DORAL, Florida, EE.UU. (AP) - Rodeados de una multitud de camarógrafos, un grupo de sonrientes y bien vestidos miembros del culto se congregaron recientemente en un comercio de South Beach para hacerse tatuajes con el símbolo de su profeta: 666.
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Los miembros de Creciendo en Gracia (Growing in Grace), una controversial secta religiosa con sede central en Doral _muy cerca de Miami_ dicen que siguen el ejemplo de su líder, José Luis de Jesús Miranda, quien ha dicho ser Jesús y que recientemente se declaró el Anticristo.
Los críticos han calificado a Miranda como el líder de un culto que manipula a sus seguidores. Los miembros de la iglesia responden que él les ha traído felicidad y plenitud espiritual.
"Esto confirma lo que yo creo realmente", dijo Alvaro Albarracín, de 38 años, que dirige una productora cinematográfica que se incorporó a la iglesia hace más de una década. Mostró un vendaje que cubría un reciente tatuaje con el número 666 en su antebrazo. "Es como una marca. Como un signo".
Es un signo poco grato para la mayoría de los cristianos, ya que durante siglos esa cifra ha sido asociada con Satanás. Pero para la treintena de miembros que se tatuaron el 666 además de SSS _las siglas del lema de Miranda, "Salvo siempre salvo"_ es un marca de su absoluta fe en su líder.
Los miembros de la iglesia dicen que el símbolo no los vincula con Satanás sino con la afirmación de Miranda de que ha reemplazado las enseñanzas de Cristo con un nuevo evangelio.
Los expertos y los críticos del movimiento dicen que los tatuajes ofrecen una prueba inquietante de la influencia que Miranda ejerce sobre sus seguidores.
"¿Qué va a hacer ahora para llamar la atención sobre sí?", se preguntó Daniel Alvarez, un instructor en el departamento de estudios religiosos de la Universidad Nacional de la Florida que ha estudiado el movimiento. "Esto significa que su control sobre la gente es tan grande que, no importa lo que les diga, lo seguirán".
Miranda no estaba disponible para dar su comentario, dijo una vocera de su movimiento.
En el salón de tatuajes, una mujer lucía una camiseta con el retrato de Miranda y la frase en español "El Señor ha llegado". Otros vestían camisetas y gorras con el 666.
Las cámaras enfocaban el sillón de tatuajes mientras la artista Jessica Segatto, con las manos enfundadas en guantes de goma rosados y con una voluminosa cruz de plata, tatuaba cuidadosamente el 666 en los tobillos, antebrazos, espalda y en un caso el cuello de los seguidores del culto.
Algunos miembros dijeron que decidieron asistir a la sesión de tatuaje _en respuesta a un anuncio de la iglesia la semana anterior_ para demostrar su adhesión a la visión de su líder. Otros dijeron que esperaban que el símbolo provocase interrogantes sobre el movimiento.
"Supuse que si lo tenía en la pierna la gente lo iba a notar y luego preguntar", dijo la vocera Axel Poessy.
Miranda _quien predica que el pecado y el demonio fueron destruidos cuando Jesús murió en la cruz y que los elegidos de Dios ya se han salvado_ ha erigido un movimiento masivo en torno de su persona. Sus seguidores lo llaman "Papi" y "Dios" y lo inundan de regalos, como relojes Rolex de 5.000 dólares, y a veces el 40% o más de sus salarios.
Los líderes cristianos han denunciado a Miranda aduciendo que distorsiona el mensaje de la Biblia. El reverendo Julio Pérez, de Nueva Esperanza, un grupo comunitario religioso en Hialeah, dijo que Miranda se promovía a sí mismo en vez de ayudar a los miembros de su movimiento. "Lo que está haciendo es tratar de crear su propia secta", afirmó.
Miranda tenía unos pocos centenares de seguidores cuando lanzó su iglesia en un depósito de Hialeah hace unos veinte años. Hoy lidera un movimiento global desde su sede en Doral que dice tener 335 centros de educación, 200 pastores, 287 programas radiales y una rede de televisión de 24 horas en español que llega a dos millones de hogares, incluyendo por pedido especial de algunas compañías de cable. Solamente Miranda y su lugarteniente, Carlos Cestero, están autorizados a predicar.
