(26/9/2007) La tensión histórica entre Estados Unidos y Cuba volvió a hacerse sentir. George Bush calificó en su discurso a Fidel Castro como “un dictador cruel”, provocando la reacción airada de la delegación cubana.
“En Cuba, el prolongado régimen de un dictador cruel se acerca a su fin. El pueblo cubano está listo para su libertad. Y mientras esa nación entra en un período de transición, la ONU debe insistir en la libertad de expresión, la libertad de asociación y finalmente, elecciones libres y competitivas", fueron las palabras del presidente norteamericano.
La respuesta no tardó. Enseguida, la delegación cubana, encabezada por el canciller Felipe Pérez Roque, se levantó y abandonó la sala en señal de protesta. Poco después, el gobierno cubano "condenó" y "rechazó" la "infame diatriba" y el "discurso arrogante y mediocre" del presidente de Estados Unidos.
"Bush es responsable del asesinato de más de 600 mil civiles en Irak, autorizó la tortura de prisioneros en la Base Naval de Guantánamo y el secuestro de personas, vuelos clandestinos y cárceles secretas. Es un criminal y no tiene ni autoridad moral ni credibilidad para juzgar a ningún otro país", expresó una declaración de la cancillería divulgada en La Habana.
2007-09-27
11:26:38
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pregunta de
nazareno
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