Hola. Usted quiere citas biblicas... (Versión Valera 1909)
Dt 6:4 "Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es" y usted sabe de quien se habla cierto?
Mr 12:29 "Y Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel, el Señor nuestro Dios, el Señor uno es" le confunde saber de quien se trata el "Señor"?
1Co 8:6 "Nosotros empero no tenemos más de un Dios, el Padre, del cual son todas las cosas, y nosotros en él: y un Señor Jesucristo, por el cual son todas las cosas, y nosotros por él" se nota la diferencia?
1Ti 2:5 "Porque hay un Dios, asimismo un mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre" mas diferencias cierto?
Dt 32:39 "Ved ahora que yo, yo soy, Y no hay dioses conmigo: Yo hago morir, y yo hago vivir: Yo hiero, y yo curo: Y no hay quien pueda librar de mi mano" Jehová está sin compañia de dioses...
Los Apóstoles le preguntan a Jesús: "Y sentándose él en el monte de las Olivas, se llegaron á él los discípulos aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del mundo? (Mt 24:3)
Jesús responde: "Empero del día y hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino mi Padre solo" (Mt 24:36) o sea no saben lo mismo....
Jn 14:28 "Habéis oído cómo yo os he dicho: Voy, y vengo á vosotros. Si me amaseis, ciertamente os gozaríais, porque he dicho que voy al Padre: porque el Padre mayor es que yo" Dios, el Padre, es mayor que Jesús, no igual a Él.
Yo sé que a ustedes les confunde el texto de Jn 14:6 al 11, sin embargo, esa igualdad o semejanza entre Dios y Jesús es la misma igualdad o semejanza entre Jesús y los apóstoles citada en Jn 17:11... o también se trata del mismo tipo de igualdad o semejanza que las nombradas en Ge 1:26; Ge 2:24; Ge 3:22.... (en orden para que no cueste).
Hay otras mas, pero debe de aburrirle leer tanto, no?
Gracias.
2007-11-29 19:46:11
·
answer #5
·
answered by Anti_Ojitus 3
·
2⤊
1⤋
yo no soy testigo de nada pero puedo aportar en el tema
El argumento quizá más usado para comprobar que Jesús es Dios es el
comparativo. Se intenta demostrar que Jesús y Dios tenían tantas cosas en común que por lógica eran la misma persona. Por ejemplo, se habla del poder que Jesús tenía para levantar muertos, perdonar pecados y sanar, y se dice que estas son cosas propias sólo de Dios, y por tanto Jesús es Dios.
Este argumento es defectuoso en varias formas. La primera falla está en la simple lógica: siendo dos cosas idénticas, no son por consiguiente la misma cosa. Ejemplos de esto pueden ser los periódicos de cada mañana, o niños gemelos: son idénticos, pero nunca se sugeriría que por esa razón eran la misma cosa o persona. Por tanto, el simple hecho que Jesús y Dios tengan características en común, no es evidencia conclusiva de que sean el mismo.
La razón por la semejanza que había entre ellos está en el propósito de
Jesús: ser un hombre perfecto, imitando a perfección la santidad de Dios.
Además, cada semejanza tiene su explicación particular: Jesús juzgaba porque
el Padre dio todo juicio al Hijo (Juan 5:22). El tenía vida porque el Padre
se la concedió (Jn. 5:26). El Hijo recibía adoración porque el Padre así lo
dispuso (Fil. 2:9-11). Ninguno de estos argumentos demuestra que Jesús es
Dios.
"Yo y el Padre uno somos"
Explicación tradicional: Este pasaje se presenta con la idea de que Jesús está diciendo que él y su Padre son una misma persona.
Respuesta:
1.. La misma gramática contradice la tradición, ya que Jesús hace alusión a dos personas diferentes: Yo (1) y el Padre (2).
