¿LCD o Plasma?
La pregunta del millón. Hasta hace poco menos de un año la respuesta era muy evidente; todo dependía del tamaño que buscásemos. Si somos de los afortunados que disponemos de espacio para cualquier pantalla sea del tamaño que sea, es el precio el que nos marcará la más grande que nos podemos permitir. Si bajo esas premisas el tamaño elegido eran las 42 pulgadas o mayor, la respuesta era el plasma. Si no podíamos permitirnos algo tan grande, deberíamos optar por el LCD.
Pero no podía ser tan fácil y en el último año han aparecido pantallas LCD de 43”, 46”, 50”… así que el tamaño ya no nos condiciona. La segunda gran diferencia eran las conexiones. Los LCD desde mucho antes que los plasma contaban con conexiones digitales DVI, lo que las hacían más apropiadas para usuarios de PC. La llegada de la conexión HDMI propicia que ambas tecnologías cuenten con las mismas posibilidades de conexión, así que tampoco nos sirve.
Sin condicionantes objetivos que nos dirijan a una u otra opción, tenemos que empezar a buscar otros más subjetivos, del tipo de que “se vea mejor o peor”. Decimos que son subjetivos porque dos personas ante una misma proyección en un plasma y un LCD pueden disentir sobre cuál se ve mejor. Y es que aunque las diferencias en la imagen sean evidentes, a cada cual le puede gustar una u otra.
En teoría una escena sobre un LCD resulta mucho más definida, más “viva”, mientras que el plasma ofrece más contraste y una paleta de colores más natural.
Resolución
En nuestra opinión esta es la gran baza del LCD ahora que tanto se va a hablar de alta definición. Mientras que sólo algunos plasmas de 42” alcanzan los 1024x1024, los LCD de ese tamaño se mueven ya por los 1920x1080. A comienzos de este 2006 lo más extendido son los plasmas de 1024x720 y LCD de 1366x768 pero es mucho más fácil para el cristal líquido que para el plasma seguir mejorando en este aspecto. Según nuestra opinión, es la diferencia más determinante entre ambas tecnologías.
Brillo
Al igual que con el contraste, no es una valor que podamos considerar del todo determinante, pero no por el hecho de que carezca de importancia, sino porque se valora de forma muy diferente de un producto a otro. Partamos de que el brillo es fundamental si queremos tener una buena visión de la pantalla con luz ambiental. Una pantalla con un bajo nivel de brillo nos obligará a apagar las luces o cerrar las persianas para verla con claridad. Cuanto más brillante sea la escena, menos influirá sobre ella la luz ambiental. El problema llega en las especificaciones de cada fabricante. Hay fabricantes que hacen las mediciones del brillo de sus pantallas con una imagen totalmente en blanco mientras que otros optan por una imagen en un gris neutro. Evidentemente, en una misma pantalla el brillo será mayor con la pantalla totalmente en blanco que en gris, pero es esta última situación la que más se acerca a las condiciones reales de uso de la pantalla.
Bajo estas premisas las pantallas de plasma publicitan mayores niveles de brillo, situándolo alrededor de las 1000, 1500 candelas por metro cuadrado, mientras que un LCD medio ronda las 400 ó 500 candelas. Sin embargo si atendemos a pruebas realizadas por terceras empresas como los laboratorios VNU comprobaremos como el brillo en ambas tecnologías es muy similar, si bien sí que existe una pequeña ventaja hacia el plasma.
Contraste
En esta ocasión sí que hay una ventaja clara para el plasma y se debe a cómo funciona cada tecnología a la hora de oscurecer una parte de la escena. Mientras que en las pantallas de LCD son los cristales líquidos los que adquieren opacidad para impedir pasar la luz que “sobra” en una pantalla negra, en el plasma cada célula es “excitada” eléctricamente sólo hasta alcanzar el brillo adecuado o el negro “verdadero”. Así, el plasma reproduce cada color exacto mientras que el LCD no llega a conseguir evitar del todo el paso de la luz a través de sus cristales. Las diferencias se hacen evidentes en una secuencia oscura, con muchas tonalidades de negros y marrones. Sencillamente el negro se ve gris. Lo mismo ocurre en menor medida en el resto de colores, más naturales y exactos en el plasma.
