"Martín" escribió algo que encierra una verdad algo contradictoria....perdonar si, olvidar no.Yo creo firmemente que si perdonas y no olvidas queda algo de resentimiento,pero también creo que se debe aprender de todo y también de la gente que alguna vez ha obrado en contra de nosotros y nos ha causado un daño,para ser mas precavidos la próxima vez.Si bien dicen que que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra.
Pero al final llegamos a lo mismo y es ahí donde se halla la contradicción, no olvidar para que no nos vuelvan a herir....
2007-05-20 11:21:42
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answer #1
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answered by lau 5
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Tengo 50 años, y a lo largo de mi vida he tenido buenas y malas experiencias. Cuando era muy joven tendía a ser rencorosa y me costaba trabajo perdonar, pero poco a poco fui cambiando. Si Dios nos perdona a diario ¿quién soy yo para no perdonar a mi prójimo? y sí, trato de olvidar, para no lastimar mi corazón. Vivo en paz, amo mi vida y estoy muy agradecida con Dios por todo lo que me da a diario, comenzando por la vida. Un beso y feliz domingo
2007-05-20 17:51:13
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answer #2
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answered by realista 7
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Perdonar es no tener demasiado en cuenta las limitaciones y defectos del otro, no tomarlas demasiado en serio, sino quitarles importancia, con buen humor, diciendo: ¡sé que tú no eres así!, y entonces no tendremos necesidad de olvidar o recordar.
Si perdonamos con dolor, tratar de olvidar es querer recordar la ofensa siempre, por lo que nunca conseguimos olvidar. Pero por no olvidar, no quiere decir que seamos rencorosos, simplemente el no olvidar, nos hace ser precavidos ante quien nos ofendió.
Perdonar ¡Siempre!
Olvidar o recordar; depende de como hayamos perdonado.
Un saludo.
2007-05-20 19:30:51
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answer #3
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answered by Anonymous
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Pues yo perdono pero no olvido, pero tampoco creeo que guarde rencor, simplememente cambio la manera en que trato a la persona.
2007-05-20 19:25:46
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answer #4
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answered by Anonymous
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Si perdono, pero difícilmente olvido aunque lo intento.
2007-05-20 19:23:20
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answer #5
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answered by Anonymous
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Si el daño es muy grande, no creo poder perdonar, y si perdono, no olvido.
2007-05-20 19:11:24
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answer #6
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answered by Operaz 7
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"Dejala Secar"
Mariana se puso toda feliz por haber ganado de regalo un juego de té de color azul.
Al día siguiente, Julia, su amiguita, vino bien temprano a invitarla a jugar. Mariana no podía pues saldría con su madre aquella mañana.
Julia entonces pidió a Mariana que le prestara su juego de té para que ella pudiera jugar sola en el jardín del edificio en que vivían.
Ella no quería prestar su flamante regalo pero ante la insistencia de la amiga decidió, hacer hincapié en el cuidado de aquel juguete tan especial.
Al volver del paseo, Mariana se quedó pasmada al ver su juego de té tirado al suelo. Faltaban algunas tazas y la bandeja estaba rota.
Llorando y muy molesta Mariana se desahogó con su mamá ¿ves mamá lo que hizo Julia conmigo?
Le presté mi juguete y ella lo descuidó todo
y lo dejó tirado en el suelo.
Totalmente descontrolada Mariana quería ir
a la casa de Julia a pedir explicaciones,
pero su madre cariñosamente le dijo:
Hijita, ¿te acuerdas de aquel día cuando saliste con tu vestido nuevo todo blanco y un coche que pasaba te salpicó de lodo tu ropa?
Al llegar a casa querías lavar inmediatamente el vestido pero tu abuelita no te dejó
¿ Recuerdas lo que dijo tu abuela?
-Ella dijo que había que dejar que el barro se secara, porque después sería más fácil de quitar.
- Así es hijita, con la ira es lo mismo, deja la ira secarse primero, después es mucho más fácil resolver todo.-
Mariana no entendía todo muy bien, pero decidió seguir el consejo de su madre y fue a ver el televisor.