2.. Hay muchos casos donde una pluralidad se hace "uno," y en ningún caso, on una misma persona. En el uso bíblico esto significa unidad de voluntad y pensamiento, de mente y corazón; nunca implica que dos o más individuos pierdan su identidad personal para unirse con otros en una sola entidad. Ejemplos:
a.. El hombre y la mujer en matrimonio (Marcos 10:7-8).
b.. En la iglesia somos uno (Gálatas 3:28, Romanos 12:5).
c.. Jesús pide a su Padre que sus discípulos también sean uno, entre
ellos (Juan 17:11) y con Jesús y Dios (17:21-22).
3.. En toda la escritura, se habla de Dios y Jesús como personas
diferentes, con diferentes voluntades (Luc. 22:42), diferentes niveles de
autoridad (Juan 14:28), diferentes papeles (I Tim. 2:5), y mucho más. No son la misma persona.
Filipenses 2:5-9"...el cual siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a qué aferrarse, sino que se despojó a si mismo tomando forma de siervo..."
Explicación tradicional: Se pretende que estas palabras enseñan que Jesús, siendo en forma de Dios, era Dios, y que Dios se humilló haciéndose siervo, tomando forma humana.
Respuesta: Una lectura cuidadosa del pasaje señala todo lo contrario.
1.. "En forma de Dios" es muy diferente a ser Dios. Y además, todo hombre esta hecho a semejanza de Dios. (Gen. 1:26)
2.. Dice claramente "no estimó el ser igual a Dios como cosa a que
aferrarse", palabras sin sentido si en realidad era Dios mismo.
3.. ¿Nos parece correcto que Dios esté en condición de hombre? ¿Que Dios se humille? ¿Que Dios haya andado en compañía de pecadores? ¿Que Dios haya obedecido a otro? ¿Que Dios haya muerto? Todas estas cosas contradicen los principios fundamentales de lo que es el Dios único y todopoderoso.
4.. En el v. 9 dice "Dios le exaltó...le dio un nombre..." Nuevamente,
estamos hablando de dos personajes diferentes, Dios y un hombre que El exaltó, no de otro Dios que recuperó su gloria después de rebajarse.
Juan 1:1-14
"En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era
Dios.... Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros..."
Explicación tradicional: Se supone que el Verbo era el hombre Jesús,
pre-existente en el cielo en forma personal, y por consiguiente, era Dios
mismo.
Respuesta: Ya hemos visto la diferencia entre Dios y la carne, que es la
diferencia fundamental entre Dios y su Hijo; y sabemos la imposibilidad por definición de que Dios se haga carne. E interesantemente, el pasaje nunca dice que Dios se haya hecho carne.
Aquí "el Verbo" se refiere a la voluntad y el propósito eterno de Dios. Esa
voluntad fue manifestada en carne, en el hombre Jesús. La enseñanza de Juan
1 es manifestación divina, no encarnación (1 Tim. 3:16). Fijémonos en la
conclusión de la sección, en Juan 1:18: "A Dios nadie le vio jamás; el
unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer." Si los vs. 1-17 enseñan que Dios vino a la tierra, el v. 18 los contradice
totalmente, ya que dice que nadie vio a Dios, cosa falsa si en verdad Jesús era Dios. Pero si entendemos el concepto de que Jesús manifestaba a Dios, el v. 18 tiene perfecto sentido, sin contradicción.
Juan 14:9
"...El que me ha visto a mí, ha visto al Padre"
Explicación tradicional: Como Jesús es Dios, ver a Jesús es ver a Dios.
Respuesta: Notemos una vez más que se habla en términos de dos personas diferentes, no una unidad. Jesús nunca dice "yo soy Dios." El verdadero entendimiento de esto está allá en Juan 1:18: que el Hijo dio a conocer al Padre, en el mismo sentido que después Pablo dio a conocer a Cristo, y dice: "Sed imitadores de mí, como yo de Cristo." No pudiendo ver a Dios, tenemos que ver a Cristo, que es la imagen y representación de El.
Juan 20:28
"Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!"
