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Hola .
No he realizado sexo y me gustaria saber cosas de este tipo:
¿ Qué te hacen en la primera visita ? ¿Y en la segunda visita ?
¿Que que me van hacer en vulva pechos y nalgas ? ¿Como se hace lo que me van a hacer ?¿Y si tienes relaciones sexuales que me van hacer?

Por favor que alguien me recomiende algun ginecologo privado en la provincia de Madrid.
Algun ginecolo en la Yahoo Respuestas?

2006-10-28 03:46:08 · 12 respuestas · pregunta de Anonymous en Maternidad y embarazo Adolescentes

12 respuestas

NUESTROS PROBLEMAS

La primera visita al ginecólogo

Por lo general, las adolescentes enfrentan con temor y vergüenza su primera visita al ginecólogo, la que debe realizarse al comenzar la menstruación o una vez que aparece el botón mamario. Lo importante es explicarles a las jóvenes que en esta consulta inicial no se invadirá su privacidad y que pueden confiar en su médico, el que -se recomienda- no sea el mismo que frecuenta su mamá.

La mayoría de los niños y adolescentes detestan las consultas médicas. El dentista, el oftalmólogo, el pediatra, todos -sin excepción- les provocan un cierto rechazo. A algunos les da susto. A otros, simplemente, les causa una "lata" tremenda enfrentarse a aquel personaje de delantal blanco que los examina con una serie artefactos que les resultan bastante extraños.

Para las niñas el panorama se complica aún más cuando llegan a la edad en que deben asistir a su primera visita al ginecólogo. Si ésta se produce a los 10 años, lo más probable es que ni siquiera sepan qué significa esa especialidad de la medicina denominada ginecología. Ya a los 15 ó 16 lo tienen más claro, pues algo han aprendido en el colegio o en conversaciones con la mamá. Pero no por ello les resulta más fácil enfrentarse al reto. Por el contrario, a muchas les causa pánico y hasta vergüenza, ya que se imaginan que escudriñarán sin contemplación en sus zonas más íntimas.

Por lo mismo, antes de llevar a la niña o adolescente a su primera consulta ginecológica, es necesario explicarle de qué se trata esta nueva experiencia. "Los primeros controles son consejerías y educación", aclara la doctora Andrea Schilling, ginecóloga infanto-juvenil de la Unidad de Atención Integral del Adolescente de la Clínica Alemana. "Uno le va preguntando a la paciente ciertas cosas y hace un examen general, que consiste básicamente en medirla, pesarla, examinar las mamas y ver cómo están los vellitos, por si existe algún trastorno hormonal. No necesariamente se examinan los genitales", sostiene.

Es muy importante que la chica tenga claro que en ningún caso el médico invadirá su privacidad. Sólo así logrará relajarse un poco más y comprender que la visita al ginecólogo, más que un sacrificio, es algo que la ayudará no sólo en su salud y crecimiento, sino también en su aceptación y autoestima respecto del ser mujer, por cuanto le permitirá conocer su cuerpo y los cambios que éste irá experimentando a medida que se desarrolla.

La gran pregunta que, generalmente, se hacen los padres es: ¿A qué edad debo llevar a mi hija al ginecólogo? La respuesta es más sencilla de lo que muchos se imaginan. "Las consultas deben comenzar una vez que se presenta la primera menstruación, llamada menarquia", sostiene Andrea Schilling. "Lo que se hace en esta visita inicial es explicarle (a la paciente) el calendario menstrual, cómo llevar un registro de las menstruaciones, qué toallas higiénicas usar, qué se espera como normal desde el punto de vista de la frecuencia menstrual, de la cantidad de días sangrados, o si tiene dolor. O sea, habrá más que nada educación respecto a ese tema y a otros que a la niña le provoquen dudas".

Si se quiere, el control puede ser un poco antes de iniciada la menstruación. Es decir, "también es posible realizarla cuando recién empieza el desarrollo, a partir de los nueve años, que es la edad promedio de la aparición del botón mamario", señala la especialista, agregando que hay casos en los que ese desarrollo se presenta de manera acelerada, por lo que la visita al especialista debe adelantarse todavía más. "Cuando a las niñitas les aparece el botón mamario a los seis o siete años, significa que está desarrollándose a una edad que no le corresponde y es necesario consultar, ya sea al pediatra o al ginecólogo", sostiene.

