Te envío información sobre sectas en dos artículos que saqué de dos revistas La Atalaya de fechas 1/2/84 y 15/2/94.Espero que te sean de utilidad sobre las tareas que tenes que hacer
¿Qué son las sectas peligrosas?
ERA el 28 de febrero de 1993. Más de cien agentes de una brigada especial atacaron un complejo de edificios que albergaba a decenas de hombres, mujeres y niños. El objetivo era descubrir armas ilegales y arrestar a un presunto delincuente. No obstante, una lluvia de balas procedente del interior de los edificios tomó a los agentes por sorpresa. La brigada repelió la agresión.
Esta confrontación arrojó un saldo de diez muertos y varios heridos. Durante los cincuenta días siguientes, cientos de agentes del gobierno sitiaron el complejo con suficientes armas como para librar una pequeña guerra. En el enfrentamiento final murieron 86 personas, entre ellas, por lo menos diecisiete niños.
Pero ¿quién era el enemigo? ¿Un ejército de traficantes de drogas? ¿Un grupo guerrillero? No. Como posiblemente sepa, el “enemigo” era una agrupación religiosa, una secta. Su tragedia hizo de una discreta comunidad de las llanuras del centro de Texas (E.U.A.) el foco de la atención internacional. Los medios de comunicación inundaron las ondas de radio y televisión y la página impresa de un aluvión de informes, análisis y comentarios sobre los peligros de las sectas fanáticas.
Se recordó al público ocasiones anteriores en las que los dirigentes de algunas sectas llevaron a la muerte a sus seguidores: los asesinatos de Manson en 1969 en California, el suicidio masivo de los miembros de una secta en 1978 en Jonestown (Guyana) y el pacto de asesinato-suicidio concebido por la líder coreana Park Soon-ja, que resultó en la muerte de 32 personas. Es digno de mención el hecho de que muchas de estas personas decían ser cristianas y creer en la Biblia.
No sorprende que a mucha gente que respeta la Biblia como la Palabra de Dios le consterne la desvergonzada manipulación que estas sectas hacen de las Escrituras. Por este motivo, con el transcurso de los años se han formado centenares de organizaciones para el control y la denuncia de las sectas peligrosas. Los expertos en comportamiento sectario predicen que el advenimiento de un nuevo milenio dentro de pocos años puede desencadenar la proliferación de este tipo de sectas. Un semanario observó que, según las agrupaciones antisectarias, hay miles de sectas “preparadas para arrebatar su cuerpo, controlar su mente y corromper su alma. [...] Pocas están armadas, pero a muchas se las considera peligrosas. Lo seducirán y le quitarán el dinero, lo casarán y lo enterrarán”.
¿Qué es una secta peligrosa?
El término “secta peligrosa” ha sido utilizado con cierta imprecisión por quienes no son conscientes de sus connotaciones.
Una obra reciente, el Diccionario Esencial Santillana de la Lengua Española, da como segunda acepción del término “secta”: “Conjunto de seguidores de una doctrina, filosofía o religión considerada falsa o peligrosa por el que habla”.
La revista Newsweek explica que las sectas peligrosas “son normalmente grupos pequeños y marginales cuyos miembros derivan su identidad y propósito de un líder carismático”. Del mismo modo, la revista Asiaweek dice que “el término es vago, pero normalmente denota un nuevo credo religioso formado en torno a un líder carismático, que suele proclamarse la personificación de Dios”.
El lenguaje utilizado en la resolución conjunta del Centésimo Congreso del Estado de Maryland (E.U.A.) también transmite una connotación peyorativa de este tipo de sectas. La resolución expresa que la secta peligrosa es “un grupo o movimiento que manifiesta devoción excesiva a una persona o idea, y emplea técnicas de manipulación poco éticas para persuadir y controlar al individuo a fin de promover las metas de su líder”.
Está claro, pues, que por lo general se entiende que las sectas peligrosas son agrupaciones religiosas con puntos de vista y prácticas radicales que chocan con la conducta social aceptada como normal en la actualidad. Suelen tener también ritos secretos. Muchas de estas sectas se aíslan en comunas. Acostumbran a dar devoción incondicional y exclusiva a un líder autoproclamado. A menudo este se jacta de haber sido escogido por Dios o incluso de ser de naturaleza divina.
En ocasiones, las organizaciones antisectarias y los medios de comunicación han calificado a los testigos de Jehová de secta peligrosa. Varios artículos periodísticos recientes han incluido a los testigos de Jehová entre las agrupaciones religiosas de actividades cuestionables. Pues bien, ¿es exacto referirse a los testigos de Jehová como un pequeño grupo religioso marginal? Los miembros de estas sectas suelen aislarse de los amigos, la familia e incluso la sociedad en general. ¿Es ese el caso de los testigos de Jehová? ¿Utilizan los Testigos técnicas engañosas y contrarias a la ética para conseguir adeptos?
Se conoce a los líderes de estas sectas por sus métodos para controlar la mente de sus seguidores. ¿Hay prueba de que los testigos de Jehová usen esos métodos? ¿Celebran servicios religiosos secretos? ¿Siguen y veneran a algún líder humano? ¿Puede decirse con honradez que los testigos de Jehová sean una secta peligrosa?
