Por una vez luzco la ropa que me atrae, un vestido negro con lunares blancos, claveles rojos en el talle y algunos pequeños adornando mis cabellos.
Camino por las calles de un pueblo de España, sus frentes amarillos como rayos de sol se esconden detrás de los geranios que cuelgan de los balcones, cada pétalo es una historia de amor apasionado.
Por primera vez acudo a la cita descalza, mis tobillos tienen pulseras de gitana.
En el camino me regalan un mantón de Manila para completar mi atuendo , los pájaros y flores prolijamente bordados me incitan a seguir caminando por esas calles prolijamente empedradas.
Un gitano me ofrece una mirada de azabache y fuego.
En mis brazos tintinean las piedras que los adornan .
El maquillaje acorde con la vestimenta, el cabello anudado prolijamente en la nuca, la frente descubierta, solo unas mechas pretenden jugar con mis aros gigantes, los volados de mi vestido se asemejan a la cola de un pavo real.
Camino y ellos juegan.
El escote descubre mi espalda.
Tengo que llegar temprano para ensayar, la guitarra llora su melodía, la música me invade.
Todo huele a magia en el tablado, otras bailarinas zapatean haciendo sonar sus tacos rojos.
La luz solo ilumina el escenario, en las mesas flores y copas de vino que chocan haciendo sonar los cristales.
Arreglo mi maquillaje, mis ojos verdes brillan como nunca contrastando con mi pelo y vestimenta.
La luz se apaga, los aplausos son más sonoros, desde una pantalla Humphrey Bogart pronuncia mi nombre alienta al grito de: Ava baila, desata tus sentimientos.
2007-07-11
04:44:45
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4 respuestas
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pregunta de
Sonia
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