El acné, también conocido como acné vulgar (acne vulgaris), es una enfermedad inflamatoria de la piel causada por una infección bacteriana de la piel debida a cambios de las unidades pilosebáceas (estructuras de la piel consistentes en un folículo piloso y la glándula sebácea asociada). El término acné proviene de la corrupción griega άκμή (acmé, en el sentido de una erupción de la piel) en las escrituras de Aetius Amidenus.
La condición es común en la pubertad y está considerada como una respuesta anormal ante niveles normales de la hormona masculina testosterona. La respuesta de la mayoría de las personas disminuye con el tiempo y el acné tiende a desaparecer o al menos disminuye después de la pubertad. De todos modos, no hay manera de predecir cuánto tiempo tardará en desaparecer completamente y algunos individuos continuarán sufriendo acné durante décadas después. El acné afecta a un gran número de seres humanos en algún momento de su vida.
Causa
Se desconoce por qué algunas personas padecen acné y otras no, pero se sabe que es parcialmente hereditario.
Se conocen varios factores enlazados al acné:
Actividad hormonal, como los ciclos menstruales en la pubertad.
Estrés, impulsado por las descargas de las glándulas suprarrenales.
Glándulas sebáceas hiperactivas, secundariamente a las hormonas citadas arriba.
Acumulación de células muertas de la piel.
Bacterias en los poros, a las cuales el cuerpo se vuelve alérgico.
El uso de anabolizantes.
La irritación cutánea o cualquier forma de rascarse activará la inflamación.
Cualquier medicación que contenga halógenos, litio, barbitúricos o andrógenos.
La exposición a altos niveles de compuestos de cloro.
En particular, los dióxidos de cloro, pueden causar acné duradero conocido como cloracné.
Tradicionalmente, la atención se ha centrado en la sobreproducción de seborrea hormonal como el principal factor contribuyente. Recientemente, se ha prestado más atención al estrechamiento del canal folicular como segundo factor contribuyente. El derramamiento anormal de las células del folículo, células vinculadas anormales entre el folículo y la retención de agua en la piel (tragándose a la piel y presionando el cierre de los folículos), han sido remarcados como mecanismos importantes. Se ha llegado ha asociar a varias hormonas con la sobreproducción sebácea:
La hormona masculina testosterona
La dihidrotestosterona (DHT)
El sulfato de dehidroepiandrosterona (DHEAS)
El factor de crecimiento insulínico tipo 1 (IGF-I).
Adicionalmente, se ha demostrado que la piel propensa al acné es resistente a la insulina.
El desarrollo del acne vulgaris no es común en la pubertad, aunque ésta sea la época de padecer rosácea, la cual puede tener aspecto similar. El verdadero acne vulgaris en adultos de mayor edad, puede ser característico de una condición subyacente como el embarazo y trastornos tales como el síndrome de ovarios poliquísticos o el raro síndrome de Cushing.
Tratamientos
Hay muchos productos en venta para el tratamiento del acné, muchos de ellos con efectos no probados científicamente. Genéricamente hablando, los tratamientos exitosos proporcionan pequeñas mejoras entre la primera y la segunda semana y, entonces, el acné disminuye aproximadamente por unos 3 meses; después de esto, la mejora comienza a allanarse. Los tratamientos que prometen resultados en 2 semanas, son probablemente decepcionantes. Una combinación de tratamientos, puede reducir enormemente la cantidad y gravedad del acné en muchos casos. Esos tratamientos, que son efectivos en su mayoría, tienden a tener un mayor potencial de efectos secundarios y necesitan un mayor grado de control y seguimiento médicos. Mucha gente consulta con especialistas para decidir qué tratamiento seguir, especialmente cuando se considera la posibilidad de combinar distintos tratamientos.
Tratamientos que se han calificado como efectivos
Exfoliación de la piel
Esto puede hacerse o bien mecánicamente usando un paño abrasivo, o con un líquido rasgador o químicamente. Los agentes exfoliantes químicos incluyen al ácido salicílico y al ácido glicólico, los cuales animan al desprendimiento de la capa superior de la piel, para prevenir una reconstrucción de células muertas, que se combinan con el pus para bloquear los poros.