‘Introduciendo silenciosamente sectas destructivas’
“También habrá falsos maestros entre ustedes. Estos mismísimos introducirán silenciosamente sectas destructivas.” (2 PEDRO 2:1.)
ORIGINALMENTE todas las iglesias de la cristiandad eran sectas. Algunas de éstas —particularmente la Iglesia de Roma y las iglesias nacionales de la ortodoxia y el protestantismo— alegan tener primacía sobre las demás confesiones que afirman ser cristianas, las cuales ellas desdeñosamente califican de sectas. Estos hechos históricos se han presentado en los primeros dos artículos.
2 Sin embargo, algunos tal vez pregunten: ‘¿Verdaderamente predijeron Jesucristo y sus fieles apóstoles un apartarse del cristianismo verdadero? ¿Advirtieron ellos que no se siguiera a hombres que crearan sectas? Hace unos 19 siglos, ¿fue realmente necesario que los verdaderos seguidores de Jesús estuvieran alerta respecto a tales tendencias divisivas? Y ¿se necesita ejercer la misma vigilancia hoy día?’.
Las primeras tendencias a formar sectas
3 En su Sermón del Monte, Jesús declaró: “Entren por la puerta angosta; porque ancha es la puerta, y cómodo es el camino que conduce a la destrucción, y muchos son los que entran por ella; porque angosta es la puerta y estrecho el camino que conduce a la vida, y pocos son los que la hallan. Guárdense de los falsos profetas, los cuales vienen a ustedes en ropa de oveja, pero por dentro son lobos voraces. Por sus frutos los conocerán” (Mateo 7:13-16, Revised Standard Version). No, Jesucristo no dijo que el cristianismo verdadero se convertiría en una religión liberal, fácil o cómoda, universal o “católica”, que convendría a los “muchos”. Sería un camino duro y estrecho que solo los “pocos” hallarían. A estos “pocos” se les advirtió que “falsos profetas” aparentemente inofensivos tratarían de desviarlos hacia el camino “cómodo” o fácil “que conduce a la destrucción”.
4 Más de 30 años después el apóstol Pedro escribió: “Llegaron a haber también falsos profetas entre el pueblo [de Israel], como también habrá falsos maestros entre ustedes [los cristianos]. Estos mismísimos introducirán silenciosamente sectas destructivas y repudiarán aun al dueño que los compró, trayendo sobre sí mismos destrucción acelerada. Además, muchos seguirán sus actos de conducta relajada, y por causa de éstos se hablará injuriosamente del camino de la verdad. También, con codicia los explotarán a ustedes con palabras fingidas”. (2 Pedro 2:1-3.)
5 El “camino de la verdad”, el camino “que conduce a la vida”, es el camino del cristianismo verdadero. Los “falsos profetas”, o “falsos maestros”, son los “lobos” apóstatas “en ropa de oveja” que comenzaron a hacerse notar entre los cristianos primitivos aun antes de la muerte de los apóstoles de Jesús (1 Juan 2:18, 19; 4:1-3). El apóstol Pablo también dio advertencia acerca de tales “lobos opresivos”. Los identificó como hombres que ‘se levantarían y hablarían cosas torcidas para arrastrar a los discípulos tras sí’ (Hechos 20:29, 30). Desde la segunda mitad del primer siglo en adelante, estos falsos maestros ‘introdujeron silenciosamente sectas destructivas’ y explotaron a los cristianos primitivos “con palabras fingidas”. Debido a aquellos apóstatas, ‘se hablaba injuriosamente del camino de la verdad’, el cristianismo verdadero.
Algunas sectas primitivas
6 El apóstol Juan, en la Revelación que recibió alrededor del año 96 de la E.C., registra una serie de mensajes que recibió por inspiración divina en los cuales se reflejan las condiciones espirituales que reinaban entonces en las congregaciones cristianas y que podrían volver a surgir durante la historia. Dos de estos mensajes revelan la existencia de sectas apóstatas que Jesucristo, el cabeza de la congregación cristiana verdadera, detestaba. Parece que por lo menos una de aquellas sectas toleraba la idolatría y la fornicación. (Revelación 2:6, 14, 15.)
7 Varias cartas del apóstol Pablo, escritas mucho tiempo antes, indican que él ya había tenido que luchar tenazmente contra la tendencia de algunos a formar sectas. En su primera carta a los cristianos de Corinto, Pablo deploró la inclinación de ellos a seguir a hombres, puesto que resultaba en “disensiones” y “divisiones” (1 Corintios 1:10-13; 3:1-4). Él expresó una preocupación similar en su carta a los gálatas (1:6-9; 5:19-21), a Tito (3:9, 10) y a Timoteo. (1 Timoteo 1:3-7; 4:1-3; 6:20, 21; 2 Timoteo 4:3, 4.)
