Volkswagen es el mayor fabricante de automóviles de Europa y uno de los más importantes del mundo. Tiene su sede central en la ciudad de Wolfsburg, en el estado federado de Baja Sajonia de Alemania.
El nombre Volkswagen significa en alemán automóvil del pueblo. Ello es debido a que en los años 30 surgió en Alemania el proyecto de construir un automóvil que fuese asequible para un gran número de personas. Cuando Adolf Hitler se alza con el poder en 1933, decide poner en marcha un plan de fomento de la industria del automóvil, con el objetivo de relanzar sus fábricas y hacerlas más competitivas frente a las inglesas y las francesas. De este modo se lanza un concurso a los empresarios para la concesión de la fabricación del denominado 'coche del pueblo' (Volks Wagen). Ferdinard Porsche es finalmente el encargado de llevar a cabo el proyecto cuyo fin era construir un vehículo sencillo y barato que pudiese estar al alcance de la mayoría de los alemanes sin que sus economías se resintiesen.
Hitler pretendía construir la fábrica más grande de Europa para la fabricación del coche del pueblo. Para ello, el requisito era tener acceso a una vía fluvial navegable. También era necesaria una central eléctrica propia, que abasteciera tanto a la fábrica como a la nueva ciudad. Hitler escogió el pueblecito de Fallersleben, a orillas del canal de Mittelland. El lugar formaba parte desde el siglo XIV del Condado de Schloss Wolfsburg, propiedad del conde von Schulenburg. Según las ideas de Hitler, la fábrica debía disponer de su propia ciudad anexada a la misma, para alojar a los trabajadores y sus familias.
En nombre escogido por Hitler para el coche fué Kdf-Wagen (Kraft durch Freude, A la fuerza por la alegría) y la ciudad, Kdf-Stadt. Sin embargo, ni en la fábrica ni en toda Alemania nadie empleó otro nombre que no fuese el de Volkswagen para referirse al Escarabajo. El nombre Kdf-Wagen sólo fué utilizado en los catálogos y por los militares fanáticos nazis.
El partido nazi facilitó a Ferdinard Porsche la infraestructura necesaria para la construcción de la que sería posteriormente la fábrica encargada del proyecto. Para la realización de este proyecto, se fundó la nueva ciudad el 26 de mayo de 1938. La ceremonia de tan importante acontecimiento para el régimen nazi, buscaba claramente impresionar al pueblo alemán, un pueblo que se mostraba confiado con su dirigente. Más de 70.000 personas llegadas de todos los rincones de Alemania acudieron a la ceremonia. Lógicamente, Ferdinand Porsche estuvo presente, junto a los generales nazis y al mismísimo Führer. En dicha ceremonia, Hitler subió a bordo de un Kdf-Wagen descapotable, conducido por Ferry Porsche.
Con el propósito de financiar todo este proyecto de dotar al pueblo alemán de un auto a bajo costo, el gobierno alemán ideó un sistema en el que los ahorradores deseosos de poseer un Volkswagen (auto del pueblo), aportaban 5 marcos alemanes semanalmente. Así se reunieron alrededor de 286 millones de marcos. Ninguna de estas personas recibió su Kdf-Wagen, ya que los proyectos militares monopolizaban la atención de Hitler: el 1 de septiembre de 1939 invadió Polonia. La fábrica de Fallersleben se destinó a la producción de guerra, y después de 6 años de guerras, el dinero del Kdf-Wagen fue requisado por los rusos en concepto de reparaciones de guerra.
Comenzada la guerra la fábrica se convirtió en objetivo militar, a pesar de que el propio Hitler le auguró a Porsche: ”La fábrica no tendrá importancia estratégica” en obvia referencia a la exclusiva construcción del “KdF” civil y la victoria relámpago que se obtendría con la “blitzkrieg”. No bien iniciadas las hostilidades, la planta pasó a la órbita del Ministerio de Armamentos y de la “Luftwaffe”. De esa suerte, además de los ya conocidos “KdF”; “Kübel”; y “Schwimmwagen”, se produjeron allí alas y fuselajes para el “schnellbomber” Junkers Ju-88; motores “BMW” 801 D para el caza Focke-Wulf Fw-190; granadas de mano; minas; y aproximadamente un millón y medio de calefactores para las tropas en Rusia. Asimismo a partir de septiembre de 1943, se ensamblaron también las bombas voladoras Fieseler Fi 103, popularmente conocidas como “V-1” (“Vergeltungswaffe 1”: Arma de represalia N° 1).