Por otro lado, si una adolescente de 13 años aún no manifiesta signos de crecimiento en sus mamas ni ha presentado su primera menstruación, resultará vital que recurra a un facultativo para analizar su caso y dilucidar las causas que están retrasando su desarrollo.

Sea como fuere, es importante tener claro que después de la primera consulta ginecológica, no se debe dejar de asistir a los controles con el especialista. Lo recomendable es acudir al menos una vez al año para corroborar que todo esté en orden.

La elección del ginecólogo

Si para una mujer adulta es fundamental confiar en su ginecólogo, más aún lo es para una niña o adolescente que se encuentra en plena etapa de crecimiento, con cambios hormonales que involucran variaciones de ánimo y una tendencia a ser cada vez más pudorosa respecto a su cuerpo.

Por ello, es muy importante saber escoger bien al especialista que se consultará por primera vez. "La idea es que se cree un vínculo con la paciente: que la lola conozca a su doctora o doctor, que le pueda hacer preguntas en el momento que necesite y que le pueda hablar con confianza sobre temas que quizás no se atreve a tratar con la mamá", dice la ginecóloga Andrea Schilling.

La mayoría de las madres creen que lo mejor es que su hija sea examinada por el mismo especialista que las ve a ellas. ¡Error! De acuerdo con lo que explica la doctora Schilling, "a la mayoría de las lolas no les gusta y bajo ningún punto de vista quieren que las llevan al ginecólogo de la mamá". El motivo principal es que temen que el médico comente con su madre lo que le han confiado. "Si bien nosotros tenemos muy claro lo que es el secreto médico y no le vamos a contar nada a la mamá, a las lolas les asusta la idea de que sí lo vayamos a hacer. Por eso, lo más recomendable es buscarles otro médico para que se sientan tranquilas de que su confidencialidad se va a respetar".

Otra de las dudas que surgen a la hora de elegir al facultativo que asistirá a una hija es si debe ser joven o mayor, y si es mejor que se trate de un hombre o de una mujer. Obviamente, frente a un varón las niñitas pueden sentirse más cohibidas. Asimismo, al ser una mujer joven, la doctora de seguro será percibida como más cercana y, a la vez, tendrá más claros algunos conceptos o lenguajes que manejan las adolescentes. Pero según Andrea Schilling, todo depende, porque "ante problemas de salud importantes, tal vez convenga una persona con más experiencia. Lo ideal es llevarla a un especialista infanto-juvenil. Para atender niñas y lolas, tienes que tener paciencia y una entrega distinta. De repente, un doctor que no está acostumbrado a ver lolas, no sentirá empatía y la niña se sentirá incómoda". La decisión deberá ser conversada y lo mejor es que la paciente sea quien digala última palabra.

Fuente: http://educacion.123.cl/papas/ginecologo.htm



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La Relación entre la Paciente y su Ginecólogo

Dr. German Torralba Piñero (*)

En las facultades de medicina, nos enseñan todo acerca del cuerpo humano; su forma por dentro y por fuera, sus funciones, cómo enferma y cómo se le puede curar, pero lo que no enseñan es acerca del alma y de cómo va unida indivisiblemente al cuerpo, como la cara y la cruz de una moneda. Sin embargo, los médicos no prestamos la debida atención a este aspecto de la persona, por falta de tiempo, conocimiento, interés o simplemente poco practico, pero no por ello menos importante a la hora de afrontar una patología y su tratamiento.

El médico es una figura muy importante en la vida de cualquier persona; pero además el ginecólogo debe explorar los aspectos más delicados e íntimos de su paciente, lo cual a veces no es fácil de realizar ya que, por pudor o por motivos poco claros para el médico, esto a veces es complicado. Es necesario, antes que nada, ganarse su confianza e intentar colocarse en un plano similar a la paciente, hablarle en un lenguaje sencillo, sin utilizar excesivos tecnicismos y, si son necesarios, dar las explicaciones pertinentes.

