Un niño siempre era muy optimista, pero tenía un hermano menor que era
muy pesimista. En la Navidad, los padres de los muchachos quisieron
hacer un experimento para igualar un poco las emociones de los niños:
al pesimista le dejaron de regalo un precioso caballo de madera de
color marrón; al optimista le pusieron un montoncito de KK de caballo.
Por la mañana, al levantarse los niños, declara el pesimista:
"¡Qué regalo tan malo tengo yo: un caballo marrón, y es de madera! ¡Y
yo quería uno de color gris! ¡Yo quería uno vivo!"
El optimista ni siquiera podía ahora dejar su optimismo:
"¡A mí me dejaron uno vivo, pero ya se fue!"
2007-12-14
22:15:00
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pregunta de
quique22
4
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Música y ocio
➔ Chistes y humor