Eso depende mucho del punto de vista que tenga cada quien acerca de la vida, pero no necesariamente se trata de temor.
Puede haber apegos a la vida que se traten de aprovechar una oportunidad extraordinaria para hacer cosas en este lugar.
Otros seguramente pensarán que con cada minuto que pasa, se mueren un poco mas y que tienen el reloj en contra.
Son dos puntos de vista completamente opuestos, pero validos y hay muchos mas, dependiendo de cada persona.
Solo digamos que por eso la vida es tan extraordinaria, por que en este mundo nada es absoluto, lo que hace que esta vida, pueda convertirse en lo que tu quieras. Un mundo habitual, un valle de lágrimas o un mundo feliz, hay lugar para todo. Hasta para vivir con gusto o vivir con miedo.
Saludos
2007-03-19 11:57:12
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answer #1
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answered by porteador00 3
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sí, deberías de ver aca en el infierno como chillan!
Por cortesía, ahora tú responde la mía: http://mx.answers.yahoo.com/question/index;_ylt=Ao2fOHX8DOW9r3Bll1BIDXOY8gt.?qid=20070319151013AA3E2yp
2007-03-19 11:31:32
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answer #2
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answered by Anonymous
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Si no tuvieras miedo, ¿qué harÃas hoy?
Le despidieron. La verdad es que habÃa cometido un error, siendo demasiado imprudente con un cliente.
El cliente no volvió, y puso una fuerte reclamación ala empresa.
Ahora, Juan se encontraba en la calle,
casado y con un niño recién nacido.
¿Qué harÃa? ¿Dónde irÃa? ¿En qué trabajarÃa?
No se lo habÃa esperado.
Es la historia de un amigo.
Pero es la historia de otras muchas personas que,
por azar, por buscarlo o por golpe del destino, cambian de tercio en la vida.
La reflexión que hizo Juan fue sencilla y, a la vez, profunda. Nunca le habÃa gustado su trabajo.
Era muy costoso para él tener que dirigirse diariamente a su oficina. Muchas veces soñaba
en cambiar de profesión.
Pero el miedo le paralizó siempre.
¿Qué pasarÃa con la hipoteca?
¿Cómo se ganarÃa la vida?
¿Ahora, qué le dejarÃa a su hijo?
Sin embargo, siempre habÃa pensado en cambiar.
Se planteó realmente
¿qué hubiera hecho de su vida
de no haber tenido miedo?.
Ahora, después de perderlo todo, buscarse la vida se imponÃa forzosamente. Asà que consideró el cambio,
no como la posibilidad de perder algo valioso anteriormente, sino como la oportunidad de ganar mucho más. De manera que invirtió sus ahorros en el negocio de sus sueños. Y, como resultado, recuperó su dinero, su vigor y su vida.
No hay que esperar a que los cambios se nos impongan inexorablemente. Hay que adelantarse.
La pregunta fundamental que Juan se hizo es:
¿Qué harÃa si no tuviera miedo?.
Empezamos a cambiar cuando somos capaces,
de reÃrnos de nosotros mismos, de lo que hacemos mal
y de nuestra situación pasada o actual, de nuestros miedos. El reÃrse de uno mismo es una de las terapias más recomendadas en nuestros dÃas, incluso tiene efectos terapéuticos y psicológicos positivos de mejora probados sobre ciertas obsesiones y miedos (Viktor E. Frankl, con su paradoja intencional, los describe magnÃficamente) .
Nos aferramos a nuestros hábitos porque funcionan más o menos. Si embargo, las viejas convicciones no nos conducen a una situación mejor.
Hay que atreverse a cambiar, incluso en los momentos de éxito y clÃmax profesional. Y precisamente es en esos instantes cuando más se gana con el cambio.
Si el repetir el mismo comportamiento lleva a los mismo resultados, , y éstos no nos satisfacen,
¿por qué seguimos haciendo lo mismo una y otra vez?.
La vida es muy simple. En cuanto cambia la situación, cambian las oportunidades y, con ellas, cambia la persona.
Es bueno imaginarse en una situación mejor,
pues siempre cabe una situación mejor.
Ayuda a que provoquemos los cambios que necesitamos y hace que el cambio tenga más posibilidades de éxito.
Es la profecÃa que se autocumple.
El miedo genera aquello que se teme.
Cuanto más se tema el fracaso,
más cerca nos encontramos de él.
El mayor inhibidor del cambio se localiza en unos mismo. No significa que pensar en el éxito haga que lo obtengamos. Pero nos sitúa en una actitud ventajosa. Hemos recorrido mitad del camino,
ahora queda hacerlo posible.
Las cosas no necesitan ser complicadas.
Detectar los pequeños cambios nos preparan para el gran cambio.