Un rato después sonó el timbre de la puerta. Era Julia, con una caja en las manos y sin mas preámbulo
ella dijo:
Mariana, ¿recuerdas al niño malcriado de la otra calle,
el que a menudo nos molesta?. Él vino para jugar conmigo y no lo dejé porque creí que no cuidaría tu juego de té pero el se enojó y destruyó el regalo que me habías prestado.
Cuando le conté a mi madre ella preocupada me llevó a comprar otro igualito, para ti.
¡Espero que no estés enojada conmigo. No fue mi culpa.!
¡ No hay problema!, dijo Mariana, ¡mi ira ya secó!.
Y dando un fuerte abrazo en su amiga, la tomó de la mano y la llevó a su cuarto para contarle la historia del vestido nuevo que se había ensuciado de lodo.
"Nunca reacciones mientras sientas ira. La ira nos ciega e impide que veamos las cosas como ellas realmente son. Así evitarás cometer injusticias y ganarás el respeto de los demás por tu posición ponderada y correcta delante de una situación difícil."
Acuérdate siempre: Deja la ira secar!!!
El viejo Tarahumara, el campesino chino
Pregunté a un viejo Tarahumara por qué no usaban armas para defenderse de los cuatreros, y me dijo: Si las armas fuesen necesarias, habríamos nacido con ellas.
Me dijo un campesino chino: Si quieres ser feliz un día, emborrachate; si quieres ser feliz una semana, cásate; si quieres ser feliz toda la vida, sé jardinero.
El maestro Rubinstein
En el Campo di Fiore, en el trastevere romano, lo encontré dándole migajas a las palomas. Le pregunté: ¿Usted es el que yo creo? Y me dijo: Yo soy el que tú quieras. Le pregunté: ¿Usted es el maestro? Y me dijo: No, maestro es el que te puso delante de mí y a mí delante de ti. Yo soy Arthur Rubinstein.
El regalo de la libertad
Cuando me fui de mi casa, niño aun, mi madre me acompañó a la estación, y, cuando subí al tren, me dijo: Este es el segundo y último regalo que puedo hacerte, el primero fue darte la vida, el segundo la libertad para vivirla.
La oración predilecta de mi madre decía: Señor, te pido perdón por mis pecados, ante todo por haber peregrinado a tus muchos santuarios, olvidando que estás presente en todas partes. En segundo lugar, te pido perdón por haber implorado tantas veces tu ayuda, olvidando que mi bienestar te preocupa más a Ti que a mí. Y por último, te pido perdón por estar aquí pidiéndote que me perdones, cuando mi corazón sabe que mis pecados son perdonados antes que los cometa, ¡tanta es Tu Misericordia, amado Señor!
La mayoría es buena gente
Alguna vez me preguntó mi madre: ¿cuándo vas a dejar de pelear para comenzar a vivir?, ¡porque no se pueden hacer las dos cosas a la vez!
Mi madre creía que el día del Juicio Final el Señor no nos juzgará uno por uno -ardua tarea- sino el promedio, y si juzga el promedio, estamos salvados, porque la mayoría es buena gente.
El bien es mayoría, pero no se nota porque es silencioso -una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que destruye, hay millones de caricias que construyen la vida.
Diría mi madre: Si los malos supieran qué buen negocio es ser bueno, serían buenos aunque sea por negocio.
2007-05-20 18:42:38
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answer #7
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answered by elettropodoro 4
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No me cuesta perdonar, soy incapaz de sentir odio por alguien, me es fácil pasar a la indiferencia total, no soy rencorosa pero esto no quiere decir que olvide el daño que me hicieron.
Un saludo
2007-05-20 18:18:40
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answer #8
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answered by .•*¨)☆ NaiKa ☆¸.•*¨) 6
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Yo soy de las personas que ni perdono ni olvido aunque sea duro,cuando me hacen daño es que ya no puedo volver a confiar en esa persona y olvidar las cosas menos aún.A veces puedo llegar a perdonar a alguien si no ha sido muy grave pero más bien lo que ya dije.
2007-05-20 18:15:07
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answer #9
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answered by esti13 5
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la neta yo soy de las personas que perdona fácil y a veces si no es muy fuerte la situación hasta se me llega a olvidar, el único problema es que quiera o no se va generando cierto rencor hacia la persona y puede que el trato ya no se igual.
2007-05-20 18:06:53
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answer #10
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answered by Anonymous
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