8 Algunos eruditos de la Biblia opinan que en la primera carta que Pablo escribió a los corintios y, particularmente, en su carta a los efesios y a los colosenses, él usó a propósito ciertas palabras griegas (tales como gnosis, conocimiento, y pléroma, plenitud) para refutar el gnosticismo. Sea como haya sido, Pablo ciertamente estaba combatiendo ideas apóstatas que las sectas gnósticas desarrollaron después. Los gnósticos, que florecieron durante el segundo siglo de la E.C., eran dualistas, pues creían que toda materia es mala y lo que es espíritu es bueno. Sostenían que la salvación viene por medio del “conocimiento” (gnosis) místico. Su creencia de que el cuerpo carnal es malo los conducía a uno de estos dos extremos: al ascetismo, o a la satisfacción de deseos carnales. El llamado gnosticismo cristiano contribuyó mucho a que se ‘hablara injuriosamente del camino de la verdad’.
9 Entre otras sectas primitivas figuraba la de los marcionistas, los seguidores de Marción, hijo de un “obispo” cristiano apóstata de Asia Menor. Marción creía en dos dioses, un Dios imperfecto del “Viejo Testamento” y un Dios de amor que se revela en el “Nuevo Testamento”, o, más bien, en las partes de éste que él aceptaba (algunos de los escritos de Pablo y Lucas). Otra secta del segundo siglo fue el montanismo. Montano fue un “profeta” de Asia Menor que predicó la inminente segunda venida de Cristo y el establecimiento de la Nueva Jerusalén en Pepuza, cerca de la moderna ciudad de Ankara, Turquía. También criticó el poder cada vez mayor de la clase clerical del cristianismo apóstata y sus normas morales cada vez más relajadas. Tertuliano se convirtió al montanismo. Otros dos movimientos de protesta en contra del relajamiento moral entre los llamados cristianos y contra la tolerancia que se mostraba para con los apóstatas fueron los novacianos, del tercer siglo, y los donatistas, del cuarto siglo. No obstante, estos dos grupos cismáticos aceptaron los principales errores doctrinales de las iglesias establecidas y de más antigüedad.
“El hombre de desafuero” se organiza
10 Todas estas sectas, y otras que no se han mencionado, eran variaciones del cristianismo apóstata. Pero los hombres que las crearon no fueron los únicos “falsos maestros” que ‘introdujeron silenciosamente sectas destructivas’ (2 Pedro 2:1-3). Pedro también predijo que ‘muchos seguirían sus actos de conducta relajada’. Acabamos de ver que algunas de aquellas sectas primitivas fueron creadas para protestar contra la conducta relajada de la clase clerical dominante. De modo que aquellos clérigos deberían figurar también entre los “falsos maestros” y sus iglesias deberían considerarse “sectas destructivas”.
11 Como ya se ha dicho, todas estas sectas apóstatas contendían por la supremacía. Cada una procuraba que se le considerara la única iglesia “ortodoxa”, “apostólica” y “católica (universal)”, y, en cambio, trataba a las demás como meras sectas heréticas. Al mismo tiempo, en las iglesias más grandes y más poderosas, una clase clerical estaba tratando de levantarse por encima del resto del rebaño. Hablando sobre esta apostasía y la aparición de una clase clerical dominante, el apóstol Pablo escribió: “Que nadie los seduzca de manera alguna, porque [el día de Jehová] no vendrá a menos que primero venga la apostasía y el hombre de desafuero quede revelado, el hijo de la destrucción. El está puesto en oposición y se alza a sí mismo sobre todo el que se llama ‘dios’ o todo objeto de reverencia, de modo que se sienta en el templo del Dios, públicamente ostentando ser un dios”. (2 Tesalonicenses 2:2-4.)
12 Aquella apostasía ya ‘estaba obrando’ en los días de Pablo. Sin embargo, no quedó completamente revelada sino hasta después de la muerte de los verdaderos apóstoles de Jesús, cuando la “restricción” impuesta por la presencia de éstos fue quitada (2 Tesalonicenses 2:6, 7). Poco a poco empezó a aparecer una clase clerical. A principios del segundo siglo de la E.C., Ignacio, “obispo” de Antioquía, escribió acerca de una jerarquía de tres grados que consistía en obispos, presbíteros (sacerdotes) y diáconos. “El hombre de desafuero” estaba comenzando a tomar forma. Pero el “padre de la iglesia” que realmente organizó a la clase clerical en un sistema jerárquico fue Cipriano, “obispo” de Cartago, África del Norte, quien murió en 258 E.C. El autorizado Dictionnaire de Théologie Catholique dice que Cipriano delineó una jerarquía monárquica de siete grados, en la cual la posición suprema la ocupaba el obispo. Bajo él había sacerdotes, diáconos, subdiáconos, acólitos (monaguillos), lectores y exorcistas. Un octavo grado —el de portero— se añadió después en la iglesia occidental latina, o romana, mientras que la iglesia oriental, o griega, se conformó con una jerarquía de cinco grados. Así, para el tercer siglo de la E.C. el “hombre de desafuero” compuesto, la clase clerical cristiana apóstata, quedó completamente “revelado”. Éste ha continuado durante los siglos en todas las iglesias y sectas de la cristiandad que tienen un ministerio especial o una clase clerical.
2007-03-10 07:37:00
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answer #3
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answered by Anonymous
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