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2007-03-23 08:51:13 · 20 respuestas · pregunta de marcoantonio777 4 en Arte y humanidades Filosofía

20 respuestas

"Y el Capitán Nemo exclama: el mar no pertenece a los déspotas. En su superficie los hombres podrán aplicar leyes injustas, reñir, destrozarse unos a otros y dejarse llevar por horrores eternos. Pero a 10 metros bajo el nivel de las aguas, cesa su reinado, se extingue su influencia y desaparece su poder.

Ah, señor; vive, vive en el fondo de las aguas.

Ahí sólo existe la independencia.

Ahí no reconozco voz de amo alguno.

Ahí soy libre."

Julio Verne

Francia

1828-1905

2007-03-23 10:20:43 · answer #1 · answered by Anonymous · 0 0

LA GRANDEZA DEL MAR

Sabes porque el mar es tan grande?
TAN INMENSO?, TAN PODEROSO?.

¿Y porque tiene la humildad de colocarse, algunos centímetros debajo de todos los rios?.

Sabiendo recibir, se torno grande.
Si quisiese ser el primero, y estar unos centímetros encima de todos los rios, no seria mar, sino una isla.

Toda su agua iria para los otros y estaria aislado.
La perdida, es una parte de la vida.
La derrota, es una parte de la vida.
La muerte, es una parte de la vida.
Es imposible que vivamos sin esto.

Precisamos aprender a perder, a caer, a errar y a morir.

Imposible, ganar sin saber perder.
Imposible, andar sin saber caer.
Imposible, acertar sin saber errar.
Imposible, vivir sin saber vivir.

Si aprendes a perder, a caer, a errar, nadie mas te podra controlar.
Porque lo maximo que te podra suceder es caer,
errar o perder.
Y esto tu lo sabes.

Bienventurados aquellos que ya consiguieron recibir con la misma naturalidad el ganar o perder, el acierto y el error, el triunfo y la derrota, la vida y la muerte.
Recuerden siempre que el éxito es…..ser feliz!!!!!
El resto es consecuencia……


¿Te das cuenta de que la vida
es como el mar?

...Hay días que son azules y tranquilos, con las aguas acogedoras, deliciosas.
...Otros días son nublados, con grandes tempestades, aunque cuando parece que el océano te va a devorar nace un nuevo día lleno de sol y calor.
...Navegamos en medio de este océano.
Somos lanchitas pequeñas, pero grandiosas.
Cada lancha tiene su timón.
..En ti esta tomar hoy mismo el timón de tu vida.
Sabes, por la gracia de Dios,
el rumbo que deseas seguir.

Sabes que para llegar a tu meta,
tendrás que atravesar - como todos -
grandes tormentas de todo tipo:
pasionales, depresivas, morales, económicas.

Sin embargo, tienes el timón en tus manos.
Como todo marinero, debes saber manejar el timón.
En el orden material,
cuando tenemos un tremendo dolor de cabeza,
nos produce tristeza, depresión, etc.
Nuestro barquito empieza a ladearse por un
simple dolor.
Tomamos un medicamento y enderezamos el barco. Volvemos a sentir la salud normal
que nos lleva a equilibrados en lo físico.
Diariamente tenemos que ir gobernando el timón; debemos tomar determinaciones, decisiones,
para enderezar nuestra vida.

En el orden moral, nos topamos con amistades
que nos arrastran a cosas no convenientes
de diferentes tipos:
conversaciones que dañan nuestra mente tranquila, ideas negativas para nuestro vivir.

Hay que tomar el timón de nuestra nave
y no dejar que nos aparten del
equilibrio moral y espiritual.

Tendrás que tomar decisiones.
Tómalas con la seguridad de que
nada te aparte de tu camino, de tu meta.

Cometemos errores y de ahí vienen nuestras depresiones y nuestra agresividad.
Cuando encuentres en tu vida gente agresiva
y que solo ve lo negativo de los demás,
discúlpalas, perdónales de antemano.
Son personas que no han sabido
llevar el timón de su vida.
Se han apartado del camino de la bondad,
de la alegría y del amor,
que es para lo cual hemos sido creados.

Pero tú toma el timón de tu nave.

De ti depende la felicidad, solo de ti.
Vive intensamente el momento presente.
Concentra todo tu ser en lo que haces
y no temas al futuro.
El faro de Dios te cuida y te protege siempre.



"No podemos descubrir nuevos mares,
a menos que tengas el coraje
de perder de vista la costa"

Vivimos dentro de una zona de comodidad donde nos movemos, creemos que eso es lo único que existe.
Dentro de esa zona esta todo
lo que sabemos y todo lo que creemos.

Viven nuestros valores, nuestros miedos y nuestras limitaciones.

En esa zona reina nuestro pasado
y nuestra historia.

Todo lo conocido, cotidiano y fácil.

Es nuestra zona de confort y por lo general creemos que es nuestro único lugar y modo de vivir.

Tenemos sueños, queremos resultados extraordinarios,buscamos oportunidades pero no siempre estamos dispuestos a correr riesgos, no siempre estamos dispuestos a transitar caminos difíciles o incómodos.

Nos conformamos con lo que tenemos, creemos que es lo único y posible y aprendemos a vivir desde la resignación.

El liderazgo es la habilidad que podemos adquirir cuando aprendemos a ampliar nuestra zona de comodidad.

Cuando estamos dispuestos a correr riesgos.
Cuando aprendemos a caminar en la cuerda floja.
Cuando estamos dispuestos a levantar la vara que nos regalo Dios y que mide nuestra potencialidad.

Un verdadero líder tiene seguridad en si mismo para permanecer solo, coraje para tomar las decisiones más difíciles, audacia para transitar hacia lo nuevo con pasión y ternura suficiente para escuchar las necesidades de los demás.

