos y que estaba solo en esa casa, que me tenia que ir de ese lugar.
Hasta aqui las cosas no iban tan mal, luego estoy en mi casa mirandome a mi mismo en un espejo con una mirada tan distinta que no me reconoci y me asuste y rompi el espejo al caerme y tirar la cortina del banio, luego estoy en mi cuarto tocando mi guitarra con mis dos mejores amigos, y de pronto los dos desaparecen, y yo no puedo explicarme a donde fueron, entonces siento que la guitarra es muy suave y me doy cuenta que en realidads es una frazada (acolchado) , un tiempo mas tarde aaparece en mi casa un medico que me pregunta que ingeri y yo le contesto floripondio, pero fue hace mucho ya se me fue el efecto. Al otro dia o a los dos dias no se exactamente me despierto y encuentro a mi madre muy enojada preguntandome que habia consumido y yo le dije que no recordaba , al rato recorde y le dije floripondio. Entonces empezaron a contarme todo lo que habia pasado y yo no lo creia hasta que fui a la casa de unos amigos y me contaron algo mu similar a lo que habia dicho mi madre !
Entonces me senti confundido y empece a escuchar mi viaje. La historia es que luego de mis primeros efectos empece a deambular por la casa de un amigo y a tropesarme contra todo lo que habia adelante incluso paredes, entonces decidieron llevarme a mi casa, durante el camino yo reaccionaba violentamente, no hablaba y me orinaba encima. Cuando llegaron a mi casa no habia nadie y se quedaron todos conmigo , entonces llego mi hermano y me vio a mi parado hablando con dos figuras que habia en la pared (dos negros brasileros fumando pipas) y entonces me pregunto a mi que estaba haciendo y al darme vuelta mi mirada estaba completamente perdida, entonces decidio llamar a el medico, tambien aparecio su novia y yo la agarraba y le decia que tuviera cuidado con los lagartos, un rato despues cuando llego el medico yo habia recobrado la cordura pero fue momentaneo (momento que relato anteriormente) luego de esto que duro unas 12 horas consigo dormir y me despierto por momentos siguiendo alucinando hasta unos dos o tres dias despues.
En fin esta fue mi experiencia con el floripondio, que creo podria ser de otra manera si hubiera visto la pagina de Karina una semana antes de haberla descubierto por primera ves.
Sobre volver a consumirlo imaginan que tengo miedo, y al menos hoy no hay nada que me convenciera de lo contrario.
Comment by IGNACIO — 25June, 2006 @ 10:33 pm
Tratamiento médico recomendado en casos de intoxicación con escopolamina
El texto que sigue a continuación es parte de "INTOXICACION AGUDA POR BURUNDANGA" de la doctora Myriam Gutiérrez de Salazar, del Hospital San Juan de Dios. Es una Versión revisada del capítulo correspondiente en: Manual de Urgencias en Medicina Interna. Asociación Colombiana de Medicina Interna. Ediciones Acta Médica Colombiana.
Está tomado de las Guías de Actuación en Urgencias y Emergencias, que pueden encontrarse en esta dirección electrónica:www.aibarra.org/Guias/10-12.htm
Creo que es importante tener aquí esta información ya que puede salvar la vida de alguien en caso de emergencia, si por ejemplo un doctor busca en internet qué hacer con un adolescente ingresado que dice haber tomado un té de floripondio...
Conserve la vía aérea permeable y una adecuada oxigenación, hidratación, control de hipertermia con medios físicos (bolsas de hielo, compresas frías, etc.), acolchone la cama para evitar lesiones, y coloque catéter vesical. El cuarto debe estar a media luz para evitar estímulos hasta donde sea posible.
Es benéfico disminuir la absorción con lavado gástrico, preferible con carbón activado y catártico salino, lo cual debe iniciarse sin demora si el veneno se ha ingerido oralmente. Si se observa recuperación progresiva del paciente y mejoría satisfactoria del cuadro clínico, se continúa con medidas generales y observación permanente hasta darle de alta. Si presenta delirio y coma, causado por grandes dosis de tóxico, la fisostigmina (Antilirium), es el tratamiento indicado. Esta droga inhibidora de la acetilcolinesterasa, corrige los efectos centrales y los efectos periféricos.