Bactericidas tópicos
Se puede usar una amplia gama de productos de bactericidas que contienen peróxido de benzoilo para moderar suavemente el acné. La crema o gel que contiene peróxido de benzoilo se unta dos veces a diario en los poros, sobre la región afectada; principalmente, previene nuevas lesiones eliminando al P.acnes. Al contrario de los antibióticos, el peróxido de benzoilo tiene la ventaja de ser un fuerte oxidante y por ello no parece ofrecer resistencia. De todos modos, rutinariamente, causa sequedad, irritación local y enrojecimiento. Un régimen sensato debe incluir el uso diario de preparaciones de peróxido de benzoilo de baja concentración (2,5%) que, combinado con hidratantes no comedogénicos, ayudan a evitar el resecado de la piel. Se debe tener precaución al usar peróxido de benzoilo, porque fácilmente puede blanquear cualquier tejido o cabello con el que se ponga en contacto. Otros bactericidas que se han usado incluyen triclosán o gluconato de clorhexidina, pero éstos son menos efectivos.
Antibióticos tópicos
Antibióticos que se aplican externamente tales como eritromicina, clindamicina, estimicina, o tetraciclina tienen como objetivo aniquilar las bacterias que han anidado en los folículos bloqueados. Mientras que el uso de antibióticos tópicos es igual de efectivo que el oral, este método impide posibles dolores de estómago como efecto secundario, o interacciones de droga (ej. no afectará a la píldora anticonceptiva), pero puede empeorar y extenderse en otras y mayores áreas, aparte del rostro.
Antibióticos vía oral
Los antibióticos orales usados en el tratamiento del acné incluyen eritromicina o uno de los antibióticos derivados de la tetraciclina. La tetraciclina que mejor se absorbe es la oxitetraciclina o alguna de las que se administra en una única toma diaria, como doxiciclina, minociclina o limeciclina. A veces también se usa trimetoprima (en el Reino Unido, aunque todavía no esté indicada para ese fin). De todos modos, reducir la bacteria P. acnes no conseguirá que haga algo para reducir la secreción de grasa y el comportamiento anormal de la célula que es la causa inicial del atascamiento de los folículos. Adicionalmente, los antibióticos se están volviendo cada vez menos útiles y efectivos debido a la resistencia común de nuevas bacterias P. acnes. El acné reaparecerá bastante pronto, al final de los días que dure el tratamiento, y más tarde en caso de ser aplicaciones tópicas y semanas más tarde en el caso de tomar antibióticos orales.
Fototerapia
Durante tiempo se ha creído que se podía conseguir una mejora a corto plazo mediante la luz solar. Sin embargo, hay estudios que demuestran que la luz solar empeora el acné a largo plazo, presuntamente debido al daño que produce la luz ultravioleta. Más recientemente, se ha empleado luz visible con resultados satisfactorios. En particular luz azul generada con bombillas fluorescentes especiales y también se usan LEDs o láser. Se ha demostrado que usando fototerapia dos veces por semana, ha reducido el número de lesiones de acné en un 64% e incluso es más eficaz que cuando se aplica a diario. Parece que este mecanismo hace que las porfirinas producidas dentro de P. acnes, generen radicales libres al irradiarse con luz azul. Particularmente cuando se aplica bastantes días, éstos radicales libres finalmente aniquilan la bacteria. Como las porfirinas no están de otro modo presentes en la piel y no se ha usado luz ultravioleta, parece ser método seguro y se ha autorizado por la FDA de EEUU. Aparentemente el tratamiento funciona mejor si se usa con luz visible (660 nanómetros), resultando en la reducción del 76% de las lesiones, luego de un tratamiento de 3 meses de exposición diaria en el 80% de los pacientes; y en general una limpieza similar o mejor que el peróxido de benzoilo. Al contrario de otros tratamientos, se experimentan pocos o ningún efecto secundario y el desarrollo de resistencia de la bacteria al tratamiento parece improbable. Después del tratamiento, la limpieza puede durar más de lo que normalmente dura con otros antibióticos orales y tratamientos.
Terapia de calor
En el 2005, Tyrell Inc. desarrolló un producto que utiliza calor a una temperatura específica para eliminar la bacteria, causando que ella misma se autodestruya. El tratamiento llamado Zeno, se usa para tratar acné suave y moderado; normalmente funciona en un día o en tres tratamientos. El producto ha ganado premios en varios espectáculos de televisión y revistas como: Good morning America, CNN, Tyra Banks, etcétera.
Entre otros!
2007-03-14 01:52:20
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answer #2
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answered by Anonymous
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