A unos, porque:
Una victoria electoral por la mínima, sobre la campana y con mucho voto "prestado", da derecho a formar gobierno, no a pisotear las estructuras del estado y a lapidar a un partido democrático en la oposición, con casi 10 millones de votantes. El talante se demuestra conciliando la vida política, no pactando con tiranuelos sudamerdicanos, partidos "antisistema" y grupos terroristas.
A otros, porque:
Hay que aceptar la derrota electoral como la voluntad del pueblo, y no ejercer la oposición como un berrinche crónico, revolcándose diariamente en la inmundicia con tal de deslegitimar a un gobierno perfectamente democrático.
A todos, porque:
Con las cosas de comer no se juega. No se etiquetan los muertos según su pertinencia. El político ha de servir al pueblo, y no arrojarlo a la calle a que se parta la cara con el projimo. Una democracia se sostiene con ciudadanos, no con energúmenos de carnet.
2007-03-25
20:54:47
·
19 respuestas
·
pregunta de
Anonymous