Según los especialistas, la bulímica, a diferencia de la anoréxica, tiene más conciencia de que está enferma y suele acabar solicitando ayuda.
4-¿Cuál sería la diferencia entre Anorexia Nerviosa y Bulimia?
Bulimia
Anorexia
Conductas patológicas
Preocupación constante por la comida (habla de peso, calorías, dietas...). Atracones, come de forma compulsiva, esconde comida. Miedo a engordar. Evita el hecho de ir a restaurantes o fiestas y reuniones donde se vea socialmente obligado a comer. Acude al lavabo después de comer. Vómitos autoprovocados, abusan de laxantes o diuréticos. Usa fármacos para adelgazar. Realiza regímenes rigurosos y rígidos. Tiene una conducta adictiva con edulcorantes.
Conductas patológicas
Conducta alimentaria restrictiva (poca cantidad de comida) o dietas severas. Rituales con la comida como: contar calorías, descuartizar la comida en trozos pequenos, preparar comida para otros y comer... Miedo intenso a engordar, luchando por mantener el peso por debajo de lo normal. Temor a verse obligado a comer en sociedad (fiestas, reuniones familiares,...). Hiperactividad (exceso de gimnasia u otros deportes). Esconden el cuerpo debajo de ropa holgada. Negarse a usar banador y que vean su cuerpo. En ocasiones, atracones y uso de laxantes o diuréticos. Abuso de edulcorantes.
Signos fisiológicos
Inflamación de las parótidas. Pequeñas rupturas vasculares en la cara o bajo los ojos. Irritación crónica de la garganta. Fatiga y dolores musculares. Inexplicable pérdida de piezas dentales. Oscilaciones de peso (5 ó 10 Kg, arriba o abajo). .
Signos fisiológicos
Pérdida progresiva de peso (con frecuencia sucede en un período breve). Falta de menstruación o retraso en su aparición sin causa fisiológica conocida. Palidez, caída del cabello, sensación de frío y dedos azulados. Debilidad y mareo.
Cambio de actitud
Modificación del carácter (depresión, sentimientos de culpa u odio a sí mismo, tristeza, sensación de descontrol...) Severa autocrítica. Necesidad de recibir la aprobación de los demás respecto a su persona. Cambios en la autoestima con relación al peso corporal.
Cambio de actitud
Cambio de carácter (irritabilidad, ira). Sentimientos depresivos. Inseguridad en cuanto a sus capacidades. Sentimientos de culpa y autodesprecio por haber comido o por hacer ayuno. Aislamiento social.
Problemas psicológicos y comportamiento auto-destructor. Las mujeres con bulimia están propensas a la depresión y se encuentran también en peligro de coportamientos impulsivos peligrosos, como promiscuidad sexual y cleptomanía, los cuales se han reportado en la mitad de las personas con bulimia. El abuso de alcohol y drogas es más común en las mujeres con bulimia que en la población en general o en las personas con anorexia. En un estudio de mujeres bulímicas no anoréxicas, el 33% abusaban el alcohol y el 28% abusaban las drogas, con un 18% con sobredosis repetidamente. La cocaína y las anfetaminas fueron las drogas con mayor frecuencia abusadas. En el mismo estudio, fueron comunes otros tipos de comportamiento autodestructor, entre otros el auto-cortado y el robo.
2007-03-28 07:49:10
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answer #3
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answered by donna 3
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Son trastornos de alimentación..
ANOREXIA NERVIOSA
La Anorexia nerviosa es una enfermedad mental que consiste en una pérdida de peso derivada de un intenso temor a la obesidad y conseguida por la propia persona que enferma a través de una serie de conductas.
Afecta preferentemente a mujeres jóvenes entre 14 y 18 años.
Los síntomas más frecuentes son:
miedo intenso a ganar peso, manteniéndolo por debajo del valor mínimo normal. escasa ingesta de alimentos o dietas severas, imagen corporal distorsionada
sensación de estar gorda cuando se está delgada
gran pérdida de peso (frecuentemente en un período breve de tiempo) sentimiento de culpa o desprecio por haber comido hiperactividad y ejercicio físico excesivo pérdida de la menstruación, excesiva sensibilidad al frío
cambios en el carácter (irritabilidad, tristeza, insomnio, etc.).
