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2007-03-23 16:17:13 · 15 respuestas · pregunta de Fermin E 1 en Sociedad y cultura Religión y espiritualidad

15 respuestas

PASCUA
(HEB. PÉ·SAJ; GR. PÁ·SKJA).

La Pascua se instituyó la noche anterior al éxodo de Egipto. La primera Pascua se observó el 14 de Abib (posteriormente llamado Nisán, marzo-abril en el calendario gregoriano) del año 1513 a. E.C. sobre el tiempo de la luna llena. A partir de entonces tenía que celebrarse todos los años. (Éx 12:17-20, 24-27.) La Pascua iba seguida de los siete días de la fiesta de las tortas no fermentadas, del 15 al 21 de Nisán. Conmemoraba la liberación de los israelitas de Egipto y el hecho de que Jehová ‘pasase por alto’ a sus primogénitos cuando aniquiló a los primogénitos egipcios. Coincidía con el principio de la cosecha de la cebada. (Éx 12:14, 24-47; Le 23:10.)

Era una celebración conmemorativa, y por eso el mandato bíblico decía: “Y tiene que suceder que cuando sus hijos les digan: ‘¿Qué significa este servicio para ustedes?’, entonces tienen que decir: ‘Es el sacrificio de la pascua a Jehová, que pasó por alto las casas de los hijos de Israel en Egipto cuando plagó a los egipcios, pero libró nuestras casas’”. (Éx 12:26, 27.)

Debido a que para los judíos el día comenzaba después de la puesta del Sol y finalizaba con la puesta del Sol del día siguiente, el 14 de Nisán empezaría después de la puesta del Sol. Por lo tanto, la Pascua se observaría la noche que seguía a la terminación del 13 de Nisán. Como la Biblia dice específicamente que Cristo es el sacrificio de la Pascua (1Co 5:7) y que observó la cena de la Pascua la noche antes de morir, la fecha de su muerte tuvo que ser el 14 de Nisán, no el 15, a fin de cumplir exactamente con el elemento tiempo del tipo o sombra provisto en la Ley. (Heb 10:1.)

Las leyes sobre su observancia. Cada familia tenía que escoger un macho sano de un año de edad de entre las ovejas o las cabras. Se introducía en la casa el décimo día del mes de Abib y se guardaba hasta el decimocuarto. Luego se degollaba y se salpicaba su sangre sobre los postes de la puerta y la parte superior de la entrada de la morada en donde había de comerse (no sobre el umbral, pues se pisaría la sangre).

El cordero (o la cabra) se degollaba y desollaba, luego se lavaban sus partes interiores, se volvían a colocar en su lugar y se asaba bien, sin quebrarle hueso alguno. (2Cr 35:11; Nú 9:12.) Si en la casa no eran suficientes para consumir el animal entero, tenía que compartirse con unos vecinos y comerlo aquella misma noche. Todas las sobras que hubiese debían quemarse antes de la mañana. (Éx 12:10; 34:25.) El cordero (o la cabra) se comía con tortas no fermentadas, el “pan de aflicción”, y con verduras amargas, pues su vida había sido amarga durante la esclavitud. (Éx 1:14; 12:1-11, 29, 34; Dt 16:3.)

¿Qué significa la expresión “entre las dos tardes”?

Como ya se ha mencionado, los israelitas contaban los días de anochecer a anochecer, por lo que el día de la Pascua empezaría al anochecer del día 13 de Abib (Nisán). Había que degollar al animal “entre las dos tardes”. (Éx 12:6.) Hay diferencias de opinión en cuanto al tiempo exacto al que se refería dicha expresión. Según algunas autoridades, así como según los judíos caraítas y los samaritanos, este período de tiempo transcurre desde la puesta del Sol hasta que oscurece por completo. Sin embargo, los fariseos y los rabinistas lo veían de otra manera: la primera tarde era cuando el Sol empezaba a descender y la segunda, cuando se consumaba la puesta del Sol. Debido a este último punto de vista, los rabinos sostienen que el cordero se degollaba al tiempo del ocaso del día 14, no cuando este empezaba, y por lo tanto la cena de la Pascua se comía en realidad el 15 de Nisán.

Los profesores Keil y Delitzsch comentan sobre este punto: “Desde una fecha muy temprana los judíos han tenido diferentes opiniones en cuanto al período de tiempo exacto que indicaba esta expresión. Aben Ezra concuerda con los caraítas y los samaritanos en considerar que la primera tarde era cuando el Sol se escondía bajo el horizonte y la segunda, la oscuridad total; en ese caso, ‘entre las dos tardes’ sería desde las seis hasta las siete y veinte [...]. Según la opinión rabínica, cuando el Sol empezaba a descender, es decir, de tres a cinco, era la primera tarde, y la puesta del Sol, la segunda; así que ‘entre las dos tardes’ era desde las tres hasta las seis. Los comentaristas modernos se han decantado con acierto a favor del punto de vista de Aben Ezra y la costumbre de los caraítas y los samaritanos”. (Commentary on the Old Testament, 1973, vol. 1, “The Second Book of Moses”, pág. 12; véase DÍA.)

