ORIGEN DE LOS PARTIDOS POLITICOS EN COLOMBIA
Los partidos políticos tradicionales de Colombia se estructuraron a mediados del siglo XIX, para el partido Liberal se tiene como referencia 1.848 con Ezequiel Rojas y para el partido Conservador 1.849 con Mariano Ospina y José Eusebio Caro. La guerra de independencia había sido en gran parte comandada por los terratenientes y esclavistas del sur del país y por la burguesía comerciante de Cartagena y otros centros. Al concluir la guerra estas clases sociales, que ninguna era suficientemente fuerte para imponerse a la otra, establecieron una alianza a nivel de estado, en la que los terratenientes lograron la preservación del status quo y el sector comerciante el libre comercio, principalmente con Inglaterra. Esta situación dio origen a nuevas realidades.
Para mediados del siglo XIX y gracias a la expansión del comercio, los comerciantes en Colombia se volvieron un grupo poderoso que participaba del Estado pero no lo controlaba. Existía también en la Nueva Granada los esclavos y manumisos de condición similar, los indígenas y sus resguardos, los artesanos y los antiguos militares de la Independencia, discriminados entre si, según su situación de clase. Para todos estos un cambio en el status quo algo tenia qué ofrecer.
Los terratenientes, los esclavistas, los altos burócratas civiles, el clero y la milicia tenían mucho para conservar. En muchos casos sus intereses económicos eran múltiples, y aunque de las medidas propuestas por los partidarios del cambio unas les interesaban, otras les eran adversas y otras no les tocaba directamente, el hecho de estar en la cúspide de la pirámide social les impelía a ser cautos respecto a los cambios y a preferir el status quo.
Cambiar, era lo que proponía el partido liberal, implicaba transformar el estado colonial que se había prolongado en un sentido más de acuerdo con los intereses burgueses que insurgian. Era modificar la reglamentación particularista y sustituirla por leyes de carácter general; era convertir a la tierra en mercancía y darle libre circulación; sustituir un estado omnipresente por otro que permitiera comercian sin trabas, suprimir los monopolios y dejar que las actividades reglamentadas se movieran al impulso de la libre actividad; suprimir la jerarquía ante la ley y poder llamar ciudadano al desigual; suprimir el ejercito de caudillos por una milicia de ciudadanos pudientes, liberalizar la enseñanza, es decir quitar a la iglesia el privilegio de impartir el saber. Una nación de ciudadanos libres, requería sujetos libres. Con el ejercicio de tanta libertad, era imposible la prolongación del Estado colonial, inigualitario y monopolizador.
En resumen así se enumeran las propuestas del partido liberal:
Abolición de la Esclavitud
Libertad absoluta de imprenta y de palabra
Libertad religiosa y de enseñanza
Libertad de industria y comercio
Sufragio universal, directo y secreto
Supresión de la pena de muerte
Juicio por jurados
Disminución de las funciones del ejecutivo
Fortalecimiento de las provincias
Abolición de los monopolios
Libre cambio
Expulsión de los Jesuitas
El partido conservador se opuso a todas estas reformas en nombre de la civilización.
Cada bando contaba con sus explicaciones teóricas y defendían sus intereses. Algunos lustros de vida independiente habían permitido mutaciones y realineamientos en los principales actores de la vida política. Atrás estaban las querellas que en otras condiciones habían librado bolivarianos y santanderistas. Estas luchas habían creado ciertos vínculos, pero estos grupos no fueron tan fuertes como para imponer la permanencia de unos y otros en los mismos grupos hasta la constitución real de los partidos liberal y conservador a mediados del siglo XIX. El ser o haber sido enemigo de Santander o de Azuero, no era ser conservador, aunque en diferentes épocas defendieran principios conservadores. Haber sido amigo de este caudillo o de otros en la guerra por la independencia, por la libertad o la constitución, no constituía realmente ser conservador, porque alguno de estos caudillos habían defendido alguna vez otros principios que no fueran conservadores. Mariano Opina R. Había tratado de despejar el mito que se estaba formando de que el partido conservador provenía de Bolívar y el liberal de Santander.
Mariano Ospina estaba en lo cierto cuando manifestaba que lo que dividía a los granadinos en ese momento eran cuestiones sociales y no políticas. Con ello expresaba que en los sectores dominantes habían acuerdos sobre ciertas formas de Gobierno-República, Presidencia, Parlamento- pero que detraes de esto había un conflicto de clases en plena ebullición. En lo político ambos partidos coincidían en ciertas formas expresadas en lo que se conoce como "Estado de Derecho": que la Ley limitara la voluntad de ciudadanos y funcionarios y que la voluntad ciudadana se expresara mediante el sufragio.