BULIMIA NERVIOSA
La Bulimia nerviosa es un trastorno mental que se caracteriza por episodios repetidos de ingesta excesiva de alimentos en un corto espacio de tiempo en forma de "atracones" y una preocupación exagerada por el control del peso corporal que lleva a la persona afectada a adoptar conductas inadecuadas y peligrosas para su salud.
Afecta también mayoritariamente a mujeres jóvenes aunque algo mayores que en la anorexia.
Los síntomas más frecuentes son:
comer compulsivamente en forma de atracones y a escondidas, preocupación constante en torno a la comida y el peso, conductas inapropiadas para compensar la ingesta excesiva con el fin de no ganar peso: uso excesivo de fármacos, laxantes, diuréticos y vómitos autoprovocados.
el peso puede ser normal o incluso elevado, erosión del esmalte dental pudiendo llegar a la pérdida de piezas dentarias, cambios de carácter incluyendo: depresión, tristeza, sentimientos de culpabilidad y odio hacia una misma.
Aspectos socio-culturales y educativos de estos trastornos
Las conductas alimentarias en las personas están reguladas por mecanismos automáticos en el sistema nervioso central (SNC) . La sensación de hambre procede, tanto de estímulos metabólicos, como de receptores periféricos situados en la boca o el tubo digestivo. Se induce la sensación de apetito, que desencadena la conducta de alimentación. Al cesar los estímulos aparece la sensación de saciedad y se detiene el proceso. Las personas normales, en situación de no precariedad presentan unas reacciones adaptadas a los estímulos de hambre y de sed, con respuestas correctas hacia la saciedad.
Desde hace tiempo, el hipotálamo se reconoce como el lugar donde radican los centros del hambre y la saciedad, pero es a través de la corteza cerebral donde se establecen mecanismos mucho más complejos relacionados con la alimentación, que están vinculados a experiencias previas.
Este proceso puede parecer automático y elemental, sin embargo no sólo son aspectos biológicos los que condicionan la conducta alimentaria sino otros mucho más complejos relacionados con experiencias psicológicas (los sentimientos de seguridad, bienestar y afecto que se experimentan a través del pecho materno en la lactancia), sociales ya que desde siempre el acto de comer ha sido eminentemente social y culturales, ya que la forma de comer y las características de los alimentos definen a los diferentes grupos culturales. Así se habla de dieta mediterránea, comida americana, italiana, india..., platos típicos, menús tradicionales, incluso comida basura.
En la actualidad, el acto de comer sigue siendo un fenómeno de comunicación social. A través de la comida el grupo se siente cohesionado e identificado, en la mayoría de los actos sociales la comida ocupa un lugar preferente.
Haciendo historia de los trastornos alimentarios puede decirse que se recogen conductas alimentarias desordenadas desde la antigüedad y en los ágapes era frecuente recurrir al vómito provocado, pero para reiniciar la comilona. El comer abundantemente era privilegio de pocas personas, de ahí que el sobrepeso, la obesidad, era signo de salud, belleza y poder.
Las posibilidades de que este proceso natural de alimentarse se altere son múltiples. En unas ocasiones, la causa es física, enfermedades que dificultan el proceso de la alimentación o alteran el aprovechamiento normal de los alimentos; por último este proceso natural puede verse alterado por factores sociales: religión, cultura, status, moda etc...
Así existen otros trastornos importantes como pueden ser la obesidad o falta de apetito derivada de enfermedades que las podemos considerar físicas y otras enfermedades que son mentales y desencadenadas por una serie de factores psicológicos, socio-culturales y educativos.