Los hechos expuestos anteriormente y, en especial, textos como Éxodo 12:17, 18; Levítico 23:5-7 y Deuteronomio 16:6, 7, permiten concluir que la expresión “entre las dos tardes” aplica al tiempo transcurrido entre la puesta del Sol y la noche cerrada. De modo que la Pascua se comía bastante tiempo después de la puesta del Sol con la que empezaba el 14 de Nisán, puesto que tomaba bastante tiempo degollar, despellejar y asar bien el animal. En Deuteronomio 16:6 se daba el mandato: “Debes sacrificar la pascua por la tarde, luego que se ponga el sol”; Jesús y sus apóstoles observaron la cena de Pascua “cuando hubo anochecido” (Mr 14:17; Mt 26:20); Judas salió inmediatamente después de la observancia de la Pascua, “y era de noche” (Jn 13:30); cuando Jesús observó la Pascua con sus doce apóstoles, debieron conversar bastante; además, el que Jesús lavase los pies de los apóstoles también ocuparía algún tiempo. (Jn 13:2-5.) Por lo tanto, resulta obvio que la institución de la cena del Señor tuvo lugar bastante tarde. (Véase CENA DEL SEÑOR.)

En la Pascua que se celebró en Egipto, el encargado de degollar el cordero (o la cabra) en cada hogar era el cabeza de familia, y todos tenían que permanecer dentro de la casa para evitar que el ángel los ejecutase. Debían comer la Pascua de pie, con sus caderas ceñidas, báculo en mano y las sandalias puestas, a fin de estar preparados para un largo viaje sobre terreno escabroso (a menudo hacían su trabajo cotidiano descalzos). A medianoche todos los primogénitos egipcios fueron muertos, pero el ángel pasó por alto las casas sobre las que se había salpicado la sangre. (Éx 12:11, 23.) Toda casa egipcia donde había un primogénito varón se vio afectada, desde la del propio Faraón hasta la del prisionero. No murieron los que eran cabezas de una casa, aunque fueran ellos mismos primogénitos, sino todo primogénito varón que estaba bajo un cabeza de familia, además del primogénito macho de los animales. (Éx 12:29, 30; véase PRIMOGÉNITO.)

Aunque las diez plagas de Egipto fueron un juicio contra los dioses de Egipto, la décima, la muerte de los primogénitos, lo fue en especial. (Éx 12:12.) Como el carnero era el animal sagrado del dios Ra, el salpicar la sangre del cordero pascual en las jambas de las puertas habría sido una blasfemia a los ojos de los egipcios. El toro también era sagrado, de ahí que la muerte de sus primogénitos asestaría un golpe al dios Osiris. Y a Faraón mismo se le veneraba como el hijo de Ra, por lo que la muerte de su primogénito pondría de manifiesto la impotencia tanto de Ra como de Faraón.

En el desierto y en la Tierra Prometida. Solo se registra una celebración de la Pascua en el desierto. (Nú 9:1-14.) El que no se celebrara con regularidad la Pascua durante ese período probablemente se debió a dos razones: 1) Las instrucciones originales de Jehová eran que debían observarla cuando llegasen a la Tierra Prometida. (Éx 12:25; 13:5.) 2) Los nacidos en el desierto no se habían circuncidado (Jos 5:5), mientras que todos los varones que participaran de la Pascua tenían que ser circuncisos. (Éx 12:45-49.)

Pascuas registradas. Las Escrituras Hebreas registran de manera específica las siguientes pascuas: 1) en Egipto (Éx 12); 2) en el desierto de Sinaí, el 14 de Nisán de 1512 a. E.C. (Nú 9); 3) en Guilgal, en 1473 a. E.C., una vez que llegaron a la Tierra Prometida y después de haber circuncidado a todos los varones (Jos 5); 4) cuando Ezequías restableció la adoración verdadera (2Cr 30); 5) la Pascua de Josías (2Cr 35), y 6) la que celebró Israel después de regresar del exilio en Babilonia (Esd 6). Asimismo, en 2 Crónicas 35:18 se hace mención de pascuas celebradas en los días de Samuel y durante la época de los reyes. Después que los israelitas se establecieron en la tierra, la fiesta de la Pascua se observó ‘en el lugar que escogió Jehová su Dios para hacer residir allí su nombre’, en lugar de en cada hogar o en sus diversas ciudades. Con el tiempo, el lugar escogido fue Jerusalén. (Dt 16:1-8.)