Se consiguen ampollas de 1 mg en 5cc. La dosis tarapéutica es de 0.5 - 2.0 mg IV lentos en adultos. Si el diagnóstico es correcto, se observa una respuesta rápida (diagnóstico terapéutico). Como la fisostigmina se metaboliza rápidamente, el paciente puede caer otra vez en coma en una o dos horas, necesitando nuevas dosis.
Puede repetirse la dosis a los 15 minutos muy lentamente ya que si se aplica rápidamente produce convulsiones, salivación excesiva o vómito que obliga a suspenderla.
Está contraindicada su aplicación en hipotensión. Es una sustancia peligrosa por lo cual su uso debe limitarse en pacientes con manifestaciones anticolinérgicas severas.
El diazepam, es muy conveniente para la sedación y el control de convulsiones. Debe evitarse las grandes dosis porque la acción depresiva central puede coincidir con la depresión producida por el envenenamiento escopolamínico.
La neostigmina (prostigmine), sólo corrige los efectos periféricos pues no atraviesa la barrera hematoencefálica; en niños por la deficiencia fisiológica de dicha barrera, podría mejorar algunas manifestaciones centrales. Se consiguen en ampollas de 1.2000 y comprimidos de 15 mg. En niños no se usa y en adultos sólo si los efectos periféricos del tóxico son notorios. Se debe usar con precaución ya que puede desencadenar crisis asmática, hipotensión arterial o colapso circulatorio.
Vitamina C: es útil para aumentar la eliminación de los alcaloides por el mecanismo de acidificación de la orina. En dosis de 1 gr IV cada 8 ó 12 horas en adultos ó 200 mg/kg día dividido en tres dosis, en niños se mantiene el pH urinario en 4. Además si es necesario utilizar fisostigmina retarda su hidrólisis favoreciendo su acción a nivel central.
Las fenotiazinas no deben usarse porque su acción antimuscarínica puede intensificar la toxicidad. Hospitalizar según criterio médico.
MI EXPERIENCIA PERSONAL
El siguiente relato no sólo ilustra los efectos del floripondio, sino que ofrece un panorama sintético de la forma en que fui estructurando la investigación contenida en estas páginas y algunas situaciones personales por las que atravesé a mediados de 1999.
La primera vez que tomé floripondio fue en una situación imprevista. Me encontraba en un pueblo de Tepoztlán, Morelos, México con un grupo de amigos en una pequeña cabaña junto a las montañas. La tarde ya había caído, estábamos fumando mota y tocando tambores cuando G notó que un floripondio blanco (Brugamsia aurea) que había fuera de la cabaña, estaba cuajado de flores en ese momento y sugirió hacer una infusión. Éramos ocho personas y usamos 24 flores para la cocción. A, quien ya había experimentado los efectos del floripondio, nos advirtió que no nos preocupáramos porque nuestra visión iba a estar borrosa por lo menos dos o tres días después de la experiencia.
Nos sentamos en círculo, encendimos copal y bebimos de la misma taza siete de las ocho personas presentes hasta terminarnos toda la olla de la infusión. Al finalizar la última ronda, X me dio una flor para que me la comiera. Conversamos un poco y enseguida tuvimos deseos de salir.
Esta fotografía la tomé en Tepoztlán, México
El árbol del cual cortamos los floripondios
Recuerdo que perdí el equilibrio al incorporarme y caí, pero no me costó trabajo levantarme y caminar con los demás hacia un área despejada. Allí nos sentamos a observar las estrellas y comentar la inusual profundidad que parecía tener el cielo.
No me estaba sintiendo nada bien, estaba tan mareada que me metí a un tipi en el que había dormido alguna otra noche que C y A, los anfitriones, me invitaron a quedarme. Encendí una vela, me acosté sobre el camastro, me cubrí con una manta e intenté dormir pero las náuseas me lo impedían; en eso entraron G, L y R y se instalaron a charlar. Mis náuseas se tornaron insoportables por lo que salí del tipi arrastrándome para encontrar un sitio donde vomitar. No podía incorporarme; X, que iba entrando al tipi me hizo un comentario en una voz de borracho bastante cómica, pensé que estaba fingiendo pero cuando le contesté, lo hice con la misma voz de borracha que él. No podía dejar de arrastrarme, como que mi cuerpo pesaba demasiado y no lograba equilibrarme. Por fin logré incorporarme después de dos intentos de caídas.