A partir de esta alteración en la conducta alimentaria aparecen los trastornos de alimentación de los que estamos hablando y que son fundamentalmente la Anorexia y la Bulimia nerviosas, quizás los más conocidos y preocupantes y otros a los que me referiré brevemente:
Síndrome del gourmet: Las personas que lo padecen viven pendientes de la preparación, compra, presentación e ingestión de platos exquisitos. Han perdido interés en sus relaciones sociales, familiares y laborales. Se cree que es consecuencia de daños en el hemisferio derecho del cerebro: tumor, golpe hemiplejia... No suelen estar demasiado gordas ni les preocupa su obsesión. Los tratamientos son neurológicos y psiquiátricos.
Trastorno nocturno: Quienes lo sufren -del 1% al 3% de la población- se levantan a comer por la noche, aunque continúan dormidos. No son conscientes de lo que hacen y no recuerdan nada al despertar. Si les cuentan lo que han hecho, lo niegan rotundamente. A menudo, hacen régimen durante el día. También se da en personas alcohólicas, drogadictas y con trastornos de sueño... Les tratan en unidades de trastornos de sueño.
Pica: (de pica, "urraca", en latín). Las personas que padecen este trastorno se sienten impulsadas a ingerir sustancias no comestibles: tiza, arcilla, yeso, trocitos de pintura, almidón, óxido, ceniza...
Suele darse entre mujeres con tendencia histérica, embarazadas y como consecuencia de déficits alimentarios serios. También es un hábito cultural de ciertos pueblos.
Síndrome de Pradrer-Willy: Es un problema congénito asociado a un retraso mental. Si a las personas afectadas por el problema no se les controla el acceso a la comida, comen sin parar hasta que acaban muriendo. Parece estar relacionado con un mal funcionamiento del hipotálamo. El Prozac ayuda a controlar el problema, que no tiene cura de momento.
Comedoras compulsivas: Las personas que padecen este trastorno se dan frecuentes atracones, durante los cuales sienten que no pueden parar de comer. A menudo comen deprisa y a escondidas, o bien no dejan de comer y picar a lo largo de todo el día. Se sienten culpables y avergonzadas por su falta de control. Tienen todo un historial de fracaso con distintas dietas y regímenes. Suelen ser personas depresivas y obesas.
¿Por qué afectan mayoritariamente a las mujeres?
Existen casos dudosos de santas de la antigüedad que posiblemente padecieran anorexia nerviosa, pero al disfrazarse estas actitudes con una vida de penitencia y sacrificio solo nos hacen reflexionar sobre el hecho de que eran mujeres y jóvenes (Santa Wilgerfortis o Santa Liberata, Santa Catalina de Siena, Sor Juana Inés de la Cruz).
La descripción científica de estas enfermedades se remonta al año 1689 en que el Dr. Morton la denomina Consunción nerviosa, y en 1874 los doctores Gull en Londres y Lassegue en París hacen diagnóstico denominándolas Anorexia histérica y Apepsia histérica y señalando que eran consecuencia de interacciones centrales y hereditarias. Ya en esta época se referían a estos trastornos como propios de mujeres. Freud completó el cuadro con su descripción de las neurosis histéricas haciendo hipótesis psicológicas dentro de sus planteamientos psicoanalíticos y relacionando estos trastornos con la condición femenina (envidia del pene, pérdida de la líbido etc...).
En 1914 el doctor Simod describió este trastorno como Caquexia Hipofisiaria, señalando que era una enfermedad que afecta a mujeres que tras el parto comienzan a perder peso y mueren. En 1939 Otto Sheehan realizó el diagnóstico diferencial entre Caquexia Hipofisiaria y Anorexia nerviosa.
Para situarnos en el tema señalaré que es a partir de 1925 cuando los cánones de belleza femenina dan un giro importante, ya que con la desaparición total del corsé (se usó casi 4 siglos), la mujer comienza a mostrar su cuerpo de otra manera. En este año aparecen por primera vez los figurines de moda en los que se apunta una estilización progresiva, se acortan los vestidos, se enseñan las piernas y hay una supresión de curvas. Coincide con la incorporación de la mujer al deporte en la alta burguesía y comienza la moda de mujeres delgadas que incluso se vendaban el pecho para iniciar el sutil camino a la androginia.