Muchas veces me he dado cuenta que la mujer, al hablar con otras personas, sobre los médicos que visita, al ginecólogo se refiere como "MI GINECOLOGO.... ." No suele ocurrir con ningún otro especialista. Ella puede llegar a sentirse tan unida a él por la intimidad que comparten y las confidencias que le suele hacer, que inconscientemente piensa que una parte de nosotros le pertenece a cambio de "dejarnos entrar en su cuerpo". Esto es un privilegio y un peligro si no lo sabemos administrar, por la dependencia que se puede crear.

Un amigo me dijo cuando inicié mi práctica en la ginecología que "procurara tener en la consulta más amigos que pacientes" y creo que siempre he procurado seguir esta norma.



LA PRIMERA VISITA

La primera visita de una mujer a un ginecólogo tiene siempre una fuerte carga emocional, ya que si además de padecer algún síntoma que le alarme; los métodos exploratorios que utilizamos como: la camilla ginecologica, los espéculos, la postura que debe adoptar y las áreas anatómicas a explorar, no le son nada tranquilizadoras y no nos va a facilitar mucho nuestra labor.

Reconozcámoslo, estos instrumentos están pensados para la comodidad del médico y no el de la mujer, pero todos sabemos lo necesario y útiles que nos resultan, pero nunca debe impedirnos el procurar que la mujer se sienta lo más cómoda posible, dentro de nuestras posibilidades y tomarnos el tiempo necesario para que se tranquilice antes de explorarla. Alguna vez me he imaginado como hombre frente a otra persona, en la camilla ginecológica y créanme, no fue una buena idea.

Es en esta "primera visita" en la que debemos obtener toda la información posible sobre nuestra paciente, tanto en la anamnesis como en la exploración y además ganarnos su confianza y respeto absolutos, demostrándole que realmente la entendemos y queremos ayudarle, y haciéndole comprender siempre el alcance y las limitaciones médicas y las de las pruebas a las que se le va a someter, porque además se nos exige un remedio lo más rápido posible para la probable patología sobre la que nos consulta o que si es el caso, le tranquilicemos, si son normales los hallazgos.

En las sucesivas visitas, la mujer va algo más relajada porque ya nos conoce; lo que se puede aprovechar para reforzar el vínculo y, una vez que ha bajado la guardia, podemos aprovechar para explorar aquellos aspectos que no hallan quedado claros anteriormente.

"Una chica soltera que vino a la consulta, al preguntarle sobre sus relaciones sexuales y el método anticonceptivo usado, contestó que las mantenía, pero que no utilizaba anticonceptivos, ni siquiera preservativo. Se puso muy nerviosa y yo dejé el tema.

En la siguiente visita, después de charlar sobre su trabajo y otros asuntos, retomé el tema y al fin me confesó que era homosexual, a lo que no mostré ninguna importancia y proseguí la visita como si nada".

Nunca suelo preguntar a una joven que viene acompañada a la consulta, sobre sus relaciones sexuales, a menos que ella aborde el tema. Únicamente a solas en la sala de exploración, créanme, suele funcionar este interrogatorio. Las mujeres a veces son muy complicadas en estos temas.

Hay veces que podemos obtener más información, charlando de cosas intranscendentes, distrayendo la atención de la paciente, que con interrogatorio exhaustivo.

LA ADOLESCENTE

Es esa persona, medio niña medio mujer, que entra en nuestra consulta, llena de dudas y miedo; a la que previamente una "buena amiga" sin duda, le habrá contado historias horribles sobre nosotros, con la mejor intención por supuesto, o que probablemente la madre obliga a venir a consultarnos porque piensa que algo no marcha bien... .Aunque a veces nos podemos llevar grandes sorpresa, ya que no es infrecuente que acuda a nosotros alguna muchacha de 15 o 16 años a revisarse después de haberse practicado un aborto.

Todo esto nos va a entorpecer mucho nuestra labor, por el miedo, la presencia de la madre y los tabúes que desgraciadamente todavía existen; Por lo muchas veces es necesario entrevistarse a solas con nuestra paciente, para que pueda sincerarse con nosotros. Normalmente, no suelo explorar a la adolescente, salvo que sea totalmente necesario; suele bastar una ecografía y/o una analítica general y perfil hormonal.

Cada vez es más frecuente, en el medio donde trabajo, que la madre nos traiga a su hija para que le pongamos un método anticonceptivo, con esto, hemos ganado un gran paso. Nuestra labor debe ir encaminada algo más allá de la subsanar cualquier patología, debemos de informar y prevenir en todo a lo referente a embarazos no deseados y las enfermedades de transmisión sexual, que desgraciadamente son cada vez más frecuentes en este tipo de población.