Añadiduras. Después que Israel se estableció en la Tierra Prometida, se hicieron ciertos cambios y diversas añadiduras en la observancia de la Pascua. No celebraban la fiesta de pie o preparados para un viaje, pues entonces ya estaban en la tierra que Dios les había dado. En el siglo I E.C. acostumbraban a comerla recostados sobre su lado izquierdo, con la cabeza descansando sobre su mano izquierda. Esto explica por qué “ante el seno de Jesús estaba reclinado uno de sus discípulos”. (Jn 13:23.) Cuando se celebró la Pascua en Egipto, no se utilizó vino ni había ningún mandato de Jehová sobre su uso durante la fiesta. Esta costumbre se introdujo más tarde. Jesús no condenó el uso del vino con la comida, sino que lo bebió junto con sus apóstoles, y después les ofreció una copa para que bebiesen de ella cuando introdujo la Conmemoración o Cena del Señor. (Lu 22:15-18, 20.)

Según fuentes judías tradicionales, se usaba vino tinto y se pasaban cuatro copas, aunque podía utilizarse un mayor número de copas según requiriese la ocasión. Durante la comida se cantaban los Salmos 113 al 118, concluyendo con este último. Es probable que fuera uno de estos salmos el que Jesús y sus apóstoles cantaron al concluir la Cena del Señor. (Mt 26:30.)

Costumbres con relación a la Pascua. En Jerusalén se hacían grandes preparativos cuando se acercaba el tiempo de la fiesta, pues era un requisito de la Ley que la observase todo varón israelita y todo varón de los residentes forasteros circuncisos. (Nú 9:9-14.) Esto significaba que muchísimas personas realizarían el viaje a la ciudad con algunos días de anticipación, a fin de limpiarse en sentido ceremonial. (Jn 11:55.) Se dice que aproximadamente un mes antes se enviaban hombres para preparar los puentes y dejar los caminos en buen estado para comodidad de los peregrinos. Como el contacto con un cuerpo muerto dejaba a una persona inmunda, se tomaban precauciones especiales para proteger al viajero. Debido a que era costumbre enterrar a las personas en campo abierto en el caso de que muriesen allí, se blanqueaban las sepulturas un mes antes para que se distinguieran con facilidad. (El Templo: Su ministerio y servicios en tiempo de Cristo, de A. Edersheim, traducción de Santiago Escuain, CLIE, 1990, págs. 235, 236.) Esta costumbre permite entender las palabras que Jesús dirigió a los escribas y fariseos cuando los comparó a “sepulcros blanqueados”. (Mt 23:27.)

Se hacía disponible alojamiento en los hogares para aquellos que iban a Jerusalén con el fin de observar la Pascua. En un hogar oriental se podía dormir en todas las habitaciones y era posible acomodar a varias personas en una misma habitación. También se podía usar la azotea de la casa. Además, hay que tener en cuenta que muchos de los que llegaban para celebrar la fiesta conseguían alojamiento extramuros, especialmente en Betfagué y Betania, dos aldeas situadas en las laderas del monte de los Olivos. (Mr 11:1; 14:3.)

Orden de los sucesos. La cuestión de la contaminación dio lugar a las siguientes palabras: “Ellos mismos no entraron en el palacio del gobernador, para no contaminarse, sino poder comer la pascua”. (Jn 18:28.) Estos judíos creían que el entrar en una morada gentil los contaminaba. (Hch 10:28.) Sin embargo, esta declaración se hizo “temprano en el día”, por consiguiente después de la comida de la Pascua. Hay que tener en cuenta que en aquel tiempo había ocasiones en las que al período entero —que incluía el día de la Pascua y la fiesta de las tortas no fermentadas que iba después— se le llamaba “la Pascua”. A la luz de este hecho, Alfred Edersheim ofrece la siguiente explicación: En la Pascua se hacía una ofrenda de paz voluntaria, y al día siguiente, el 15 de Nisán, es decir, el primer día de la fiesta de las tortas no fermentadas, se hacía otra, una obligatoria. Era esta segunda ofrenda la que los judíos temían no poder comer si se contaminaban en la sala del tribunal de Pilato. (El Templo: Su ministerio y servicios en tiempo de Cristo, 1990, págs. 237, 238.)

“El primer día de las tortas no fermentadas.” Surge otra cuestión relativa a la declaración de Mateo 26:17: “En el primer día de las tortas no fermentadas vinieron los discípulos a Jesús, y dijeron: ‘¿Dónde quieres que preparemos para que comas la pascua?’”.