Explicación Tradicional: Tomás está manifestando que Jesús es Dios.
Respuesta: Por toda la evidencia que hemos visto, sabemos que en términos bíblicos, es imposible que Jesús sea Dios. La verdadera explicación de este pasaje la encontramos ligándolo con el pasaje anterior. Allá Jesús estaba tratando de enseñarle a Tomás y Felipe que ver a Dios no era posible, ni necesario, ya que con verlo a él veían todas las características del Padre. En aquel día, no entendieron, y aquí, después de su resurrección sí. Tomás no está diciendo que Jesús es Dios, sino que está reconociendo lo que Jesús les había tratado de explicar antes: Que al verlo a él, veían a Dios.
"Los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren." (Juan 4:23)
Estas palabras de Cristo constituyen un reto. Declaran que Dios se complace solamente en la adoración de aquellos que se le acercan "en espíritu y en verdad." Implican que los verdaderos adoradores son únicamente los que están dispuestos a buscar la verdad de Dios, a fin de convertirla en el fundamento de su vida espiritual.
Muchos reconocerán el derecho de Dios de dictar las condiciones de la adoración. Aun las autoridades humanas hacen lo mismo con respecto a sí mismas. Nadie pensaría acercarse a un monarca terrenal sin respetar las convenciones requeridas, y si no las conociera, daría los pasos necesarios para averiguarlas.
¿Se tratará con menos respeto a Dios, quien es más alto que cualquier monarca terrenal?
¡De ningún modo! Las palabras de Cristo, citadas anteriormente, revelan que Dios desea que los verdaderos adoradores vengan a un correcto conocimiento de El como una base para una adoración aceptable. Esto impone una solemne responsabilidad sobre el que desea agradarlo, es decir, la de buscar cuidadosamente la revelación que El ha dado de sí mismo (la Biblia) si su deseo es conocerlo.
Pero algunos preguntarán: Si nuestras intenciones son correctas, ¿pueden tener importancia simples términos doctrinales?
La mayoría contestaría negativamente. Pero las palabras de Cristo revelan que la verdad doctrinal es vital para la salvación. Después de todo, ¿puede uno adorar a Dios si carece del entendimiento básico de su esencia divina?
No. No puede haber componenda ni concesiones en este tema tan importante. Dios se ha revelado a sí mismo y ha revelado su propósito en la Biblia, y es nuestro deber y privilegio escudriñar ese maravilloso libro para conocer al Dios a quien adoramos. Rechazar la Biblia convertiría nuestra adoración en vana e inútil.
Un conocimiento correcto de Dios es esencial para la salvación
En varias ocasiones, Cristo reveló que la salvación depende del correcto entendimiento de la verdad divina (Marcos 16:16; Romanos 1:16; 1 Corintios 15:2,3; etc.). Orando al Padre, declaró:
"Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado." (Juan 17:3)
¿Hasta qué grado conocemos a Dios? ¿Concuerda nuestro entendimiento con la verdad bíblica?
Dos ideas opuestas respecto de Dios son enseñadas en la cristiandad. La mayoría de iglesias enseñan que El es un ser trino, constituido por el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo: uno aunque tres, iguales en conocimiento, poder y esencia, desde la eternidad y hasta la eternidad.
Por otra parte, algunos declaramos que la doctrina de la Trinidad es falsa; que Dios es uno y solo; que Jesucristo es Su Hijo, nacido hace 1900 años, antes de lo cual no tenía existencia personal; y que el Espíritu Santo es el poder de Dios.
Ambas doctrinas no pueden ser correctas al mismo tiempo, y a la luz de las declaraciones del Señor, expuestas anteriormente, aquellos que están en error no están en el camino de la vida eterna, no importa cuán sinceros sean.
Esta es una afirmación muy seria, y a muchos no les agrada que lo digamos en forma tan cortante. En realidad, muchos consideran indigna cualquier discusión acerca de Dios. Creen que es innecesaria y prefieren dejar tales problemas a los teólogos, a quienes consideran profesionalmente preparados para resolverlos.