El hombre no busca ser un líder, se convierte en líder por la calidad de sus acciones y la integridad de sus intentos.

Los lideres son como las águilas, no vuelan en bandadas, los encuentras cada tanto y volando solos...

Nadie vendrá a rescatarnos.
Nadie cortara la rama,
nosotros somos los magos.
El futuro esta en nuestras manos.
Solo necesitamos comenzar.... AHORA.

2007-03-23 10:28:00 · answer #2 · answered by elettropodoro 4 · 1 0

el mar lugar de remanso para las almas sensibles . el mar inspiración de escritores y pintores . el mar es el paisaje perfecto para el amor .
haz observado en la lejanía como se une el azul del cielo con el azul del mar.
buena óptica , pero el mar carece de color propio toma solo el reflejo de su vegetación o el color que tiene el cielo en ese momento.
A MI ME GUSTA EL MAR SU OLOR COLOR Y LA ENERGÍA QUE DA.
que puedo decirte de cuando esta bravo como rompen las olas en las costas ,y ese color gris furioso .
y de noche es una maravilla es una invitación al amor .

es una pena que mi mar este tan lejos , .
soy cubana y como debes saber es un archipiélago rodeado de agua , son poquísimos los cubanos que no saben nadar y eso es tan delicioso .
cuando lo haces la pena mas grande que tengas se disipara pues la caricia de las olas son un hechizo perfecto para borrar una pena. así amo entre otras cosas a el mar.
saludos barbara

2007-03-23 10:25:34 · answer #3 · answered by barbara d 5 · 1 0

claro que si... te doy algunos temas, y dos poesias y un cuento.





VIDA EN EL MAR

Cuentan los científicos que la vida se inició en el mar y que cuando apenas se estaba formando la Tierra el mar la abarcaba por completo; no permitía que sobresaliera ninguna montaña de tierra. Sin embargo, cuando se presentaron las glaciaciones, las aguas se fueron concentrando en lugares determinados hasta dejar superficies de tierra al descubierto. Allí los investigadores han encontrado, como fósiles,las huellas del oleaje sobre las rocas, depósitos de agua salada y gran cantidad de esqueletos y conchas. Estas tierras emergidas forman los actuales continentes, las islas grandes y los islotes, y abarcan el 30 % de la superficie terrestre. En cambio el total del área cubierta por océanos y mares es del 70 % de su superficie de la Tierra.

Desde su origen, los mares han sufrido una transformación constante. Las lluvias arrastraban hacia la Tierra gases atmosféricos, que por medio de las reacciones químicas fueron integrando los compuestos característicos tanto de la tierra como de las aguas. La composición del agua de mar se fue complementando debido a la acumulación de sales y minerales, lo que produjo la salinidad del mar, que actualmente tiene un promedio de 35 gramos de sales en un litro de agua.

La característica principal del medio oceánico es que se halla poblado en las tres dimensiones del espacio, es decir, a lo largo, a lo ancho y en profundidad, mientras la fauna (con excepción de las aves y algunos insectos) y la flora terrestre sólo ocupan la superficie de los continentes, lo que hace que la distribución de los vegetales y animales de los mares y océanos siga pautas muy especiales. La disposición de los organismos caracterizará diferentes regiones del océano, y se puede observar que la mayor concentración y cantidad de organismos marinos se presenta cerca de los continentes o de las islas, y que, también varía esta cantidad de seres vivos en relación con su distribución vertical.

En toda gota de agua que se saca del mar, existen unos seres llamados plancton. Aunque son muy pequeños utilizan muchos trucos para hacerse notar; por ejemplo, algunos producen gotas de grasa que, cuando se reúnen en gran cantidad con las otras multitudes de organismos, dan al mar un aspecto de caldo aceitoso durante el día; por la noche, estas masas grasosas se transforman en maravillosas zonas fosforescentes debido a un curioso fenómeno llamado bioluminiscencia.

La abundancia de estos seres suele incrementarse a raíz del aumento de la temperatura y de los nutrientes en el medio. En ese caso, la fecundidad de los microorganismos, de por sí intensa, se multiplica en tal forma que el mar adquiere un determinado matiz, provocado por la conjunción de coloraciones de cada uno de esos organismos. Así, el océano llega a tomar tonalidades rojizas, verdosas, azulosas, y hasta metálicas, dependiendo del tipo de microorganismo y, por supuesto de su abundancia.

Distinciones entre mar y océano

Los términos mar y océano se emplean a menudo como sinónimos para referirse a las extensiones de agua salada. Sin embargo, desde el punto de vista geográfico, el mar es una masa de agua sustancialmente menor que un océano. Los océanos han sido divididos -de manera convencional y utilizando un criterio geográfico que en realidad no existe- en Océano Glacial Artico, Océano Atlántico, Océano Pacífico, Océano Indico y Océano Glacial Antártico.

Los mares son, por otra parte, porciones determinadas en los océanos; tienen dimensiones menores que éstos y, según sus características, han recibido diferentes nombres,aunque tal nomenclatura es completamente arbitraria y se utiliza indistintamente y con tal precisión. Sin embargo, los mares se pueden clasificar en tres grandes grupos: mares cerrados o interiores, mares litorales, y mares continentales.

El fondo del mar

El fondo del mar es un mundo aparte en sí mismo. Los científicos han dividido el fondo del mar en tres zonas:
La plataforma continental: A las aguas de la plataforma continental, las penetran fácilmente los rayos del Sol, creándose un ambiente favorable para la vida vegetal y animal. En esta zona del océano se concentra la mayor diversidad de especies vivas, pues en ese lugar se presentan diferentes condiciones de ambiente y, por lo tanto, pueden encontrarse organismos que se adaptan a las aguas calientes o frías y a la alta o baja salinidad, o los que buscan las rocas azotadas por las olas, o los cientos depositados en aguas tranquilas.