Ángulo de visión
Otra de las bazas del plasma frente al LCD. La tecnología LCD se basa en la luz que se proyecta sobre los millones de unidades de cristal líquido, mientras que el plasma es cada “célula de fósforo” la que brilla con luz propia. Esto permite que sea posible mirar un plasma desde cualquier posición y ver la imagen con todo su brillo y definición, mientras en los LCD la mejor calidad de visión se obtiene mirando de frente a la pantalla, perdiendo mínimamente definición a medida que aumentamos el ángulo de visión hasta llegar casi a la perpendicular, en un ángulo de unos 160 ó 170 grados, en los que ya no vemos nada. Este problema es realmente importante en los retroproyectores (aunque no en los nuevos DLP) pero en el LCD pierde casi toda su importancia para cualquiera que ponga su pantalla en una ubicación “normal”.
Esta forma de generar la imagen también crea otra pequeña ventaja a favor del plasma. En estas pantallas la luminosidad de toda la pantalla es prácticamente la misma, mientras que en las LCD hay una mayor luminosidad en el centro de la pantalla que se va perdiendo a medida que nos vamos alejando hacia los bordes de la misma.
Tiempo de respuesta
El tiempo de respuesta se refiere al tiempo que tarda un píxel en pasar del color negro al blanco y seguidamente otra vez al negro. Este tiempo, demasiado alto al principio, fue el causante de que los monitores TFT y LCD de PC no fuesen recomendables para su uso con juegos o películas. Al tardar los píxeles “demasiado” tiempo en cambiar de color se producían efectos de estelas y emborronamientos o “ghosting”. En las pantallas LCD ocurría lo mismo y de ahí que se desaconsejasen para ver películas de acción o todas aquellas donde se produjesen imágenes con movimiento muy rápido. A medida que ha pasado el tiempo los LCD prácticamente en su totalidad han alcanzado los 16 ms, con lo que el problema anterior es inapreciable. Sin embargo el plasma no llega a tener ese problema por lo que es un punto más a su favor.
Como comentábamos en el apartado del brillo, a la hora de medir el tiempo de respuesta cada fabricante tiene un protocolo. Hay algunos que miden el tiempo que se tarda en pasar entre blanco y negro y otros que lo hacen entre blanco y gris. Evidentemente es más sencillo llegar al gris y volver al blanco por lo que los tiempos de respuesta son mejores.
Consumo eléctrico
La tecnología usada en el plasma requiere una gran cantidad de corriente eléctrica. El gas que contiene el panel requiere ser constantemente excitado eléctricamente para mantenerse en estado de plasma y requiere aún más carga eléctrica para hacer reaccionar el fósforo que se tornará azul, rojo o verde… Si bien los consumos se han reducido con las sucesivas generaciones de plasmas, aún es un electrodoméstico con un consumo más que apreciable. El LCD se basa en una lámpara situada detrás de las celdas de cristal líquido que se mantiene encendida constantemente, pudiendo ser de bajo consumo. Un detalle muy significativo y que nos ayudará a comprobar este parámetro es el calor que desprende una pantalla de plasma encendida, inexistente en un LCD.
Vida útil
Quizá la mayor leyenda urbana sobre los plasmas. La gente les teme porque piensan que van a dejar de verse correctamente después de unos años de uso. Realmente sí que es así, pero ahora mismo todos los fabricantes garantizan la vida de sus pantallas más allá de las 20.000 horas de uso, siendo más habitual ver ya las 60.000 horas. Y a partir de estas horas no es que “se apaguen” sino que el desgaste del fósforo que ilumina la pantalla habrá reducido aproximadamente a la mitad el brillo de la misma. Sin embargo el LCD es una tecnología “fría”, que apenas provoca desgaste y ni siquiera tiene ese problema. De todas formas, si hablamos de 20.000 de uso lo hacemos de 11 años a una media de 5 horas diarias y, sentimos decirlo, cualquier pantalla se habrá estropeado mucho antes de que la diferencia de brillo nos invite a cambiarla. Además, no sabemos qué tipo de pantallas habrá disponibles dentro de tantos años, pero nos gustaría pensar que habrá “algo” que nos permita olvidarnos rápidamente de cualquier plasma. En todo caso, por lo que estamos viendo lo más habitual es que los plasmas “mueran” por la fuente de alimentación mucho antes de tener cualquier otro problema.