Según era de esperar, los Aliados priorizaron los ataques a la planta del “KdF” en razón de su contribución al esfuerzo bélico enemigo. Años antes, por su parte, expertos de la “Luftwaffe” (Fuerza Aérea Alemana) habían sugerido su prudente dispersión en los bosques aledaños. Sin embargo, hasta el momento mismo de las primeras incursiones no se había tomado la más mínima precaución en ese sentido
Al tiempo de las primeras incursiones en abril de 1944 aún se carecia de camuflaje, defensa antiaérea, y refugios subterráneos para los trabajadores. La masiva mole rectangular a un lado del Mittellandkanal se destacaba nítidamente en los visores “Norden” de las “Fortalezas Volantes” y “Liberator” estadounidenses.
El 8 de abril de 1944 cincuenta y seis bombardeos descargaron allí 146 toneladas de bombas incendiarias y de alto poder explosivo. Aunque no se causaron grandes daños materiales, trece personas murieron y cuarenta resultaron heridas. Tres semanas después, una “Fortaleza Volante” Boeing B-17 sin tripulación, se estrelló en los techos del “Hall 1” de la planta ocasionando graves destrozos en toda esa área. A ello le siguieron otros tres importantes raides: El 20 de junio, 137 “Fortalezas Volantes” lanzaron 500 toneladas de bombas incendiarias y de alto poder explosivo. De éstas aproximadamente 582 hicieron blanco en la fábrica causando la muerte de veintisiete trabajadores y heridas a noventa y tres más. Nueve días después, sesenta y cinco aviones atacaron con 826 bombas, matando a catorce personas y dañando en forma considerable a la planta, ciudad y barracas de prisioneros. Por último el 5 de agosto, ochenta y cinco “Liberator” dejaron caer 300 toneladas de bombas de alto poder explosivo, consiguiendo un estimativo de 300 aciertos en la planta de ensamblado, cocinas, barracas y calles. Murieron siete personas y veintisiete fueron heridas. Todas las incursiones se realizaron a plena luz del día conforme la modalidad operativa de la Octava Fuerza Aérea Estadounidense.
El 10 de abril de 1945, tropas estadounidenses dirigieron su avance en dirección a la ciudad del Volkswagen. Sin embargo no llegaron a entrar en ella pues desconocían su existencia. La ciudad era demasiado nueva y no figuraba aún en sus más recientes mapas. Al mismo tiempo, los prisioneros de guerra y trabajadores forzados, ahora liberados de sus severos guardianes nazis, iniciaron una escalada de vandalismo, destrucción y muerte. Masas enardecidas de polacos y rusos se dieron al saqueo de almacenes, depósitos, fábrica y ciudad. El 18 de abril tomaron posesión de la fábrica y ciudad varios tanques “Sherman” apoyados por doscientos soldados americanos. Les aguardaban cinco mil rusos y polacos enceguecidos por el alcohol y el deseo de venganza. El ejercito americano debió emplearse a fondo para contenerlos disparando incluso contra la multitud.
Los estadounidenses originariamente tenían la intención de desguazar y luego destruir toda la fábrica de bido a su connotación nazi. Enterado el inspector-jefe de la planta, Rudolf Brörmann, se les opuso tenazmente evitando la planeada demolición durante los meses de primavera y verano de 1945. Su oportuna y trascendental gestión en esa crítica época, ha sido injustamente olvidada por la historia oficial de la “Volkswagenwerk”. Así entonces el 25 de mayo, con la venia estadounidense, se resolvió rebautizar a la antigua “Stadt des KdF-Wagen” con el nombre de “Wolfsburg”, tomado del castillo vecino de Von Schulemburg. Wolfsburg es actualmente sede principal del Grupo Volkswagen.
El escudo de armas de la ciudad (que entre 1951 y 1963 aparecería en las versiones de exportación de los Volkswagen), fue diseñado por un dibujante apellidado Kern. Lo componían la figura del tradicional castillo de dos torres y puerta levadiza con un estilizado lobo en las almenas. En su vértice unas líneas onduladas simbolizaban el Mittellandkanal.
El 28 de mayo Rudolf Brörmann fue puesto en la función de director ejecutivo de la planta. Para fines de ese mismo mes se habían armado manualmente 110 “Kübelwagen” con piezas sobrantes.