Pero si las palabras de Cristo significan algo, enseñan que la salvación eterna está condicionada a que una persona adore a Dios en verdad.
Por consiguiente, el lector de la Biblia debe decidir si su salvación personal vale tanto como para tomarse el trabajo y el tiempo de investigar el asunto.
La Trinidad es un concepto contradictorio
Muchos sistemas religiosos afirman creer en lo que ellos llaman Trinidad. Exponen la doctrina de que Dios es al mismo tiempo uno y tres, y está compuesto por Padre, Hijo y Espíritu Santo. Esta doctrina no ha sido extraída de la Biblia (donde el término Trinidad jamás aparece), sino de lo que se conoce como el Credo de Atanasio, que fue presentado por Atanasio, Obispo de Alejandría, en el siglo cuarto después de Cristo. En él se define la divinidad como sigue:
"El Padre es Dios, El Hijo es Dios, y el Espíritu Santo es Dios. Aun así no son tres Dioses, sino un Dios."
La Trinidad es además definida así:
"Solamente hay un Dios viviente, verdadero y eterno; sin cuerpo, partes o pasiones; de infinito poder, sabiduría y bondad; El Hacedor y Preservador de todas las cosas, tanto visibles como invisibles. En la unidad de esta Divinidad existen tres personas, de una sustancia, poder y eternidad: el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo."
Un análisis cuidadoso de esa definición revelará contradicción y confusión.
Por ejemplo, ¿cómo puede un solo Dios ser tres personas? ¿Como pudo ser engendrado el Hijo (Salmos 2:7) y aún existir desde la eternidad?
En pocas palabras, creer en lo que la mayoría de las iglesias enseñan acerca de la divinidad, es creer en una contradicción imposible.
Pablo enseñó que "Dios no es Dios de confusión" (1 Corintios 14:33); pero la doctrina que enseña que Dios es al mismo tiempo uno y tres es un obvio error de confusión.
Compruébelo usted misma. Pregunte a cualquier clérigo cómo Dios puede ser al mismo tiempo tres y uno; cómo puede ser "sin cuerpo, partes y pasiones," y sin embargo ser "una substancia"; cómo el Hijo puede existir desde toda la eternidad, y aun así, al mismo tiempo, ser "el unigénito hijo de Dios" (Juan 1:18).
Le responderá que es un "misterio" más allá del alcance del entendimiento de la humanidad. A lo mejor le amonestará que no se preocupe de asuntos tan insignificantes.
Sin embargo la doctrina de la Trinidad es parte de la fe de la mayoría de las iglesias, acerca de la cual declara el Libro de Oraciones de la Iglesia de Inglaterra: "A menos que cada uno la mantenga completa y sin mancha, sin duda perecerá eternamente."
El Dios que revela la Biblia
Hemos visto que la doctrina de la trinidad es contradictoria, incomprensible y antibíblica. ¿Cuál es la alternativa?
La enseñanza bíblica es que Dios es uno; Jesucristo es el Hijo de Dios, la manifestación del Padre; el Espíritu Santo es el poder de Dios.
Esto es sencillo, comprensible, ordenado y, por sobre todo, completamente bíblico.
Examine el siguiente resumen, a la luz de los textos bíblicos señalados:
1. Un Dios. La suprema y autoexistente Deidad, el solo Padre, que mora en luz inaccesible, y quien de su propia e inderivada energía creó los cielos y la tierra, y todo lo que hay en ellos (Deuteronomio 6:4; Isaías 44:6-8; 45:5; 46:9; Marcos 12:29-32; 1 Corintios 8:4-6; Salmos 124:8; 146:6; 1 Timoteo 6:15,16).