El talud continental: Estos marcan los verdaderos límites entre los dominios terrestres y marinos; se puede así considerar que allí termina la tierra y comienza la zona oceánica.
Los reinos abismales: El maravilloso panorama de las profundidades oceánicas está formado por un variado terreno que presenta llanuras, cordillera, altas montañas marinas, empinados cañones, asombrosas trincheras y hendiduras. Los científicos han clasificado las formas submarinas en tres grandes grupos, para estudiarlas: formas planas, que comprenden la mayor parte de las cuencas oceánicas; formas salientes, que pueden ser de dos tipos: unas forman cordilleras de gran extensión y longitud que, según sus características y relieve, se denominan dorsales o macizos, y los pitones o picos submarinos que son montañas marinas aisladas.

Las corrientes marinas

Las aguas de los océanos del mundo están sometidas a amplios movimientos durante os cuales el mar aparece surcado por corrientes: unas de gran velocidad, otras muy lentas; unas periódicas, otras intermitentes.
A veces, las corrientes se convierten, tanto por su anchura, extensión y profundidad como por su permanencia, en los agentes principales de transporte del calor ecuatorial hacia los polos y del frío polar hacia las regiones tropicales, es decir, aportan el calor y la vida y, en ocasiones, el frío y la desolación.
Cuando se observa el golpeteo de las olas sobre la playa o la dirección de una corriente, no se logra apreciar la cantidad de energía que contiene el proceso, pero si se multiplica por lo que presenta toda una masa de agua, se puede comprender que es muy grande la energía gastada en la circulación oceánica. La energía que origina a las corriente en los mares procede del Sol. Las corrientes marinas son la causa determinante de las características del océano. Su conocimiento en general, pero particularmente el de las zonas costeras y las próximas a los estuarios, es de capital importancia para la navegación.
También se tienen que considerar que en las profundidades del océano se producen, a veces, grandes corrientes que no se reflejan en la superficie. Al océano lo recorren fuertes "olas internas" que no ha provocado ni el viento, ni las tormentas.

Las olas

Los vientos actúan sobre el agua del mar transmitiendo la energía y poniéndola en movimiento, produciendo ondulaciones en las capas superficiales, formando las olas.
Aunque es difícil observar el movimiento ondulatorio de las olas, en alta mar, sobre todo en ciertos días de calma, se ve como éstas recorren la superficie presentando elevaciones que se llaman crestas y depresiones llamadas valles. Estas crestas y valles se propagan con regularidad, en líneas paralelas, que determinan los movimientos hacia arriba y hacia abajo de las embarcaciones, que se mueven con ritmo pausado y solemne.

En el mar, el oleaje presenta gran diversidad de forma, tamaño e intensidad, distinguiéndose dos tipos principales de hondas o de olas: las libres y las forzadas, u olas propiamente dichas.
Son raras las olas cuya configuración depende, exclusivamente, de un viento que sople siempre en la misma dirección. Los vientos que hay en los océanos llegan de diferentes direcciones y originan olas de diferentes tamaños, que pueden amortiguarse o sumar sus energías y formar olas todavía mayores, produciendo una turbulencia en las aguas llamada marejada.
Antes de desplomarse, la cresta de la ola forma un rizo y se convierte en un túnel de agua, casi transparente, que dura fracciones de segundo; el aire que se encuentra en el interior del túnel se comprime y luego se expande, con lo que produce frecuentemente un sordo estruendo que se llama "rugir" de la ola que se rompe.

Las Mareas

Las olas que produce el viento al accionar sobre la superficie del mar marcan sobre la costa un ritmo constante; pero también puede presentarse un ritmo más lento, generalmente dos veces por día, que es lo que constituye las mareas. A éstas las ocasionan la acción del Sol y de la Luna sobre el agua de mar, siempre en un espacio de 24 horas. Primero, la Luna hace crecer la marea, y cuando llega al cenit (punto del "cielo" superior al horizonte y que corresponde verticalmente a un lugar de la Tierra), declina y se pone, hace que baje la marea, y al salir el Sol, la marea crece de nuevo; después de ésto cede y vuelve a subir cuando aparece nuevamente la Luna.

Las mareas presentan gran diversidad de comportamiento, ya que las condiciones locales y la configuración del terreno pueden originar que el ascenso y descenso de las aguas presente un curso poco usual.

En algunos lugares hay una sola marea por día. En otros no se puede hablar de marea en el sentido de pleamar (ascenso máximo de la marea) y bajamar (descenso máximo de la marea), pero en cambio enormes corrientes avanzan o retroceden influyendo en grandes extensiones de la costa y produciendo gigantescas olas de marea.
Otro aspecto importante de las mareas es su altura. Por ejemplo, en ciertos lugares la marea nocturna es más alta que la diurna; en otros, un arrecife de coral que cierto día, aún en la baja mar, quedó bien cubierto, puede quedar completamente expuesto quince días después. Esta variación quincenal está relacionada con los movimientos lunares: cuando la Luna está llena, la amplitud de las mareas es mayor, y cuando está en cuarto menguante o creciente, es mínima.

Las mareas también intervienen en la modificación de las características de las costas, pues depositan o se llevan material. En la desembocadura de los ríos, el material se puede depositar cerca de la orilla, formando los llamados bajos; o puede ser transportado y dispersado por las corrientes paralelas a la costa.
Las características que tomarán las diferentes costas modificarán también la vida tanto vegetal como animal que en ese lugar se desarrolle, allí se encontrarán seres cuya forma de vida sufre una exposición cíclica al mar y al aire, a causa de las mareas.