Alguna vez he tenido la oportunidad de dar charlas sobre sexualidad, a adolescentes y frecuente mente sorprende descubrir que debajo de la apariencia de saberlo todo sobre la materia y venir de vuelta de todo, la mayoría tiene un gran desconocimiento de su propia fisiología y la de la del otro sexo y lo que es más importante, miedo a que los demás se den cuenta de ello. Por eso, cuando acude a nosotros nuestra joven paciente, no está de mas que se plantee el tema con cautela, si nos lo permite y nunca convertirnos en jueces de su comportamiento, ofreciéndole toda la información posible sobre estos temas.

SOBRE LOS METODOS ANTICONCEPTIVOS

Lo primero que debemos valorar ante una mujer que nos consulta sobre anticonceptivos, son sus necesidades y su situación, para poder ofrecerle una correcta orientación.

Creo que existe una mujer para cada método anticonceptivo, y no lo contrario. Hay mujeres que suelen dejarse influenciar en estos temas por otras mujeres de su entorno (hermanas, amigas... etc.) y vienen frecuentemente a la consulta con su decisión ya tomada. Otras veces, más indecisa, vienen a informarse y te interrogan sobre todos los métodos que existen y los pros y contras de cada uno de ellos, pudiéndonos llegar a sentir como si vendiéramos un producto. En estos casos procuro ser muy cauto en cuanto a explicar la fiabilidad y los posibles efectos secundarios, sin mostrar mis preferencias por alguno de ellos, limitándome a una descripción de los mismos, para que la paciente comprenda correctamente que puede obtener de cada uno de ellos, haciendo hincapié en que ninguno es infalible. Siempre dejo a ella la elección, por más que me insista en "¿cual elegiría yo?"; aunque esto último a veces resulta difícil y termino aconsejándole uno.

En nuestro medio, es muy frecuente la utilización del "coito interrupto", incluso por parejas con varios hijos y que ya no desean más descendencia, motivado por la incultura y por la frecuente intransigencia de uno de los miembros de la pareja; por lo que pierdo mucho tiempo en hacerles ver su error y suelo comentarles aquello de que "antes de comenzar la lluvia, chispea".

LA MUJER Y EL DOLOR

El dolor es algo abstracto que no podemos cuantificar, ni baremar objetivamente; dos personas ante la misma situación no perciben la misma sensación de dolor, y este hecho, hoy por hoy, se le escapa al médico, que no tiene, más que su intuición, para saber "cuanto duele".

La mujer por su especial fisiología suele estar más acostumbrada al dolor que el hombre, y esto es fácil de comprender. Desde su desarrollo sexual tiene que sobrellevar en mayor o menor medida, mes a mes, las molestias de la ovulación, tensión premenstrual y la menstruación. Cuando acude a nosotros por un "dolor" pélvico (en el vulgo de Andalucía el ginecólogo es el medico del vientre) debemos valorar ese dintel de dolor y la carga emocional con que lo vive, y aunque no encontremos causa aparente, buscar bien y cuando el caso así lo aconseje, indicar pruebas más o menos cruentas, o si acaso recurrir a una interconsulta con otras especialidades, porque normalmente si ella lo dice es que le duele, el problema es cómo encontrar la causa, que a veces puede ser simplemente una forma de pedir ayuda y somos nosotros los que debemos de alguna manera encauzar su solución.

LA MUJER GESTANTE

El embarazo es un estado fisiológico de la mujer y así debemos hacérselo entender.

Podemos considerarlo un "viaje" en el que la mujer debe procurar vivir su nuevo estado como algo gratificante y no "sufrirlo"; con un punto de partida y otro de destino en el que el médico es alguien que cuida de la seguridad de ella y de la de su futuro bebé, para que todos lleguen a buen puerto.

Aparte de todos los protocolos médicos de cuidados perinatales, que estoy seguro que todos conocemos, debemos procurar que la embarazada y su pareja, estén psíquicamente preparados para afrontar ese tan anhelado fin de la travesía: el parto y es por eso que yo suelo aconsejar a todas las gestantes los cursos de preparación para el parto, en los que aparte de hacer ejercicios y recibir información muy útil, se dan cuenta de que muchas de las ideas que le atormentan sobre el embarazo y parto, son comunes a casi todas las mujeres en su estado y son normales.