Juan tenÃa que haber detectado que no le gustaba el trabajo, que no disfrutaba, lo cual es peor aún,
que eso repercutÃa en su rendimiento, en sus resultados profesionales, en su trato personal
con los clientes, jefes, compañeros, etc.
La vida es riesgo, se hace necesario disfrutar de la aventura.
Ahora bien, no todos los temores son malos,
pues nos preservan de los peligros verdaderos.
Gustar de la aventura no significa estrellarse.
Simplemente el cambio ocurre.
En nuestras vidas, en nuestro trabajo,
en las organizaciones, en las relaciones personales,
en la polÃtica, en la economÃa, en la sociedad.
Sólo hay que estar preparado.
Para preverlo conviene estar atento continuamente a los signos externos.
Cuanto antes nos olvidemos de las situaciones pasadas, antes nos acoplaremos a las nuevas.
La norma primera es :
¡Cambia, muévete!! Sin importar lo que digan.
Como le dice Don Quijote a Sancho:
“¿Ladran, Sancho? Luego cabalgamos”
¡Disfruta del cambio!.
Sólo existen tres posibilidades:
-cambiar con el cambio,
-adaptarse una vez que haya ocurrido o
-quedarse inmóvil y hundirse como el Titanic (saludando orgullosos, pero al final nos quedamos frÃos e inmóviles en el fondo del océano).
Hay personas que se creen con derechos en esta vida
y cuando se los quitan, piensan que son vÃctimas del destino o de la mala fe de los otros
o de una conspiración o de lo que fuera,
y les echan las culpas a los demás,
a la situación o circunstancias.
El problema, piensan, se encuentra fuera de ellos, cuando precisamente son ellos el problema.
Pensar que tú eres el problema es el primer paso para darte una oportunidad y encontrar una solución,
quizá única, de desarrollo.
¿De qué comportamientos, actitudes o cosas,
las que fueren, necesitamos desprendernos
y hacia dónde tenemos que seguir avanzando?.
Cambiar puede significar sencillamente tener otra relación en la misma situación o con la misma persona. Siempre tenemos la libertad última de elegir nuestra actitud ante los acontecimientos de la vida.
Tienes que...
Conocerte para aceptarte.
La gran mayorÃa al juzgar,
ni conocen ni aceptan,
pero tienes que estar por encima de eso,
sintiendo, viviendo, vibrando.
En definitiva, consiguiendo ser tú.
Hay miles de personas que persiguen ésto.
Lo que ocurre es que cada uno elige
diferentes caminos y no siempre los vemos.
Los hay que pretenden ser ellos a través de otros
porque de entrada se han aceptado débiles.
Los caminos duros sólo los recorren las personas fuertes, ¿te sirve?
¿Conoces a Juan Salvador Gaviota?. DecÃa:
-"Vé a dónde quieras ir".
Siempre he pretendido ir a un mundo comprometido
dónde la verdad de cada uno pueda tomar
forma desnuda y salir a la calle.
-"Sueña lo que te atrevas a soñar".
Para contradecirlo siempre digo:
-¡Atrévete a vivir lo que sueñas!.
Dice además:
-"Sé lo que quieres ser". Claro que pretendo ser.
Lo que ocurre es que a veces busco el mar en lo alto de las montañas, la dialéctica entre los mudos,
el calor del sol en la noche y quisiera contemplar la luna a la luz del dÃa.
No me interesa lo que haces
para ganarte la vida.
-Quiero saber cuál es tu dolor,
y si te atreves a soñar. Que te permites encontrar lo que tu corazón añora.
No me interesa cuántos años tienes.
-Quiero saber si te arriesgarÃas, a parecer un tonto por amor. Por tus sueños o por la aventura de estar vivo.
No me interesan qué planetas hacen la cuadratura de tu luna.
-Quiero saber si has tocado el centro de tu propio dolor. Si las traiciones de la vida te han abierto, o si te has encogido y cerrado por el temor de sentir más dolor!
-Quiero saber si puedes sentarte con el dolor, mÃo o tuyo, sin moverte para esconderlo o para resolverlo.
-Quiero saber si puedes estar con el GOZO, tuyo o mÃo. Si puedes danzar salvajemente y dejar que el éxtasis te llene hasta las yemas de los dedos de las manos y de los pies,
sin advertirnos que debemos tener cuidado y ser realistas, ni recordarnos las limitaciones de ser humanos.
No me interesa si es verdadera la historia que me cuentas.
-Quiero saber si puedes desilusionar a otra persona para ser auténtico.
Contigo mismo, si puedes soportar la acusación de ser un traidor y no traicionar tu alma.
-Quiero saber si puedes ser fiel y por lo tanto confiable.
-Quiero saber si puedes sentir la belleza aún cuando no todos los dÃas son bellos,
y si puedes encontrar la fuente de tu vida en SU presencia.
-Quiero saber si puedes vivir con el fracaso, tuyo o mÃo, y a pesar de ello pararte a la orilla de un lago y gritar "¡SI!"