LA CONTAMINACION DEL MAR::::::::::

Demasiadas veces hemos creído que el mar se lo puede llevar todo, que puede esconderlo todo bajo la inmensa alfombra de sus aguas. Pero esta es una misión que el hombre exige y que el mar no puede cumplir. Hidrocarburos, metales pesados, aguas fecales, productos químicos, materiales radioactivos, terminan sus días en un lugar común. El mar dispersa, diluye y degrada, pero su capacidad tiene un límite.

La misma evidencia de los abusos ha provocado que la necesidad de conservarlo encontrara un sitio en la conciencia colectiva; incluso en las agendas de muchas administraciones. Aún así, la presión de las actividades humanas en el continente y los accidentes evitables en el mar debilitan toda actuación positiva.

De seguir así, la salud del mar corre el riesgo de quedar dañada para siempre.









































































































POESIAS:


1-

El Mar

Sedienta, anhelante de tu frescura, quiero salir de esta llanura
Y corro sin rumbo agitada buscando el lugar perfecto donde encontrarte
y estar a solas tu y yo, bajo la luna, bajo el ocaso.

Susúrrame al oído con tu voz imponente, acaríciame con tus olas
y hazme olvidar que estoy en custodia, encadenada a una realidad abstracta y sin sentido, prisionera de la civilización, cautiva por la modernización, condenada a no poder estar cerca de ti, ¡oh! Mar amado.

Regreso, nuevamente a mi verdad, a mi soledad
pero te prometo, ésta no será la última vez
Y si viva no regresaré,
mi cenizas junto a tu regazo dormirán por siempre.

Por Jeannette de Rodríguez



2-


El mar sin tiempo y sin espacio nos acaricia con sus olas comprensivas.
Su soledad es tan inmensa que se confunde con sus aguas infinitas.
Nadie lo habita, ni lo surca; nadie lo llama, ni lo escucha, ni lo mira.
Vive desnudo como el alma, con su profunda inmensidad por compañía.
No hay bienvenidas en sus puertos; ni en sus obscuros malecones despedidas.
Tanto las playas que desea como las playas que abandona están vacías.
Mudas están sus caracolas, y ya no alumbran sus estrellas submarinas.
De los veleros que lo amaron apenas hay reminiscencias imprecisas.
La tierra ignora nuestras dudas y el firmamento nuestras largas agonías.
Sólo este mar que nos comprende puede medir la soledad de nuestras vidas.
El mar inunda nuestros ojos con la ternura temblorosa de sus aguas.
Y nos contempla largamente con la dulzura elemental de su mirada.
El poderoso sentimiento del mar sin fin tiene un momento forma humana.
Y entre las aguas invasoras nuestra emoción es más profunda y más amarga.
Para el dolor alternativo de las mareas nuestro ser es una playa.
De nuestras venas son las olas que se suceden en las costas más lejanas.
Algo más grande que nosotros está despierto en nuestra voz abandonada.
Una pasión de carne y hueso tiembla en el pulso de las olas solitarias.
Manos de viento nos golpean el corazón y nos oprimen la garganta.
Sólo este mar que nos contempla sabe medir la soledad de nuestras lágrimas.

El mar escucha sin descanso la silenciosa confesión de los recuerdos.
Una emoción incontenible, pero sin voz, sube del fondo de su pecho.
Donde las aguas son profundas como la muerte y el amor, hay un velero.
Bajo las olas pensativas el gran navío de la infancia está durmiendo.
En el abismo es su dulzura como un violín abandonado en un desierto.
Nido en el bosque tenebroso, llanto infantil en un camino solo y negro.
Su cuerpo mudo y solitario vive la vida de las flores y los ciegos.
Por lo callado y por lo solo parece un alma ensimismada en vez de un cuerpo.
Para su amor interminable todos los puertos de la tierra son pequeños.
Sólo este mar que nos escucha puede medir la soledad de nuestros sueños.

El mar pregunta por nosotros en el lenguaje de sus olas más obscuras.
(De tan sombrías, ni siquiera tienen la gracia luminosa de la espuma.)
Profundos son sus ojos negros, pero su voz es todavía más profunda.
Es necesario haber sufrido sin compasión para saber lo que murmura.
Las olas vienen de muy lejos a descansar en nuestro ser, una por una.
Vienen sin restos de naufragios y bajo cielos sin estrellas y sin luna.
No vieron islas encantadas, ni blancas velas, ni gaviotas vagabundas.
Desierto igual es imposible fuera del ser por quien suspiran y preguntan.
Sobre las olas desoladas el firmamento está distante como nunca.
Sólo este mar que nos invoca puede medir la soledad de nuestra angustia.

El mar sin rumbo y sin amparo busca refugio silencioso en nuestra frente.
Y el movimiento de las olas infatigables se apacigua lentamente.
Sobre las aguas angustiosas una quietud espiritual dicta sus leyes.
La eternidad las tranquiliza con la virtud maravillosa de su aceite.
En las tinieblas infinitas un gran misterio abre las alas para siempre.
Y en el abismo solitario todas las formas del olvido están presentes.
En vez de voces hay silencio, y aterradora soledad en vez de seres.
Donde hubo pájaros hay viento, y obscuridad y obscuridad donde hubo peces.
Nuestro dolor y el de las aguas están unidos en la paz de las rompientes.
Sólo este mar que nos conoce puede medir la soledad de nuestra mente.





































































CUENTO:



El mar
Tiesa, igual que un anuncio de cartón que tumba el aire, encontramos la última vaca. Nos contempló desde la muerte como si nos echara la culpa. El sol parado en el horizonte le ponía brillos a un mar que sólo servía para adornarnos el paisaje. Se nos calentaban los zapatos, como si debajo ya nos quedara muy cerca el infierno. Margarita Aurora corría por la playa. Su pelo rojo era una braza que atizaban las olas. El verla apagó un instante nuestra realidad. Cuando mi padre regresó del silencio, dijo: "Pobre, tanto espíritu le comió la preocupación", y dando media vuelta se alejó entre los arbustos, ondulándose como un espejismo. Yo busqué la sombra y, bajo unas piedras, me quedé esperándola. ¿Quién dijera que mi hermana tiene la costumbre de desaparecer? Después de muchos días de andar quién sabe dónde, entra por la puerta, descalza y desgreñada, buscando qué comer.