2. El Hijo de Dios. El Señor Jesucristo, engendrado de María por el Espíritu Santo, sin la intervención del hombre, y posteriormente ungido con el mismo Espíritu en su bautismo, sin medida. Fue llevado a la muerte como una ofrenda por el pecado, levantado de la tumba en el tercer día, con vida eterna, y está esperando actualmente el tiempo en el que ha retornar a la tierra para establecer el reino de Dios (Lucas 1:26-33; Hechos 2: 22-24,36; Gálatas 4:4; Isaías 7:14; Mateo 3:16,17; Juan 3:34; Hebreos 2:14-16; Romanos 1:3; Hebreos 5:8,9; Hechos 1:11; Hechos 3:26).
3. El Espíritu Santo es el poder de Dios. Por medio de Su Espíritu Dios se da cuenta de lo que sucede en el cielo y en la tierra, y sostiene toda la creación. Los santos hombres de la antigüedad fueron impulsados por el Espíritu a escribir Su revelación (la Biblia), pudiendo también realizar milagros en épocas pasadas (Génesis 1:1,2; Job 26:13; 33:4; Hechos 17:25-28; Nehemías 9:30. Compare Juan 14:26; 15:26; 16:13; Hechos 1:8; 2:1-4 con Marcos 16:17,20 y Lucas 24:49. Vea también Lucas 1:35; Hechos 5:30-32; 2 Pedro 1:19-21).
La Biblia no contiene en ninguno de sus libros la enseñanza de que Dios es un ser trino, o que el Señor Jesucristo es coigual y coeterno con el Padre. En vez de esto, enseña lo contrario.
Los teólogos admiten que la Biblia no enseña la Trinidad
De hecho, la palabra Trinidad no se encuentra en la Biblia.
Aparentemente, la palabra fue usada por primera vez en una obra apologética de Teófilo, Obispo de Antioquía de Siria, en la segunda mitad del siglo segundo. Sin embargo, la Trinidad de este obispo no era la moderna doctrina de coigualdad, sino más bien, una trinidad de atributos más que de personas, por lo que dice expresamente: "El verdadero Dios (es decir, el Padre) es el único que debe ser adorado."
No fue sino hasta en el siglo cuarto, en un tiempo de gran apostasía de la fe apostólica pura, que la doctrina de la Trinidad fue realmente introducida. Esto causó una tremenda controversia, debido a que muchos todavía se adherían a la doctrina de un solo Dios. Sin embargo, la nueva doctrina prevaleció gradualmente, y finalmente llegó a ser aceptada como enseñanza cristiana básica, cumpliendo así la profecía de que los líderes religiosos se extraviarían "invalidando la palabra de Dios con vuestra tradición" (Marcos 7:13; ver también 2 Timoteo 4:3, Hechos 20:29.30).
Muchos teólogos han sido lo suficientemente francos para admitir que la doctrina no es enseñada en la Biblia, y no puede ser explicada lógicamente. Reconocen que la Trinidad es incomprensible y que sus términos son contradictorios.
No pueden explicar cómo un Dios puede ser también tres y viceversa; cómo Dios puede tener sustancia, pero no forma; o cómo el Hijo de Dios puede al mismo tiempo ser uno con su propio Padre.
La doctrina es confusa, porque no ha sido tomada de la Biblia, sino de la mitología pagana. La Enciclopedia Británica hace el siguiente comentario:
"Las proposiciones que constituyen el dogma de la Trinidad no fueron tomadas directamente del Nuevo Testamento, y no pueden ser expresadas en términos del Nuevo Testamento. Fueron el producto del razonamiento especulativo sobre la revelación bíblica... Tales ideas se formaron a través de siglos de esfuerzo, elaboradas únicamente con la ayuda de los conceptos y formuladas en términos de la metafísica de los griegos y romanos."
En pocas palabras, fueron extraídas, no de la Biblia, sino de las religiones paganas.
¿Están dispuestos los adoradores sinceros a arriesgar su eterna salvación poniendo sus esperanzas y estableciendo su adoración sobre tan vagos fundamentos?
