De acuerdo, no eres coleccionista, ni inversionista, ni un personaje de farándula que ansía dejarse ver junto a Jay Leno en los festivales de Pebble Beach o en las subastas de Christie´s pero… ¿por qué no tener un carro antiguo?, ¿Un Clásico?, ¿Por Qué No?
Para disfrutar la afición por los carros antiguos no hace falta miles de millones de dólares, ni un caro, exclusivo y delicado espécimen de museo. Claro, si se tienen, mejor. Pero ni usted ni yo somos profesionales de eso, ni queremos serlo. ¿Debemos entonces evaluar la compra de un carro antiguo?
Hay una gran diferencia entre un "carro antiguo" y uno "viejo". En el primer grupo podemos incluir todo aquello que tenga más de 30 años de edad y no nos compliquemos la vida con términos profesionales.
Como "clásicos", "coleccionables", "trascendentales", "futuros clásicos", "purasangre" y similares, pues son asuntos totalmente distintos. En el primer grupo están esos carros que por estética, técnica, estado o valor sentimental merecen ser preservados y pueden disfrutarse en reuniones familiares, con los amigos, dándoles mantenimiento para tenerlos impecables o terminar algún detalle. En el otro grupo –viejos- están esos carros añosos que se ven circulando sin pena ni gloria, con grandes defectos y evidencia de mucho uso, abuso y quien sabe qué más.
Digamos que desea una sana afición de fin de semana y que tiene hijos adolescentes con inquietudes. Un carro antiguo, parecido al del abuelo, a aquel en el cual aprendimos a manejar o al cual nos llevaban al colegio, es un pasaporte al recuerdo que puede ayudarnos a inculcar en esos adolescentes conceptos como "mantenimiento", "cuido", "acervo", "historia"... Seguro le valorarán más a usted, pues comprenderán que su juventud no fue igual a la de ellos, y ayudará a que valoren más su primer carro si ya lo tienen o lo van a tener. También un carro antiguo ayuda a entender los fundamentos básicos de mecánica y mantenimiento.
Un "clásico" es un buen motivo para pasear con los niños (si los tenemos) el fin de semana o con los amigos. Algo que une mucho a la familia; imagínelo… salir todos en nuestro carro antiguo a comer comida criolla o a pasear algún que otro domingo soleado. Manejar un carro de época, bien limpio y conservado, nos hace en el centro de atracción donde vayamos, garantizando que un simple paseo dominical por la ciudad será una experiencia entrañable.
SIN DOLORES DE CABEZA
La afición por los autos antiguos y clásicos inicia en la posguerra. Desde entonces cada vez más museos y coleccionistas preservan autos que en su día formaron parte de la historia del mundo. Se puede aprender mucho viéndolos y preguntando por las personas que los manejaron o poseyeron. Claro, puede ser una afición que -si llega a convertirse en profesión u obsesión- involucra altas sumas de dinero. Ciertos autos de colección son objetos de inversión como los relojes y cuadros. Un mundo en el cual hay que ser un conocedor para distinguir porqué un Dodge Challenger puede costar hasta cinco millones de dólares y otro, exactamente del mismo año y casi igual, solo vale pocos centavos.
Pero usted no quiere llegar a esos niveles. Solo tener un clásico para su deleite, para encerarlo los domingos (un ejercicio muy sano y de bajo impacto cardiovascular) sin aburrirse, para pasear a su sobrinito o llevar flores a la novia, para acompañar al amigo al altar y, en fin, vivir anécdotas entrañables. Y eso se puede hacer con facilidad y sin mucho dinero a cambio de tener un auto de uso cotidiano, un mecánico honrado (sí, los hay) y espacio adecuado donde guardar su "clásico".
ALGUNOS CONSEJOS
Existe la falsa creencia de que todo carro con más de 30 años es un clásico pero tal denominación se aplica a los modelos cuya apariencia o ingeniería cambiaron la historia automotriz. En ciertos modelos algunas versiones son clásicas y otras no. Normalmente se entiende que un carro "clásico" ha sido reconocido como tal por la AAA, o Asociación Americana de Autos Antiguos, que emite un listado. Otros expertos enumeran los autos, años de fabricación, versiones y equipo. En otras palabras; un buen Mustang GT convertible de 1965 es un clásico, pero un Mustang del mismo año con seis cilindros, lleno de kilómetros o con el techo cortado es un carro viejo. Un Thunderbird biplaza puede costar en perfecto estado tanto como un Corolla nuevo, pero reconstruir uno en estado terminal cuesta mucho más y, por supuesto, no es sino un carro viejo, tan achacoso como pueda serlo un viejo Chevelle pintado a brocha. El "valor de mercado" es una cosa y el "valor coleccionable" es otra; imagine que encuentra un Lada en estado impecable; su valor de mercado menos bajo que el de uno menos conservado pero -a diferencia de ése- valdrá la pena conservarlo precisamente por su buen estado.
En nuestro caso, que no somos profesionales de la restauración ni del mundo de los clásicos, pero deseamos un carro con estampa antañona o tenemos uno y no sabemos qué hacer con él, vale la pena evaluar el valor sentimental, el estado de conservación (si está muy destrozado o faltan muchas piezas, olvídelo), la sencillez mecánica, la disponibilidad de repuestos (en Venezuela hay donde encontrarlos y en USA hay una frondosa industria), el factor "gusto" -que es absolutamente personal- y el precio, que en ningún caso puede ser caprichoso, salvo sea un auto rarísimo y de alto valor como un Mercedes Gaviota o algo así, que interesan a los inversionistas, profesionales y personas de gran poder adquisitivo.
Hay que buscar uno completo, cuyas líneas cautiven, que parezca no haber sido muy "jurungado", donde sea cómodo y grato viajar, que tenga la menor cantidad de accesorios posible (menos cosas que se dañen o que reparar) y hallará ofertas que le permitirán aprender y disfrutar.
¿Vale la pena? Sin duda es un dinero difícil de recuperar, no por causa de la depreciación, sino porque son carros menos fáciles de vender que –pongamos- un subcompacto del año. Si tiene un carro para todos los días, espacio para atenderlo y dinero disponible, vale la pena siempre que se fije en un carro entero y fácilmente recuperable que necesite muy poco para seguir funcionando. Se dará cuenta cuando pasee con los niños y ellos sonrían al ver cuántas personas se quedan mirando al carro, le señalan con el gesto o le dirigen una sonrisa. Y quién sabe… de pronto le contratan para una boda y hasta pueda ganar dinero inesperadamente o salir en TV.
2006-10-11 04:17:53
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answer #1
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answered by Cars_LA 3
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