"Una colega que estaba embarazada me comentaba en una guardia, que se había apuntado a estos cursos en un lugar donde nadie la conocía para encontrarse entre otras "gorditas" e intercambiar dudas y recetas. Nadie está exento de dudas y temores y la embarazada los suele tener todos, y es ahí donde jugamos nuestro principal y modesto papel: transmitir confianza".

La mujer no gestante, al charlar alguna vez suele preguntarte: "¿cuándo se va usted de vacaciones?" La gestante te plantea " ¿no se irá de vacaciones en la fecha que yo cumplo verdad?

Durante los nueve meses de gestación, se va a establecer un vinculo de unión muy especial entre el médico y su paciente, que debemos aprovechar para mitigar el miedo y la inseguridad que la gestante tiene sobre los cambios que ocurren en su cuerpo y sobre el nacimiento de su hijo.

Ella deberá sentir que le escuchamos sinceramente todo lo que nos cuente sobre las molestias que van apareciendo en distintas partes de su cuerpo, y saber que estará atendida en todo momento y que ponemos a su disposición los medios necesarios para que todo termine felizmente.

Suele dar muy buen resultado, el que la pareja visite la sala de partos, de manera que puedan se familiarizarse con ese nuevo entorno y con la comadrona que le ayudara, junto a su médico, en el momento del parto.



Sobre el dolor en el parto.....

El componente doloroso de las contracciones de parto; es algo individual para cada mujer, algo que se transmite de madres a hijas, de mujer a mujer, que les asusta y las intranquiliza, desean a su hijo, pero no el dolor que de alguna manera tienen que pagar a cambio. Por tanto buscan en el ginecólogo, a alguien que les comprenda y les ayude a mitigar y acortar lo más posible ese dolor.

Seguro que como hombre nunca podremos comprenderlo exactamente, pero como médicos debemos en primer lugar, desmitificarlo; explicarle el como y para que se producen las contracciones, que pueden hacer para disminuirlo y durante el parto informarle de la evolución aproximada del mismo, transmitiéndole la sensación de que cada contracción y cada esfuerzo es un paso más hacia la venida de su bebé.

Personalmente pienso que la anestesia epidural, bien indicada, suele ir muy bien y permite a la madre disfrutar de ese momento tan entrañable y que recordará para toda la vida, que es el parto de un hijo, y a la vez podrá transmitir en futuro sus buenos recuerdos a sus hijas.

Por supuesto que la relación del ginecólogo y su paciente es más complicada que lo que aquí he intentado expresar, solo se trata de una visión personal del tema y puede que mucho de los puntos tratados sean discutibles, no es mi intención crear polémica, solo espero que obtengan algo de provecho.

"NO TE ENVANESCAS DE LO QUE SABES, PORQUE LO POCO QUE ES SABIDO LO CONOCEMOS ENTRE TODOS"

(*) Dr. German Torralba Piñeiro
Corresponsal de Latina. Obgyn
España
gtorralbap@sego.es



La primera visita al ginecólogo

tU MÉDICO Y AMIGO

Toda mujer a lo largo de su vida, requerirá en algún momento de la consulta especializada al ginecólogo, éste médico tan especial que genera un vínculo muy estrecho con la paciente y su familia.Si bien este artículo está dedicado para aquellas mujeres que todavía no pasaron por esa experiencia, vale recordar para las que ya lo hicieron, sobre los largos momentos de duda, temor o pudor que motiva la primera visita al ginecólogo, las largas charlas con madres o amigas, tratando de calmar la ansiedad despertada por la proximidad de este evento.

El ginecólogo es el médico de cabecera de la mujer, suele ser luego del pediatra, la puerta de entrada al sistema de salud, asumiendo un compromiso directo en el cuidado de la mujer, dando continuidad en la relación médico – paciente, proveyendo cuidados con conocimiento de la relación entre la enfermedad y la estructura familiar, realizando la prevención a largo plazo de enfermedades graves o su detección temprana, y aplicando juiciosamente las interconsultas o derivaciones, cuando estas son necesarias para asegurar un cuidado completo mediante la intervención de otros agentes de salud.
Teniendo en cuenta esta definición del ginecólogo, efectuada por el “American College of Obstetricians and Ginecologist”, podemos realzar el espectro del rol del ginecólogo en los cuidados de la mujer, siguiendo los conceptos de la Federación Argentina de Ginecología y Obstetricia, con el agregado de los siguientes argumentos:

Cuidados prenatales de la mujer embarazada.

