El día de ayer, por la noche, abordé un microbus aquí en la ciudad de México. Me toco ir parado, dado que a esa hora, ya sabrán como está el transporte.
Pero desde donde me encontraba, pude ser testigo de la más pura y sublime expresión del amor...
Ese sentimiento, para algunos el más loco, para otros lo más maravilloso. El amor... por el cual se han librado batallas y atravesado desiertos.. ese sentimiento, que le da a nuestras almas, el sabor de vivir plenamente.
Aun costado mío, en la última fila de asientos, venía un hombre, de lentes, entrado en unos 40 años, quizá. Afuera seguía lloviendo y su imagen se reflejaba en el vidrio empañado... con los ojos undidos en propia reflexión. No sé si por preocupación, no se si por soñar... A su lado, en el asiento que da a la ventanilla.. venía con el, un niño, su hijo. Traía lo que podría pensarse que era, un uniforme deportivo, si no, entonces más bien sería la ropa adecuada para sentir la sensación de libertad.
2007-03-10
02:57:23
·
13 respuestas
·
pregunta de
Tlaco
3
en
Familia, Amor y relaciones
➔ Familia
En sus ojos, unas gafas. Lentes de vidrio muy grueso. Que si bien, para alguien más sería una limitación, para el, era una forma de ver la vida con un cristal diferente. Más limpio y diáfano que la propia retina de cualquier mortal.
Todo hubiera sido del común diario vivir en esta y otras grandes ciudades de no haber sido por dos cosas que llamaron poderosamente mi atención.
La primera... era un niño con síndrome de Down.
La segunda, volteaba a ver a su papá y le sonreía y el padre le correspondía. Fuí testigo de como en muchas ocasiones, durante el trayecto, abrazaba a su papá con todo el amor que hijo puede sentir por su padre, y de como su padre, lo abrazaba con solo la intensidad que sabe de amar a aun hijo.
Aun, cuando no podía hablar muy bien, debido a su estado, de pronto volteo a ver a su papá, lo tomó cada una de sus mejillas con sus manitas y en una frase inenteligible para cualquiera que fuese ahí, le dijo... "Papi, te quiero". Entonces su padre lo abrazo
2007-03-10
03:04:49 ·
update #1
para no volver a soltarlo durante todo el camino, hasta el momento en que solicitaron la bajada.
Quizá nadie escuchó, quizá el chofer no lo supo, ni lo sabrá nunca. Pero cuando pisó el último escalón, el niño volteó y dijo... "gracias" para depués desaparecer tomado de la mano de su padre en esta gran mancha Urbana...
Cuanats cosas, pasana frente a nuestros ojos y nos las miramos.
Esto me recordó aquella frase bíblica que dice:
"Porque de tal manera, amó Dios al mundo que ha dado a su hino unigénito, para que todo aquel que en el crea, se salve"
Suerte
2007-03-10
03:08:36 ·
update #2
Gracias por sus comentarios. Y definitivamente no soy Gay.
Precisamente el miedo a que nos etiqueten, e slo que hace que los hombres no demostremos nuestros sentimientos abiertamente.
2007-03-10
03:14:30 ·
update #3