Esta progresiva exhibición del cuerpo femenino es imparable y hace que la mujer se preocupe ya que comienza a ser observado y criticado. Sin embargo las modelos de belleza de los años cincuenta como Marilin Monroe o Ava Gadner siguen mostrando una mujer más llena de curvas, aunque no gorda.
Es a partir de los años 50 cuando la preocupación por los trastornos de alimentación es evidente porqué se empiezan a estudiar desde diferentes líneas, considerando no sólo los factores biológicos y psicológicos sino también los sociales y educativos que influyen en esta nueva cultura de la delgadez.
También el papel de la mujer es analizado a partir de los años 60, no sólo en relación con la moda, sino por el cambio social que se produce a partir de su incorporación masiva al mundo laboral. La ausencia de una persona que se responsabilice de los horarios de comida (papel tradicionalmente atribuido a la madre) la desaparición del hábito de comer en familia, la supresión de la merienda y la cena se destacan como factores que pueden conducir a una dieta errónea.
Vemos como estos trastornos de la conducta alimentaria afectan mayoritariamente a mujeres a través de todos estos factores, pero no hay que culpabilizarlas por este cambio social de hábitos en la alimentación familiar, puesto que también hay que considerar los diferentes estilos de vida que han impuesto los trabajos de jornada prolongada (tanto para hombres como para mujeres) los traslados en la ciudad a los centros de trabajo, el frenético ritmo urbano que han propiciado que el comer fuera de casa sea a veces imprescindible.
Sin embargo en todas las definiciones de estos trastornos aparece que afecta mayoritariamente a mujeres, en el caso de la anorexia nerviosa se habla de prepúberes y adolescentes y en menor medida a adultas y a varones jóvenes.
Todas las estadísticas señalan que el 90% son mujeres entre 14 y 18 años, aunque la edad va descendiendo peligrosamente hacia niñas menores de doce años.
Si una de las características de la Anorexia y la Bulimia nerviosas es el temor obsesivo a engordar y un peculiar trastorno del esquema corporal que les hace verse más gruesas de lo que están, vemos que la obsesión con la cultura de la delgadez es más fuerte entre las mujeres.
Los cánones de belleza actuales y el rechazo social a la obesidad femenina hacen que las adolescentes sientan un impulso irrefrenable de estar tan delgadas como las modelos "top models" que la publicidad y medios de comunicación presentan a diario.
No es casual que el perfil de la joven anoréxica sea mayoritariamente el de una chica responsable y estudiosa, que desea realizar correctamente su rol social y que tiende a un perfeccionismo exagerado.
Los mensajes educativos dirigidos a las jóvenes sobre todo estimulan a que hay que ser doblemente responsable que los chicos para conseguir éxito en la vida profesional y compatibilizarla armoniosamente con la familia.
Uno de los índices para lograr el éxito y la aceptación social va a ser tener un físico apropiado, estar delgada, y dado que la pérdida de peso puede realizarse con voluntad y esfuerzo he aquí el reto por el cual se va a empezar a ser responsable "también" en este terreno.
A los 15 años una de cada cuatro chicas hacen régimen en España, sin que en casi ningún caso tengan problemas de sobrepeso. A la pregunta de ¿"te ves gordo/a aunque los demás te vean delgado/a?" el 58 % de estas chicas de 15 años contestó afirmativamente frente a un 19% de chicos.
En Suecia y EEUU ya hay un 16% de chicas menores de 16 años que hacen dieta, algunas reconocieron que la comenzaron a los 9 años.
Es curioso observar que las lesbianas tienen el índice de trastornos alimentarios tan bajo como el de los chicos heterosexuales; sin embargo en los chicos homosexuales este índice se situa a la par que las chicas heterosexuales.
Existe un anhelo de perfeccionismo corporal latente tanto en chicos como en chicas pero los varones tienen (por el momento) unos modelos más musculados, no tan delgados. Pero ya está apareciendo una nueva enfermedad llamada "Vigorexia" que consiste en una actividad física exagerada en los chicos, especialmente en gimnasios que se convierte en obsesión ya que a pesar de su musculación se miran en el espejo y se ven enclenques.
