“No hay nada mejor para ellos que regocijarse y hacer el bien durante la vida de uno; y también que todo hombre coma y realmente beba y vea el bien por todo su duro trabajo. Es el don de Dios.” (ECLESIASTÉS 3:12, 13.)
MUCHAS personas piensan que el Dios Todopoderoso es severo y estricto. Sin embargo, su Palabra inspirada dice lo que leemos en el texto supracitado. Esta verdad armoniza con el hecho de que él sea el “Dios feliz” y que colocara a nuestros primeros padres en un paraíso terrestre (1 Timoteo 1:11; Génesis 2:7-9). Cuando analizamos el futuro que Dios promete a su pueblo, no debemos sorprendernos al saber que nos esperan condiciones que redundarán en nuestro gozo eterno. Una de estas confiables predicciones se halla en Revelación 21:1. Los versículos siguientes hablan del tiempo en el que el Dios Todopoderoso mejorará radicalmente las condiciones de la Tierra. Limpiará las lágrimas causadas por el dolor. La gente ya no morirá por la edad avanzada ni las enfermedades ni los accidentes. No existirá más lamento ni clamor ni dolor. Esta es una magnífica perspectiva. Pero ¿tenemos la seguridad de que se realizará, y qué efecto puede tener esta esperanza en nosotros ahora mismo? Observe qué dice a continuación Revelación 21:5. Dios habla desde su trono celestial y asegura: “¡Mira!, voy a hacer nuevas todas las cosas”. Esta promesa divina es mejor que toda declaración nacional de independencia, toda declaración de derechos actual y toda aspiración humana relativa al futuro. Es una aseveración absolutamente confiable de Aquel que, según la Biblia dice, “no puede mentir” (Tito 1:2). Sería comprensible que usted quisiera que nos detuviéramos aquí para saborear esta maravillosa perspectiva y confiar en Dios. Pero no tenemos por qué detenernos. Hay más que saber sobre nuestro futuro. Reflexione por un momento sobre las promesas bíblicas de unos nuevos cielos y una nueva tierra que analizamos en el artículo anterior. Isaías predijo ese nuevo sistema, y su profecía se cumplió cuando los judíos regresaron a su tierra natal y restablecieron la adoración verdadera (Esdras 1:1-3; 2:1, 2; 3:12, 13). No obstante, ¿era eso todo lo que significaba la profecía de Isaías? De ninguna manera. Las cosas que predijo tendrían un cumplimiento mayor en el futuro distante. ¿Cómo lo sabemos? Por lo que leemos en 2 Pedro 3:13 y Revelación 21:1-5. Esos pasajes hablan de unos nuevos cielos y una nueva tierra que beneficiarán a los cristianos a escala mundial. La Biblia utiliza la expresión ‘nuevos cielos y nueva tierra’ cuatro veces. Hemos analizado tres de ellas y hemos llegado a conclusiones muy alentadoras. La Biblia predice que Dios eliminará la maldad y otras causas de sufrimiento, y que seguirá bendiciendo a la humanidad en su prometido nuevo sistema. Examine ahora el caso restante donde aparece la expresión ‘nuevos cielos y nueva tierra’: Isaías 66:22-24. Allí dice: “‘Tal como los nuevos cielos y la nueva tierra que voy a hacer subsisten delante de mí —es la expresión de Jehová—, así seguirán subsistiendo la prole de ustedes y el nombre de ustedes’. ‘Y ciertamente sucederá que de luna nueva en luna nueva y de sábado en sábado vendrá toda carne para inclinarse delante de mí —ha dicho Jehová—. Y realmente saldrán y pondrán la vista sobre los cadáveres de los hombres que estuvieron transgrediendo contra mí; porque los gusanos mismos que