Supongamos dos universos paralelos, idénticos, hace 4600 millones de años, absolutamente idénticos, átomo a átomo. Hoy, 4600 millones de años después, los dos universos serían también idénticos, átomo a átomo. Esto es lógico pensarlo. Por tanto, todo lo que hacemos o pensamos o decimos y que creemos que es voluntad nuestra, lo estaría haciendo exactamente igual y al mismo tiempo un otro yo existente en nuestro universo paralelo, diciendo y pensando lo mismo al mismo tiempo. Se concluye así que las cosas son lo que son y que si algo ocurre es porque necesariamente debe de ocurrir (tal y como están actualmente ordenados los átomos de nuestro universo). ¿No es esto la definición de destino?
2006-12-09
19:20:14
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pregunta de
carolo4444
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en
Astronomía