-Margarita Aurora -le pregunta mi padre- ¿a dónde andabas?

A ella se le ananchan los ojos entre el montón de pecas y, como si las palabras se le hicieran de colores, responde: "Levantando la orillita del mar".

El que ya conoce la respuesta nunca pierde la oportunidad de aprovechar su imaginación:

-Si así fuera ya le hubieran enrollado un pedazo para encontrar barcos hundidos en vez de bucear.

-Déjala, interviene mi madre, ¿ no ves que me la tiene presa el sueño?

Una cosa es verdad. La persiguen los pájaros. Así la vi acercarse, con una turba de chanates jalándole el vestido. Cuando se detuvo, las aves se alzaron igualito que el polvo para volver a caer adonde mismo. Me tomó la mano, abrió la suya y con una sonrisa que le atravesó la cara. "Ten, te los regalo", me dijo.

De botones, fichas de refresco y caracoles, tengo mil frascos, pero los tomé haciéndole creer la sorpresa. Me sentía cansado; el calor que a mí me marea, a ella le alimenta las fuerzas. Mientras caminábamos, pasamos por donde estaba la vaca. La miró por todos lados y sin detener el paso, enmarcada en esa extraña fosforescencia que la hace brillar en lo oscuro, murmuró:

-Tiene ojos de canica.

Con esos arranques de frialdad, se me van las ganas de quererla, pero luego, más, más la quiero.

Margarita Aurora, Margarita Aurora, repite el mar como si me quisiera embrujar, y yo corro y corro y viene detrás de mí, persiguiéndome hasta que me tumba para hacerme cosquillas y yo me revuelco de risa y me le escapo y se enoja porque después regreso muy seria y le levanto la orilla y lo descubro lleno de miradas por dentro, dueño de todos esos ejércitos de peces que lo alimentan como a un rey amplio y caprichoso, amarrado a sus riquezas, robándole las almas a esos inocentes que se metieron a pescar en su silencio y que se asoman desde su propio espanto para decirme: "Margarita Aurora, tú que andas siempre como colgada del brazo de Dios, pídele por nosotros, nuestra voz es un viento que sopla donde nadie oye, no podemos ni siquiera asolearnos el nombre en la cruz de algún panteón. Pídele por nosotros". Yo me quedo muy triste escuchándolos y luego voy y les hago dibujos en la arena con las cosas de la tierra y se los doy al mar para que de arrepentimiento se los lleve y no se sientan tan solos. Ellos me lo agradecen y me arrojan lo poco que tienen, botones, fichas, caracoles y yo se los doy a mi hermano que le encantan porque llena frascos y más frascos como si fueran tesoros. Mi hermano es muy bueno. Ayer se le nubló el corazón por una vaca. Yo hubiera querido decirle que la pobrecita ya estaba contenta, hasta se fue con los ojos abiertos para mirar bien los prados recién llovidos con los que premia Dios a todos los animalitos, pero mejor no dije nada porque me acordé que yo colecciono secretos.

¡Cómo quisiera irme de esta tierra que parece que de pura ociosidad se pusieron a forrar los diablos!, dije cuando llegamos a casa. Bernardo que estaba junto a mi padre, entendiéndome la rabia, contestó:

-Hasta los perros les ladran a las nubes cuando se les ponen por enfrente como una burla de los cerros. Esto es obra de Don Salvador, que de salvador no tuvo más que el condenado nombre.

-¿El dueño de la Hacienda "La Quemada"? -pregunté.

-El mismísimo, que dicen tuvo tratos con el maligno -me contestó, anunciándonos con el tono de su voz uno de sus relatos.

Como siempre, la curiosidad detuvo a Margarita Aurora. Mi padre que era bueno para sembrar las impaciencias, se dirigió a la puerta, la cerró sin prisa hasta que desaparecieron de su rectángulo las estrellas, y regresó para acomodarse igual que todos en la mesa. Bernardo nos inspeccionó con la mirada revisándonos el interés, le dio un trago a su café y, después de darle vueltas en la boca, por fin comenzó a decir:

-Allá por los años en que esta tierra resultaba buena pal sembradío y los nopales daban tunas del tamaño de pelotas de fur bol, llegó un tal Salvador, con nada más y nada menos que lo que traiba puesto; se asentó en una parcela, que nadie sabe cómo, porque desde lejos se le notaba la mala suerte, dijo que había ganado en una apuesta. Pa luego luego construyó una casa de vara y adobe, sembró unos metros de maíces y compró una vaca. Eso sí, lo que tenía de feo, lo tenía de alegador, disque porque venía de la ciudad y sabía sacar muy bien las cuentas, el caso es que regateaba al que se le ponía enfrente con figura de vendimia. Deveritas que al ingrato lo perseguía la desgracia. Al poco tiempo, la única plaga que se ha visto en la región, se enfiló pa su sembradío y se dio gusto masticando las mazorcas hasta que no quedó ni rastro. La vaca se le cayó pal hoyo que el mismo había escarbado pa hacer una noria. Ya sea porque traiba atascado el coraje o porque era un buen creyente, a cada rato volteaba pal cielo como rogándole al Bendito, pero un buen día voltió pa abajo y se encontró con un hombre muy bien vestido de elegancias, que venía como subiendo por un elevador con unos papeles en la mano.