están sobre ellos no morirán, y su fuego mismo no se extinguirá, y tienen que llegar a ser algo repulsivo para toda carne’”. Esta profecía se cumplió cuando los judíos regresaron a su tierra natal, pero contará con otro cumplimiento. Este tendrá lugar mucho tiempo después de escribirse la segunda carta de Pedro y el libro de Revelación, pues estos señalaban a un ‘nuevo cielo y nueva tierra’ futuros. Podemos esperar este grandioso y completo cumplimiento en el nuevo sistema. Vea algunas de las condiciones de las que podremos disfrutar entonces. Revelación 21:4 indicaba que la muerte ya no existiría. El pasaje de Isaías 66 concuerda con esta afirmación. Podemos ver a partir del versículo 22 que Jehová sabe que los nuevos cielos y la nueva tierra no serán temporales, de duración limitada. Del mismo modo, su pueblo perdurará; ‘subsistirá delante de él’. Lo que Dios ya ha hecho por su pueblo escogido nos da razón para tener confianza. Los cristianos verdaderos se han enfrentado a persecución despiadada, con la que, en ocasiones, se ha pretendido incluso su exterminio (Juan 16:2; Hechos 8:1). No obstante, ni siquiera enemigos muy poderosos del pueblo de Dios, como el emperador romano Nerón y Adolf Hitler, lograron erradicar a los siervos leales de Dios portadores de su nombre. Jehová ha preservado a la congregación de sus siervos, y estamos seguros de que puede hacerla subsistir indefinidamente. De igual modo, los que sean fieles a Dios como parte de la nueva tierra, la sociedad de adoradores verdaderos del nuevo mundo, subsistirán a nivel individual porque adorarán con pureza al Creador de todas las cosas. Esa adoración no será ocasional ni irregular. La Ley que Dios dio a Israel mediante Moisés estipulaba ciertos actos de adoración cada mes, señalado por la luna nueva, y cada semana, señalada por el sábado (Levítico 24:5-9; Números 10:10; 28:9, 10; 2 Crónicas 2:4). De modo que Isaías 66:23 predice una adoración regular y continua a Dios, semana tras semana y mes tras mes. El ateísmo y la hipocresía religiosa no se conocerán entonces. “Vendrá toda carne para inclinarse delante” de Jehová. Isaías 66:24 nos asegura que la paz y la justicia de la nueva tierra nunca peligrarán. La gente malvada no las arruinará. Recuerde que 2 Pedro 3:7 dice que lo que ha de venir es “el día del juicio y de la destrucción de los hombres impíos”. A quienes se aniquilará será a los impíos. Los inocentes no sufrirán daño, como tan a menudo sucede en las guerras humanas, en las que las bajas civiles superan a las militares. El Gran Juez nos garantiza que su día supondrá la destrucción de los impíos. Los supervivientes justos comprobarán que la palabra profética de Dios es verdadera. El versículo 24 predice que “los cadáveres de los hombres que estuvieron transgrediendo contra” Jehová serán prueba de su juicio. Aunque el gráfico lenguaje que Isaías empleó pueda parecer chocante, solo es un reflejo de la realidad histórica. En el exterior de las murallas de la antigua ciudad de Jerusalén había vertederos de basura en los que a veces se arrojaban cadáveres de criminales ejecutados que no se consideraban merecedores de un entierro digno. Los gusanos y el fuego eliminaban enseguida tanto la basura como aquellos cadáveres. Isaías debió usar este lenguaje figurado para ilustrar el carácter definitivo de la sentencia de Jehová contra los pecadores.