El impacto entre la población adolescente de programas de TV sobre todo videos musicales influyen en estas tendencias.
El psiquiatra Carlos Delgado reflexiona sobre que la anorexia y la bulimia nerviosa no son enfermedades de niñas tontas que desean ser delgadas. Son personas con una grave perturbación psicológica. Muy frágiles. En un momento dado se ven frente a un conflicto: no pueden evolucionar psicológicamente como personas ni pueden crecer, el conflicto es angustioso. Deciden crecer retrasando su desarrollo. Requieren mucha ayuda.
En el I Congreso sobre Trastornos de la alimentación celebrado en Granada, en Abril de 1997 se hablaron de los tratamientos multidisciplinares para prevenir y curar estas patologías.
La detención precoz y un buen diagnóstico son las primeras armas para combatirlas pero es preciso realizar programas de prevención y promoción de la Salud desde los ámbitos familiares, educativos y sociales.
En Navarra, a iniciativa del Instituto Navarro de la Mujer, en colaboración con el Instituto Navarro de Deporte y Juventud, estamos realizando campañas de sensibilización y prevención de estos trastornos para las familias y profesorado. Os traigo estos folletos en los que analizamos los síntomas más frecuentes y la forma en que se puede desde la familia a prevenir, detectar y solicitar ayuda terapéutica en estos casos.
Actuaciones para prevenir y ayudar en este tipo de trastornos
Enseñar y educar desde la infancia, en la familia y en los centros escolares, a llevar una vida saludable inculcándoles hábitos de alimentación sana y de actividad física adecuadas a sus facultades.
Ayudarles con comprensión y confianza a conocer su propia realidad biológica y psíquica, sus capacidades y limitaciones infundiéndoles seguridad en sus propios valores, de forma que puedan sentirse a gusto consigo misma y se acepten como realmente son.
Fomentar la autonomía y criterios capaces de evitar que los excesivos mensajes de los medios de comunicación y la publicidad sobre una imagen corporal falsamente perfecta, se convierta en una meta a conseguir y en un modelo que se olvida de los valores integrales de la persona.
Es muy conveniente realizar las comidas en familia, a ser posible nunca en solitario, aprovechándolas para una verdadera comunicación y contacto.
Evitar proponerles metas académicas, deportivas, o estéticas inalcanzables con arreglo a su capacidad mental o constitución física, ya que ello les podría producir una disminución de su autoestima.
Si precisan perder peso por razones de salud, hacerlo siempre con un estricto control médico. Si manifiestan sus deseo de perder peso innecesariamente o comienzan a reducir su alimentación y ante la más mínima sospecha de pérdida excesiva o reducción anómala de su alimentación, consultar con especialistas de atención primaria.
Es preciso saber que la preocupación continua por la comida en este tipo de trastornos alimentarios se convierte en algo obsesivo, que la persona no puede dejar de hacerlo con el consiguiente sentimiento de confusión y estados de ansiedad y depresión.
Cuando ya se haya detectado el trastorno alimentario, utilizar la calma y el sosiego para la búsqueda de soluciones, y para ello, la familia no se debe culpabilizar ni recriminar estas conductas. Todo ello ayudará a una mayor eficacia. En estos casos es importante buscar ayuda a través de los dispositivos sanitarios de atención primaria quienes evaluarán el problema y lo derivarán si procede a otros ámbitos de atención especializada y de salud mental en su caso.
Es conveniente agruparse en asociaciones de familiares con personas afectadas o grupos de ayuda mutua para intentar mejorar la atención a estos problemas, y sensibilizar a la sociedad sobre este tipo de enfermedades. Estas asociaciones realizan acciones reivindicativas para conseguir una mejor asistencia médica y psicológica denunciando a los medios de comunicación por la utilización de mensajes negativos.
Todas las personas relacionadas con la educación también tienen un papel importante en la detección precoz de estos trastornos, observando los comportamientos, cambios emocionales y de aspecto físico que pueden hacer pensar en este tipo de trastornos alimentarios.
2007-03-20 23:20:46
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answer #6
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answered by mariale 5
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