Cristo enseñó: "Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero y a Jesucristo, a quien has enviado" (Juan 17:3). El apóstol Pablo previene: "Vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias" (2 Timoteo 4:3).
El lector debe a Dios y a sí mismo el buscar la verdad del asunto. Recuerde que Cristo enseñó: "Los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren" (Juan 4:23).
2007-11-29 18:34:31
·
answer #6
·
answered by Miguel S 6
·
4⤊
3⤋
- He visto por allà que no saben explicar el "misterio de la Trinidad", es dificilÃsimo, puesto que sólo somos humanos y no podemos comprender en su amplia totalidad a Dios. Leà entre las respuestas que la Trinidad falla en el caso de Jesús y Dios porque el que tengan las misma caracterÃsticas, no implican que ambos sean Dios, es cierto, pero entonces..¿Cómo explicar el papel de Jesús?...
LOS TT.JJ. CREEN QUE JESÃS ES UN ÃNGEL, sin embargo, hasta los ángeles enseñan que sólo a Dios se debe adorar y postrar (Apocalipsis 22:8-9)...Pero Juan y los otros apóstoles se arrodillaban ante Jesús, eso muestra que tiene un carácter divino...Además, lee:
JUAN 10:31-33
"Una vez más los judÃos tomaron piedras para arrojárselas, pero Jesús les dijo: —Yo les he mostrado muchas obras irreprochables que proceden del Padre. ¿Por cuál de ellas me quieren apedrear?. No te apedreamos por ninguna de ellas sino por blasfemia; porque tú, siendo hombre, TE HACES PASAR POR DIOS."
Sin embargo, Jesús era humano también...y como tal tenÃa ciertos sentimientos humanos: miedo, hambre, sed, dolor, cariño y otros, entonces NO LE IBA A SER TODO TAN FÃCIL...Necesitaba buscar a su Padre, a aquel que estaba en espÃritu por "encima de ÃL", es decir como humano necesitaba todo del Padre, INCLUSO EL REINO...PUES DIOS HABÃA VENIDO PARA QUEDARSE CON LOS HUMANOS... Y SER PARTE DE ELLOS...Leer:
JUAN 14:20
"En aquel dÃa ustedes se darán cuenta de que yo estoy en mi Padre, y ustedes en mÃ, y yo en ustedes".
La prueba más concreta es la declaración de Tomás, digan lo que digan, el versÃculo, según los eruditos es literal, SÃLO DIOS PUEDE VENCER A LA MUERTE.
Entonces Jesús es el Hijo de Dios, Verbo Encarnado proveniente de Dios y Dios mismo.
- Ahora EL ESPÃRITU SANTO, los TTJJ creen que es la fuerza activa de Dios, es decir, algo inerte, que solamente inspira, como un poder, sin embargo:
- El EspÃritu Santo ENSEÃA... Jn. 14:26
- Al EspÃritu Santo SE LE INTENTA ENGAÃAR en.. Hch. 5:3
- El EspÃritu Santo conduce a OTROS LUGARES...Hch. 8:39
- El EspÃritu Santo HIZO CONCEBIR A MARÃA...Mt.1:18
- Contra el EspÃritu Santo se puede BLASFEMAR...Mt. 12:32
De hecho, ¿No es una fuerza?...Es una persona.
¿ES EXPLICABLE?....Más o menos...Tenlo algo asÃ, El EspÃritu Santo es también Dios mismo, es su expresión...Por ejemplo..nosotros vemos al sol y nos caen sus rayos...lo sentimos, através de ellos vemos al sol, PERO EL SOL ESTA MUY LEJOS...AUNQUE PAREZCA ESTAR CERCA...DE IGUAL FORMA ES EL ESPÃRITU SANTO...Es la expresión de Dios que acompaña a todo cristiano, en todo momento y lugar, es decir, es también Dios mismo.
2007-11-29 19:58:06
·
answer #10
·
answered by Anonymous
·
1⤊
2⤋