Instrucción sobre anticonceptivos y / o planificación familiar en las distintas etapas evolutivas de la mujer.

Aprendizaje del autoexámen mamario.

Pesquisa, diagnóstico y tratamiento del cáncer genitomamario que constituye el de mayor incidencia de la mortalidad en la mujer.

Prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades de trasmisión sexual.

Prevención de osteoporosis.

Prevención de enfermedades neurológicas degenerativas.

Prevención de la hipertensión arterial y de afecciones cardiovasculares.

Educación sexual.

Consejos sobre cuidados generales de la salud.

Identificación de violencia familiar.

Problemas relacionados con la fertilidad.

Prevención, diagnóstico y tratamiento de toda patología ginecológica de la niñez, adolescencia, madurez sexual, climaterio y senectud.

Durante la primera visita al ginecólogo, lo habitual es comenzar con una larga charla recabando antecedentes clínicos de la paciente, conversando sobre el tema que le preocupa, contexto familiar y estabilidad de la pareja. El ginecólogo es un médico que ha recibido entrenamiento para el abordaje de cada mujer, y planifica la consulta desde el mismo instante en que saluda a la paciente por primera vez. Las expresiones de temor, de duda o de ansiedad, son recogidas de inmediato para procurar que la paciente se sienta cómoda, en un marco de absoluta privacidad, pudiendo de esta manera expresar su motivo de consulta con total tranquilidad, y contestar con precisión sobre el interrogatorio que le efectuará el médico.

Para el caso de adolescentes, o mujeres que trasuntan gran nerviosismo, el ginecólogo por lo general sólo se limita en la primera consulta a solicitar algunos estudios rutinarios, y explicar a la paciente en qué consiste el exámen ginecológico que se le debe practicar, difiriendo el mismo para una segunda consulta, dando así la oportunidad para que la mujer conozca, analice y pierda el temor a la exploración clínica.

Es frecuente que la paciente concurra a la primera visita acompañada de su madre, debiendo aquí el ginecólogo ser extremadamente cauto y discreto sobre las preguntas relacionadas sobre todo con la sexualidad, postergando las mismas para una oportunidad en que la paciente concurra sola. Este aspecto requiere de gran comprensión por partes de las madres, ansiosas por conocer los detalles sobre los problemas de sus hijas, pero donde el médico analizará las características del vínculo madre – hija para cada caso, asegurándole a la paciente la debida privacidad y confidencialidad, sin violentar bajo circunstancia alguna la intimidad de la paciente que se encuentra amparada bajo el secreto médico.

Sólo de esta forma es factible que cada mujer converse con absoluta confianza con su médico, exprese sus dudas y comente en la intimidad de la consulta todo lo que desee, en un diálogo franco y despojado de temor o pudor, sin ocultar ninguna circunstancia que pueda ser significativa para el diagnóstico, tratamiento o su vida futura.

Esta estrecha relación permitirá al ginecólogo no sólo aplicar sus conocimientos para curar, sino que además posibilita los consejos apropiados de prevención que sean pertinentes en cada caso.

Para las madres que lean este artículo, es importante recordarles la enormes dudas de diversa índole que padece la mujer, sobre todo en la adolescencia, como así también los conceptos equivocados trasmitidos entre amigas, con referencia a la sexualidad, que a veces desembocan en situaciones inesperadas. Procuren difundir e inculcar a sus hijas, sobre la importancia que estos temas sean tratados con profesionales expertos en la materia, propiciando desde edades tempranas las consultas al ginecólogo.

Para las pacientes y futuras pacientes, sepan que en el ginecólogo encontrarán un ser comprensivo para sus problemas, que sabrá interpretar sus necesidades, y pondrá a su disposición toda su ciencia y conciencia para procurar ayudarlas... en definitiva, un amigo.

