Hay dos términos unidos: Below the line y Above the Line.
Los dos se refieren a canales de comunicación en Publicidad. Para hacerlo comprensible:
Below de line se refiere a Marketing directo, (mailings, PLV,...)
Above the line se refiere a Publicidad General, (grandes medios, publicidad en TV, prensa...)
Espero que te sirva. Buena suerte
2006-10-16 04:27:57
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answer #1
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answered by Sandra 5
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Leyendo algunas previsiones realizadas por relevantes personajes del mundo de la publicidad en todo el mundo uno se encuentra con afirmaciones como la vertida por el presidente de Interpublic, conglomerado de publicidad con una facturación de 7 mil millones de dólares al año, cuando dice:
“El hecho es que hasta hace un lustro el 90 por ciento de nuestra facturación y la de nuestros principales competidores provenÃa de la publicidad tradicional y el manejo de medios. Ahora, otras disciplinas de comunicación mercadotécnica generan el 50 por ciento. A mi parecer, en cinco años la publicidad será responsable de únicamente el 35 por ciento.” (John Doomer)
En realidad, lejos de ser el resultado de una reflexión convalidada por los números, el contenido de la afirmación parece ser una estimación en función de la tendencia que se viene dando en todo el mundo. Poco a poco, la inversión en la denominada, cada dÃa con menos sentido, “Below the line”, va en aumento y fue no hace mucho tiempo que ésta superó por primera vez a la realizada en publicidad convencional. Esas otras “disciplinas de comunicación mercadotécnica”, que dice Doomer, hace ya tiempo que demostraron su valÃa como herramientas de comunicación y en cambio carecen de muchas de las problemáticas a las que no es ajena la publicidad en términos convencionales. He ahÃ, claro, unido todo ello al problema de la saturación publicitaria en la dimensión “convencional”, la causa de su ascenso como destino de inversión publicitaria de primer orden en los últimos años.
La primera consecuencia para el escenario de los medios publicitarios es la puesta en marcha de un proceso de fragmentación de soportes y medios, dado que la naturaleza de los canales “below the line” no responde a una lógica de masas (en términos generales, aunque sà hay técnicas como las de las RR.PP. que pueden ser masivas). Por el contrario, apuesta por la aplicación, a veces espectacular, de la creatividad para la conformación de nuevos canales y medios susceptibles de portar mensajes publicitarios. AsÃ, el proceso de creación de nuevos medios, si pudiera llamárseles asÃ, ha abierto el campo para que miles de ideas cobren forma y reciban inversión. El escenario final es esta maraña de pequeñas pero a la vez grandes ideas que se convierten en medios publicitarios.
Sin embargo, esta fragmentación hace resurgir problemas anteriormente resueltos como la complejidad de la planificación de medios, asà como la medición de eficacias y la asignación de méritos a la hora de hacer balance de resultados de campañas “below the line”. Hace ya tiempo que se buscan maneras especÃficas y realmente efectivas, no aproximativas, de medir la eficacia de propuestas como el patrocinio, por ejemplo, y aún se sigue, sin embargo, cuantificando en base al precio publicitario del espacio o tiempo ocupado en los diversos medios de comunicación. Estos son problemas que los anunciantes de este momento en el que el “Below the line” toma fuerza deben afrontar y resolver sin violentar la estructura misma de máxima fragmentación del mundo del “por debajo de la lÃnea”.
La previsión de John Doomer supone hacer crecer la inversión en “Below” de poco más del 50% al 65%, es decir, un aumento del 30% en un perÃodo breve de cinco años. ¿Qué tiene este antiguo sub-mundo de la publicidad para que la tendencia internacional sea hacerlo crecer una tercera parte en tan poco tiempo?. Quizá deberÃamos explicarlo más bien a través de los problemas, ya clásicos, de los medios convencionales: la saturación publicitaria, la reducción de su eficacia y, en consecuencia, la pérdida de su credibilidad. En cambio, los nuevos, frescos y más próximos canales del “Below” no se encuentran saturados (por una cuestión estructural: son cientos o miles de pequeños medios con sus propios soportes correspondientes), están demostrando que su eficacia es comparable a la de otros medios convencionales y por tanto constituyen fuente de mensajes no sospechosos ante los ojos del público objetivo. La única saturación a la que se enfrente el “Below” es la de la cantidad de medios que existen y que continuarán siendo diseñados por mentes creativas. Habrá que considerar a partir de ahora si esta fragmentación permanente y su consecuencia directa: la no estandarización de formatos-arquetipo que puedan considerarse probados y eficaces, es la cualidad que mantiene vivas estas virtudes anteriormente citadas o si es la barrera a respetar bajo riesgo de heredar las problemáticas de los medios convencionales y perder la frescura que les augura esa tercera parte de crecimiento para los próximos cinco años. SerÃa el tema: “El futuro del Below”.
Ciertas clasificaciones de medios incluyen entre los considerados en el grupo del “Below” a las relaciones públicas (RR.PP.). Todos sabemos que las RR.PP. son una herramienta imprescindible para hacer realidad ese deseo de invertir menos en publicidad y más en comunicación (dependiendo siempre de decisiones y consideraciones concretas que cada situación merezca, desde luego, ya que nunca es bueno aceptar como verdaderas las recomendaciones generalistas que muchos utilizan para crear luego las llamadas “leyes”). AsÃ, de alguna manera, el “below” puede ser una primera tendencia hacia la comunicación menos publicitaria. Y en concreto las RR.PP. ganan verosimilitud, algo de lo que decÃamos andaba escasa la publicidad, creando mensajes cuya apariencia es más informativa que persuasiva. Esto nos obliga a abordar el asunto de los lÃmites legales. Es buena idea recordar aquà que la Ley General de Publicidad establece que los destinatarios de nuestras comunicaciones como empresas deben ser siempre conscientes de la naturaleza publicitaria de los mensajes que se les hacen llegar. Debemos observar este lÃmite para que las nuevas formas de comunicación en crecimiento que poco tienen que ver con la publicidad continúen gozando de esta legitimidad legal, es decir, que sean percibidas, además de como más verosÃmiles, también como publicidad en cualquier caso. Por tanto, la ejecución de determinadas fórmulas bajo el paraguas del “Below” puede exigir estas consideraciones legales y también un esfuerzo ético por parte de todos los agentes del sistema publicitario.
En resumen, los expertos hablan de un aumento del 30% de la inversión total en “Below the line” a tan sólo cinco años que se traducirá en la consolidación del intento empresarial por recuperar la credibilidad en sus comunicaciones ante el público. No obstante, deberá afrontar el diseño de un sistema de planificación de medios capaz de manejar grandes cantidades de medios heterogéneos y también deberá esforzarse por alcanzar métodos de medición de resultados publicitarios para profesionalizar unos medios que, al menos por ahora, andan faltos de esa sistematización y control pos-test.
Pregunta final: La consolidación de la inversión en “Below”, ¿podrÃa traer procesos de concentración de medios y por tanto el fortalecimiento de determinadas propuestas que ordenaran la fragmentación existente en estos momentos?. ¿Eso serÃa bueno para el propio “Below”?.
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2006-10-16 11:07:34
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answer #4
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answered by i.daniel g 3
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