-Me buscastes -le dijo- y aquí estoy pa servirte. Fírmame aquí y hacemos el trato.

-¿Qué me ofreces? -contestó Salvador, como haciéndose el que no quería, aunque se hablaban como si ya hubieran tenido pláticas en los escondites del pensamiento.

-Todo, le contestó el diablo y le desenrolló el contrato en la puritita cara.

Al Salvador ni siquiera le tembló la mano cuando estampó la firma.

-10 años nomás te doy -le aclaró el diablo- y luego vengo pa llevarte con todo y alma.

-Ta güeno, aquí mero nos vemos.

-Ave María Purísima -exclamó mi madre persignándose. María Aurora se perdía en la ventana como si fuera una pantalla donde le estuvieran pasando las escenas de una película.

-Al otro día -continuó Bernardo- volteando la taza para después leer en los asientos del café- ante el asombro de todos lo que ahí estábamos, entró en la tienda donde ya no lo querían ni ver de pediche que era y poniendo un puño de monedas en el mostrador, pagó los adeudos, compró un ajuar de ranchero, unas botas, que bien me acuerdo eran de serpiente y pidió mercancía como pa sobrevivir hasta su propia vida. Luego, regolviéndose de gusto, ofreció trabajos pa levantar "La Quemada".

Nomás se jue nos quedamos como enredados en las miradas y pa luego nos arrancamos a llevar por todo el pueblo la conclusión: "a ese amigo lo visitó el Diablo".

Pero como el miedo, entratándose de centavos no se acuerda ni de correr, no le faltó el hombrerío pa trabajar y más que eso, pa ataviarle el nombre con el famoso Don.

Don Salvador pa'ca, Don Salvador pa'lla y él en su envoltura de dueño y señor, vigilaba día a día aquella casa a la que le agregaba cuartos y más cuartos como si juera a dar asilo a todos sus pecados.

Ya que la dichosa hacienda estuvo lista en toda su inmensidá y que había comprado las tierras de alrededor, se jue a la ciudad a buscar el amueblaje y no sólo llegó con él, sino que también se trajo una mujer, que con el perdón de las damas aquí presentes, aunque yo era todavía un chamaco, le quitaba la respiración a cualquiera.

Se llamaba Aspetación. El pelo negro se le arrastraba por la espalda como un chorro de petróleo que se le detenía en el abismo de los tacones. A más del dinero, a Don Salvador también le resucitaron unos encantos que hacían que su mujer 20 años más joven se desentendiera del desenfreno que provocaba a su alrededor y no tuviera más que ojos pa contemplarlo a él. Eso sí a ella le relumbraban los anillos en los dedos, las pulseras le daban hasta los codos y le gustaba vestir con muchos brillos.

Pa no hacerles largo el cuento, como no hay fecha que no se cumpla, se llegó el día de la entrega. Don Salvador que hasta lo tonto se le fue quitando, ya había hecho sus apuntes pa enfrentar la situación y ese día se sentó con su mujer al lado pa esperar la visita, como si el diablo estuviera pa tocar la puerta. A las puras 12 hora del convenio, entró sin contemplaciones con la cola enrollada en el brazo y enfundado en un traje colorado.

-Tas listo pues -le dijo el diablo-, ya es hora.

-Toi listo -contestó Don Salvador- pero antes te tengo un recado, de aquí, de mi señora.

El diablo, que de tan apurado que estaba no se había fijado en la belleza, voltió pa verla y acariciándolo el placer se le revolvió lo malo.

-¿Qué, pues? -le dijo, ya sin tanta prisa-, habla.

-Aquí la señora, que quiere tomarme el lugar.

-mmm... -se quedó el diablo, como buscando en sus archivos una cláusula pal caso y sin mucho averiguadero le preguntó a la del cambio-: ¿tas de acuerdo?

-Sí -dijo ella- toy de acuerdo.

No bien lo dijo, la tentó con un tenedor de picos que le apareció en la mano y por obra de su magia los dos se metieron como en un plato de lumbre y se hundieron en el suelo echando chispas.

No pasaron ni dos horas antes de que Don Salvador averiguara que se había salvado, pero con todo y su mala suerte. Cuando jue a dar la vuelta por los baúles pa ver como todos los días sus dineros y sus joyas, lo recibió una peste a cuero. El diablo se los había llevado junto con las lluvias de ese año. Se le secaron las siembras, se le murieron los animales y lo que es peor, como si la pobreza le hubiera sacado el arrepentimiento, lo atacó un mal de amores. La recordaba a todas horas, se la pasaba hablando con su foto, pidiéndole perdón y viendo pal mar, que era lo único bonito que le quedaba. Como un espanto lo vimos salir un día de las ruinas de la casa rumbo al océano que disque le hablaba con su voz. "Ven Salvador, ven", parecía que le decía, porque él muy mansito se perdió en sus aguas.

Desde entonces, cada 10 años, los diablos hacen sus fiestas, celebrando con las secas el aniversario de esas almas.


Esa noche me costó trabajo dormir, pero cuando por fin lo hice, soñé con puros males. No sé como Bernardo va y viene por el infierno de sus cuentos como si lo refrescara la lumbre y luego se mete en las sobras de su café y las lee de punta a punta vigilándose la suerte. Yo no creo en las adivinaciones, ni en los actos de magia, pero a veces quisiera preguntarle como le pregunta Margarita Aurora, que se aprende todo lo que oye:

-Tata, ¿qué es un candil de la calle?