En esta frase la expresión “el primer día” podría traducirse “el día anterior”. En relación con el uso de la palabra griega que aquí se traduce “primer”, una nota al pie de la página de la Traducción del Nuevo Mundo sobre Mateo 26:17 dice: “O: ‘En el día antes de’. Esta traducción del término gr. [pro·tos], seguido por el caso genitivo de la siguiente palabra, concuerda con el sentido y la traducción de una construcción semejante en Jn 1:15, 30, a saber: ‘existió antes [pro·tos] que yo’”. De acuerdo con el Greek-English Lexicon, de Liddell y Scott, “[pro·tos] se usa [a veces] donde deberíamos esperar [pró·te·ros (que significa “precedente, anterior”)]” (revisión de H. Jones, Oxford, 1968, pág. 1535). En aquel tiempo, se consideraba que el día de la Pascua era el primer día de la fiesta de las tortas no fermentadas. Por lo tanto, a la luz del griego original y en armonía con la costumbre judía, se puede comprender que a Jesús se le formulara la pregunta el día antes de la Pascua.

“Preparación.” En Juan 19:14, hablando de la parte final del juicio de Jesús ante Pilato, el apóstol Juan dice: “Era, pues, la preparación de la pascua; era como la hora sexta [del día, entre las 11 de la mañana y el mediodía]”. Naturalmente, esto fue después de la comida de la Pascua, que se había tomado la noche anterior. Se hallan expresiones similares a estas en los versículos 31 y 42. Aquí la palabra griega pa·ra·skeu·e (de la que viene la española “parasceve”) se traduce “preparación”. Esta palabra no parece referirse al día anterior al 14 de Nisán, sino al día anterior al sábado semanal, que en esta ocasión era “grande”, es decir, no solo era sábado por ser 15 de Nisán, el primer día de la verdadera fiesta de las tortas no fermentadas, sino que también era un sábado semanal. Esto puede entenderse así, porque, como se ha dicho, el término “Pascua” se usaba a veces para referirse a toda la fiesta. (Jn 19:31; véase PREPARACIÓN.)

Significado profético. Cuando el apóstol Pablo exhorta a que las vidas de los cristianos sean limpias, atribuye un significado simbólico a la Pascua, pues dice: “Porque, en realidad, Cristo nuestra pascua ha sido sacrificado”. (1Co 5:7.) En esta ocasión asemeja a Cristo Jesús al cordero pascual. Juan el Bautista señaló a Jesús diciendo: “¡Mira, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo!”. (Jn 1:29.) Puede que Juan haya pensado en el cordero pascual; también pudo haber pensado en el carnero que Abrahán ofreció en lugar de su hijo Isaac, o en el cordero que se ofrecía sobre el altar de Dios en Jerusalén todas las mañanas y todas las tardes. (Gé 22:13; Éx 29:38-42.)

Ciertos aspectos de la observancia de la Pascua se cumplieron en Jesús. Un cumplimiento está relacionado con el hecho de que la sangre salpicada sobre las casas de Egipto libró al primogénito de ser muerto a manos del ángel destructor. Pablo dice a este respecto que los cristianos ungidos son la congregación de los primogénitos (Heb 12:23), y que Cristo es su libertador por medio de su sangre. (1Te 1:10; Ef 1:7.) Además, al cordero pascual no debía quebrársele ningún hueso. Asimismo, se había profetizado que a Jesús no se le quebraría ninguno de sus huesos, y se cumplió al tiempo de su muerte. (Sl 34:20; Jn 19:36.) Por lo tanto, la Pascua que los judíos observaron durante siglos fue una de aquellas cosas en que la Ley proveyó una sombra de las cosas por venir y señaló a Jesucristo, “el Cordero de Dios”. (Heb 10:1; Jn 1:29.)

2007-03-23 16:24:48 · answer #1 · answered by Julián 4 · 0 0

Vacacionessssssssss!!!

2007-03-26 04:45:57 · answer #2 · answered by Moon 6 · 1 0

Fiesta la más solemne de los hebreos, que celebraban a la mitad de la luna de marzo, en memoria de la libertad del cautiverio de Egipto

2007-03-23 16:22:37 · answer #3 · answered by Greisy 2 · 1 0

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2017-03-05 01:51:18 · answer #4 · answered by ? 3 · 0 0

dias despues de la resureccion

2007-03-25 17:06:06 · answer #5 · answered by hamelyn 7 · 0 0

Actualmente y como las lleva a cabo la cristiandad, son fiestas paganas con orígenes babilónicos, griegos y distorsión del cristianismo verdadero. Sino. observa el siguiente artículo cuando se identifica a la pascua de la cristiandad como la pascua florida.