Las náuseas eran menos fuertes, pero por si las dudas, decidí bajar hacia los baños secos; en el camino me encontré a unos turistas que me preguntaron precisamente por los baños. Les señalé el lugar hacia donde me dirigía y traté de controlar mi voz para que sonara normal, pero no pude articular nada de lo que estaba pensando; dije algo completamente distinto e incoherente, con la misma voz de borracha pero agravada ahora con tonos ya francamente guturales... así es que mejor cerré la boca y seguí caminando en la oscuridad.
Nunca encontré los baños, de hecho se me olvidaron; creo que estaba luchando con una cerca de alambre de púas que me hirió el dorso de la mano derecha, pero no estoy segura, también pudo ser una planta con espinas puntiagudas que quise apartar de mi camino, recuerdo mi mano sangrando en ambas escenas. De repente vi dos luces de un azul espectral dentro de una montaña a la que le llaman La Puerta; alguien me comentó alguna vez que los lugareños aseguran que allí existe una puerta dimensional hacia una ciudad intraterrena. Me dio curiosidad y miedo ir hacia allá. Pensé en acercarme más, asomarme y ver si mientras tanto me armaba de valor para entrar, si es que en verdad encontraba alguna entrada en la sólida montaña.
Recuerdo que me caí varias veces al caminar hacia allá. En una de esas, me lastimé un tobillo y me senté a curarme con energía que salía de mis manos. Me levanté en perfectas condiciones y seguí caminando hasta que volví a tropezar e intenté agarrarme de las ramas de un árbol que vi aunque no pude tocar; entonces deduje que mi mente y mi cuerpo se hallaban disociados en algún grado o estaba alucinando árboles inexistentes. Pensé que lo más sensato era esperar a que ese efecto pasara. Con los brazos extendidos por delante y los ojos clavados en un suelo muy diferente al que mis pies estaban pisando (lo sé porque me caí en una zanja que nunca vi), llegué como pude a una especie de palapa tipo restaurante. No había nadie por allí, hasta que llegó una perra negra; quise conversar con ella pero no me hizo caso, se fue a la cocina y estuvo buscando algo que comer mientras hacía un escándalo terrible. Intenté ver qué horas eran pero no encontré las manecillas de mi reloj, entonces recordé lo que dijo A sobre la visión borrosa y desistí. Pensé en subir a buscar a mis amigos pero el cielo estaba totalmente oscuro aún y no quería seguirme cayendo, así pues, me dispuse a dormir un rato mientras amanecía.
Me acosté en una banca de madera y me cubrí con un mantel de plástico. La perra negra se echó a mis pies a dormitar, al poco rato se acercó como queriéndose cubrir con el mantel, así es que se lo dejé a ella y cogí otro de otra mesa para mí. Hacía bastante frío y no me podía dormir, vi de nuevo el reloj y aún no regresaban las manecillas. Durante algún rato traté de enfocar haciendo esfuerzos supremos, pero nada; en realidad no era una cuestión de visión borrosa y necesidad de enfoque, simplemente las manecillas habían desaparecido, lo cual me causó mucha gracia.
Como no me podía dormir, fui a dar una vuelta por la cocina y me topé con cosas que no existían o yo seguía sin control sobre mi cuerpo, porque cuando estiraba la mano para tocar algo que veía, no lograba agarrarlo; entonces suponía que estaba más lejano de lo que había calculado y me estiraba para poder agarrarlo y cerraba la mano una y otra vez a diferentes distancias, pero nada. Probablemente las cosas que estaba viendo no existían físicamente o a lo mejor sí existían pero yo no estaba viajando con mi cuerpo, sino sólo con la consciencia alterada por el floripondio.
Regresé a recostarme en la banca y la perra ya no estaba por allí, a lo mejor tampoco era real. Seguía con intenciones de dormirme y despertar en cuanto amaneciera para irme caminando hacia mi casa que está a unos dos kilómetros del lugar, pero no pude. Estuve pensando que quizá el aletargamiento de la mota me dio el arrojo necesario para meterme una droga nueva, tan a la aventura como hace años que ya no lo hacía, sin información previa, sin preparar el entorno, sin considerarlo siquiera. También pensé que en realidad sólo habría podido hacerlo de esa forma, porque seguramente nunca habría bebido esa infusión de floripondio si hubiera buscado en mis libros y hubiese encontrado que tenía escopolamina o algún otro alcaloide de estructura química parecida.
