La diferencia de cromosomas XX y XY no sólo dice si un humano es hombre o mujer: también determina a qué enfermedades es vulnerable. Las mujeres, dice un estudio, tienen copias de genes de reserva y por eso son menos propensas a sufrir enfermedades como meningitis, malformaciones o hemofilia.
Los cromosomas tienen la respuesta
La autora del estudio, Barbara R. Migeon, dice que las enfermedades se expresan de forma distinta en hombres y en mujeres.
Nada tienen que ver, como se cree, los órganos reproductivos: son las copias de cromosomas las que determinan qué afecciones pueden padecerse a lo largo de la vida.
Ellas, que portan con dos XX, a diferencia de ellos, que son XY, son menos propensas a sufrir mutaciones como el retardo mental o el enanismo.
"Los investigadores han empezado a reconocer que las enfermedades pueden expresarse de manera diferente en hombres y mujeres y que no todas las diferencias pueden explicarse sólo por las hormonas", explicó Migeon, quien desde hace años se dedica a las investigaciones genéticas en la prestigiosa universidad John Hopkins.
Por ejemplo, los niños pequeños tienen una tasa de mortalidad más alta que las niñas y son más susceptibles contraer infecciones como la meningitis.
Los cromosomas del sexo, conocidos como X e Y, determinan el género de un embrión y también pueden ofrecer explicaciones adicionales sobre las diferencias de enfermedades entre los sexos, afirmó Migeon.
Las mujeres nacen con dos cromosomas XX, o alelos, uno heredado de la madre y uno del padre. En cambio, los varones nacen con un cromosoma X proveniente de la madre y uno Y del padre.
Es que las mujeres nacen con diez veces más genes que los hombres: en el cromosoma X hay más de 1.000 genes, mientras que el cromosoma Y tiene menos de 100 genes y carece de copias funcionales de muchos de los genes vinculados con el cromosoma X.
"El tener sólo una copia de genes vinculados al cromosoma X hace que los varones sean más vulnerables a mutaciones perjudiciales que afectan de manera adversa la función codificada por estos genes, y de todos modos más vulnerables que las mujeres con dos copias", añadió la investigadora.
"Si ese alelo mutado tiene defectos, un varón no puede tener la función codificada por ese gen", explicó. "Sin embargo, la misma mutación de alelo habitualmente es menos dañina en una mujer, porque tiene una copia que funciona normalmente en el otro cromosoma X".
Ejemplos de estas mutaciones incluyen la distrofia muscular de Duchenne, la hemofilia y el síndrome Hunter, que causa enanismo, anormalidades de los huesos y retardo mental en los varones, pero habitualmente no afecta a las mujeres que tienen el mismo gen mutado.
La duplicación de genes en general trae ventajas para las mujeres, pero la explicación no es sencillamente que tengan dos copias de cada gen mientras que los hombres tienen una, dado que solamente una copia de cada gen vinculado en el cromosoma X puede expresarse o "encenderse" en cada célula individual del cuerpo de la mujer.
Este proceso de "encendido" de un cromosoma y "apagado" del otro ocurre al azar a medida que se desarrolla el embrión femenino, y dado que ocurre en cada célula, una mujer habitualmente termina con una mezcla de células dentro del mismo tejido, algunas que expresan los genes heredados de su madre, y otras los heredados de su padre.
Según los expertos, las mujeres son como un mosaico. "Lo básico es que aunque las mujeres tengan sólo un juego de genes vinculados al cromosoma X que funcione en cada célula, tienen una copia en reserva", explico Migeon.
Los estudios de Migeon dicen que el "mosaico" explica por qué algunas enfermedades genéticas ocurren solamente en los hombres y también por qué otras son específicas de las mujeres. Este mosaico, asegura, puede ser una gran ventaja para ellas.
Por ejemplo, los embriones masculinos con un trastorno conocido como "incontinentia pigmenti" habitualmente mueren en el útero durante la gestación, en tanto que los embriones femeninos afectados por la misma mutación sobreviven, aunque desarrollan anormalidades en el cabello, los dientes y la piel.
"Es probable que la contribución del 'mosaico' celular a las diferencias sexuales no se limite a las enfermedades", dijo Migeon. "Estudios recientes -agregó- han mostrado que el sexo afecta la manera en que el cerebro de una persona responde al humor y es posible que el 'mosaico' celular desempeñe un papel en algunas diferencias de conducta". La investigadora, que hace años estudia el cromosoma X, puede sorprendernos pronto con la respuesta al por qué los hombres y las mujeres pensamos de manera tan diferente.
2006-06-28
08:32:03
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pregunta de
CHIQUI
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Salud
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