¿Qué significa para Dios la Pascua Florida?

SE DICE que la Pascua Florida —la “reina de las fiestas”, festum festorum— conmemora la resurrección de Cristo. Ahora bien, ¿dijo Jesús algo acerca de conmemorar su resurrección? ¿Ordenaron los apóstoles que se celebrara? ¿Se celebra porque es un mandato de Dios, o porque lo dicta la tradición? Se puede encontrar fácilmente la respuesta a estas preguntas examinando dos fuentes de información: la historia y la Biblia.

Habla la historia

En primer lugar, ¿qué dice la historia al respecto? En el siglo V E.C., el historiador Sócrates el Escolástico escribió en su Historia Eclesiástica: “En mi opinión, la festividad de la Pascua Florida se introdujo en la Iglesia debido a la influencia de alguna vieja tradición, tal como se han arraigado muchas otras costumbres”.

El libro Curiosities of Popular Customs (Curiosidades de las costumbres populares) explica que la política de la “Iglesia fue dar un significado cristiano a las ceremonias paganas existentes cuando no era posible desarraigarlas. En el caso de la Pascua Florida, la asimilación fue muy sencilla. El júbilo por el nacimiento del Sol y por el despertar de la naturaleza tras su muerte invernal se convirtió en regocijo por el nacimiento del sol de la justicia, por la resurrección de Cristo de su tumba. Además de añadirle muchos detalles nuevos, algunas de las observancias paganas que se celebraban en torno al primero de mayo se cambiaron de fecha para que coincidieran con la celebración de la Pascua Florida”.

Robert J. Myers concuerda con estas palabras en su libro Celebrations. Dice que “muchos de los ritos paganos vinculados al [renacer de la naturaleza] y celebrados en el equinoccio de primavera llegaron a formar parte de la festividad”. De igual manera, The New Encyclopædia Britannica indica: “Con la Pascua Florida sucede lo mismo que con la Navidad: en las tradiciones populares se reflejan muchas costumbres paganas antiguas. En este caso [se perciben] ritos primaverales de fertilidad, como los simbolizados por los huevos, la liebre o el conejo de Pascua”.

¿Un origen pagano?

Puede verse, entonces, que la Pascua Florida tal como se celebra hoy día está saturada de costumbres y ritos paganos. Ahora bien, no se quiere decir con esto que su celebración no guarde ninguna relación con algunos sucesos bíblicos.

Por ejemplo, se ha dicho que la Pascua Florida es la sucesora de la Pascua judía, un acontecimiento del que sí habla la Biblia. El libro Curiosities of Popular Customs dice que “en la Iglesia primitiva la Pascua Florida se celebraba la misma fecha que la Pascua [judía], pues las dos festividades tienen en realidad el mismo origen”. Por eso no es de extrañar que en varios idiomas, como el francés, el griego, el italiano, el español y otros, se utilice la misma palabra, o dos muy similares, para referirse a estas dos celebraciones.

No obstante, los cristianos primitivos no guardaban una festividad anual para celebrar la versión cristianizada de la Pascua judía. La obra Abingdon Dictionary of Living Religions (Diccionario Abingdon de las religiones vivas) dice lo siguiente sobre la Pascua Florida: “Originalmente la observancia [de la Pascua Florida] se celebraba en el aniversario (14 de Nisán, según el calendario lunar judío) de la crucifixión de Jesús”.

La Biblia dice que la noche antes de su muerte Jesús se reunió con sus discípulos en un cuarto grande para celebrar la Pascua judía. (Marcos 14:12-16.) Después de celebrar la que sería su última Pascua, Jesús instituyó lo que se conoce como la Cena del Señor, y dijo a sus discípulos: “Sigan haciendo esto en memoria de mí”. (Lucas 22:19.)

La Cena del Señor tenía que celebrarse una vez al año, y con ella se conmemoraría la muerte de Jesús. El apóstol Pablo escribió respecto a este aniversario: “Cuantas veces coman este pan y beban esta copa, siguen proclamando la muerte del Señor”. (1 Corintios 11:25, 26.)

Adulteran la enseñanza bíblica

Obedeciendo este mandato bíblico, los cristianos verdaderos celebraban esta observancia todos los años el día 14 de Nisán. Sin embargo, con el tiempo la gente empezó a celebrar también la resurrección de Jesús. The New Encyclopædia Britannica explica que los “primeros cristianos celebraban la Pascua del Señor al mismo tiempo que los judíos, durante la noche de la primera luna llena (pascual) del primer mes de primavera (14-15 de Nisán). A mediados del siglo II, la mayoría de las iglesias había trasladado esta celebración al domingo posterior a la festividad judía”.