En esos momentos estaba prácticamente segura de que la escopolamina debía ser el principio activo del floripondio porque sólo ese alcaloide podría producir efectos similares a los que estaba experimentando, con auténticas alucinaciones, lo cual nunca antes había vivenciado. Como ya había escrito el capítulo de Las plantas solanáceas y había consignado en la parte del toloache que la escopolamina es altamente peligrosa por el pequeño margen entre sus dosis activa y letal, dudo que me hubiese atrevido a probar algo que la contuviera. Me encontré pues con que podría sentirme angustiada por andar de pacheca arriesga-vidas o podía sentirme feliz por reencontrar mi sentido aventurero de investigadora de la conciencia. Como en ninguna parte del viaje me había sentido en verdadero peligro y de hecho me la estaba pasando súper bien como siempre que experimento cosas nuevas, decidí agradecerle a la motita la recuperación de mi sentido aventurero.
No sé si logré dormirme, sólo recuerdo que aún no amanecía plenamente cuando salí de la palapa. Como ya podía andar sin tropezarme, decidí esperar el amanecer mientras caminaba. Fue cosa de unos minutos lo que anduve todavía a oscuras. Con la primera luz del día pasé por lugares conocidos pero diferentes, había cosas y personas que se formaban con los elementos del paisaje y luego cambiaban de forma o simplemente desaparecían cuando dejaba de prestarles atención.
Los habitantes del pueblo Amatlán son muy amables y tienen la costumbre de saludarte cuando se topan contigo en el camino, pero no sé si realmente había tantas personas despiertas a esas horas de la mañana o si no existían en la dimensión en la que yo existo normalmente; el caso es que me la pasé saludando gente y observando cómo de vez en cuando mis pies tenían movimientos autónomos y me llevaban como en zig-zag por la carretera hacia Santiago que es el pueblo donde yo estaba viviendo en ese entonces. Afortunadamente en todo el trayecto no pasó ni un solo carro, o al menos no lo noté.
El paisaje y la luz me parecían mucho más bellos que de costumbre y las plantas mucho más llamativas. Ocasionalmente suelo detenerme a contemplar las que me llaman la atención -que en un trayecto como ese pueden ser tres o cuatro máximo- pero en esos momentos prácticamente todas se mostraban totalmente dignas de contemplación.
Recuerdo en especial una planta con una flor amarilla extrañísima, me agaché a verla y escuché que me decían que servía para curar los cólicos menstruales; levanté la vista y agradecí la información a dos mujeres que cuando volví a observar la planta, ya habían desaparecido o nunca estuvieron allí. ¿Cómo saberlo?
Al fin llegué a mi casa, me bañé muy feliz con el regalo del agua caliente y el dato herbolario que necesitaba. Me desinfecté la mano herida y me acosté a dormir pensando que al despertar regresaría a la normalidad; no sabía que el viaje iba a durar dos días más.
Me despertó el teléfono. Era C que estaba preocupada por mi desaparición nocturna y quería saber si había llegado bien a mi casa. Hablé con ella y regresé a dormirme un buen rato hasta que llegaron a despertarme X y G. El primero estaba muy molesto conmigo porque según él no le dirigí la palabra en toda la noche a pasar de sus intentos por comunicarse conmigo. Yo le aseguré que no había estado con él y menos en las circunstancias que me describía. Discutimos un rato sin aclarar el asunto, hasta que lo dejamos por la paz. Preparamos algo de comer y platicamos sobre nuestros respectivos viajes que habían sido totalmente diferentes. Los únicos elementos comunes fueron las voces guturales y desconectadas del centro del habla, las múltiples caídas, los objetos que nunca logramos agarrar, la visión borrosa y los movimientos autónomos de nuestros pies. Todo lo demás estuvo en función de nuestros respectivas mentes con sus bagajes, intereses y preocupaciones particulares.
Más tarde salimos a ver a otros cuates, todavía con la vista descompuesta, con movimientos autónomos en los pies y sin poder leer, ahora sí por falta de enfoque.
Regresamos ya bastante más aterrizados. Fumamos un poco de mota y nos pusimos a tocar tambores al anochecer detrás de la casa, de cara al río que la separa del bello y enigmático monte que es mi favorito entre todos los de Tepoztlán.