Revelación 21:4 nos habla de algunas cosas que no existirán en el venidero nuevo sistema. Sin embargo, ¿qué es lo que existirá entonces? ¿Cómo será la vida? ¿Podemos tener algunos indicios confiables? Sí. El capítulo 65 de Isaías describe proféticamente las condiciones de las que disfrutaremos si tenemos la aprobación de Jehová para vivir cuando él cree, en su sentido final, los nuevos cielos y la nueva tierra. Aquellos que sean bendecidos con un lugar perdurable en la nueva tierra no envejecerán para luego morir inevitablemente. Isaías 65:20 nos asegura: “Ya no llegará a haber de aquel lugar un niño de pecho de unos cuantos días de edad, ni un viejo que no cumpla sus días; porque uno morirá como simple muchacho, aunque tenga cien años de edad; y en cuanto al pecador, aunque tenga cien años de edad se invocará el mal contra él”. Cuando se cumplieron por primera vez estas palabras en el pueblo de Isaías, significaron que los bebés se hallaban a salvo. No había enemigos que invadieran la tierra, como lo habían hecho en un tiempo los babilonios, para llevarse a los niños de pecho o segar la vida de hombres en la flor de la vida (2 Crónicas 36:17, 20). En el nuevo mundo venidero, la gente estará a salvo, tendrá seguridad y podrá disfrutar de la vida. Si alguien opta por rebelarse contra Dios, no se le permitirá seguir viviendo. Dios lo eliminará. ¿Y qué sucederá si el pecador rebelde cuenta 100 años? Morirá “como simple muchacho” en lugar de disfrutar de una vida sin fin (1 Timoteo 1:19, 20; 2 Timoteo 2:16-19). En vez de explicar con detalle cómo se eliminará al pecador obstinado, Isaías describe las condiciones de vida que existirán en el nuevo mundo. Imagínese que se encuentra allí. Lo primero que puede visualizar es el entorno cercano a usted. Eso es lo que Isaías destaca en los versículos 21 y 22: “Ciertamente edificarán casas, y las ocuparán; y ciertamente plantarán viñas y comerán su fruto. No edificarán y otro lo ocupará; no plantarán y otro lo comerá. Porque como los días de un árbol serán los días de mi pueblo; y la obra de sus propias manos mis escogidos usarán a grado cabal”. Si no tiene experiencia en construcción ni en jardinería, la profecía de Isaías puede significar que le espera educación en estos campos. Pero ¿no estaría usted dispuesto a aprender con la ayuda de instructores competentes, quizá vecinos amables que le echen una mano de buena gana? Isaías no dice si su hogar tendrá grandes ventanas cerradas solo con persianas para disfrutar de las brisas tropicales, o cristaleras por las que pueda observar el cambio de las estaciones. ¿Diseñará su casa con un tejado inclinado para la lluvia o la nieve? ¿O requerirá el clima local un techo plano, como los que se utilizan en el Oriente Medio, una azotea en la que pueda reunirse con su familia para disfrutar de deliciosas comidas y agradable conversación? (Deuteronomio 22:8; Nehemías 8:16.) Más importante que conocer esos detalles es saber que usted tendrá su propia residencia. Será suya, no como sucede hoy, que a veces alguien construye una casa con gran esfuerzo y luego otro se beneficia de ella. Isaías 65:21 dice también que comerá el fruto de lo que plante. Estas palabras resumen la situación general: todo el mundo obtendrá una profunda satisfacción de su trabajo, el fruto de su propio esfuerzo. Y lo hará durante una larga vida, “como los días de un árbol”. Lo antedicho ciertamente encaja con la idea de “hacer nuevas todas las cosas” (Salmo 92:12-14).
Si usted tiene hijos, estas palabras lo emocionarán: “No se afanarán para nada, ni darán a luz para disturbio; porque son la prole que está compuesta de los benditos de Jehová, y sus descendientes con ellos. Y realmente sucederá que, antes que ellos clamen, yo mismo responderé; mientras todavía estén hablando, yo mismo oiré” (Isaías 65:23, 24). ¿Conoce por experiencia el dolor de ‘dar a luz para disturbio’? No es necesario que enumeremos todos los problemas que pueden afrontar nuestros hijos y que ocasionan disturbio a los padres y a otras personas. A este respecto, todos hemos visto a padres que están tan absortos en sus propios trabajos, actividades o placeres, que apenas dedican tiempo a sus hijos. En cambio, Jehová nos da la absoluta seguridad de que escuchará nuestras necesidades y las satisfará, incluso se anticipará a ellas.