No me interesa saber dónde vives ni cuánto dinero tienes.
-Quiero saber si puedes ponerte de pie, después de una noche de dolor y desesperanza, agotado y golpeado hasta los huesos hacer lo que hay que hacer por los niños.
No me interesa quién eres, ni cómo llegaste aquÃ.
-Quiero saber si permanecerÃas conmigo en el centro del fuego sin echarte para atrás.
No me interesa dónde has estudiado, ni qué has estudiado, ni con quién lo has hecho.
-Quiero saber qué es lo que te sostiene desde adentro cuando todo lo demás falla.
-Quiero saber si puedes estar solo contigo mismo. Y si te agrada verdaderamente la compañÃa que buscas en los momentos vacÃos.
"El pasado es polvo, el futuro es viento",
"Si amas perdona, si no amas olvida..."
2007-03-21 03:52:12
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answer #3
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answered by elettropodoro 4
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Yo pienso que apegarse a la vida es no dejarse descansar, si tuvieras un intenso dolor y sabes que vas a morir, no debería dar miedo porque de ese dolor ya no te vas a acordar nunca porque ya uno va a estar descansansdo, todo mundo se preocupa por estar vivo pero nadie se da cuenta de que cualquier día vamos a morir pero no lo digo en forma pesimista, venimos a cumplir una misión y cuando la terminamos debemos dejar el campo libre para que los demás terminen su misión, para mí la muerte no tiene dolor, es solo un proceso natural
2007-03-19 12:16:00
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answer #4
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answered by Ookami 4
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El apego a la vida es la tergiversación de realidades opuestas a la verdad de lo que somos. Somos espíritu, no cuerpo y materia. Esto último es nuestro instrumento de manifestación dimensional.
Cuando nos descubramos en nuestra espiritualidad, entonces seremos capaces de entender la magnitud de Dios manifestada en nosotros por su bondad y su misericordia.
La muerte es el retorno a nuestro hogar a nuestra verdadera casa. Es el premio que se recibe por la labor cumplida, aunque nuestros prejuicios no nos lo permitan ver así. ¿Acaso piensas que has cumplido con tu deber de mejor forma que el mendigo de tu barrio? No te equivoques y pongas tus juicios delante de la verdad espiritual. Mira la vida de Jesús como ejemplo y sabrás el camino y la contestación a tu pregunta.
2007-03-19 12:03:26
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answer #5
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answered by Anthony 4
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El apego a la vida es algo instintivo, todos los animales, incluso los más pequeños lo tienen, si no fuera así, la especie que careciera de él se habría extinguido pronto. Forma parte del instinto de conservación que, junto al de reproducción y del cuidado de los hijos, permite la permanencia de las especies animales.
Sólo el ser humano, que, en cierta medida, puede superar sus instintos naturales, puede plantearse la posibilidad de renunciar voluntariamente a la vida.
Por ello, creo que, más que miedo a la muerte, se trata del fuerte impulso que nos lleva a seguir nuestros instintos animales.
2007-03-19 11:50:45
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answer #6
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answered by Juan G 4
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totalmente de acuerdo contigo. saludos.
2007-03-23 10:47:04
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answer #7
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answered by ? 5
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Pienso que en parte tiñes razón pero también pienso que muchas personas son cobardes y otras son sumamente egocéntricas no quieren terminar su existencia quieren mas y mas.
Mi suegro murió con su esposa dándole un beso y el diciéndoles un beso porque el ultimo recuerdo que quiero tener de este mundo es tus bellos ojos azules mirándome. Y así murió besándola. No es hermoso !!!!
Lastima que no lo pude conocer. Era hombre valiente duro una semana nada mas con cáncer.Enfrento la muerte de frente con valor.
2007-03-23 09:57:31
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answer #8
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answered by bornangelazul 3
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Completamente de acuerdo contigo, también se le teme a lo desconocido y la muerte es desconocida, nadie ha regresado de allá para contarnos.
2007-03-21 18:37:09
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answer #9
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answered by AleOsa 6
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Cuando nacemos, muchos sufrimos, lo que pasa es que lo olvidamos. Quizàs queda una impronta en nuestro cerebro pero no lo recordamos por lo menos de manera consciente.
El tema del dolor de la muerte, puede ser pero me parece que và màs allà, me parece que està relacionado con el temor por lo desconocido. La muerte es uno de los misterios màs grandes a los que se enfrenta el hombre. Los creyentes, claro.
Me inclino por ambas cosas: dolor e incertidumbre.
El miedo està en ambos casos.
2007-03-20 06:31:38
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answer #10
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answered by Anonymous
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vivir esta en nuestros genes, morir va en contra de nuestro instinto, lo anormal es no tener apego a la vida
2007-03-19 14:28:22
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answer #11
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answered by Anonymous
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