El libro Seasonal Feasts and Festivals (Fiestas estacionales) dice: “Parece ser que el viernes santo y el día de la Pascua Florida no se empezaron a celebrar como conmemoraciones separadas en Jerusalén hasta finales del siglo IV”.

Algunos eruditos creen que la creciente enemistad entre los que profesaban ser cristianos y los judíos hizo que ciertos líderes de la cristiandad no quisieran que su festividad más importante cayese exactamente en la misma fecha que la celebración más importante de los judíos. Esta actitud resultó en un cambio. Con el tiempo, la mayor parte de la cristiandad empezó a celebrar la resurrección de Jesús el primer domingo después de la luna llena que sigue al equinoccio de primavera, y esta celebración religiosa se convirtió en la más importante de todas. Con esto rebajaron la celebración de la muerte de Jesús a una posición inferior.

De modo que, según estas fuentes, la Pascua de la cristiandad usurpa el puesto del aniversario de la muerte de Cristo que en un principio se celebraba.

Habla la Biblia

¿Qué dice la Biblia sobre la Pascua Florida? Las Escrituras dan amplio testimonio de la resurrección de Jesús, que es una doctrina básica del cristianismo verdadero. Es obvio que el apóstol Pablo creía en la resurrección de Cristo, pues dijo: “Si Cristo no ha sido levantado, nuestra predicación ciertamente es en vano, y nuestra fe es en vano. Además, si Cristo no ha sido levantado, la fe de ustedes es inútil; todavía están en sus pecados”. (1 Corintios 15:14, 17.)

Sin embargo, la Biblia ni siquiera insinúa que deba hacerse una celebración anual de la resurrección de Jesús. El historiador Sócrates el Escolástico admitió: “El Salvador y sus apóstoles no nos han impuesto ninguna ley que dicte la celebración de esta festividad, ni tampoco se nos amenaza en el Nuevo Testamento con ninguna pena, castigo o maldición por no celebrarla”. Más recientemente, la revista The Christian Century dijo lo siguiente en un artículo sobre la Pascua Florida: ‘Los cristianos primitivos empezaron a celebrar la resurrección en el siglo II’. Por consiguiente, esta celebración se introdujo bastante después de la muerte de todos los apóstoles y después de completarse la Biblia. No es ningún secreto que la tradición de la Pascua Florida tiene un origen humano, no divino.

Ahora bien, puede que alguien se pregunte: “¿Qué hay de malo en recordar la resurrección de Jesús?”. Aunque es cierto que la Biblia no ordena a los cristianos que celebren la Pascua Florida, ¿hay algún pasaje que lo prohíba?

Adoración limpia e incontaminada

Hay que admitir que la Biblia no contiene ninguna prohibición específica respecto a la celebración de la resurrección de Jesús. No obstante, sí prohíbe a los cristianos que adulteren la adoración pura con tradiciones humanas, lo que aplicaría en especial a una tradición que, como la de la Pascua Florida, estuviese impregnada de costumbres paganas y de antiguos ritos de religiones falsas.

Alan W. Watts escribió en el prólogo de su libro de 123 páginas sobre la Pascua Florida: “Todo lo relacionado con la Pascua Florida es una mezcla sumamente compleja de historia y mitología, tan compleja que la difícil tarea de distinguir entre ambas está más allá del alcance de un libro breve”. Siendo este el caso de la Pascua Florida, ¿aceptaría Dios nuestra adoración si en ella hubiese semejante mezcla de costumbres paganas? No. Dios solo acepta “la forma de adoración que es limpia e incontaminada”, esto es, “mantenerse sin mancha del mundo”, lo que incluiría las costumbres mundanas relacionadas con la Pascua Florida. (Santiago 1:27.)

El apóstol Pablo advirtió a los cristianos que no introdujesen tradiciones humanas en la congregación. Sus palabras fueron: “Cuidado: quizás haya alguien que se los lleve como presa suya mediante la filosofía y el vano engaño según la tradición de los hombres, según las cosas elementales del mundo y no según Cristo”. (Colosenses 2:8.)

El propio Jesús habló en contra de las tradiciones judías que torcían las verdades bíblicas y adulteraban la adoración verdadera. En Marcos 7:6-8 se registran las palabras que dirigió a los líderes religiosos de su día: “Aptamente profetizó Isaías acerca de ustedes, hipócritas, como está escrito: ‘Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está muy alejado de mí. En vano me siguen adorando, porque enseñan como doctrinas mandatos de hombres’. Soltando el mandamiento de Dios, ustedes tienen firmemente asida la tradición de los hombres”.