Cuando piense en lo que va a hacer en el nuevo mundo, imagínese la escena que la palabra profética de Dios describe: “‘El lobo y el cordero mismos pacerán como uno solo, y el león comerá **** justamente como el toro; y en cuanto a la serpiente, su alimento será polvo. No harán daño ni causarán ruina en toda mi santa montaña’, ha dicho Jehová” (Isaías 65:25). Esta escena, que los pintores han intentado representar gráficamente, no debe verse como una simple metáfora o una licencia literaria. Será real. La paz reinará entre los seres humanos y se extenderá a los animales. Muchos biólogos y amantes de los animales dedican los mejores años de su vida a conocer bien unos cuantos tipos de animales, a veces solo una especie o raza. Ahora bien, piense en lo que usted podrá aprender cuando los animales no estén dominados por el temor al hombre. Entonces podrá acercarse incluso a los pájaros y a las pequeñas criaturas cuyos hábitats son el bosque o la jungla; sí, observarlos, conocerlos y disfrutar de ellos (Job 12:7-9). Podrá hacerlo con tranquilidad, pues ni el hombre ni el animal supondrán ningún peligro. Jehová dice: “No harán daño ni causarán ruina en toda mi santa montaña”. ¡Qué cambio tan grande con respecto a lo que hoy vemos y experimentamos! El ser humano no puede predecir el futuro con exactitud, pese a la preocupación que ha suscitado la llegada del nuevo milenio. Para muchos, este desconocimiento es motivo de frustración, confusión o desesperación. Peter Emberley, miembro de la junta directiva de una universidad canadiense, escribió: “Muchos [adultos] están enfrentándose finalmente a preguntas existenciales primarias. ¿Quién soy? ¿Para qué estoy luchando? ¿Qué legado voy a dejar a la próxima generación? Se afanan en su madurez por ordenar su vida y darle sentido”. Se comprende por qué es así en el caso de muchas personas que intentan disfrutar de la vida entregándose a sus aficiones o a diversiones emocionantes. Sin embargo, no saben qué depara el futuro, de modo que para ellos esta vida puede que no tenga relevancia ni orden ni verdadero sentido. Pero compare su modo de ver la vida con el de ellos en vista de lo que hemos analizado. Sabemos que en los prometidos nuevos cielos y nueva tierra de Jehová podremos mirar a nuestro alrededor y decir con el corazón: “¡Verdaderamente, Dios ha hecho nuevas todas las cosas!”, y ¡cuánto disfrutaremos de ello!
No es presuntuoso que nos imaginemos viviendo en el nuevo mundo de Dios. Él nos invita, es más, nos exhorta, a adorarle con verdad ahora para merecer la vida cuando ‘no se haga daño ni se cause ruina en toda su santa montaña’ (Isaías 65:25). Ahora bien, ¿sabía usted que Isaías había utilizado previamente una oración similar en la que incluye un factor fundamental para disfrutar de la vida en el nuevo mundo? Isaías 11:9 dice: “No harán ningún daño ni causarán ninguna ruina en toda mi santa montaña; porque la tierra ciertamente estará llena del conocimiento de Jehová como las aguas cubren el mismísimo mar”. El “conocimiento de Jehová”. Cuando Dios haga nuevas todas las cosas, los habitantes de la Tierra tendrán conocimiento exacto de él y de su voluntad. Esto significará mucho más que aprender de la creación animal. Su Palabra inspirada está implicada. Por ejemplo, reflexione sobre lo mucho que hemos aprendido al examinar tan solo las cuatro profecías que hablan de unos “nuevos cielos y una nueva tierra” (Isaías 65:17; 66:22; 2 Pedro 3:13; Revelación 21:1). Tenemos buenas razones para leer la Biblia diariamente. ¿Hemos adquirido ese hábito? Si no, ¿qué cambios podemos hacer para leer todos los días algo de lo que Dios nos dice? Veremos que, además de esperar con anhelo el nuevo mundo, tendremos más gozo ahora, el mismo gozo que experimentó el salmista (Salmo 1:1, 2)
2007-03-20 11:22:34
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answer #1
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answered by dexter2005ve 2
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ESTO ESTA EN TODAS LAS BIBLIAS, FAVOR DE LEER:
(Salmo 37:10-11) 10 Y solo un poco más de tiempo, y el inicuo ya no será; y ciertamente darás atención a su lugar, y él no será. 11 Pero los mansos mismos poseerán la tierra, y verdaderamente hallarán su deleite exquisito en la abundancia de paz.