Concluyendo…
Hemos de partir de unos mínimos que son las conexiones digitales y la certificación HDCP. Después el tamaño que nos interesa y luego podemos prestar atención a la resolución, el brillo, el contraste y demás parámetros que hemos detallado. Una vez con la idea más aproximada posible de lo que queremos, nos plantamos en una tienda y si es posible vemos las mismas imágenes en un plasma y en un LCD. Es recomendable no dejar de ver escenas oscuras y también todo lo contrario, escenas de colores vivos y con mucho movimiento como las de los dibujos animados.
2007-03-21 08:34:41
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answer #1
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answered by Anonymous
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Segun mi experiencia es la lcd. La de plasma se debe a que los componentes de su pantalla son microdiodos que desde que se funda uno la pantalla deja de funcionar con correción. Los LCD, se trata de un calentamiento de una serie de puntitos en la pantalla, similar al sistema tradicional de tubos catódicos, pero sin dicho tubo. Es por ello que son pantallas planas y funcionan mediante unos circuitos impresos que sustituyen al tubo de rayos catódicos. Este emite un haz de particulas que iluminaban la pantalla a la misma vez que descomponia en esos puntitos la imagen que estuviera captando una cámara de video. Ahora, con el sistema lcd este funcionamiento se ha simplificado y los componentes tienen mayor resistencia que los microdiodos de las pantallas de plasma.
2007-03-20 07:47:57
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answer #2
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answered by andimana_b 2
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Para mi una pantalla LCD tiene mejor imagen porque tu la puede inclusive ver desde cualquier lugar y/o posicion, cuando un plasma tv no se puede ver si no desde el frente de la pantalla, eso es lo que no me gusta. ademas de que el plasma con el tiempo se te va a quemar la pantalla por el liquido plasma que utiliza. el liquido de la LCD es mucho mas duradero. te recomiendo que vayas con lcd.
2007-03-20 07:40:11
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answer #3
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answered by ftotti07 4
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2016-06-27 02:18:04
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answer #4
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answered by ? 3
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Plasma y LCD son las opciones preferidas a la hora de comprarse un televisor y, hasta ahora, la elección era fácil. Los televisores de más de 40 pulgadas sólo estaban disponibles con la primera. Sharp, sin embargo, ha terminado con la hegemonía del plasma en los salones más exigentes. Su nueva televisión LCD, la Aquos LC-65GD1E, mide 165 centímetros de extremo a extremo, es decir, 65 pulgadas. Un tamaño que la enfrenta directamente a los modelos comerciales más grandes de la tecnología rival. Si el tamaño ya no es determinante ¿cuál conviene escoger?
Antes de evaluar pros y contras, conviene conocer un poco a ambos candidatos. Las pantallas de plasma utilizan un gas excitado para conseguir la iluminación de cada uno de los millones de puntos de los que consta la imagen. Un LCD, por el contrario, es una tecnología basada en el cristal líquido, un tipo de material que es capaz de dejar pasar o no la luz dependiendo de la carga eléctrica aplicada. Mientras que los televisores de plasma crean la luz en cada una de las celdas, los LCD necesitan de un sistema de retroiluminación, una fuente luminosa constante que luego será bloqueada o no en cada uno de los píxeles. Esta pequeña diferencia es la responsable de que los LCD, por ejemplo, no puedan mostrar un color negro completamente negro, aunque ya este problema es casi imperceptible en televisores de calidad.