Foto panorámica del monte frente a mi casita tepozteca
Probablemente la marihuana reactivó la escopolamina, porque al comenzar a tocar, aparecieron diferentes seres, la mayoría de los cuales estaban compuestos con hojas de todas las plantas que había en el entorno. Era como haber entrado en un cuadro de cuarta dimensión, pero no pintado sino conformado con seres vivos pertenecientes a la naturaleza que se movían, bailaban y reaccionaban frente a lo que estábamos comentando sobre ellos una vez que abandonamos los tambores y nos dispusimos a compartir lo que estábamos viendo. Después de un rato nos metimos a preparar algo de cenar.
En la ventana del comedor había un foco encendido y alrededor de él revoloteaban muchas palomitas, cada una diferente y bellísima. Estábamos contemplándolas y escuchando un disco de Orbital cuando de pronto llegó mi insecto favorito, una Mantis religiosa que comenzó a exterminar a las palomitas con una gracia y una economía de movimientos totalmente fuera de serie. Quizá por el tipo de música parecía que estuviésemos asistiendo a un juego de computadora real, en el que el jugador más experto que existe sobre el planeta estaba controlando cada uno de los perfectos y sincrónicos movimientos del mantis. Las palomas no sufrían, gozaban, jugaban y admiraban las coreografías marciales del mantis antes de entregarse a la transmutación que les otorgaba con la muerte. Fue otro regalo fantástico.
Mis amigos se quedaron platicando y yo me fui a dormir. Al otro día me desperté con ganas de comenzar a escribir esta bitácora, pero llegaba y se iba gente de la casa y yo no podía sentarme a escribir. Entre las personas que llegaron, estaban C y A quienes nos aclararon varias lagunas de nuestros respectivos viajes. C, que estuvo presente y fue la única que no bebió la infusión, nos aclaró que al principio de su viaje, X había estado sosteniendo conversaciones conmigo pero efectivamente yo no había estado con él físicamente. Luego llegaron otros dos amigos, O y Z.
Estuvimos fumando mota y platicando un rato hasta que los demás se fueron yendo y sólo quedamos O, Z y yo. Sabiendo que Z practica el bon budismo, aproveché para hacerle algunas preguntas sobre algo que me tenía inquieta desde hace algunos días respecto a cómo identificar y desactivar los egos. Me explicó lo básico y me invitó a asistir un taller con un lama tibetano que estaría de visita en la Ciudad de México la siguiente semana.
En medio de la charla recordé que quería hacerle una entrevista a O respecto a sus experiencias con el alcohol y los inhalantes. Como ya antes había faltado a una cita que acordamos para ello, no quise desaprovechar la ocasión y le propuse hacérsela en esos momentos. O estuvo de acuerdo y Z también quiso estar presente.
Estábamos conectando el micrófono al estéro de mi cuarto cuando llegaron mis caseros. Salí a hablar con ellos y de repente, ¡comenzó a temblar! Se escuchó un gran estruendo y mis amigos salieron corriendo del cuarto. Nos enteramos por los vecinos que un enorme árbol seco se cayó por allí cerca. En fin, el caso es que pasada la conmoción, los caseros y los vecinos se fueron y nosotros regresamos a la entrevista.
Yo comencé con mis preguntas pero algo extraño ocurrió. De pronto mi consciencia se desdobló en dos canales. En el primer canal yo seguía en automático inventando una pregunta en mi mente, formulándola y escuchando un poco de la respuesta de mi nervioso entrevistado; sólo un poco, justo lo necesario para sacar un comentario o una nueva pregunta de lo que escuchaba y repetir el ciclo.
La otra parte de mi consciencia estaba en el otro canal observándolo todo, y encontró totalmente absurdo ese ciclo de evidente incomunicación. O se encontraba allí delante de mí, sufriendo al rememorar sus experiencias con los inhalantes y algunos pasajes de su infancia, y yo allí, fría y ávida de información queriendo consignar sus experiencias para usufructuarlas bajo la excusa de un libro que llevaba años sin atreverme a terminar.