En sus sermones, Miranda pone énfasis en la riqueza y el éxito como señales del favor de Dios. Muchos de sus miembros son propietarios de negocios que dan una parte de sus ganancias a Miranda, dijo Albarracín, que supervisa las donaciones corporativas a la iglesia y que ostenta el título "empresario de empresarios".
Albarracín, que maneja la productora fílmica MiamiLa Entertainment, dijo que entregó 20% de sus ganancias al movimiento cuando vendió su empresa de conexión con la red, Dialtone, por más de 16 millones de dólares en 2001.
La guatemalteca Martita Roca, de 25 años, cantante del sur de la Florida y actriz, dijo que a veces entrega el 40% de su salario al movimiento. Dijo que tatuarse fue otro modo de demostrar su compromiso.
"Para toda esa gente que ora por nosotros para que nos salgamos de este movimiento, esto demuestra que no damos marcha atrás", agregó Roca de sus tatuajes. "Esto es para asegurarme de que todos me asocien con esta visión".
Luz Fuentes, de 51 años, una ex católica que se incorporó a Creciendo en Gracia en 1990, dijo que ella y su hermano dan al movimiento hasta el 50% de las ganancias de su empresa hipotecaria de Hallandale, Apos Mortgage. "Apos" es la abreviatura de "apóstol", uno de los nombres que se le dan a Miranda. Este figura en el cibersitio de la compañía como su director general.
"Anticristo" es el más reciente de una serie de títulos que Miranda se ha atribuido.
En 1988, Miranda anunció que era la reencarnación del apóstol Pablo. En 1999, se autocalificó como "El otro", un superser espiritual que sentará las bases para el segundo advenimiento de Cristo. En 2004 proclamó ser Jesucristo. Esta afirmación hizo que algunos miembros prominentes desertaran del movimiento, incluyendo su primera esposa Nydia y su hijo José Luis Jr., quienes iniciaron su propia iglesia en Puerto Rico.
En enero, durante un servicio en su iglesia, Miranda se sacó el abrigo y reveló el número 666 tatuado en un antebrazo.
"Esta es una congregación de Anticristos", afirmó, en medio de silbidos y vivas.
El número 666 aparece en el Apocalipsis o Libro de las Revelaciones, en el Nuevo Testamento, que detalla la visión apocalíptica del apóstol Juan sobre el ascenso del Anticristo, las tribulaciones y el retorno de Cristo. En Revelaciones, una bestia cornúpeta aparece sobre la Tierra y exige que todos graben su marca, el 666, en la mano derecha o en la frente.
Los expertos en nuevos movimientos religiosos dicen que la oposición de Miranda a otras religiones, y su atribución de ser la única autoridad espiritual legítima, semeja las enseñanzas de algunos cultos.
"Es claramente un grupo de orientación personalista", dijo Rick Ross, un asesor en la lucha contra los cultos con sede en Nueva Jersey. "Está definido por las afirmaciones de de Jesús Miranda".
Nick Woodbury, director del grupo evangélico Cristo para Miami (Christ for Miami), dijo que la mayoría de los cristianos rechaza las enseñanzas de Creciendo en Gracia por considerarlas antibíblicas.
"En el sector evangélico cristiano, los consideraríamos una secta", agregó Woodbury, quien se ha desempeñado como misionero en Colombia del grupo Misión de Latinoamérica (Latin American Mission), con sede en Miami. "Toman la Biblia, pero su interpretación es muy distorsionada".
Los seguidores de Miranda han arremetido contra la cristiandad organizada porque creen que su profeta sigue el verdadero evangelio, según dicen. Sus adherentes han perturbado el desarrollo de procesiones católicas en Viernes Santo y han protestado frente a una reunión de una iglesia evangélica en el Tropical Park de Miami. En julio, destruyeron folletos publicados por los Testigos de Jehová y otros movimientos cristianos durante una marcha por el centro de Miami.
Los expertos preocupados por el crecimiento del movimiento dicen que esperan que la más reciente afirmación de Miranda provoque dudas entre algunos de sus seguidores.
"El símbolo del Anticristo es tan negativo, que lo único positivo que saldrá de todo esto será que la gente diga 'Un momento, este hombre ha ido demasiado lejos", sentenció Alvare
2007-02-25
12:07:27
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6 respuestas
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pregunta de
rafael b
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