Tata, quero un reloc.
¿Pa’qué queres un reloc Jelipe? En el campo ni falta que
hace.
—¡No tata, no! Lo quero pa’cuando salgo por las nochecitas con la María.
—Pero Jelipito, tú conoces los luceros de la noche, puedes leer la hora allí en ellas.
—¡No, tata, no! Mire, en las nochecitas que están estrelladas,
caminamus de la mano, oigo rebien los grillos y cómo las
plantitas se mueven con el viento. La María huele a jabón y hierbas silvestres, entonces ¡nos sentamos a la orillita del río, tata!; la empiezo a besar, la acaricio de su carita, de sus hombros. Luego ¡rodamos por el pasto tata!, le quitó su ropa, sus enaguas, ¡todito tata!, ji ji ji ji.
Nos quedamos desnuditos tata, y ya cuando la luna ilumina su
cuerpo, me subo encima de ella, la beso en el cuello y respira fuertotote; gime, se queja, jadea y entonces me dice:
“¡Damilaora, Jelipe, damilaora!” ¡Y yo sin reloc tata!
2007-03-15
05:00:57
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pregunta de
Hën®¥ Ãløn§ø
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Chistes y humor