El cuadro me estaba pareciendo muy patético y quise reubicarme en un solo canal. Lo logré, pero regresé integrada con la náusea de mí misma y el automático de mi papel de entrevistadora. Traté de integrar a Z en la entrevista para darle un respiro a mi sufriente amigo y darme tiempo a mí misma para encontrar una salida de la náusea, pero sólo encontré una imagen, la imagen de condones emocionales con los que estábamos cubiertos; una barrera que me impedía soltar el micrófono y abrazar a O para reconfortarlo y reconfortarme. Tenía la idea de hacerlo pero no sentía las ganas de realizarlo, no sentía nada, sólo la náusea y un vago miedo a no recuperarme de la visión borrosa, ni de la claridad del canal desdoblado en el que me observé tal cual. No supe cómo terminar la entrevista, hablé superficialmente de lo que estaba sintiendo y me callé lo que no estaba sintiendo.
O y Z se fueron poco antes de que regresaran X y G. No logré tener un espacio para comenzar a escribir hasta que amablemente mis compañeros de viaje se ofrecieron a dejarme sola y se fueron. Justo estaba encendiendo la computadora cuando llegó a visitarme J, otro amigo. Lo recibí y estuve platicando con él un rato hasta que comenzó a exponerme ciertos problemas personales. Como siempre que esto me ocurre, yo comencé a pensar qué es lo que podría contestar, objetar y sugerir frente a los problemas que me relataba. Así estuve hasta que de pronto regresó la bifurcación de mi consciencia en dos canales y volví a observarme a mi misma desde fuera mientras mis diálogos proseguían en automático.
Lo que percibí esta vez fue que en realidad no le estaba brindando toda mi atención a J, simplemente estaba sosteniendo una conversación conmigo misma en el cómodo claustro de mi cerebro para ver cuáles de mis herramientas podían ayudarlo a resolver sus problemas. En cuanto encontraba algo, interrumpía mi autoconversación para expresárselo a J y enseguida regresaba a mi mente a seguir conversando conmigo misma mientras él seguía hablando. De nuevo sentí las náuseas del aislamiento que ahora identifiqué como auto-alienación mental, y me propuse salir de ello.
Miré a J a los ojos, detuve mi conversación mental y le brindé el cien por ciento de mi atención mientras me hablaba. Descubrí muchos detalles en sus movimientos, en su mirada y en los cambios de tono de su voz; cosas que normalmente atestiguo sin observar, sin escuchar y sin sentir. Todo ello me hizo identificarme con él al punto de experimentar la esencia de la compasión como auténtica comunicación y antesala ineludible para llegar al amor fraternal, incondicional… sin adjetivos. Me sentí anegada de sentimientos de amor y gratitud tan intensos que literalmente me iluminaban al abrir la boca y hablarle a J desde un canal diferente, fuera de mi mente, sin haber articulado un discurso previo, sin saber lo que estaba diciendo; escuchando por primera vez lo que yo misma iba pronunciando, ¡y los más impactante es que estaba aprendiendo de ello! Fue rarísimamente hermoso. Al final de mi inspirada transmisión le dije que todo lo que estaba sintiendo hacia su padre lo aclarara con él directamente y le pedí que le hablara por teléfono en ese mismo momento.
Mientras J y su padre conversaban, comencé a calcular cuánto me iba a costar la llamada de larga distancia. Parte de los problemas de mi amigo también tenían que ver con el aspecto económico, por lo que yo no me atrevería a cobrarle la llamada. Entendí entonces que el dinero es una energía más, como la electricidad o como la energía de sanación que había salido de mis manos hacía dos noches. Y yo como cualquier canal energético, podía dejar que fluyera a través de mí y se dirigiera hacia donde era necesaria, o podía obstruirla con mis deseos de acapararla y retenerla para mí, cortando con ello el libre flujo y perjudicándome en vez de beneficiarme. Tuve la certeza de que el dinero para pagar el recibo de teléfono llegaría como me ha llegado siempre lo indispensable para vivir sin carecer de lo necesario. Supe que podía ser más espléndida con mis amigos, porque en realidad el dinero que gano, no es mío; puedo usarlo, pero no es sólo para mí. También soy un canal a través del cual puede llegar a ellos, tal como otras personas que con toda su buena voluntad me han ayudado a mí, se han prestado a ser canales para que yo siempre esté provista de lo necesario.