A la hora de elegir, la calidad del negro pasa a un segundo plano. El coste sigue siendo el factor clave. El plasma ofrece una mejor relación tamaño / precio, sobre todo en los modelos de 42 pulgadas. Si busca un televisor más grande, las diferencias no serán tan notables, pero aun así, el plasma saldrá ganando. Los precios del LCD, sin embargo, bajan año tras año, y no es descabellado pensar que, tarde o temprano, serán mucho más asequibles y eficientes.
LARGA VIDA. Si son más baratos, la decisión parece muy sencilla. Sin embargo, el LCD esconde algunas ventajas que, por ahora, el plasma es incapaz de imitar. La primera es la vida útil. Una pantalla de plasma tiene una vida aproximada de 30.000 horas. Son muchas, pero palidecen comparadas con las 50.000 que puede tener una pantalla LCD. La segunda es la imagen residual, o efecto quemado que puede aparecer en los televisores que utilizan el gas. Si una imagen permanece quieta mucho tiempo en el mismo sitio, es posible que se quede marcada en al pantalla de forma permanente. Los fabricantes han incorporado salvapantallas y pequeños trucos para evitar la aparición de estas manchas, pero aún pueden producirse si se utilizan niveles altos de contraste y brillo. Lo mejor, si se hace con una, es que nunca suba el nivel de contraste de forma drástica. Tenga también en cuenta que algunos paneles de plasma pueden tener problemas si se instalan en hogares situados a mucha altura —en montañas altas, por ejemplo—.
¿Y la resolución? La inminente llegada de los discos Blu-Ray y HD-DVD obliga a pensar con detenimiento en este punto antes de lanzarse a comprar. Tradicionalmente, el LCD ofrece mejores resoluciones y, de hecho, sólo recientemente los televisores de plasma de 42 pulgadas han podido lucir la pegatina de compatibilidad con alta definición. Con estos modelos de 65 pulgadas, sin embargo, no hay ganadores. Ambos ofrecen compatibilidad total con los requisitos más altos del estándar de alta definición. Es decir, que pueden mostrar imágenes HD de 1.080 líneas progresivas. Mejor, imposible.
TAMAÑO
La tecnología de plasma ha permitido fabricar televisores más grandes, pero el LCD ya le planta cara incluso en las de mayor tamaño. 65 pulgadas —165 centímetros de diagonal— es el límite comercial de ambos sistemas.
PRECIO
En tamaños superiores a 40 pulgadas el plasma es más asequible que el LCD. Donde realmente se nota la diferencia es en los de 42. El plasma ofrece también mayor contraste, pero puede sufrir del efecto ‘quemado’.
RESOLUCIÓN
El LCD está acostumbrado a ganar en este apartado, pero el plasma se ha puesto las pilas. Estos dos televisores de 65 pulgadas, el Aquos 65GD1E y el Panasonic TH-65PV500, tienen la misma resolución: 1080p.
2007-03-26 20:48:57
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answer #5
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answered by Marc 3
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lcd, dura mas, mejor nitidez, mejor color,
2007-03-26 11:55:56
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answer #6
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answered by Panther65 2
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LA DE LCD APARTE DE QUE OCUPA MENOS ESPACIO,
TIENE MEJOR RESOLUCION ,
Y MEJORA MUCHO MAS QUE LA DE PLASMA EN COLOR.
2007-03-24 05:39:08
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answer #7
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answered by floripondio69span 1
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La imagen del LCD es mucho mejor que la del plasma ya que si te hacercas mucho mucho a la pantalla del plasma podras notar los cuadros chiquitos de la imagen en cambio en el LSD eso no se nota mcho. La calidad de imagen del LCD es mucho mejor.
2007-03-20 07:57:07
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answer #8
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answered by Anonymous
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LCD tiene mejor presentacion de colores, Plasma no puede presentar el color negro, le es imposible, asi que solo lo hace por escala de grises. Ademas una LCD es mas durable y economica. Y si no tiene HDTV pues ni caso tiene
2007-03-20 07:42:58
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answer #9
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answered by elpatopaton 3
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La de plasma pero tiene un inconveniente te dan un tiempo de vida util de 5 años ,tambien se ve mejor por que aumenta el numero de resolucion .OK
2007-03-20 07:36:02
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answer #10
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answered by Marquito el viejo 6
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