Hitler nunca llegó a ver su Kdf-Wagen salir de las líneas de producción. Con el fin de la guerra Porsche es encarcelado por su vinculación con el régimen nazi y los ingleses toman el control de la factoría.
Aunque sus primeros pasos comenzaron durante la Segunda Guerra Mundial, no fue hasta los años 50 cuando el escarabajo se convierte en un vehículo de gran aceptación social tanto en Europa como al otro lado del Atlántico. En 1955 salió de la fábrica el ejemplar un millón, y en 1972 el escarabajo, como ya se le conocía en todo el mundo, superó el récord de unidades fabricadas de un automóvil, que ostentaba Ford con su modelo "T", al alcanzar la cifra de 15.007.034 Volkswagen fabricados.
El escarabajo dejó de fabricarse en Alemania al bajar la demanda en la mayoría de los países, ya que habían aparecido en el mercado mundial automóviles equivalentes, pero de diseño y tecnología mucho más actuales. El escarabajo siguió produciéndose no obstante en México, desde donde se atendía el mercado interior y el de los países latinoamericanos, en los que el escarabajo seguía teniendo una buena acogida.
Volkswagen no se quedó atrás en la evolución de los automóviles y presentó en 1974 el modelo Golf, que de inmediato tuvo un gran éxito. Volkswagen fue ampliando paso a paso su gama de modelos, abandonando su anterior política de modelo único. Así fue incorporando en primer lugar el Passat, un poco antes que el Golf, y a continuación el Polo y el Lupo, modelos más pequeños. En 1997 aparece el New Beetle, que ofrece un diseño basado en el antiguo escarabajo, pero totalmente modernizado, al igual que la tecnología. Este automóvil está destinado principalmente al mercado estadounidense, donde sigue existiendo un gran número de conductores nostálgicos del escarabajo. La aparición de este modelo, unida a un descenso de la demanda también en los países latinoamericanos, lleva en el año 2003 al cierre de la fabricación del clásico escarabajo en México. Con anterioridad han ido saliendo otros modelos nuevos, como el Phaeton, buque insignia de la marca, el Touran, automóvil con capacidad para siete personas y equipaje, y el Touareg, un automóvil SUV (Sports Utility Vehicle), para uso en ciudad, carretera y en terrenos difíciles.
En las últimas décadas Volkswagen ha ido incorporando a su grupo otros fabricantes de automóviles. El primero fue Audi, que se desarrolló muy positivamente a raíz de su pertenencia al grupo, y que se distinguiría como fabricante de automóviles de clase superior, comparables a Mercedes-Benz y a BMW. Posteriormente Volkswagen adquirió el fabricante español SEAT, cuyos modelos deberían ser de carácter deportivo y latino, en competencia con los automóviles italianos. El tercer fabricante que se incorporó fue Skoda, cuyos modelos estarían destinados principalmente a los nuevos mercados de la Europa del Este.
Disponer de cuatro compañías importantes de automóviles le dio a Volkswagen no sólo una facturación considerable, sino también la posibilidad de racionalizar la producción y de reducir costes. Volkswagen aprovechó esta oportunidad y comenzó a montar modelos parecidos de las cuatro marcas en idénticas plataformas, procedimiento en el que fue pionero en la industria mundial del automóvil.
Más recientemente Volkswagen ha adquirido otros fabricantes de automóviles, que aunque tienen series de producción reducidas, complementan la gama de modelos del grupo mediante automóviles de lujo, cuyas marcas gozan de un gran prestigio. Se trata de Bentley, Lamborghini y Bugatti.
En el año 2002 Volkswagen entregó casi 5.000.000 de vehículos. El número de empleados y trabajadores fue de 325.000. Su participación en el mercado mundial fue del 12,1 por ciento. El grupo dispone de 45 fábricas en 19 países y está presente en 150 países con organizaciones comerciales propias.
Volkswagen también ha sido innovador en cuanto a sus instalaciones de fabricación. Ha construido en los últimos años en Dresde una fábrica totalmente nueva, de cristal, que permite a los visitantes ver en detalle todo el proceso de fabricación. En Wolfsburg ha edificado la ciudad del automóvil, un conjunto de edificios destinados al público, en los que se pueden ver exposiciones sobre la historia de la compañía y sobre el mundo del automóvil, y en la que los compradores pueden recoger personalmente sus automóviles Volkswagen.
2006-10-20 11:25:23
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