-Un candil es una araña de luces que cuelga del techo.

-¡Ah! ¿Y la calle, tiene techo?

-Sí, uno muy grande y muy azul.

-¡Ah!

Los oigo y aunque no quiera se me llena de incongruencias el corazón. Ese día, al amanecer, decidí que ya era tiempo de marcharme.

A los que escuchan a mi tata se les prenden los ojos como esas lámparas que andan por los callejones temblando para no tropezarse con la oscuridad, pero a mí no me da miedo; a mí, el alma se me sale del cuerpo, así tan livianita, que le cuesta trabajo volver porque la jala el aire como invitándola a contemplar el mar desde las estrellas, pero yo le digo que no, que mejor se regrese para seguir escuchando a mi tata que aunque está viejito tiene las magias para pasearse por los infiernos como si llevara la cuenta de las almas. El me contó un día que su secreto es ponerse esa capa invisible que le regaló un santo que el visita mucho y que lo protege de la maldad. Mi hermano no cree en los encantos y por eso se queda como temblando por dentro, y yo lo oigo voltearse de un lado para otro de la cama y, así dormido, se pone a discutir con esos sueños que se visten de susto nomás para picarlo. Tenemos que cuidarlo mucho, por eso mi tata y yo hicimos una tabla y la pintamos con muchas figuras de colores y también un muñequito igualito que él, para que adonde quiera que vaya nunca se pueda ir.

Durante horas anduve en círculos. Muchas fueron las veces que creí llegar a la carretera; mis oídos engañados escuchaban el ruido del camión que me llevaría muy lejos. Recordé a mis padres, a mi hermana, que se fue tras de mí jugando a pisarme la sombra con una felicidad extraña, hasta que la vi perderse entre la gente que me saludaba como si fuera nada más ahí cerquita a ventear las ansias con la mochila al hombro. Caminé y caminé viendo como se repetía una y otra vez la misma escena, el mismo pedazo de tierra donde me detenía para sólo divisar mi casa y luego el mar y otra vez mi casa. Me obsesionó la idea de estar loco. La luna era un aruñón de luz en la distancia cuando me dejé caer vencido por el sueño. Me encontraron en el corral junto al escándalo de las gallinas.

-¿Escuchas el mar? -me dice Margarita Aurora-. Viene por nosotros.

Yo sólo escucho como si se abriera la tierra, tragándose los cerros, la lluvia anunciando con tambores y trompetas el fin de todo. En guerra el agua con el agua, el trueno con el trueno. Margarita Aurora, sálvame del miedo que me persigue y me tapa la luz que a ti te alumbra, toma mi alma y úntala con tus palabras, tú que andas siempre como colgada del brazo de Dios. Sálvame, te lo ruego. El sueño se repite. No quiero dormir, pero los ojos se me hacen de fierro y se me caen hasta el fondo de un abismo hasta que despierto, para oír otra vez los pasos de mi madre, las voces de Bernardo y mi padre que hablan y hablan, como si sembraran en el aire las palabras y les naciera el mundo del que no se quieren ir. A mi lado está siempre Margarita Aurora, perfumada de un silencio que huele a secretos, consolándome con esa mirada que se le sale corriendo a espantar a la muerte que se me acerca lenta, muy lenta, como si me anduviera midiendo el alma.

Desde que lo trajeron cargando, picoteado por las gallinas, a mi hermano se le metió la creencia de que se va a morir. Se despierta gritando: "Margarita Aurora, Margarita Aurora", y yo riego por el aire esos polvos que me dio mi Tata para aplacar el susto y las ansias y luego me voy derechito a la ventana para llamar a Dios que sale de una gran nube blanca y le pido que me regale una capa como la de mi Tata y Él les habla a sus ángeles que llegan volando y entran al cuarto a ponérsela encima de la desesperación y de pronto otra vez se queda dormido y así a cada rato se despierta y la vuelve a tirar y se la vuelven a poner. Dice mi papá que ya pronto va a estar bien, que nada más le falta que se le quite ambición, que lo trae envenenado; que qué es eso de irse del otro lado de aquí para encontrar en otro aquí lo mismo: una tierra, un cielo y unos árboles; que nada sirve agarrar camino a buscar repeticiones, si de todas manera va a encontrarse con que lo estamos esperando.

Hoy Margarita Aurora me llevó al lugar donde encuentra sus tesoros. Todo el camino nos fue siguiendo el mar. Cuando llegamos, yo me quedé asombrado. Imagínense. ¡Un pueblo de ojos enseñándonos las profundidades!

Rosy Palau, México © 2001

rosyaltamirano@hotmail.com

Rosy Palau nació en la ciudad de Culiacán, Sinaloa, México (1956), donde actualmente reside. Es autora de cuatro libros de poesía, dos de ellos publicados por las Universidades de Sinaloa y Jalisco. Es fundadora de una hoja literaria llamada Equus que se mantuvo en circulación durante seis años hasta 1993 y en la cual se editaron autores del país y del extranjero. Es poseedora de tres premios nacionales de poesía. Aunque su trayectoria ha sido fundamentalmente la poesía, ha incursionado recientemente en el cuento, del cual siente pasión, sobre todo en libros escritos con tendencia al realismo mágico. Está de acuerdo con la frase "Lo hermoso de la fantasía es que es real". El cuento le ha dado la oportunidad de poner en movimiento a los personajes en la atmósfera de su propio sueño. Es seguidora de Borges, Paz, Poe y Rulfo. Actualmente espera la publicación de un libro de poesía y de otro de cuentos del cual forma parte "El Mar".

