La gota es un trastorno hereditario de alteraciones en el metabolismo de las purinas (bases nitrogenadas constituyentes de nucleoproteínas), en el que los niveles de ácido úrico (producto final del catabolismo de las purinas) se elevan anormalmente en la sangre.
Como consecuencia de la hiperuricemia se forman uratos de sodio, los cuales se depositan bajo la forma de tofos (bolsas llenas de cristales de ácido úrico) en las articulaciones pequeñas y tejidos vecinos. Estos depósitos destruyen los tejidos articulares y ocasionan artritis crónica. En la gota crónica, por ejemplo, el pabellón de la oreja es uno de los lugares afectados.
Esta enfermedad se caracteriza por dolores articulares (artralgias), generalmente en el primer dedo del pie y ascendiendo por la pierna. Al avanzar la enfermedad, los síntomas surgen con más frecuencia y son más duraderos.
La obesidad está comúnmente asociada con la gota, ya que se relaciona fuertemente con el excesivo beber y comer. La cetosis (circunstancia metabólica propia del ayuno o de una dieta con pocos hidratos de carbono) también desencadena un ataque.
Manejo nutricional en la dieta terapéutica:
Las nuevas drogas que se usan para dicha enfermedad permiten que la dieta no sea tan restringida en purinas. Aún así, dietas hipopurínicas, pueden disminuír el pool de ácido úrico, y también la dosis de la medicación.
En el ataque agudo se recomienda la restricción de todas las purinas exógenas, y es necesario instar a la persona a que consuma al menos tres litros de líquido al día para auxiliar en la excreción de ácido úrico y llevar al mínimo las posibilidades de formación de cálculos.
Debido a que la excreción de uratos tiende a disminuír con las grasas y a aumentar con los hidratos de carbono, la dieta debe tener una cantidad relativamente grande de éstos últimos, siendo moderada la cantidad de proteínas, y disminuída la primera.
En el período consecutivo al ataque, la dieta debe ser normal y adecuada, tendiente a lograr y conservar el peso corporal apropiado.
La mayor parte de las proteínas provendrán de alimentos pobres en nucleoproteínas, que son: quesos, leche, huevos y vegetales.
La dieta normalmente contiene entre 600 y 1000mg/día de purinas. En casos de gota grave o avanzada donde se utiliza una dieta hipopurínica, no se deben superar los 150mg/día, por lo que es imperioso realizar una correcta selección de los alimentos que se incluirán en la dieta.
Además, no debe consumirse etanol (alcohol), ya que aumenta la producción de ácido úrico.
Lista de alimentos para plan de alimentación con bajo contenido en purinas:
Alimentos que no deben consumirse:
Vísceras y achuras: hígado, molleja, menudos de pollo, riñón, corazón
Fiambres y embutidos
Carne: cerdo, cordero, pavo, ganso, gallina, ciervo, perdíz
Pescados: sardinas, anchoas, atún, caballa, salmón, trucha
Mariscos: camarones, mejillones, vieiras
Legumbres: soja
Cereales: integrales, salvado de trigo
Hortalizas: espinaca, chauchas, hongos
Levadura
Caldos
Bebidas alcohólicas
Café torrado
Alimentos que deben consumirse con moderación:
Carne vacuna, pollo, pescado (merluza)
Legumbres secas: arvejas, lentejas, porotos
Recordemos siempre que ante cualquier duda debe consultarse al nutricionista, dado que cada caso reviste particularidades que deben ser consideradas especialmente y que exceden la intención del presente informe.
Terminología:
Purinas: Bases nitrogenadas, adenina y guanina, que son constituyentes de nucleoproteínas.
Nucleoproteína: Sustancia compuesta de una proteína básica simple, combinada con ácido desoxirribonucleico (ADN) o ribonucleico (ARN).
Ácido úrico: producto final del catabolismo de las purinas.
Recomendaciones preventivas:
Se debe evitar el ayuno prolongado.
Es conveniente mantener un peso adecuado.
Es muy importante beber abundante agua (más de 2 litros por día).
Se debe evitar el alcohol en todas sus formas.
Y disminuir la ingesta de alimentos ricos en purinas. En el siguiente cuadro se agrupan los alimentos según la cantidad de purinas y la frecuencia con que se recomienda su utilización:
Frecuencia recomendada de carnes y aves: carnes rojas, dos días por semana; pollo, pavo sin piel o conejo, dos o tres días por semana. Cantidad recomendada: una sola vez al día, no más de 200 gramos.
Condimentos: Se pueden utilizar todo tipo de condimentos. Sal con moderación.
Los nitritos y nitratos están presentes en los alimentos enlatados, en los embutidos y en todos los que tengan conservantes. Por experiencia personal (padre y abuelo) se que es difícil para un paciente gotoso adaptarse a la dieta pero no imposible!. La dieta ayuda pero la medicación también. Siempre consultá a tu médico.
Suerte. Saludos
2006-07-18 02:10:06
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answer #1
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answered by Poly 3
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