Escribo desde la pena o la tristeza del amor frustrado. Suelen decir las personas que la tercera es la vencida, pero no para mí, tal vez tengo que intentarlo mil veces o ya nunca. No soy de aquellos que se enamoran tan fácil por eso sé que no tengo demasiadas oportunidades.
No me gusta mentir, no me gusta inventarme una vida ante los demás, no me gusta ser otro que no sea yo. ¡Yo y sólo yo! Pero he fallado a ese mi principio, nuevamente dejé que lo más despreciable dentro de mí me dominara.
No creo en la suerte, en el destino, ni en Dios, creo en la Libertad, ese don divino que sólo nosotros nos podemos procurar. Así pienso yo, extremo, en el abismo de la demencia, delirar por la Libertad y la Originalidad, la capacidad de crear y de cambiar. Después de todo, tratarán de consolarme otros diciéndome que soy humano, demasiado humano, y que otro amor, el verdadero, me estará esperando. ¿Así o más ****** puede ser el consuelo?
¿O no existe el amor no existe?
2007-03-10
04:15:48
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2 respuestas
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pregunta de
ajo_merodeador
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Otros - Familia, Amor y Relaciones