Lo que la autora nos dijo sobre el cuento:
El cuento "El mar" surge, como los días, de una manera cotidiana y sin embargo fuera del tiempo, en una región donde cada uno se inventa y reinventa. Todo esta claro. Para los ojos del sueño no hay dolor, sólo deseo. El mar habla, se contiene, se derrama, mientras la tierra es un espejismo del sol en el horizonte que alberga a esos seres inmersos en su propio lenguaje. El diablo, personaje al que se recurre para dar respuesta a los acontecimientos, entra y sale de la historia con la naturalidad de lo que es cierto. El lugar en el que se desarrolla la historia existe en cada uno que haya conocido de cerca el mar y sus pobladores. La locura , símbolo de una verdad, la verdad que encuentra en la locura una forma de arroparse de esa realidad que de pronto le resulta ajena. El sol, el infierno, los naranjas, el mar, elementos con los que he convivido desde la niñez, desde las charlas de los adultos al atardecer o bajo la luna, reunidos alrededor en las banquetas, hablando de lugares muy lejos, lugares que sólo la imaginación podía alcanzar. Hoy afloran en mi mente adornados de esas imágenes que sólo da la literatura y se han vuelto materiales indispensables para la recreación de mis próximos trabajos.





























































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ESPERO QUE TE HAYA GUSTADO.



Saludos!

2007-03-23 09:49:22 · answer #4 · answered by ? 3 · 1 0

Inmensidad, grandeza, libertad, belleza, mudo testigo de grandes acontecimientos, cuna de la vida, casa de sueños de todas la generaciones, fuente de inspiración de millones de poemas, pinturas versos, novelas, fabulas, bello por fuera y misterioso por dentro, imponente, admirado, precioso....

2007-03-23 09:14:24 · answer #5 · answered by Anonymous · 1 0

donde vivo ahora, el mar queda a unos 2 min de casa, cada vez que salgo a la calle debo verlo y muchas veces desde el balcón se ve hermoso, imponente, azul luminoso, con la mas exquisita belleza que podrías imaginar, a 20 min esta una playa hermosa, donde turista de todo el mundo vienen a disfrutar de la hermosura de esta tierra....nada como el mar, acá abundan las playas, los cocoteros, ...es todo un espectáculo, la arena blanca suave debajo de tus pies, la brisa suave y con olor a sal que rosa tu rostro, la tibies del agua que baña tus pies..y ese olor a vida que no se compara con nada, fuente de inspiración de mis mejores letras y el mejor paisaje para mis mayores fantasías, las olas blancas que bañan las rocas o la orilla que alcanzan tus pies, todo eso sin hacer mención de su belleza nocturna, es toda una delicia, es una experiencia que solo entenderías cuando la vivas...y que decirte de esas playas en la costa que además se unen a pequeños ríos que simplemente te dejan deslumbrado.....

2007-03-24 19:39:48 · answer #6 · answered by Anonymous · 0 0

desde que tenia 4 años el mar fue mi amigo, desde que tenia 4 años el mar se llevo a un amigo...
desde que tenia 4 años me sumergia en el fondo del mar...
desde que tenia 4 años mi amigo fue el mar
hoy tengo 22 años y el me calma el llanto, me calma la pena, me habla con su rebotar en las rocas, la espuma blanca aclara mi alma....
hoy tengo 22 años y cada mañana veo su color variado, aveces azul, otras verde mar, cuando se oscurese veo sus olas grises....
vivo frente el mar, frente a las aguas, una de las playas mas bonitas de chile, la playa de Mejillones, kilometro y kilometros de mar, me levanto y veo su peninsula, nombrada con el mismo nombre.. LA PENINSULA DE MEJILLONES....
su arena color miel, diversa de termperatura, mas arriba caliente como el sol, semi seca por el agua y helada por la misma... tranquila como sumisa, sus peses, sus moluscos, el marisco tipico de aqui son los ostiones...
en fin.. el mar me a acompañado desde que aprendi a caminar...

2007-03-23 10:48:25 · answer #7 · answered by Anonymous · 0 0

el mar, es una preciosura, es algo que te limpia el alma y te hace renacer con cada oleaje, de sus profundidades emergen bellezas increíbles, como los delfines y peces multicolores, sus brisas hacen que el odio mas remoto de tu ser, se eliminen con sus aires .
saludos
el mar es una bendición

2007-03-23 10:08:17 · answer #8 · answered by tania 6 · 0 0

En el mar, la vida es más sabrosa...
Pero... simplemente, no es todo...
Es mucho más...

El mar es murmullo y arrullo...
furia y calma,
embravecido y quieto,
agua y tierra,
tierra y agua,
majestuoso e imponente,
intensidad y claridad,
superficie y profundidad,
bruma y brisa,
oleaje y cresta,
huracán y ciclón,
descanso y turbulencia.

El mar vive,
viven los peces,
vive la flora marina,
vive la energía,
vive la vida.

El mar muere,
muere la fauna marina,
muere por el hombre,
muere por contaminantes.

En el mar se goza,
se vive la vida,
se disfruta y se rie.
Ese es el mar...

El mar

2007-03-23 09:49:07 · answer #9 · answered by Ricardo C 2 · 0 0

Es algo hermoso. Podés estar por mucho tiempo viendolo y no te cansas. Es particularmente relajante con una buena cancion de fondo.
Siempre coy a amar al mar xq uno aprende a quererlo cuando se vive cerca de él. Y cuando estas en una lancha y ves toda la costa desde mar adentro,es una experiencia digna de vivir.
Y en el verano, te imaginarás que pasas un dia genial con tus amigos en la playa jugando en el agua, es espectacular.

2007-03-23 09:17:28 · answer #10 · answered by Anonymous · 0 0

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