La Biblia nos advierte en 2 Corintios 6:14-17: “No lleguen a estar unidos bajo yugo desigual con los incrédulos. Porque, ¿qué consorcio tienen la justicia y el desafuero? ¿O qué participación tiene la luz con la oscuridad? Además, ¿qué armonía hay entre Cristo y Belial? ¿O qué porción tiene una persona fiel con un incrédulo? [...] ‘Por lo tanto, sálganse de entre ellos, y sepárense —dice Jehová—, y dejen de tocar la cosa inmunda’”.

El aniversario de su muerte

Además, la Biblia enseña que hay tres elementos importantes en la provisión divina para nuestra salvación: el sacrificio de la vida perfecta de Jesús, su resurrección y la presentación de su sacrificio a Dios en los cielos. (Hebreos 7:25; 9:11-14.) Jesús ordenó a sus seguidores que celebrasen el aniversario de su muerte. Este es el único suceso que, de acuerdo con la Biblia, los cristianos deben conmemorar.
Millones de testigos de Jehová se reunirán el día 2 de abril (14 de Nisán) de este año de 2007 después de la puesta del Sol para conmemorar la muerte de Jesús. Se presentará un discurso en el que se explicará el significado de Su muerte de sacrificio. Además, le ayudará a apreciar el grado de amor que Jehová Dios ha manifestado por la humanidad al ofrecer a Su Hijo unigénito para que usted pueda tener la perspectiva de vida eterna

2007-03-24 04:04:08 · answer #6 · answered by Anonymous · 0 0

Es la fiesta que los Judios recordaban la salida de la esclavitud a la libertad. De la salida de Egipto a la tierra prometida, Jerusalen. Pascua significa paso, de aqui, ahora a lo otro, lo nuevo y definitivo.
Es el aniversario del triunfo de Cristo. Es la feliz conclusión del drama de la Pasión y la alegría inmensa que sigue al dolor. Y un dolor y gozo que se funden pues se refieren en la historia al acontecimiento más importante de la humanidad: la redención y liberación del pecado de la humanidad por el Hijo de Dios.

Nos dice San Pablo: "Aquel que ha resucitado a Jesucristo devolverá asimismo la vida a nuestros cuerpos mortales". No se puede comprender ni explicar la grandeza de las Pascuas cristianas sin evocar la Pascua Judía, que Israel festejaba, y que los judíos festejan todavía, como lo festejaron los hebreos hace tres mil años, la víspera de su partida de Egipto, por orden de Moisés. El mismo Jesús celebró la Pascua todos los años durante su vida terrena, según el ritual en vigor entre el pueblo de Dios, hasta el último año de su vida, en cuya Pascua tuvo efecto la cena y la institución de la Eucaristía.

Cristo, al celebrar la Pascua en la Cena, dio a la conmemoración tradicional de la liberación del pueblo judío un sentido nuevo y mucho más amplio. No es a un pueblo, una nación aislada a quien Él libera sino al mundo entero, al que prepara para el Reino de los Cielos. Las pascuas cristianas -llenas de profundas simbologías- celebran la protección que Cristo no ha cesado ni cesará de dispensar a la Iglesia hasta que Él abra las puertas de la Jerusalén celestial. La fiesta de Pascua es, ante todo la representación del acontecimiento clave de la humanidad, la Resurrección de Jesús después de su muerte consentida por Él para el rescate y la rehabilitación del hombre caído. Este acontecimiento es un hecho histórico innegable. Además de que todos los evangelistas lo han referido, San Pablo lo confirma como el historiador que se apoya, no solamente en pruebas, sino en testimonios.

Pascua es victoria, es el hombre llamado a su dignidad más grande. ¿Cómo no alegrarse por la victoria de Aquel que tan injustamente fue condenado a la pasión más terrible y a la muerte en la cruz?, ¿por la victoria de Aquel que anteriormente fue flagelado, abofeteado, ensuciado con salivazos, con tanta inhumana crueldad?

Este es el día de la esperanza universal, el día en que en torno al resucitado, se unen y se asocian todos los sufrimientos humanos, las desilusiones, las humillaciones, las cruces, la dignidad humana violada, la vida humana no respetada.

La Resurrección nos descubre nuestra vocación cristiana y nuestra misión: acercarla a todos los hombres. El hombre no puede perder jamás la esperanza en la victoria del bien sobre el mal. ¿Creo en la Resurrección?, ¿la proclamo?; ¿creo en mi vocación y misión cristiana?, ¿la vivo?; ¿creo en la resurrección futura?, ¿me alienta en esta vida?, son preguntas que cabe preguntarse.