“LA ATENCIÓN PRIMARIA DE LA SALUD ES LA ESTRATEGIA MÁS IMPORTANTE PARA LA PREVENCIÓN DE ENFERMEDADES, SIENDO EL GINECÓLOGO EL MÉDICO DE ATENCIÓN PRIMARIA DE LA MUJER”

Dr. Jorge J. Macedo


espero le ayude este formulario de visitas al ginecologo,mmm//

2006-11-04 23:44:29 · answer #1 · answered by Anonymous · 6 2

mira, pues no soy ginecologo, pero casi soy medico:

y segun mi experiencia medica, dejame decirte que te haran lo siguiente:

segun tu historia clinica (antecedentes, etc), se podra revisar tu aparato genital, independientemente de tu primera o segunda visita.

en cuanto a tus pechos, se te hara una inspeccion manual, donde se detectaran quistes o bolitas anormales, secrecion de pezones, e irregularidades fisicas.

en tu vulva, solo se revisara labios mayores y menores (si eres virgen), ya que puede existir una infeccion vaginal, un tumor en las glandulas de bartolini, presencia de verrugas genitales, etc.

en tus nalgas, pues solo si tienes alguna molestia.

si existiera algun sintoma extra, te mandara hacer o el mismo te hara un ultrasonido pelvico, el cual no es doloroso, es sencillo y rapido, consiste en realizarte por medio de un aparato de ultrasonido, una inspeccion de tu matriz y ovarios, para ver su morfologia, en dado caso de que exista alguna otra cosa, te dara, tratamiento...

cualquier duda, contactame, soy de matamoros, mexico...
saludos a madrid

cesar_rap2001@hotmail.com

2006-11-04 09:12:22 · answer #2 · answered by Dr. Cesar 3 · 1 0

en la primera visita te hace una ficha con tus datos,te revisa las mamas, para ver si tienes algún quiste o bultito,y lo mas probable es que te mande a hacer los estudios de rutina,dependiendo de tu edad, como mamografia, ecografía ginecológica, análisis de sangre, y depende del medico te hará, papanicolau y colposcopia(para detectar alguna anormalidad en tu útero). Si tienes relaciones el medico seguro te lo preguntara para saber que método anticonceptivo estas usando, y si no usas ninguno, te asesorara sobre alguno. Confía en el, es el que mejor te va a orientar.

2006-10-28 04:32:48 · answer #3 · answered by tropicalisima 3 · 2 1

Te violan jajajajaja

2015-08-12 13:04:28 · answer #4 · answered by facu 1 · 0 0

las ginecolocas son brutas, mejor un ginecologo, te tratan con mas delicadeza.

2006-11-04 03:35:02 · answer #5 · answered by ? 6 · 0 0

Tal vez lo que tu nesesites sea una [[[[ginecologa]]]] tal vez con ella tengas un poco mas de confianza pues el ginecologo lo unico que hace es revisar que todo este bien... te recomendaria otro pero todos te van ahacer lo mismo...

2006-11-03 21:55:47 · answer #6 · answered by x3 4 · 0 0

Te hará una exploración adaptada a tus características. Si hay pruebas que no se pueden hacer, no te las harán.
En cualquier caso, la exploración no hace daño. Todas las mujeres nos revisamos cada año... y no es doloroso, pero hay que estar muy relajada,eso es muy importante.
Los ginecólogos realizan pruebas diagnósticas para descartar infecciones o alteraciones celulares, por eso es muy importante que te quites el miedo,por que vas a ir al ginecólogo durante el resto de tu vida,especialmente cuando empieces a ser sexualmente activa.

2006-11-03 04:13:39 · answer #7 · answered by Silvia B 2 · 0 0

es fácil solo anda y veras todas las citas son diferentes

2006-11-01 09:25:48 · answer #8 · answered by lobojoqui 5 · 0 0

no tengas miedo a la primera visita solo te hace preguntas, despues de que tengas relaciones si te revisa pero no es nada del otro mundo

2006-10-31 21:28:02 · answer #9 · answered by acopolan 2 · 0 0

Yo tambien hice esta pregunta.
Busca Ginecologo en buscar preguntas mira todas las creas necesarias y ya esta.

2006-10-28 04:32:22 · answer #10 · answered by Anonymous · 0 1

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