¿Cuáles eran los intereses que movían a ciertas clases o grupos para adoptar y aplicar ciertas reformas? : Los comerciantes estaban interesados en ampliar el mercado, en desarrollar el comercio, abolir las tarifas arancelarias, en terminar con los monopolios de producción como el estanco del tabaco y en liberar de sus gravámenes y trabas la tierra de la iglesia para hacerla entrar en el terreno de la libre circulación.
Los artesanos, sector discriminado dentro de la sociedad jerárquica, hicieron suya la causa de indígenas y esclavos. Se movieron ellos, impulsados por sus intereses y motivados por el socialismo romántico, tras la igualdad que tambien reclamaban para sí los estudiantes hijos de comerciantes.
A nombre de esclavos y de indígenas se llevaron a cabo muchas transformaciones en la mitad del siglo. Estos sectores, que eran por lo menos la mitad de la población colombiana, no tenían forma directa de expresión política, no contaban con participación electoral, su participación se vió limitada a servir como leva en los ejércitos liberales o conservadores que primero los reclutaron durante las guerras civiles. La esclavitud sirvió de tema para encendidos discursos sobre la igualdad, y la igualdad jurídica se obtuvo para los esclavos y para los indígenas, que al disponer libremente de sus resguardos quedaron liberados de la propiedad. En general, la predica igualitaria de los ideólogos del siglo XIX, encubierta en el concepto de pueblo, se refirió a los ciudadanos ilustrados y con bienes y fortuna y las masas de indígenas, de negros y mestizos, fue tratada como inferior, apta para ser manejada pero incapaz de decidir por su propio destino.
Para otros sectores dominantes, por ejemplo los terratenientes, algunas de las medidas propuestas les vulneraba sus intereses económicos, otras no ofrecían contradicción con sus oponentes y otras les convenían. La abolición de la esclavitud golpeaba directamente los intereses económicos de los esclavistas dueños de minas y haciendas, pero, aparte del efecto económico, la medida tenia consecuencias más amplias en el orden ideológico. Hacer igual al esclavo, al indio y al amo, así fuera solo ante la ley, era dar un golpe a las jerarquías en que se basaba el poder político de la aristocracia criolla. Era dar un paso ideológico hacia la nueva sociedad de compradores y vendedores, iguales y libres en el mercado, en donde el que era subordinado tambien pudiera mandar, gobernar, y por lo tanto ligar su destino a la conservación perpetua de las condiciones de esta posibilidad.
En las regiones esclavistas del occidente fue muy clara la vinculación entre el partido conservador y los terratenientes esclavistas, partidarios del status quo, que creían mas en la experiencia que en las conclusiones especulativas de la teoría.
El asunto del libre comercio no implicaba contradicción económica entre terratenientes y comerciantes, pues significaba mayor exportación de productos agrícolas e importación de bines, sobre todo de lujo, que absorbían en gran parte los terratenientes. Otras medidas, como la abolición de los diezmos y supresión de los resguardos, favorecían económicamente a los terratenientes, pues les daba la posibilidad de ampliar sus latifundios y de tener menos cargas fiscales sobre los que en ellos se producía.
En la formación de los partidos políticos en Colombia habría que indagar su origen en las luchas por el control del estado, las cuales permitieron la inserción a éste de nuevas clases ausentes de su control hegemónico, para dar al estado una nueva función. Se explica así, el papel del grupo radical formado en 1.849 por jóvenes, en su mayoría estudiantes e hijos de comerciantes y doctores, alejados de las altas esferas del gobierno, a pesar de su ilustración, que según ellos les daba derecho a gobernar. Su acción iba en contra del control estatal por un grupo regional aristocrático que defendía la sociedad jerarquizada. Para lograr sus fines era importante proponer la igualdad, la libertad, y así dentro de un proyecto político que arrastraba los artesanos y sectores populares, demoler la base del Estado existente y cambiarlo por uno acorde a las realidades internacionales y que afianzara el comercio y los intereses de los comerciantes. Esto permitiría gobernar sobre nuevas bases que garantizaran la unión del capital comercial y la propiedad territorial. Así el estado creaba un ámbito de libertad, estableciendo un gobierno de ciudadanos libres.
Pero es importante anotar que no todos en el partido conservador eran terratenientes y esclavistas, así como nunca el partido liberal ha dejado de tener vinculados a los intereses de la propiedad territorial. Detrás de cada liberal no siempre había un tendero o comerciante, pues algunos se daban el lujo de tener sus esclavos en las fiestas patrias. La iglesia se alindero en el partido conservador, en defensa de sus cuantiosos intereses patrimoniales, porque los cambios igualitarios la desplazaban de la cúspide jerárquica estatal.
2007-03-14 05:40:28
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answer #1
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answered by INCA 7
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