El mensaje redentor de la Pascua no es otra cosa que la purificación total del hombre, la liberación de sus egoísmos, de su sensualidad, de sus complejos; purificación que , aunque implica una fase de limpieza y saneamiento interior, sin embargo se realiza de manera positiva con dones de plenitud, como es la iluminación del Espíritu , la vitalización del ser por una vida nueva, que desborda gozo y paz -suma de todos los bienes mesiánicos-, en una palabra, la presencia del Señor resucitado. San Pablo lo expresó con incontenible emoción en este texto : "Si habéis resucitado con Cristo vuestra vida, entonces os manifestaréis gloriosos con Él" (Col. 3 1-4).

2007-03-23 16:36:46 · answer #7 · answered by Anonymous · 0 0

Pascua judía,
importante festividad del judaísmo que conmemora el éxodo o la salida de los israelitas de Egipto y su viaje milagroso a través del mar Rojo. Este viaje, descrito en el Éxodo, tuvo en la persona de Moisés, a su jefe y guía.
El nombre de Pascua proviene de Pésaj (del hebreo pesah, ‘pasar de largo’ o ‘protección’) y se deriva de las instrucciones que Dios dio a Moisés (Éx. 12,3-17). Con el fin de alentar a los egipcios a permitir a los israelitas abandonar Egipto, Dios tiene la intención de “matar a todos sus primogénitos, tanto hombres como animales” en la tierra. Para protegerse, se avisa a los israelitas para que señalen sus viviendas con sangre de cordero, con el fin de que Dios pueda identificar sus casas y de este modo pasar de largo y perdonar a las familias israelitas.
La celebración de la fiesta empieza después de la puesta del sol del día 14 de Nisán, el primer mes del año eclesiástico judío, en la época del equinoccio de primavera. De acuerdo con la ley rabínica, los judíos que vivían fuera de los límites de la antigua Palestina celebraban estas fiestas durante ocho días y compartían en las dos primeras noches, una comida ceremonial, conocida como el Séder. El Séder consiste en tomar determinados alimentos, cada uno de los cuales simboliza algún aspecto de las tribulaciones por las que pasaron los israelitas durante su época de esclavitud en Egipto. Por ejemplo, tomar rábanos significa la amargura de la experiencia, mientras que consumir una mezcla de nueces troceadas, manzanas y vino simboliza el mortero de construcción utilizado por los israelitas en sus trabajos forzados. Durante el Séder se relata la narración del Éxodo, y se hacen oraciones de acción de gracias a Dios para pedir su ansiada protección. Las lecturas, canciones y oraciones del Séder se encuentran en la Hagadá, de las que se reparten copias a todos los comensales. Los judíos que viven dentro de los límites de la antigua Palestina celebran la Pascua durante siete días, festejando el Séder sólo la primera noche.
A lo largo de la festividad, el judío ortodoxo debe abstenerse de comer pan con levadura, sustituyéndolo por pan ázimo que recuerda al pan sin levadura que se cuece rápidamente y que era el que podían comer en el desierto durante la huida. La tradición de los judíos ortodoxos ordena que, durante la Pascua, las comidas deben prepararse y servirse con utensilios y platos reservados con rigor para esta festividad.

.Pascua cristiana,
celebración anual que conmemora la resurrección de Jesucristo y fiesta principal del año cristiano y que tiene lugar el domingo siguiente a la primera luna llena de primavera, por lo tanto puede variar entre el 22 de marzo y el 25 de abril.
Las demás celebraciones eclesiásticas, que abarcan un periodo entre el domingo de septuagésima (noveno domingo antes de Pascua de Resurrección) y el primer domingo de Adviento se fijan con respecto a ella.
Vinculados al Domingo de Resurrección están los cuarenta días de penitencia de Cuaresma, que comienza el Miércoles de Ceniza y concluye la medianoche del Sábado Santo, el día anterior al Domingo de Resurrección; la Semana Santa, que comienza el Domingo de Ramos, e incluye el Viernes Santo, día de la crucifixión, y termina el Sábado Santo; y la octava de Pascua, que comprende desde el Domingo de Pascua hasta el domingo siguiente. Durante la octava de Pascua, en los primeros tiempos del Cristianismo los recién bautizados llevaban ropas blancas, pues el blanco es el color litúrgico de la Pascua y significa luz, pureza y alegría

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2007-03-23 16:35:30 · answer #8 · answered by HAPPY NEANDERTAL 6 · 0 0

pascua es el paso de la esclavitud a la libertad, el pueblo de Dios celebraba su salida de egipto, los cristianos celebramos ese paso con la resurrección de Cristo

2007-03-23 16:30:36 · answer #9 · answered by Julio S 2 · 0 0

son las que se dan por motivo de la Resurreccion!!
son Pascuas por Resurreccion!

2007-03-23 16:20:33 · answer #10 · answered by ÄLPER ® 6 · 0 0

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