Cuando J colgó el teléfono le pedí que también aclarara sus asuntos pendientes con su madre recién fallecida a través de una carta que, aunque ya nadie leería, le serviría para expresar y comprender lo que venía guardando. Por último, le propuse que se imaginara a sí mismo a los 80 años, tal como le gustaría verse para considerar que su vida había valido la pena... con todo lo que había experimentado, lo que había aprendido, y lo que había logrado; para que después, con esa imagen en mente, se escribiera una carta a sí mismo a la edad que tiene ahora, contándose cómo es que había conseguido todo lo que disfrutaba en ese futuro probable.
Acordamos que J pasaría la noche escribiendo mientras yo me iría a redactar mi postergada bitácora. Tenía la idea de hacer un recuento meticuloso de las circunstancias, la dosis, los efectos y todo lo que ya he hecho en las líneas anteriores; pero cuando comencé, me pareció totalmente intrascendente, aburrido y carente de utilidad en comparación con lo que podría hacer en esos momentos en los que me estaba viendo tan lúcidamente desde afuera. En lugar de la bitácora, terminé escribiendo un recuento objetivamente agudo respecto a las principales estructuras de mi personalidad (lo que en las doctrinas espirituales llaman egos) que me estaban impidiendo evolucionar. Y contra toda lógica, logré hacerlo sin sentir náuseas de mí misma a cada paso; por el contrario, toda la experiencia estuvo llena de un humor maravilloso sin el cual difícilmente podría haber sobrevivido aquella noche de verdadero autodescubrimiento.
Hace tiempo que vengo trabajando con las estructuras de mi personalidad, así es que ya había descubierto un sentido básico de insuficiencia que me provocaba frecuentes ataques de inseguridad. Para vencer esta inseguridad, desarrollé un mecanismo totalmente opuesto, pero igualmente erróneo y poco funcional... y hasta esos momentos lo percibí con claridad. Por ejemplo, cuando se me ocurría mostrarle a alguien un capítulo del libro, mi inseguridad me lo impedía por miedo a que la persona lo encontrara aburrido, largo, poco interesante, mal hecho o lo que me alucinara en el momento... el caso es que nunca lo enseñaba.
Cuando decidí hacer algo para cambiar esa programación de inseguridad, fui a las bases y exploré cuándo y por qué había adquirido ese sentido de insuficiencia. Cuando al fin pude identificar cómo actuaba, y las reacciones que provocaba en mí, automáticamente desarrollé otro mecanismo para sustituirlo que humorísticamente vi aquella noche como "la tirada de netas".
Siguiendo con el ejemplo de enseñar un capítulo; cuando no me atrevía a mostrarlo a alguien, o cuando se lo enseñaba y no recibía el grado de aceptación, aprobación o atención que mi insuficiencia básica reclamaba; entonces adoptaba un tono de autosuficiencia que me permitía instalarme en un pedestal de sutil altanería y superioridad intelectual frente a los demás, y desde allí comenzaba a otorgarles el conocimiento acumulado en el capítulo, y funcionaba de una manera tan eficaz, que lograba lo que quería en el momento… Y me habría quedado atrapada en ello por lo menos un buen rato más, si aquella noche no hubiese identificado esa nueva estructura de mi personalidad como un ego alternativo que remplazaba al primer ego que pretendía eliminar.
Me vi nítida y humorísticamente atrapada entre dos egos: cuando lograba doblegar el ego de "la incomprendida", aparecía el ego de "la tiradora de netas". De allí partí para ver otros egos en acción como la intelectualidad que me mantenía enclaustrada en mi cerebro, monologando conmigo misma todo el tiempo sin abrirme a los demás.
Esa noche pude ver y experimentar los egos, entendidos como estructuras de la personalidad o programaciones mental-emocionales, que impiden el paso de la luz, de la corriente energética del amor que está permanentemente allí, lista para cubrir la caída de cualquier ego. No hay espacio para el vacío: en cuanto se elimina algún ego, si no se ha sustituido por otro, inmediatamente se experimenta el amor.
Esa noche antes de dormir, me comprometí a estar permanentemente alerta y dispuesta al cambio, es decir, ratifiqué mi compromiso espiritual. También le agradecí al universo su inagotable disposición para ayudar a evolucionar a una humanidad con parámetros tan variados y distintos, a través de canales igualmente variados y distintos: un sermón, un texto sagrado, una casualidad, un ovni, una sesión de reiki, una enfermedad, un accidente, un libro, un sueño, una danza, una canción, un insecto, un maestro, una flor, un floripondio...
2006-11-29 09:50:44
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answer #5
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answered by Anonymous
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