(Isaías 45:18) 18 Porque esto es lo que ha dicho Jehová, el Creador de los cielos, Él, el Dios [verdadero], el Formador de la tierra y el Hacedor de ella, Él, Aquel que la estableció firmemente, que no la creó sencillamente para nada, que la formó aun para ser habitada: "Yo soy Jehová, y no hay ningún otro.
(Revelación 20:12-14) . . .. 13 Y el mar entregó los muertos que había en él, y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos, y fueron juzgados individualmente según sus hechos. 14 Y la muerte y el Hades fueron arrojados al lago de fuego. Esto significa la muerte segunda: el lago de fuego.
(Revelación 21:1-4) 21 Y vi un nuevo cielo y una nueva tierra; porque el cielo anterior y la tierra anterior habían pasado, y el mar ya no existe. 2 Vi también la santa ciudad, la Nueva Jerusalén, que descendía del cielo desde Dios y preparada como una novia adornada para su esposo. 3 Con eso, oí una voz fuerte desde el trono decir: "¡Mira! La tienda de Dios está con la humanidad, y él residirá con ellos, y ellos serán sus pueblos. Y Dios mismo estará con ellos. 4 Y limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado".
(Revelación 11:18) 18 Pero las naciones se airaron, y vino tu propia ira, y el tiempo señalado para que los muertos sean juzgados, y para dar [su] galardón a tus esclavos los profetas y a los santos y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y para causar la ruina de los que están arruinando la tierra".
Y MUCHOS OTROS TEXTOS MAS LO AVALAN .
2007-03-20 18:49:31
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answer #2
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answered by chichita 6
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POR SUPUESTO !!!
La Tierra será tranformada de nuevo en un paraíso, como el Jardín de Edén, entre el río Tigris y el Eufrates, donde Dios colocó a ADAN y EVA.
Más info abriendo esta web:
http://geocities.com/athens/ithaca/6643/demonios.html
2007-03-20 17:50:53
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answer #3
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answered by Anonymous
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asi es, por eso tiene que ser destruida.
cuando Cristo regrese la "reciclara":
Rev 21:1 Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más.
Rev 21:5 Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.
2007-03-20 16:50:17
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answer #4
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answered by ebenezermex 1
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Depende de cual sea tu concepto de Paraiso.
2007-03-20 16:47:28
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answer #5
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answered by Alejandro01 5
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Segun la doctrina de la watch tower (TJ) ...Si!
2007-03-20 16:47:16
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answer #6
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answered by Aguila! 6
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Creo que si , es inevitable ,porque se esta por cumplir el fin de un largo ciclo , donde la tierra y todo el sistema solar ,pasara a otra dimensión , muchos dicen que pasaremos a la quinta dimensión. Lo que si se, es que si seguimos comportándonos como hasta ahora , con guerras ,egoísmos, ambiciones,la tierra se tendrá que desprender de algunos grupos que hacen mucho daño, y así entraría a otro nivel de existencia.
2007-03-20 17:36:51
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answer #7
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answered by Anonymous
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Lo dudo, pero más por razones técnicas que de fe.
Me explico: por más que queramos, no cabe tanta gente en el planeta. Un paraiso en la Tierra implicaría que viviría un montonal de personas, que posiblemente seguirían reproduciéndose y que terminarían por llenar todo el espacio habitable.
Yo prefiero creer que nos espera otra vida en otro plano, que el paraiso es otra dimensión en donde efectivamente podemos seguir creciendo espiritualmente.
2007-03-20 17:15:01
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answer #8
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answered by apuleius 4
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no lo0 creo, la tierra necesitaria q solo los humanos se extinguieran para que los demas animales se desarrollen y antes de eso los humanos terminamos con los demas seres vivos
2007-03-20 16:55:06
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answer #9
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answered by freddo 4
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Cuando regrese la Santa Inquisición y la herejía sea exterminada de esta tierra.
Si quieren paz, preparen la guerra!!!!
Traed la leña
Preparad el potro.
Levantad las horcas
SATANÁS SERA ATACADO!!!!!!!!!!!!
Por los siglos de los siglos.
Amén.
2007-03-20 16:48:32
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answer #10
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answered by Mártir Piadoso 1
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